Capítulo 6 (¿Por qué Lexa, por qué?)
Desperté por el ruido en la sala, me levanto viendo a mi alrededor para encontrarme a todos mirándome con cara de lastima. Imagino que ya todos sabrán y maldigo por dentro porque los chismes en esta casa corren rápido. Aun con mi conciencia super limpia porque se que no he hecho nada de lo que comentan entre murmullos. Vale no dejaba de lanzarme miradas asesinas a mi y a Roy, mire a la que en verdad debería mirarme así ya que el del rumor era de su marido. Pero en ves de lanzarme una asesina solo me dedico una mirada llena de comprensión. Ya estaba cansada de todos los comentarios y miradas así que subí a asearme y luego bajé.
-Chicos, ¿alguien sabe dónde está Aizen? -hable en alto para que me escucharan por el ruido.
-Se encuentra en mi cuarto Lexa, y te recomiendo por la manera que mando a la mierda a Vale porque quería estar solo- se acercó a mi tomándome de la mano llevándome a la cocina.
- ¿Qué sucede Kris? -pregunto.
- ¿Me dejas darte un consejo? -hablo sonando sincera.
-Claro, ahora es lo que más necesito.
-Dale tiempo para pensar, para que las cosas se relajen porque ahora no te va querer escuchar. Lexa el esta muy lastimado y lo entiendo él te quiere- me abrazo- yo se que no hiciste nada porque por el poco tiempo te conozco bien y se que tu lo amas, no dejes que un malentendido que esta consumiendo a ambos acabe lo que tenían. Y sino entiende no le caigas atrás porque tu eres mucha mujer para eso.
No espere las palabras de Kris, pensé que intentaría coquetear como siempre intenta hacer, pero enserio me tomo de sorpresa. Kris tenía debía ponerme también de su parte y ver como él se sentía, en verdad se siente super mal. Y en serio espero que no acabe.
-Gracias Kris-susurre.
-de nada princesa, y ya sabes que si el se niega ya sabes que estoy aquí. Dispuesta a sanar tus heridas-hablo con una sonrisa en su rostro.
-Típico de ti- sonrió.
-Te aconsejare, pero nunca perderé la esperanza de conquistarte. Volvamos a la sala.
Entramos a la sala llevándonos una gran sorpresa viendo a Kaito a punto de golpear a Roy. Enseguida todos corrieron a separarlos.
<<Vaya el chico bueno, eso no me la esperaba>>
-Kaito suéltalo- Hablaba Agner muy cerca de él, intentando que soltara a Roy.
-No, estoy harto de que todos cotilleen de Lexa como si fuera una puta por culpa de este estúpido. Y que el estúpido de Aizen no se de cuenta de la mujer que tiene a su lado, -soltó echo una furia.
-¡¿Pero qué dices imbécil, que culpa tengo yo?!-espeto Roy enojado zafarse de su agarre.
-sino hubieras hecho la puesta tal vez Aizen no hubiera actuado así- esta vez fue Agner el que lo ataco.
-Chicos, la culpa es de Lexa por ser una pu...-antes de que pudiera terminar la palabra, Kris le dio una fuerte bofetada.
<<se lo merece>>
-No me hagas hablar de puta, porque si es así tu eres la primera-hablo Kris tomándola de los cabellos- no permitiré al igual que Kaito que nadie la trate así.
Yo no podía quedarme más tiempo ahí porque siento que reventare, entre todos fajándose y Aizen sin bajar me maree necesitaba estar sola y tomar aire. Aun así, las palabras de Kaito seguían en mi mente.
<< porque si enserio la quiere como dice supiera que ella no es capaz de eso>>
Enserio tenía tanta razón, pero él también estaba herido. Llegue a la playa sentándome en la orilla de esta sintiendo el agua de esta llegar a mis dedos y acariciarlos. Me quede ahí un buen tiempo pensando hasta que sentí a alguien sentarse al lado mío, mire para encontrarme con Agner.
-Nadie se dio cuenta que saliste, pero yo si-hablo dándome una sonrisa.
En mi mente entro un recuerdo de cuando estaba en la escuela estudiando para ser policía. Recuerdo que había tenido una fuerte discusión con una chica de mi aula, y todos se pusieron de su parte excepto Yum. Sali tan abrumada en busca de aire y recuerdo haberme sentando en el patio de la escuela. Y un chico pelirrojo de ojos avellana tan fuerte que parecían amarillos sentarse a mi lado. El recuerdo es tan claro que lo recuerdo como si lo estuviera viviendo en ese momento.
<<-¿Te encuentras bien?, por cierto soy Agner- hablo regalándome una sonrisa.
-yo siempre estoy bien, no importa que- respondí sincera.
-¿Sabes?, no es cierto algunas veces nos rompemos de verdad, las otras son solo pequeñas heridas. Pero lo importante es levantarse y hacerles saber que no te dejas vencer tan fácil- un ápice de tristeza se detentaban detrás de cada palabra.
-Tienes razón, gracias por el consejo-sonreí- soy Lexa.
-Lo sé. Tienes cara de ser mi mejor amiga-la seguridad en su voz era asombrosa.
-¡Ja,ja,ja!, idiota-lo golpee en el brazo haciendo que se moviera un poco.
-Ya, pero te hice reír- me tomo desprevenida golpeando mi frente.
Fue una conexión inmediata él me hacía sentir bien y no tenía que actuar así que sabía que sería el comienzo de una hermosa y espontanea amistad.
-Lo que digas, mejor amigo-hice énfasis en cada palabra.
-¿Nos escapamos y mandamos a la mierda a todos?- propuso con diversión.
-Adelante te sigo- me tomo del brazo corriendo de ahí>>
Con eso el recuerdo desaparece. Ese día conocí a mi mejor amigo, aunque luego de graduarnos perdimos el contacto, hasta que paso el tiempo y olvide. Y no me puedo creer que lo tuviera de nuevo delante de mí.
-Tu como siempre, mejor amigo-lo digo asegurándome de sonar igual que aquella vez.
Se quedo un momento pensativo por mis palabras, y en un segundo se abrieron sus ojos como platos. En ese momento entendí que lo recordó.
-No jodas, pensé que no te vería nunca más en la puta vida-me envolvió en sus brazos.
-Suelta que me ahogas, aparta que las cosas están mal y no quiero joderlo más-digo apartándolo de mí.
-que se jodan, por eso sabia yo cuando te vi que te había visto antes- soltó alegre.
-Eres tan idiota- solté haciendo que ambos estalláramos en carcajadas.
Eso era algo que nosotros dos entendíamos, era encantador recuperar a mi mejor amigo y hermano después de tanto tiempo. En segundos levanto mi ánimo, charlamos por todo el tiempo perdido, jugamos en la playa hasta que nuestros estómagos rugieron y al llegar a casa lo vi. Aizen estaba sentado en el sofá riendo por algo que le decía Vale al oído. Quería matar a alguien y Agner lo noto poniendo una mano en la espalda para tranquilizarme.
-muy buenas, ¿ya alguien comió? - preguntó cerrando la puerta tras de mí.
-¿Dónde estabas?-pregunto Violett con tono autoritario. Captando la atención de todos en la sala incluso la de Aizen.
-Estaba en la playa, recuperando a mi mejor amiga.
-¿Quién es esa?- habló algo enfadada.
<<más bien celosa>>
-Venga, deja los ataques de celo-resto Agner importancia.
-porque no me respondes-replico ella.
Entendía que no quería decir que conmigo, después que todos sabían del mal entendido y más que Aizen estaba ahí.
-Lexa... Lexa es mi mejor amiga, esa que tantas veces te hable de la academia- la molestia en su voz se notaba.
-Ah, lo siento...yo solo...- no la deje continuar.
-Tranquila. Voy a pedir pizza-dije tomando el celular.
Después de haber pedido las pizzas me senté lejos de Aizen porque sabia que le incomodaba mi presencia. Aun así, me sentía observada, estaba en lo correcto cuando me encontré con esos ojos color cian que me miraban con dolor. Al darse cuenta que lo había pillado cambio su mirada. Fueron los mas agradables e incomodos minutos de mi vida hasta que decidí ir a bañarme, luego bajé de nuevo tomando una porción de pizza. Luego de eso fui a la cocina, brinqué de la sorpresa cuando lo sentí hablarme.
-¿Estuviste con Agner?-demando saber.
-Si, pero no como piensas- rápidamente lo corregí no quería que tuviera la idea equivocada.
-no tienes que darme explicaciones, eres libre de hacer lo que quieras.
-Aizen...-me interrumpió.
-No Lexa... No quiero hablar del tema, te lo pido de favor deja las cosas así no hay nada que explicar.... Las cosas salieron así. Te gusta Roy y querías besarlo, no pretendo tenerte amarrada a mi lado si no es eso lo que quieres. Lo único que te pido es que te dirigías hacia mi solo lo necesario por ahora, porque aun hablarte me duele.
Eso me dolió tanto, porque en ese mismo momento supe que lo perdí por una mierda y el puto enojo me gano, sé que estaba dolido, pero mierda a mí también me dolía. La manera de no dejarme explicarme hacia que mi enojo creciera aún más. Me estaba haciendo de todo el auto control para no golpearlo ahí mismo. Necesitaba desahogarme de alguna manera, ya que mi padre me enseño que no debía llorar, debía ser fuerte.
Camine para tomar un vaso con agua, y al pasar por su lado mi corazón se aceleró al pasarle tan cerca. Me tome mi mejor vaso de agua tragándome las lágrimas con él. Me arme de valor y lo mire sus ojos estaban clavados en mi desde hacía rato.
-Muy bien, eso quieres pues eso hare- dije aguantando el nudo en mi garganta.
Al verlo salir de la cocina tome el vaso que aún tenía en mis manos y lo lance contra la pared haciendo que este se hiciera ñecos. Inhale y exhale repetidas veces intentando contenerme, Kris entro en la cocina mirando el desastre.
-Ese vaso fue lanzado desde tu posición, pero no para darle a él, así que supongo que fue después que se fue sacando la ira- dijo tras haber analizado todo.
-sin duda eres buena forense-dije saliendo de la cocina.
Mis ojos se encontraron con los suyos y mi puta mente me llevo a la escena donde bese sus labios por primera vez. Donde bailamos manteniendo las miradas una en el otro. Y a pesar del nudo estar acomodándose en mi garganta otra vez. Me dirigí al sofá sentándome al lado de Kaito conversando con él intentando no pensar en lo sucedido. Y el gesto por parte de este me tomo desprevenida, cuando una de sus manos me pegaron hacía él dándome un fuerte abrazo.
-sonríe, aunque estés dolida por dentro, para no darles el placer a los que quieren verte mal -susurro suave.
La mirada de Aizen sabia que eso lo había molestado, enseguida levantándose y yéndose escaleras arriba.
-Bien, quiero dormir-anuncie despojando a todos de la sala.
A pesar de que todos se fueron y el silencio reinaba no podía dormir, mi mente reproducía uno a uno de los recuerdos a su lado, desde el más maldito recuerdo de cuando nos conocimos. Hija de puta mi mente que no dejaba de hacer que doliera solo me torturaba aun más. Suspire por todo lo alto, imaginando como debería de sentirse. Saber que no besaría mas sus labios, que me hundiría en sus brazos, que no lo vería al despertar a mi lado en las mañanas dolía. Lo que mas dolía era su voz
<<Lexa, hazme un café>>
Ese chico se robó todas mis primeras veces y quiere que lo olvide así de fácil. No, no puedo lo necesito. Quiero gritar que lo quiero y meterle un con fuerza para besar sus labios y hacerlo entrar en razón. O a este paso la que se volverá loca seré yo, solo espero que se dé cuenta que yo le pertenezco y él a mí. Que es el único y eso nadie, ni nada lo cambiara. No me importa perder la dignidad con tal de recuperarlo, que digan lo que quieran, Aizen Black es mío.
(...)
Abrí mis ojos y casi me da un infarto a verlo sentando a mi lado. Lo que diferente su expresión era de cinismo puro al igual que su sonrisa. A veces creo que es bipolar.
-Buen día-hablo captando su atención.
-Buen día cariño- su voz es cínica.
Me levanté yéndome a lavarme y al bajar encontré a Vale besando su mejilla y él con su mano puesta en su muslo. Dolió, pero era de esperarse, paso toda la mañana así con ella y yo salí, me fui por ahí a caminar no quería verlo hacer eso, por la manera en que lo hacía solo sentía que era para dañarme. Llegue a la playa y al ver a los chicos quitos viendo hacia algún lado, el cual vi a Violett conteniendo a Agner, Kaito apretando los puños, Kris igual. Roy molesto y su novia molesta. Y no quería mirar porque por la escena mi mente estaba imaginando cosas, y no quería mirar porque Aizen y Vale faltaban en mi campo de visión. El nudo se estaba formando, el corazón se me paralizo y aunque mi mente no dejaba de advertirme quería pensar que no era real. Mis ojos miraron a la dirección que todos lo hacían y pude ver eso que tanto no quería aceptar. Mi corazón dolió y aunque parpadee intentando que las lágrimas no se salieran. Vi a Vale besar a Aizen. Él aunque estaba quito unos segundos luego comenzó a corresponderle, imagenes de sus labios besando mis labios me atacaron y aunque sentí que las lágrimas que estaba reteniendo querían salir. Solo las limpie antes de que salieran... no voy a llorar y no por algo así. Di marcha atrás y aunque oí a Kaito, mi nombre. Solo me dispuso a caminar, tropecé con alguien.
-Perdón-seguí mi camino cuando.
-¿Lexa, y Aizen?- su voz la reconocí enseguida.
-Félix, el puto fénix -fingí una sonrisa. Y no porque me cayera sino porque no podía sonreír en ese momento.
Félix conocido por sus compañeros de trabajo y amigos por Fénix el, hombre capaz de traer a sus pacientes de la muerte más de una vez. Es un hermoso chico alto, de cabellos castaños recogido en una coleta, ojos castaños claro. De cuerpo trabajado y muy atractivo. El doctor más atractivo del puto mundo además de encantador. Es amigo mío y de Aizen hace mucho tiempo.
-Venga, Aizen le encantara verte-acepto con una sonrisa en su rostro.
-¿Qué te hizo ese idiota?-pregunto.
No me tomo de sorpresa en lo más mínimo que supiera que me pasara algo, él es uno de los que más me advirtió que Aizen no es hombre que me convenga y si supiera que casi lloro por él, le patearía la puta cara.
-No te diré el motivo, solo te diré...Aizen -musite.
-¿Quieres que lo mate?-negué.
-sabes que los dos podríamos hacer el crimen perfecto, nadie se enteraría tu la policía y yo el doctor, el equipo del crimen perfecto-sonreí por su comentario.
-tranquilo-me dolería lo que diría a continuación-al fin y al cabo, yo y el no somos nada-finalice arrancando el nudo de mi garganta.
-Así se habla mi guerrera valiente- susurro dejando un beso en mi frente.
Al llegar de regreso Vale me lanzo una mirada llena de jodete perra Aizen es mío. Todos miraban mis movimientos y yo como toda mujer fuerte que soy sonreí. Todos incluso él se sorprendió.
-Aizen, ¿mira a quien me encontré? - señalé a Félix que enseguida apareció detrás de mí.
-No jodas-salió con gran velocidad del agua para saludarlo.
Luego de eso me fui dejando a Félix ahí yendo a cocinar, a limpiar hacer cosas que debía mantener mi mente ocupada. Así me pase días, incluso fui a donde Félix y disfrute. Regresé de noche muy bebida y aunque tropecé con la puerta y luego con el sofá. Todos me observaban a penados. Yo reí y sobre todo porque bajo los efectos del alcohol mi mente me contaba chistes sobre mí. Me sorprendí mucho cuando Aizen tomo mi mano y me saco arrastras de la casa de regreso a la playa.
-¿Por qué tomaste tanto?-preguntó sin aun soltar mi mano.
-No es tu puto problema-respondí
Imágenes del beso de él con Vale llegaron y unas fuertes arcadas por la bebida. Lo vi tomar aire para calmarse.
-Lexa, no tienes que irte. Puedes quedarte disfrutar con nosotros.
-¡Claro, y de paso veo tus besos con Vale!.
-¡Tu te besaste con Roy!-escupió entre una mezcla de dolido y enojado.
-¡No fue así!-digo empujándolo.
-¡No, y esto que coño es!- me mostro el puto video y en el claramente parece que me beso con Roy.
-No es lo que ves.
-Lexa, y que mierda es... he visto más de mil veces el video asesorándome que vi mal. Que no es así, intentando ver una puta manera de que me halla equivocado... pero no, no joder ahí está-su voz se quebró-¿ por qué Lexa, porque?, llevo dos putos años detrás de ti, pero a ti no te importó. Así que no me pidas que todo vuelva hacer igual que antes... porque no puede ser, joder y duele... duele verte demasiado. Yo te quería-cada palabra dolía, pero la última me mato-pero ya acabo.
-Aizen, y yo estuve un puto año intentando fingir que no me interesas, por miedo a salir lastimada. Y ahora por algo que no es verdad me dejas... no es justo porque yo no hice nada pero tu te besaste con Vale.
-¡Jump! ¡Jump!- esa risa otra vez- no reclames, cuando tu también lo hiciste y hasta no quiero imaginar que mas. ¿Verdad?, porque que demonios estarían haciendo para que les robaran el auto.
¿Insinúa que me he acostado con Roy?
-Aizen, te estas comportando como un puto niñito de mierda-espete furiosa.
-Lexa, para. No te arrastres mas que ese tipo de mujer no me gustan, y tu nunca fuiste así-su voz fue dura, cínica.
<<Dolió>>
A mi mente llego algo que solté en voz alta sin poder evitarlo.
-Az...-mi voz salió suave, y al decirlo mi corazón latió con fuerza.
Una pulsada en la cabeza casi me hace marearme. Pero lo que mas me asusto fue la expresión en el rostro de Aizen, se paralizo y luego con mucha furia y enojo me lanzo una mirada e igual.
-¡No vuelvas a llamarme así!-su voz salió igual, y mas que una amenaza sonó como una advertencia de muerte.
-Esta bien- fue lo único que pude formular.
Comenzó a caminar de regreso a la casa y yo detrás de el. Quería morir y solo una vez en mi vida desee aquello, que coño me hizo este hombre. Tan pronto entre me deje caer en el sofá quedándome dormida.
Desperté y rápidamente fui a asearme, el dolor de cabeza me estaba matando solo se me ocurre beber así. Me tropecé a Aizen, Roy y la mujer de este. Me fui a la cocina por un café, lo sentí entrar detrás de mi hice el suyo y me agradeció.
-Cuéntame, ¿ cómo te va con Roy?-habló.
-No me jodas Aizen.
-Venga no tienes que ponerte así. Es más si quieres te entretengo a la mujer para que tú y el vayan hacer sus cosas.
-¡No hay nada!-grite.
Se levanto con una sonrisa en su rostro y camino a la sala. Después del que café estuvo listo entre presenciando a Aizen intentando convencer de algo a la mujer de Roy. Al no lograrlo se acerco a tanto a mi que mi corazón se paralizo, mis manos temblaron y mas cuando pego sus labios a mi oído.
-No quiere, hoy no follas-sabía a qué se refería.
-jodete- lo empuje para salir hecha una furia.
(...)
Entre de noche a la casa y no había nadie todos dormían. Subí al que era nuestro cuarto y pues entre al baño a bañarme, salí dispuesta a hablar buscar a Aizen para conversar con él, cuando mi cuerpo se detuvo tras oír un gemido tan alto que todos comenzaron a salir. Salió Kris y con la misma que me miro entro de nuevo a su cuarto. Mas gemidos se oían parecía que la persona está disfrutando bastante, sonreí bajo la estúpida que fueran los chicos. Y hasta me sonroje que así lo sintieron ellos cuando Aizen y yo cogimos al llegar. La puerta del cuarto de Agner se abrió y este salió con una sonrisa divertida en su rostro.
-Parece que Roy esta disfrutando su noche-toco la puerta del cuarto del al lado. Cuando salió Roy bostezando.
Este nos miro a ambos y una sonrisa de tristeza que me lanzo me di cuenta que algo no iba bien. luego volvió a cerrar la puerta. Agner se giro hacia mi intentando controlar su expresión de enojo y tristeza.
-Tranquila culona, que seguro que es Kaito con Vale-sonrió nervioso.
Eso me alivio, pero todo se fue a la mierda cuando vimos a Kaito subir las escaleras, con tal enojo que su cara estaba roja y se le podía ver las venas en su cuello. Me paralice, rece para que no fuera real. Que eso sería lo único que él no haría, pero todo fue a la puta mierda cuando se oyó claro.
-¡Oh, Aizen joder!-era la voz de Vale gritando el nombre de mi chico.
Las imágenes de mi primera vez con el fue poco a poco pasando por mi mente. Y me esta matando el simple hecho que ella lo besa, que sus manos tocan cada parte de su cuerpo, que le hace el amor como me lo hizo a mí. Imaginar a Vale dejando huellas en su cuerpo, miles de imágenes de ellos allá dentro pasaban por mi mente y no había ni una que me hiciera sentir bien. Estoy pagando con intereses algo que no hice y lo peor es que por mas que oiga los gemidos, y sepan lo que hacen me muero porque me bese, me haga suya. Y lo que más me dolía no era el hecho, sino que sé que lo hacía solo por lastimarme.
-¡Lo mato!-la voz de Agner me atrajo a la realidad.
-No, no te metas-Violett lo tomo del brazo evitando que se fuera contra la puerta.
-¿Qué dices?-intento zafarse.
-Que Aizen no se metería si fueras tú.
-y a mí que.
-si no quieres problemas conmigo entra.
-Lexa...-lo interrumpí.
-No, pasa nada. De verdad estoy bien... al final no somos nada-fingí una sonrisa. Desapareciendo escaleras abajo.
Me deje caer en el sofá y aunque creía que lagrimas caerían no fue así, lloro por dentro y lo se por el dolor que tengo en medio del pecho. Tonta que fui que esperaste de alguien como el, el lo dijo todo acabo. Y dolía tanto que pensé que me rompería y me haría mil pedazos. Pero no y hay esta otra vez que mi padre tenía razón.
<<duele, te dan ganas de llorar, pero jamás morirás, así que llora por dentro y nunca por fuera... toma valor, respira, toma esos sentimientos negativos u incluso el dolor y transfórmalos en tu fuerza. Ya paso... repítelo a ti misma hasta que te lo creas, luego levanta y continua>>
Me tocó ver y oír cosas que me dolieron e hice como si no me importara. No es la primera vez Lexa que finges que no te importa, así que las debilidades déjalas de lado. No sé porque se me ocurrió quererlo si sé que esto iba a pasar, será en defensa propia él me obligo a tener que soltarlo yo me obligare olvidarlo o moriré en el intento. Porque es olvidarlo u olvidar la mujer fuerte que soy, arrastrarme tras de él.
-Lexa, no te preguntare si estas bien porque es estúpido. Solo te diré que se sabe cuanto se esta enamorado, cuando a pesar de que quieres irte... no puedes hacerlo-habló sentándose a mi lado.
-¿experiencia?-pregunte divertida. Sinceramente estaba haciendo un gran esfuerzo en demostrar que estoy bien.
-Si, me enamore de una gran mujer, bella, fuerte y maravillosa. Pero que su corazón pertenece a un imbécil-soltó enojado.
-Es difícil a veces.
-Tienes razón-toma una bocanada de aire, para luego mírame fijamente a los ojos - Lexa... te quiero, desde la primera vez que te vi. Y día tras día mientras te conozco me enamoro más... estoy enamorado de ti, te quiero como quieren los niños... cien por ciento real. Se que nunca seré correspondido, pero quiero que lo sepas-sus manos acunaron mi rostro entre ellas y sin esperarlo dejo un suave beso sobre a mi frente.
-Kaito, es muy bonito yo quisiera poder corresponderte, pero...-se levanto de golpe, llevando una mano a mi cabello regándolo.
-No digas nada cuando es obvio que no puedes porque estas destrozada. Solo te pido mi maravillosa mujer que no le mostraras que te afecta a nadie-sonrió.
-No te preocupes, hay heridas que en vez de solo abrirnos el corazón también nos abre los ojos... nos enseña a no ser ciegos cuando por mas que lo neguemos lo sabemos-respondí.
-Me encantaría hacerte compañía, pero creo que deberías estar sola, para que pienses mejor.
-Gracias.
Después de que Kaito desaparecía escaleras arriba me cómodo en el sofá, quedándome dormida porque me podrán romper, pero jamás quitarme el sueño.
Me levanto yendo al baño a alistarme, tomo el bikini mas provocativo, con poca tela que traje. Es rojo pasión me observo frente al espejo y aunque me pone algo nerviosa ponerme algo así, debo admitir que me queda maravillo. Suelto mi cabello castaño oscuro, mi cabello suelto me hace ver maravillosa. Tomo un poco de brillo labial poniéndome un poco. Estoy perfecta. Salgo viendo como Kris casi babea, Kaito se golpeo contra la puerta del cuarto de Agner.
-¡vaya!, estas fabulosa-me elogian Violett y la novia de Roy.
-Gracias chicas.
Vale se quedo boca abierta viéndome y sabia que sino salía a decir algo no seria feliz.
<<Venga, ven que te estoy esperando>>
-Lexa, te ves muy bien en ese bikini-no sonó, más falsa porque no podía.
-Cuando ya no lo quiera mas te lo paso, ya que veo que te gustan mis sobras-sonreí divertida- aunque dudo que te sirva, ya sabes el culo-le guiñe el ojo haciéndola salirse de sus casillas.
Camine hasta abajo y antes de irnos Kris me tomo del brazo llevándome de regreso a la sala.
-¿Qué sucede?-pregunto.
-Necesito que me busques algo al cuarto.
-¿por qué no vas tu?
-porque estoy cansada de bajar y subir las escaleras.
-esta bien, aunque es super raro. ¿Dónde está?
-arriba de la cama, date prisa y llévamelo.
-esta bien.
<<eso esta raro>>
Me adentre en su cuarto encontrándome con Aizen durmiendo en su cama. Y no pude evitar admirarlo dormir, es tan hermoso así sin poder decir nada.
<<claro que esta cansado, si ayer se cogió a la otra>>
<<muchas gracias, por recordarme lo doloroso>>
Todo lo que viví con el paso en una milésima de segundo por mi mente y no pude evitar sonreír, quisiera poder acostarme a su lado y descansar. Descansar de verdad, no lo e podido hacer bien por su culpa, desde que dormí por primera vez con la más nunca podré hacerlo sola. Necesito sentir su cálido cuerpo detrás del mío, sus brazos protegiéndome. Necesito urgente una dosis de él, no sé como pudo acostarse con Vale, si yo aun no puedo olvidar sus putas caricias sobre mi piel, su olor, sus besos. Su voz lo necesito a él. Esto es una puta mierda... quiero despertar de esta pesadilla en donde Aizen no me pertenece. Ya sé que ayer dije que me olvidaría de él, pero no puedo... ¡joder!, yo fui acaso la única que sintió esa conexión, esa familiaridad, esos deseos, la única que sentí que fuimos creados el uno para el otro. No quiero tener que equivocarme, ahora entiendo que no me importa que me juzguen, pero es que me podre despedir de él una y mil veces más, incluso olvidarlo, pero no sé cómo irme, ni siquiera quiero hacerlo. Porque por mas que él no lo sea yo soy suya, por siempre suya...Te amo niñito. Iba a girar e irme mas no pude cuando lo sentí quejarse.
-Tsk, joder como me duele la cabeza.
-¿Quieres una pastilla?
-sí, por favor-pidió.
Busque una en mi cuarto y regrese hasta con agua para dársela. Se incorporo tomando la pastilla y el agua. Algo llego a mi mente y no sabía si decírselo, final lo solté.
-Vale, te dejo con ganas-reí.
-Si-tajante.
<<me alegro>>
-bueno nosotros vamos a la playa espero que cuando te sientas mejor te unas.
Levante para irme, pero sus palabras me dejaron inmóviles.
-¡Que bien te queda ese conjunto, joder!-su voz llena de deseos. Me volvió loca.
-gracias.
Me iba, pero la tentación me gano y aunque quise irme no pude, me acosté a su lado y él me hizo un espacio. Su cálido cuerpo al lado mío. Intentaré dormir un poco aprovechando que me dejo, voltee dándole la espalda.
-debería levantarme, antes que haga algo que me arrepienta. Porque eres una atentación acostada a mi lado así-lo sentí que iba hacerlo.
Así que lo tome de una mano pegándolo a mi, su pecho quedo pegado a mi espalda. El calor de su cuerpo me estaba volviendo loca, junto con su respiración en mi cuello.
-Lexa, créeme que te lamentaras después si sucede algo-susurró sincero.
<<Las huellas de la otra deben estar en su piel, no lo hagas>>
-Aizen, ya estamos grandes para saber lo que está mal.
Con eso le basto para deslizar sus manos por mi cuerpo, se pegó completamente detrás de mí, dio una pequeña mordida en mi mejilla, sus manos acariciando con necesidad mi cuerpo, me estaba volviendo loca, los caminos de besos que está creando haciendo que la humedad comenzara hacerse presente. Tantos días sin tenerlo me estaban pasando factura. Y aunque luego me arrepintiera de esto. Ahora mismo no me importa, no estoy pensando correctamente. Sus besos, caricias me anulan, su olor, su calor, su sabor.
-Te deseo, como te deseo mujer-musitó cerca de mi oído, en lo que jugaba con su lengua en ella.
-yo también, te deseo-solté entre gemidos.
Llevo sus manos hasta la piscina entre mis piernas, comenzó jugando ahí con mi botón, luego introdujo sus dedos. Haciéndome llegar rápidamente al orgasmo.
-¡Joder, Lexa!
Sentía su gran erección en mi trasero, comenzó a restregarse haciendo que el calor, los deseos aumentaran en ambos. Lo empujé hacia tras y luego me subí encima de él. Quite su parte de abajo dejando su gran polla al aire libre, quite la parte baja de mi bikini y sin pensarlo ni un segundo más introduje su polla en mi interior. Un gemido de placer escapo de la boca de ambos, me moví frenéticamente, deseosa, necesitada y enloquecedora de adelante hacia atrás, de arriba, abajo. Jadeos descontrolados, llenos de placer se escapaban de su boca. Apretó mis nalgas avisándome que se correría y yo solo apresure el ritmo disfrutando, y mirándonos a los ojos nos corrimos a la vez.
-Otra-pedí y él con gusto acepto.
<<No se vino con Vale>>
(...)
Después de hacerlo tan fuerte y tantas veces que nuestros cuerpos dolieron, una gran tanda de orgasmos. Nos quedamos dormidos abrazados. Y claro esta nos fuimos a nuestro cuarto. Desperté cuando lo sentí moverse a mi lado.
-¿Te vas?
-voy a bañarme.
Mire por la ventana para ver que era de noche y nos habíamos pasado desde la mañana cogiendo. Sabia que igual las cosas iban a seguir entre nosotros, pero no me arrepiento. Me vestí yendo a tomar una ducha con él, donde volvimos a coger. Me fui a la playa y los chicos seguían ahí.
-¿Qué hicieron?, desde aquí se nota el olor a sexo-soltó Agner sin dejar de reír.
-se arreglaron, Lexa-negué a Roy- lo siento debo buscar la manera de arreglarlo.
-tranquilo-puse la mano en su hombro calmándolo.
-Ustedes no pierden la oportunidad de hacer contacto-la voz molesta de Aizen, hizo que volteáramos a verlo.
-¿Me acompañas a buscar leña?-sugirió la novia de Roy.
<<algo me dice, que no es solo leña. Sino que leña quiere que le den>>
Mientras yo me debatía con mi conciencia Aizen se marcho con Claudia. Se demoraron horas y cuando al fin regresaron. Ella venia con una sonrisa de satisfacción en su rostro que hacia falta ser adivino para saber que paso. Me acerque a Aizen en busca de respuestas.
-¿Te la tiraste?-susurre solo para que él lo escuchara.
-¿celosa, cariño?-esa voz cínica desde que se despertó hoy.
Roy vino a paso apresurado como todos y antes de que esperara cualquier cosa se abalanzo sobre Aizen lo que Agner hizo que lo soltara.
-¿Qué hiciste?, ¿o mejor que le hiciste?-preguntó furioso.
-Leña-respondió lleno de cinismo y burla-¡jump!¡jump!-esa risa constate, tan llena de maldad como si disfrutará.
-Maldito.
-Y si Lexa, tienes razón lo hice-acepto, algo que solo yo sabía.
Lo hace apropósito solo para que nos duela, pero algo en él está extraño. Lo tome del brazo alejándolo de todos.
-¿Qué te pasa?
-a mi nada, ¿te duele? -preguntó divertido.
-tu no eres Aizen, ¿Quién coño eres? -lo enfrente.
-Claro que soy Aizen, quien más.
-Az.
-ya te dije que no me llamaras así.
-Az.
-cállate Lexa, no quiero hacer nada que luego me arrepienta.
-pero que tiene que te llame Az.
-recuerdos, solo eso recuerdos-soltó dejándome ahí. Llena de dudas.
Algo le sucede ese no es Aizen, actúa diferentey yo lo averiguare.
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