LLANTO EN LA REGIÓN
LOSE LOSE ! tarde mucho, mis mas sinceras disculpas por eso :¨v pero ya esta aquí el capitulo que espero sea de su agrado, sin más que decir, COMENCEMOS >O<
En la región de kalos, con el paso de los años más grande y más hermosa, constantemente más extrañas criaturas son descubiertas por los rincones del mundo, pero nos centramos específicamente en una casa en medio de la gran ciudad de lumiose.
Ni muy grande ni muy pequeña, cualquiera pensaría que es una casa como cualquiera, de paredes blancas un lindo jardín y de un buen terreno, pero la verdad de esta es que era nada más ni nada menos que la casa del campeón de kanto y kalos, Ash Ketchum.
Los años y los viajes no fueron para menos, un cuerpo bien formado, más alto que antes, pero lo que más resalta ahora en él es su madures, la cual lo ayudo a conseguir todos sus logros presentes.
En medio de la casa, en la sala el azabache se encontraba tirado en el piso con un libro en manos, su rostro presentaba confusión y enojo, sus ojos se movían al compás que leía pero por cada párrafo su seño se fruncía aún más.
-¡¡hag!! -Se agarró la cabeza con ambas manos y empezó a rodar en la alfombra- ¡no puede ser tan difícil arceus! -frustrado era poco, llevaba horas frente a aquel libro sobre la mesa y aun nada le salía bien.
Se reincorporo rápidamente al sentir la presencia de alguien y se puso en modo de defensa.
Pero solo soltó una risa al darse cuenta de quién era esa pequeña presencia, camino hasta detrás de la puerta y ahí estaba, nada más ni nada menos que su pequeña princesa de ojos color zafiro y cabellos azabaches.
La pequeña de no menos de 1 años de edad tenía un rostro agotado y somnoliento, con los ojos caídos y las mejillas ligeramente rojas.
Él la miro con una sonrisa de culpa, la tomo en brazos y con una sincera sonrisa le dijo.
- jeje, perdóname ¿te desperté verdad?
A la pequeña se le empezaron a cristalizar los ojos y los labios le temblaban mientras su rostro se ponía rojo, si no la calmaba pronto...
...Muy tarde.
La habitación y cada rincón de la casa rápidamente fue envuelta en una sinfonía de sonidos agudos con pequeños jadeos provenientes de la menor y desesperación de parte del azabache al no saber qué hacer.
-tranquila, tranquila -moviéndola de un lado a otro- ya paso, ya paso, tú eres valiente, ya no llores.
Sus intentos eran en vano, la pequeña hizo caso omiso a su pedido, y solo lloraba y lloraba mientras daba pequeñas patadas.
Ash estaba en medio del estrés máximo, su antigua situación la olvido por completo, ahora mismo estaba pendiente en tranquilizar a su pequeña que cuando empezaba nunca paraba, en momentos así se preguntaba como hacia su amada para que la bebe este tranquila.
-Por favor regresa pronto -miraba el techo blanco con una sonrisa un tanto nostálgica.
Llanto y más llanto, con un bebe en casa era de esperarse, pero de un momento a otro el azabache saco de su bolsillo una pokebola de la cual al instante salió un luz roja.
-¿Pasa algo maestro? -la silueta de lucario hizo presencia en la sala y al ver la expresión de angustia de su entrenador entendió todo.
-Mmm...un poco de ayuda por favor -su voz sonaba nerviosa y avergonzada.
-claro.
Lucario creo una aura esfera frente a la pequeña, esta al ver los colores empezó a tranquilizarse, una sonrisa se formó en su rostro y sus ojos se iluminaron, estiro sus bracitos tratando de tocarla pero no se le fue posible porque Ash la aparto.
Lucario sin perder el tiempo creo otra más seguida de otra hasta tener en sus patas cuatro aura esferas.
La pequeña las miraba con gran ilusión y entusiasmo y de su boca salían pequeñas carcajadas mientras trataba de liberarse del agarre de su padre.
Ash miraba divertido la escena, y de un momento a otro pudo apreciar como Lucario con las auras las lanzaba una a una al aire atrapándolas seguida mente para repetir el acto una y otra vez.
Pero Lucario cario cada vez se desenvolvía más en su acto, ya no solo las lanzaba y atrapaba, sino que las hacia girar y cruzar unas entre otras, cosa que conmociono a ash ya que...
Él nunca le enseño esos trucos.
Ciertas sospechas fueron confirmadas al ver la sonrisa de Lucario y la de su hija.
Unos transmite alegría y el otro la recibe.
Tan «Ella» que una sonrisa se le formo en el rostro, no quiso articular palabra alguna, pero la curiosidad y el querer confirmar su sospecha por muy obvia que sea la respuesta, lo impulso a decir.
-Lucario... ¿dónde aprendiste eso?
Por una de milésimas de segundos el pokemon quedo estático, se le helo la sangre y casi al instante hizo desaparecer las esferas, sintió la mirada decepcionada de la pequeña pero le dio poca importancia al toparse con la de su entrenador.
-maestro...
-vamos no es tan difícil, solo dime donde lo aprendiste o... ¿Quién te enseño? -su tono de voz estaba llena de confianza y curiosidad, tal vez no debió preguntarlo de forma tal seca, nadie está acostumbrado a ese tono y menos el, y como modo de relajo le dedico una sonrisa.
-fue... la señora serena -a pesar de haberse calmado un nuevo temor lo invadió.
-con que fue ella...
-¡por favor no se moleste con ella! Yo mismo me ofrecí a ayudarla con su práctica y ella acepto y... y
Ash no pudo aguantar más y estallo en risa, por un lado tenía a su hija pataleando por ser ignorada y por otro a su pokemon haciendo todo un drama, ¿molestarse con ella? Eso nunca más, hasta esos momentos no podía olvidar la sensación de haberle gritado por un berrinche de su parte y como ella lo hizo recapacitar, impedía e impediría a toda costa que su sonrisa sea borrada, la de ella y su princesa.
-¡DAAAAA DAAAAA!!! -la pequeña tiraba de la oreja de su padre pero este ni caso le hacía al estar sumido en sus pensamientos y ya harta la pequeña logro zafarse del agarre y como si estuviera escalando su boca se acercó a la oreja que posteriormente estaba jalando y...
-¡HAAAAAA!!!! -grito el azabache de dolor tras sentir los pequeños dientes de leche perforar su oreja y un gran disgusto y enojo apareció en el- ¿Qué crees que haces luna! ¡Eso dolió y pudiste herir a tu padre o simplemente dejarlo sin oreja! ¡te parece bonito eso!¡a las niñas malas se las lleva ...
-maestro, por favor cálmese.
-¿Ah? -poso su vista en la pequeña que estaba en sus brazos con la cabeza baja tras aquel regaño, puede que haya estado mal gritárselo en vez de explicarlo, pero como padre y como persona no pensó en eso al momento, al verla en aquella postura no puso evitar sentirse horrible, ella solo quería un poco de atención y él ni la noto, creyó ya haber superado su ceguera en lo que tiene que ver con sentimientos... pero tal parece que otra vez metió la pata- luna... perdóname cariño es solo que -trago aire y suspiro- me deje llevar por las emociones, pero comprende también que eso que hiciste no está bien. Sabes que te amo con toda mi alma no mi princesa.
Ash estaba esperando por lo mínimo un gesto de ella pero no hubo reacción alguna y la opresión en su pecho se hizo presente.
Luna con la cabeza baja se agarró el estómago y un pequeño gruñido salió de este.
-da...da -pronuncio la pequeña sin cambiar de postura.
Ash soltó un gran suspiro de alivio, como si un peso saliera de sus hombros junto con el estrés que le provoco aquel momento y soltó una pequeña risa al ver a su pequeña niña.
-¿tienes hambre he? Pero que glotona saliste -soltó una pequeña risa burlona- eres digna hija de tu padre, y eso que tu mamá te dio de comer antes de irse.
los ojos de la pequeña azabache se pusieron cristalinos y frunció el seño.
-no,no,no,no,no, tranquila, seguro encuentro algo vale.
Ash dejo a Luna en el sofá y se dirigió a la cocina.
Lucario se acercó a la pequeña y le mostró un peluche de Eevee y comenzó a moverlo de una lado a otro frente a ella y comenzó a fingir que el peluche corría, saltaba, como si tuviera vida, la pequeña soltaba ligeras risas,hasta llego a un punto en el que sus parpados le pesaban y callo dormida sobre el sofá, Lucario solo sonrió y al escuchar una puerta abrirse volteo a ver la silueta de su maestro.
Ash salió de la cocina con una cara seria y se acercó a Lucario.
-¿pasa algo maestro?
-lo que pasa es que serena traería las compras regresando de la presentación por lo tanto...
-¿no hay comida?
-aunque duela es la verdad -comento de un modo depresivo.
-¿y cómo aremos con la pequeña?
-pensaba llevármela pero... cuando tiene hambre no la reconozco, es mejor que esté tranquila.
-¿entonces la niña se quedara sola?
Se escucha como la pequeña azabache se comienza a mover alertando a ambos, tenían que traer comida y rápido o de lo contrario la bebé volvería a llorar.
El azabache olvidando la situación anterior empezó a caminar en círculos debatiéndose que era lo mejor, por un lado había una tienda cerca, por otro la bebé no debe estar sola, pero si no le da de comer se va a poner a llorar, pero era peligroso, pero estaba cerca no tardaría ni 5 minutos en ida y regreso, pero la bebé podía girar y caerse, pero a tan temprana edad un desbalance en la alimentación podría ser peligroso ¿no? Debió leer ese libro a más detalle... ¿Y SI SE CAE!? Podría lastimarse con algún juguete o hasta despertar y asustarse... pero si no le da de comer... mucho riesgo... ¿y si espera a que se despierte para ir con ella? No,no,no... se podrá a llorar y en ese tipo de situaciones él es un cero a la izquierda.
-No tiene caso -soltó un suspiro- por un lado esta esto y por otro el otro y ¡haaaa!! -se recuerda en la alfombra frustrado mientras se desordena el cabello.
-Maestro... ¿no sería mejor que yo vaya y usted se quedara con la bebé? -cuestiono Lucario como si fuera algo obvio.
-Tal vez...
-Pero así la bebé estará segura ¿no? -comento mirando como el azabache golpeaba su cabeza con la alfombra con una notoria expresión de decepción.
-Lo que pasa es que quería demostrarle que soy responsable -comento mientras miraba de reojo a su pequeña- no soy bueno en estas cosas pero... llegará el día en que algo grande pase y en el peor de los casos no los tendré a ustedes -bajo la mirada y su expresión podía con facilidad suavizar cualquier corazón más frió que el hielo, por cada vez que pestañeaba sus cejas dibujaban una expresión aún más deprimente, llego a tal punto que sus ojos perdieron ese característico brillo y dicha sonrisa tan contagiarte se redujo a unos labios cerrados y ligeramente abiertos- ¿cómo las voy proteger? si soy incapaz de siquiera poder darle algo de comer a Luna.
La mente del campeón fue rápidamente llenada de recuerdos en los cuales solo cursaba la misma frase una y otra vez.
«Yo me encargo»
En la habitación se ve a una Luna un poco más pequeña llorando y un Ash desesperado tratando de agarrar un frasco de talco y en entre sus dientes sujetaba un pañal y con la otra mano solo lograba detener los golpes directos de la pequeña que no dejaba de forcejear y patear mientras lloraba como si su vida dependiera de ello.
-B-bueno... esto... primero tengo que echar el talco ¿no? -con dificultad el azabache sujeto el pote y cuando esta por echarlo lo regresa a la mesa y mira desesperado las múltiples cosas que se encontraban en la mesa- ¿o eran primero las toallas húmedas?
Desde otra parte del cuarto escucho una risita ahogada, la reconoció casi al instante y de un humor un tanto amargo volteo a ver el lugar del cual este vino.
-¿No da risa sabe? -su vista se posaba en la esquina de un muro que dividía la habitación y aprecio como el rostro de su amada esposa salía con una expresión divertida.
-No, para nada -comento mientras se acercaba al azabache- jajá, tienes algo aquí - la peli miel poso su mano en su mejilla mientras soltaba ligeras risas.
-Bueno... esto -poso su brazo detrás de su cuello y con un rostro avergonzado trataba de formular dicha frase.
-Tranquilo...
«Yo me encargo»
El azabache regreso a su realidad y soltó una pequeña sonrisa, ella siempre estaba hay para ayudarlo, pero... ahora que ella no esta, se puso a cuestionar si algún día sera capaz de cuidar de su pequeña como el padre «responsable» que tanto anhelaba ser.
-Maestro...
-Je, -soltó una sonrisa y alzo la vista para verlo- sera mejor darnos prisa -Lucario lo vio con un rostro de confusión al no entender lo que dijo- rápido, antes de que se despierte.
Sin decir una palabra mas salio de la habitación sin antes ver a su pequeña dormir plácidamente sobre el sofá.
-Bueno si no lo hago yo, por lo visto no lo hará él maestro -agarro un par de cojines y los acomodo rápidamente en la alfombra alrededor de donde se encontraba la pequeña Luna- descanse.
Se escucho el cerrar de una puerta y el pequeño estruendo que este produjo llego a los oídos de la mini azabache que poco a poco comenzó a moverse.
Colores y figuras visualizaba, viendo las cosas medio borroso a causa de su reciente siesta provoco que llevara sus manos a sus ojos y frotarlos delicadamente, con la vista ya un poco mas clara algo llamo su atención.
Pequeños espirales de luz, rodeados de algo semejante a la escarcha, el color de este era claro, casi blanco la curiosidad de la pequeña se prendió y gateando lentamente se aproximo cada vez mas, respiro con entusiasmo y una gran sonrisa se formo en su rostro, sentía una pequeña adrenalina por descubrir algo nuevo y cada vez atravesaba a mas profundidad los espirales.
Se desvanecían, poco a poco la pequeña ya los cruzo en su totalidad, desapareciendo lentamente entre esas espirales de luz que ya eran casi invisibles a la vista, hasta que por fin se volvieron inexistentes sin dejar rastro de ellas y de la pequeña azabache.
Los minutos pasaron y se escucho el abrir de una puerta.
-Luna... papi trajo comida -menciono él azabache en un tono suave por si la pequeña aun se encontraba dormida, se encamino a la sala y al llegar su sonrisa rápidamente se desvaneció.
La preocupación le cayo como balde de agua fría, rápidamente se aproximo al sofá donde hace unos minutos se encontraba su hija, busco a los alrededores de este y nada, trataba de guardar la calma pero se le era imposible, debajo de la mesa, en la caja de juguetes, pero ni rastro de la peli azabache.
La respiración de Ash se acelero, comenzó a alterarse e imaginarse lo peor.
-¡LUNA!! -gritaba mientras corría por toda la casa- ¡HIJITA NO ES GRACIOSO!!! -subía las escaleras y el sonido de estar rebotar por la velocidad eran apocadas por los gritos del azabache- ¿¡LUNA DONDE ESTAS!? -debajo de la cama, en su cuna, entre sus peluches, aun nada.
Sintió como la puerta se abría y entro en conmoción por un momento, la adrenalina y el pánico ya se habían apoderado de el al 100%.
-¿Maestro? -la imagen que Lucario apreciaba no era ni la sombra de lo que avía visto antes- ¿que paso?
-Luna a desaparecido.
BUENO AMIGOS AQUÍ OTRO CAP!!! si se que es un milagro :"v ni yo me la creo :"D jajaj bueno espero hay sido de su agrado ^u^ perdón si no era lo que esperaban, pero ya que :"3 este cap esta para celebrar muchas cosas:
1- PERÚ ESTA EN EL MUNDIAL!!!!! WOOOOOOO >W<
2-hace solo unos días cumplí mi primer añito en wattpad :"3
3-hace solo unos días mi querida amiga @ge03122 cumplió 15 años uwu y creo que en mi vida baile tanto :"v aun me duele el pie XD (y yo que pensaba estar sentada toda la fiesta :v) (no sabia que tenia que dar un discurso :"v juro que casi lloro :"3)
4- nota: agradezcan a @fei222 por retarme a quien actualiza primero ;vr (fue hace 20min :v) así que perdonen si la calidad no es tan "buena" pero peor es nada :P
BUENO CON ESTO CLARO!!! déjenme decirle que mañana ya comienzan mis exámenes :"v y espero no ser la única ^<^U así que tendré que sacar mis ojos de wattpad y ponerlos en los libros y cuadernos :"v
ADIÓS GENTE BONITA :3/
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