la propuesta
Después de aquel acontecimiento de beso de chara me sentí incomoda de hay en adelante, los demás continuaron como si nada, continuaron con aquellos retos subidos un poco de tono, algunos otros besos, algunos bailes sensuales y muchas preguntas vergonzosas.
Al llegar la una de la mañana la mitad de las personas que habían venido ya estaban dormidas y también con dibujos en la cara, yo seguía despierta ya que no quería que me dibujaran nada en la cara y me tomaran una foto, los demás seguían jugando verdad o reto, aunque ya era mejor reto o reto, a esa hora ya sólo quedaban despiertos los más pervertidos de la fiesta, entre aquellas personas estaba Elizabet y chara, ambas se estaban divirtiendo mucho, ponían retos a diestra y siniestra eran las lideres del juego.
Elizabet después de algunos minutos me noto, noto que estaba incomoda y se acercó un poco a mi?
- que pasa ? Tienes sueño? Tranquila, me aseguraré de que ellos no te dibujen nada en la cara si es que tienes miedo de ir a dormir - habla intentando hacer que descanse.
- no es eso, solo no es el tipo de pillamada a las que suelo participar, no es nada importante - hablo intentando hacer que no se preocupe, solo le doy una sonrisa y continuó mirando a los demás.
- estás segura? No te vez muy bien- ella se acercó un poco más a mi lo cual no me incomodaba en verdad, se que solo quería ver si estaba bien.
- si, mejor continua jugando - le sonreí y le guiñe el ojo ya tenía la misma expresión alegre de siempre.
Cuando menos nos dimos cuenta chara nos estaba mirando, de un momento a otro su rostro expresó una sonrisa macabra.
- oye Eliza, te tengo un reto para ustedes dos, lo aceptan o se acobardan? - chara hablaba de manera desafiante mientras nos miraba directamente.
- de que se trata este reto? - pregunto Elizabet estando un poco interesada.
- primero deben decir si aceptan o no, si aceptan y no lo cumplen todos tendremos derecho a hacerles las bromas que queramos de aquí a la graduación, si completan el reto les daré un teléfono de última generación a cada una, ahora díganme, aceptan? - dijo aquello de una forma sumamente confiada, se que chara tiene ciertos privilegios económicos ya que los había obtenido hace un par de años en una apuesta, ella se apostó a si misma y la otra persona apostó 50 millones de dólares, ella gano, no nos dio más detalles, aunque esta historia no nos parece muy creíble, ningún idiota apostaría 50 millones de dólares por solo una chica.
Al escuchar nuestra recompensa ambas nos detuvimos a pensar, una recompensa tan buena debía tener un desafío muy grande, que es lo que ella planeaba ordenarnos? Nos humillarla de alguna forma? No estaba segura pero yo estaba dispuesta a intentarlo, alguna personas pueden llamarme una estúpida pero siempre quise saber cuál era la sensación al tener un artículo tan costoso a mi disposición, se que eso es algo extraño pero era lo que deseaba.
- yo acepto - dije después de haberlo pensado durante algunos minutos, al voltear a mirar a Elizabet pude ver que ella parecía muy indecisa, tardo cerca de dos minutos en responder.
- yo también acepto - lo dijo con su voz algo temblorosa y no se veía muy segura pero ya lo había dicho.
Al escuchar eso chara alza su mirada y muestra una mirada sumamente macabra, sus ojos tenían un peculiar brillo rojo y una sonrisa muy grande y que daba muy mal agüero.
- bien, ahora que empiece el juego - lo dijo con una voz realmente aterradora, su voz se había vuelto grave, parecía una voz de una película de terror.
Al escuchar eso no puedo evitar tragar algo de salina, aquella mirada de chara era bastante inquietante, no era la primera vez que la veía, ya la había visto una vez, aquella vez ella estaba hablando con un chico al parecer el se le estaba declaro, al parecer chara había aceptado ser su novia, dos semanas después ella lo hacía caminar a cuatro patas y usando una correa, fue algo gracioso pero muy humillante para aquel chico, cuando él por fin quiso romper con ella, ella no parecía sorprendida o enojada, lo único que dijo fue - eh?, Como quieras, igual ya me habías aburrido -, después de eso aquel chico quedo aún peor, ella lo hizo ver ante todo el mundo como un juguete el cual usaba cuando estaba aburrida, así continuó con cada novio que tuvo, todos al principio parecían ser independientes pero después de algunos dias ya eran completamente sumisos ante ella, jamás le dijo a nadie lo que había para logras esto, lo único que se sabía era que cuando se trataba de parejas ella era una persona sumamente cruel y malvada, después de un año ya nadie quiso ser su pareja, eso no pareció importarle realmente.
Al recordar todo esto mis nervios aumentan.
(¡¡¿EN QUE MIERDA ME HE METIDO?!!)
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