Capítulo Cincuenta y Nueve.
-Primer trimestre terminado y todo va de maravilla.. me siento tan feliz -Rusia sonrió marcando el último día en ese mes del calendario, debido al embarazo el Celo de su Omega había desaparecido y el suyo bajó hasta ser simples erecciones cada cierto tiempo del día en que le tocase, así que estaban bastante cómodos con ello-.
-El tiempo pasa muy rápido, en dos meses más ya podremos saber qué es -Respondió el rubio desde su nido, acostado de lado haciendo resaltar su aún pequeña pancita debido a la posición, por las hormonas sentía algo de calor así que su pareja le llevaba gelatina y fruta fría constantemente-.
-Italia ya comenzó a apostar con Serbia y los demás, ya mayoría cree que será una niña, dicen que "Tengo que pagar mi karma con alguien que me haga usar un vestido rosa y me pinte las uñas" -Riendo bajo se acostó de vuelta con el tricolor dejándole su espacio para no incomodar su temperatura, pero igual le dio algunos besos en el rostro oyendo cómo ronroneaba y llenaba el pequeño espacio con su aroma a felicidad- Te amo mucho, Germaniya..
. . .
-Ukrajina.. -Jadeó otra vez entre lágrimas la de piel azul, su voz estaba tan rota como su corazón pero solo le quedaba aferrarse a sus almohadas y llorar todo el día porque tenía prohibido ir a buscarlo-.
-Ya, cometita, si sigues pensando en él peor te hechas sal a la herida. -Holanda se acostó tras ella para abrazarla sin mucha fuerza, detestaba ver a su casi hermana tan triste pero no podía hacer más por ella en ese momento, lo único en lo que podía ayudarla era respecto a cuidar de ella y su bebé cuando fuese creciendo-.
-Lo extraño mucho, quiero decirle.. -La de ojos celeste dijo en tono bajo girándose para esconder su rostro en el pecho ajeno, fue algo que se escapó de las manos de ambos.. pero no quería quedarse sola con un cachorro que perfectamente podría crecer con un padre-.
-..Sabes por qué no puedes. Al menos trata de esperar hasta poco después de la operación, es importante que me dirijas desde aquí para hacer bien tu parte del trabajo -Suspiró el mayor por lo menos agradeciendo que los demás hubiesen aceptado de que él cubriese el lugar de Máscara Clara en el gran día- ¿Quieres que vaya a mi habitación a buscar las cometas?, volarlas en el jardín siempre te ha encantado..
Aquél día, Ucrania y ella habían tenido otra cita por lo que terminaron en su departamento señuelo para hacer la cena mientras charlaban sobre cosas de sus empleos.. pero no contó con que su celo se adelantaría esa noche, el eslavo intentó llevarla a su habitación para que se diese una ducha en lo que le buscaba supresores, pero al ser tan fuerte su Omega interior tomó control de su cuerpo provocando más al bicolor a pesar de que sus castas no eran usualmente atrayentes entre ellas. Terminaron haciendo lo obvio pero como los Deltas no anudaban, ninguno de los dos notó en ese momento que se había corrido un poco dentro antes de salir totalmente más distraído en seguir compartiendo besos con la castaña rojiza.
Una semana después comenzaron los vómitos e incluso un par de desmayos por suerte estando en la mansión, no lo había notado antes ya que todos ellos acostumbraban usar supresores de Aroma para no dejar rastro alguno ni en sus vidas señuelo o misiones, fue todo un escándalo desde que Sombra Dos le confirmó su embarazo, iba.. a tener un cachorro del hermano del guardia que intentaban evitar, que a su vez eran hijos del jefe de la policía local.... la había jodido en grande, pero ello lo amaba igual que al bebé formándose en su vientre aunque apenas tuviese poco más de cuatro semanas. Pero quería tenerlo y darle todo el amor de una familia que ella no pudo tener debido a su complicada vida, aún ni siquiera había podido pensar en un nombre.. se suponía que eso era algo que debían escogerlo entre dos pero no podía simplemente dejar la mansión para buscarlo, eso sería traición para quienes la salvaron y le dieron todo.
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-¡Pero es que no puedes ser tan desordenado Amerika, se supone que eres el jefe de todos los guardias! -El tricolor le dio un manotazo al escritorio cercano, se había quedado toda esa semana a dormir con el mencionado y uno de sus documentos importantes se había perdido en la desorganización que era la oficina de ese departamento- Wo ist das verdammte Papier?!, Ich kann es jetzt nicht verlieren.
(¡¿Dónde está el maldito papel?!, No puedo perderlo ahora)
-Ya te dije que no te entiendo nada, deja de gritar y remover mis jodidas cosas, yo también tengo documentos importantes que tienen un orden ya. -Resopló el castaño tomando en el aire las hojas que habían volado en el aire decido al golpe, ahora debería leer de qué eran para devolverlas a sus lugares pues tenía su propio sistema para organizar cosas-.
-¿Un orden?, ¿De verdad te parece un orden esto?, agradece que lo te pongo a limpiar todo de rodillas en este momento. -La mano del de piel amarilla lo señaló con dureza al igual que su expresión de enfado, no se podía permitir tener documentos incompletos, menos cuando eran del caso de los Alfas castrados-.
-¿Agradecerte dices? -El de franjas rojas frunció el ceño caminando a zancadas hasta quedar frente al más bajo, clavándose la mirada el uno al otro como si fuesen enemigos a punto de matarse, siendo el típico roce de carácter entre Alfas dominantes- Yo no soy un maniaco del orden.
Weimar le mostró los colmillos amenazante, pero no tardaron más de unos segundos en soltar lo que traían en manos para comenzar a besarse con intensidad quedando el antes nombrado sentado sobre el escritorio desordenado en lo que el mayor le desabotonaba la camisa dispuesto a tomarlo allí al no recibir ninguna negativa de su quisquillosa pareja, sin duda eran demasiado extraños... pero disfrutaban mucho cuando estaban juntos.
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