Esto se resume en pocas palabras, pero mejor les cuento.

Desde que tengo memoria he sido un chico muy tímido, misma razón por la que le agradaba a los maestros, siempre permanecía callado y obediente.

Aunque en realidad solo me daba miedo hablar y expresar mis sentimientos, mientras que mis compañeros de clase se divertían haciendo desorden yo me quedaba en mi lugar.

Recuerdo que en el jardín de niños me daba miedo hablar, sin embargo, conocí a un niño, que se ganó mi confianza y se convirtió en mi mejor amigo.

Los años pasaron.

Nos graduamos.

Todo normal.

Pero ahora el problema que se les presentó a mis padres fue que yo no quería entrar en la escuela, me daba miedo estar solo y pasar así todo el año.

Y luego hicieron esto:

"Tu amigx va a estar ahí también"

Vaya que solo tuvieron que decirme eso para que sonriera y me quedara conforme.

Aunque al entrar nos tocó en salones diferentes pensé que todo sería como en el jardín de niños.

Si, ya sé, que alma más inocente, creyendo que todo sería igual.

Pasaron los años y mi amigo pues se acercó más a otros niños y niñas, yo lo entiendo, lo mío no era ser sociable así que me aparté y fui con una amiga.

Pasó más tiempo y en sexto grado me volvió a tocar con mi amigo.

Nuestra amistad nunca se había roto, seguimos todo igual... O eso creía yo.

Ciertamente durante los primeros años en los que no me hacía mucho caso lloré a mares, así me lo contó mi abuela.

Ella me dijo que le lloraba a mi amigo como si fuera lo más valioso en el mundo.

Me impacte.

Como iba diciendo, no todo era igual, nuestros gustos por obvias razones habían cambiado, pero el vínculo seguía ahí.

Y los otros niños y niñas, bueno son mis amigos actualmente, debo admitir que son excelentes personas.

Aunque conocimos a uno más, que nos trajo unas malas pasadas a unos amigos y a mi, pero eso es algo más personal.

Nadie murió, todos estamos bien y nos reconciliamos con ese chico, bueno a lo menos creo que la mayoría lo hizo.