Cap IX
—¿Enserio? — los ojos del rubio se iluminaron y se abalanzó contra el peliverde, abrazandolo con fuerza —Escapemos de una vez—
—¿¡Eh!? N-no es muy precipitado, además ya tengo que irme, le dije a Todoroki que iría con mi madre y no dudo en que la llame para asegurarse de que este con ella— se incorporó y se levantó del sillón —Vengo en la semana, para ponernos de acuerdo, ¿si? — le sonrió
—De acuerdo— sonrió ligeramente y se levantó para poder tomar de la cintura al peliverde y así besar con facilidad los labios del contrario, un tierno y cálido beso, un solo beso que bastó para mostrar cuanto se extrañaban el uno al otro —Te veo luego— dijo luego de separarse mientras acariciaba una de sus mejillas con gentileza
—Bien— sonrió ante la calidez de la mano del rubio y regalo un pequeño beso sobre ésta —Te amo— se sintió tan bien al decir eso, una sensación en su pecho que demostraba la verdad de esa palabra
—Y yo a ti— lo abrazo con fuerza, sintiendo una sensación de tranquilidad en su pecho —Te veo después— se separó y llevó al peliverde a la puerta, le sonrió por última vez y abrió la puerta, el contrario salió e hizo un movimiento de mano, el rubio respondió de igual manera »Tantas cosas que me entere hoy... « ingresó a su hogar y se acostó en el sillón »Soy esposo de Deku« no pudo evitar sonreír ante aquella idea, minutos después tocaron a la puerta, el rubio se levantó y abrió la puerta viendo al pelirrojo parado en la entrada
—Bakugo... — murmuro y vio la cara de disgusto que tenía el mencionado —Supongo que ya sabes todo... — desvió la mirada cabizbajo
—Si, ¿tienes algo que decir? — miro con indiferencia al pelirrojo
—Quisiera explicar todo—
—Adelante— se hizo a un lado cediéndole el paso y éste se adentro —Y bien, ¿que es lo que dirás? — se sentó y espero a que el pelirrojo comenzara a hablar
—B-bueno... — se sentó en un sillón diferente al del rubio —Te conocí por primera vez un día en el que tú ibas saliendo de un orfanato con un joven peliverde, bastante lindo, pero de un momento a otro fueron separados por un grupo de hombres llevándose con ellos al joven peliverde y subiendolo a un carruaje, a ti te dejaron inconsciente sobre el suelo así que luego de que se fueran, Momo y yo fuimos a auxiliarte, te llevamos a casa y horas después despertaste buscando a alguien llamado "Deku", tu desesperación era tan grande que podías contagiarnos y no pudimos evitar tratar de ayudarte, pero yo comencé a desarrollar sentimientos por ti, al principio fue solo atracción, pero después sentí más que eso, hasta comenzar a amarte— se quedó callado dudando si seguir o no, pero el rubio solo lo observaba sin ningún tipo de expresión —Bien... Luego de ello me dijiste la idea del duelo la cual yo siempre estuve en desacuerdo, pero no podía hacer nada al respecto más que ayudarte, fuiste a hablar con el príncipe y este aceptó, después fuiste con Deku y creo que te despediste o no lo se, el día duelo yo me confese a ti para tratar hacerte cambiar de opinión, pero tu me rechazaste y seguiste con el plan, ya al final del duelo tú estabas inconsciente en el suelo con un roce de bala en tú cabeza fui hacia ti y note que tenías pulso, así que te lleve rápido al hospital y luego de unos meses tu despertaste sin memoria, solo ví la oportunidad de tener algo contigo y la aproveche—
—Todo a base de mentiras... — su tono de voz expresaba todo el disgusto que tenía ante todo lo que había hecho el pelirrojo —Si no me hubiese enterado, no me habrías dicho nada, ¿no es así? —
—No, quería enamorarte para cuando te enteraras de todo... Permanecieras conmigo por lo que sentías y no te alejaras de mi— comenzó a jugar con sus manos nervioso
—¿Enamorarme? — soltó una pequeña risilla —Estuviste a punto de lograrlo, pero algo dentro de mi me lo impedía y más cuando ví a Deku nuevamente— fruncio el ceño y desvió la mirada —Toma tus cosas y vete—
El peliverde antes de ir al castillo pasó un rato a la casa de su madre y le dijo todo lo que había ocurrido, sin embargo no le comentó de que Bakugo seguía con vida, quería comentarselo luego de que se escapara con este. Tras una hora de hablar regreso al castillo, ya casi anochecia así que aumentó la velocidad de sus pasos llegando por fin al castillo, entró y vio pasar al bicolor, corrió a saludarlo —Regresé— lo abrazó por detrás
—Hola— se formó una sonrisa en el rostro del contrario —Creí que tardarías más— se giro y abrazo al peliverde por la cintura
—Nop, quería regresar para poder cenar contigo— le sonrió
—Bueno, entonces vayamos a comer— regaló un pequeño beso en sus labios y luego se separó con extrañeza —Hueles a perfume de hombre... — dejó de abrazarle —Tu no usas perfume—
—¿P-perfume? — abrió los ojos sorprendido y holfateo sus ropas —Oh vaya, así que me descubriste— suspiro y luego de una bolsa saco una botella de loción —Me la dió mi madre para tí— sonrió
—Ah... — sonrió nervioso —Gracias— tomó la botellita
—De nada— sonrió y camino —Vayamos a cenar~— ambos llegaron al comedor y tomaron asiento, comieron mientras platicaban como había ido su día, sonrientes y tranquilos, terminaron de comer y fueron a la habitación, ambos se acostaron y continuaron platicando, así hasta quedarse completamente dormidos
En la madrugada...
El peliverde se despertó y vio al bicolor abrazandolo, no pudo evitar sonreír de la ternura que le provocaba »¿Seré capaz de dejarlo...? « comenzó a acariciar el suave cabello del contrario »Una historia donde la víctima se enamora del secuestrador, cuando leía esas historias me parecían una tontería... Ahora creo que puedo entenderlas... « movió el brazo del bicolor y se levantó tratando de no despertarlo, fue a la cocina y bebió un vaso de agua, salió al jardín y se recosto en el pasto, mirando el cielo estrellado y la luna resplandecer
—¿Que haces afuera? Hace frío— se escucho la temblorosa voz del bicolor mientras se sentaba a un lado del peliverde
—Solo quería venir a tomar aire fresco— se incorporó y luego le sonrió —No deberías salir, recien te despiertas y te puede hacer daño—
—Pero no quería dejarte solo— desvió la mirada nervioso —Te veías tan solitario —
El peliverde rió un poco y se acercó a besar los labios del bicolor, luego de unos segundos se separó —Vayamos a dormir— se incorporó y el bicolor hizo lo mismo, ambos se fueron a la cama y durmieron abrazados
Unos días después...
—Deku, el desayuno esta servido— susurro el bicolor al oído del peliverde el cual se encontraba profundamente dormido
—Ngh... — abrió un poco los ojos viendo la silueta borrosa del contrario, sonrió ligeramente —Buenos días— se incorporó y talló sus ojos
—Buenos días— beso la frente del contrario —Te espero en el comedor — sonrió y salió de la habitación
»Parece otro« pensó el peliverde mientras veía como el bicolor se iba, cuando el contrario salió se levantó y fue a cepillarse los dientes, luego de ello buscó ropa y se la puso, arreglo su cabello y fue al comedor sentándose a un lado del bicolor
—¿Dormiste bien? — preguntó el contrario mientras llevaba un trozo de fruta a su boca
—Si— asintió recibiendo su plato y jugo —¿Y tu?—
—También— dio un sorbo a su jugo y le miro — Dentro de dos días es la fiesta del pueblo y es costumbre llevar kimono, ¿ya sabes cual te pondrás? — comentó un tanto animado
—No suelo llevar kimono, de hecho solo he ido como dos veces— respondió pensativo
—Me gustaría verte en kimono— sonrió mientras acariciaba la mano del peliverde
—Oh... — su rostro se tiño de un severo rosa —Puedo llevar uno por esta ocasión— dijo tímido
—¿En serio? — pregunto animado —Sé que te verás muy lindo— soltó la mano de éste y siguió comiendo —Vayamos más al rato al centro del pueblo para comprarte tu kimono— comentó terminando su plato de fruta
—Amm quería ir a ver a una amiga— respondió el peliverde, obviamente se refería al rubio
—Pues la vamos a visitar y vamos de paso — limpió sus comisuras y terminó de beber su jugo
—No— hizo una pausa ideando alguna excusa —A ella siempre le has gustado y no quiero que te esté mirando a cada rato— dijo un tanto serio para que sonara creíble
—Oh ya veo— sonrió con un leve sonrojo —Bien, pero no tardes— beso la mejilla del contrario y se levantó —Te veo más al rato— acarició el pelo de éste y se retiró a su despacho
—Si— respondió sonriente y terminó de comer, subió a la habitación y tomó una ducha rápida, cambio sus ropas y se arreglo el cabello, luego de ello salió del castillo llamando a un cochero para que lo llevara lo más cerca posible de la casa del rubio, al ya estar a unas cuadras pidió que lo dejaran ahí, tras ver como se alejaba el carruaje camino a la casa del rubio llegando luego de unos minutos, tocó la puerta y segundos después se abrió dejando ver al rubio
—¡Deku! — se abalanzó contra el peliverde abrazandolo con fuerza —Te extrañe—
—Yo... También— correspondió el abrazo y luego se separó —Hay que hablar— sonrió
—¿Hm? De acuerdo— ambos entraron a la casa y tomaron asiento —Supongo que quieres hablar sobre la fecha en la que escaparemos— tomó las manos del peliverde y noto que no portaba su anillo, formó de inmediato un gesto —¿Y tu anillo? —
—¿Eh? — pregunto desconcertado y miro su mano —Ah, lo tiene Todoroki— suspiro —Se lo pediré después—
—Pideselo hoy—
—¿Por que? —
—Quiero que escapemos el día de la fiesta del pueblo, antes de los fuegos artificiales—
—¿Tan pronto? — sus ojos se abrieron grandes por la sorpresa —No se si pueda —
—¿Por que no podrías? — le miro serio
—Mmm, recién arreglé las cosas con mi madre y no quiero dejarla— desvió la mirada pues se sentía intimidado
—¿Es eso? Podemos llevarla con nosotros después, cuando todo se haya calmado y nos vayamos del pueblo podemos ir por ella—
—Mm— se quedó pensativo
—Deku, si escapamos podremos ser felices de nuevo, podremos forjar aquella familia que tanto deseamos— comentaba el rubio tratando de convencer al peliverde mientras le sonreía
—Agh... Mmm, de acuerdo— sonrió —Ehh... ¿Donde te veré? —
—Aquí en la esquina, se ponen puestos y cubren la vista, nadie nos verá—
—Bien, allí te veo— suspiro y sonrió ligeramente —Me tengo que ir— se levantó
—¿Tan pronto? — se levantó exaltado tomando del brazo al peliverde —No has estado ni media hora— lo abrazo por la cintura y recargo su cabeza sobre el hombro de éste —Hace mucho que no pasamos tiempo juntos— deslizó su mano por su espalda baja acariciando uno de los glúteos del peliverde, haciendo que éste se exaltara
—Kacchan, no... No es momento y además no hay tiempo para ello— trato de separarse, pero el rubio lo tomó con fuerza apegandolo más a él y sujetando ambos glúteos —K-kacchan... — apretó las ropas de éste —Basta... — su voz comenzaba a sonar temblorosa
—Parece que lo disfrutas— metió su pierna entre las del peliverde e introdujo sus manos debajo del bóxer del contrario y paseó sus dedos por la entrada de éste
—Mgh... En-enserio me tengo que ir— empezaba a excitarse y no era momento pues le había dicho al bicolor que regresaría rápido y no quería levantar sospechas
—No tardaremos— caminó para poder recargarse en una pared y tener más comodidad, bajó el pantalón junto con el bóxer y beso con desesperación los labios del peliverde
—Ngh... — sintió como la lengua del rubio tocaba la de él, comenzaron a juguetear y entrelazar sus lenguas mientras el rubio bajaba la cremallera de su pantalón y frotaba ambos miembros erectos, el peliverde ahogaba sus gemidos en la boca del contrario, para pronto comenzar a acabarsele el aire. El rubio se separó dejando un delgado hilo de saliva, deslizó ambas manos por las piernas del contrario sujetandolas con firmeza y alzandolas para que éste lo abrazara con ellas —N-nunca lo hemos hecho así— murmuro nervioso tras ser cargado
—Entonces, esta será la primera vez— susurro
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Hola hola criaturitas~ :3
El capítulo de hoy estuvo muy MUY largo, pero ps tuvo acción xd, espero lo hayan disfrutado tanto como yo y bueno las veo en el siguiente capítulo. ^^ wenas noshes.
L@s quiero~
Bye~
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