Capítulo 5
El fin de semana fue muy silencioso en el apartamento. Emily no quería dirigirle la palabra a su amiga y solía estar fuera todos los días, en la biblioteca o corriendo por la zona. Julie había intentado explicarle lo sucedido a su amiga parecía no quería escucharla. El sábado no vió a Emily en todo el día ya que por la mañana esta no se encontraba por el apartamento y por la tarde noche Julie había quedado con Marc.
"Voy a estar hasta tarde con Marc. Espero que estés bien y que me puedes perdonarme..."
Aquella mañana Julie se dedicó a leer todos los libros de la escuela sobre el patinaje artístico y a terminar todos los cuadernos, además de leer y hacer el primer y el segundo cuaderno sobre el ballet. Aparte, tras recibir el libro que se había comprado aquel día, se terminó el libro de portada violeta que estaba devorando y se empezó el nuevo.
No había habido ninguna diferencia con el resto de sábados, salvo que se encontraba sola en el apartamento.
Cuando el reloj de la sala de estar dió las nueve de la tarde el timbre del apartamento sonó. Julie fue a abrir esperando encontrarse con Marc.
— Hola, me he dejado un libro - le dijo su compañera sin apenas mirarla. Pasó por su lado mientras la sonrisa de Julie desaparecía.
— Hola, tranquila, no pasa nada. ¿A dónde vas a ir ahora?
— No es algo que te importe, no va a pasarme nada.
Julie suspiró mientras cerraba la puerta del apartamento.
— ¿Puedes escucharme un momento antes de quejarte?
— Venga, escuchemos todos a la madre Julie... - dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y su expresión se volvía neutra.
— Emily, yo solo te pregunté eso ayer porque me preocupé por tí y quería que estuvieras bien y que no sufrieras más. Eres una chica muy fuerte capaz de todo pero quiero que estés a salvo de gente como Nico. Sé que no soy nadie para decirte lo que tengo que hacer y para prohibirte estar con alguien o hacer algo pero solo quería saber a dónde fuistes porque me asusté cuando no te vi y no vi ninguna nota explicando a dónde ibas, como sueles hacer siempre. Por eso lo siento, no quiero que estemos enfadadas porque nunca lo hemos estado tanto tiempo...
— No sabes el daño que me hiciste... - dijo mientras miraba al suelo y cerraba los puños con fuerza - sé que para tí preguntarme donde estuve no es para tanto pero para mí me trae recuerdos que no quiero seguir teniendo. Me hace recordar que aún no puedo hacer nada sin tener a alguien ahí para cuando me caiga porque aún no puedo levantarme sola... soy consciente de todo eso pero duele que me lo recuerdes preguntándome dónde he estado y por qué no te puse una nota... Siento haberte preocupado pero tienes que entender que no puedo más y que necesito que me dejes libre un poco...
— Lo entiendo... lo siento... solo me preocupé por qué... - dió un par de pasos hacía su amiga mientras esta seguía hablando sin apenas mirarla.
— ¿Por qué no estaba en casa? ¿Por qué casi no tengo amigos? ¿Por si lo volvía a intentar?
— No, tenía miedo de Nico.
El rostro de Emily miró a Julie durante unos instantes sin entender muy bien a lo que se refería.
— Pues no te preocupes, porque no va a hacerme nada. Hasta más tarde...
Emily salió del apartamento y Julie se pegó contra la pared mientras sus ojos se cerraban para evitar soltar lágrimas.
***
***
Tras aquel incidente la noche del sábado fue maravillosa para Julie, disfrutó de cada minuto con su novio sin comentarle su pelea con Emily. Quería que aquello quedará entre ellas dos.
El domingo Emily no pisó el apartamento y Julie se dedicó a practicar ballet mientras pensaba cómo sería su compañero para el concurso. Sin embargo su corazón le decía que, aunque no fuera capaz, tendría que esperar hasta el día siguiente para describirlo.
El día amaneció con un brillante sol entrando en la habitación de nuestra protagonista. Emily ya debía de haber cogido el tren anterior al de siempre ya que no se escuchaba ningún ruido en la habitación contigua. Julie se preparó y cogió su nueva bicicleta para ir a Pies Volando, ese día conocería a su nuevo compañero.
Con su bolsa, cargada de libros y cuadernos ya hechos, dentro de la cesta que tenía delante, pedaleo durante unos maravillosos veinte minutos en los que la música de sus cascos era lo único que podía escuchar. Por aquella hora los vehículos eran escasos y podía ir más rápido que cualquier otro.
Por culpa de aquello,llegó un poco pronto a la escuela, por lo que así podría ir estirando para empezar cuanto antes. Julie se bajó de su bici y la aparcó en la puerta mientras colgaba la bolsa sobre su hombro izquierdo y se dirigió hacia la puerta de entrada. Alguien le tocó el hombro derecho y Julie se giró, mientras recibía un puñetazo en su costado.
— ¿Pero qué se supone qué estás haciendo? - Julie se tocaba la zona del golpe mientras cogía aire con dificultad.
— Hola, Julie... ¿Se te olvidaron mis mensajes? - le dijo acercándose cada vez más y más a ella.
El rostro de Julie se paralizó sin ser capaz de apartar los ojos del chico que tenía delante.
— ¿Qué querés de mí?
— ¿¡Cómo qué qué quiero de tí!? Me has quitado a mi chica y dijiste que la dejara en paz y que fuera a por ti... así que aquí estoy.
— Déjanos en paz a los dos, estás montando un espectáculo... - se levantó del suelo y empezó a caminar hacía la puerta de su academia para pedir ayuda.
— No obedezco órdenes tuyas, ¿Entiendes?
Entonces, justo cuando iba a abrir la puerta, agarró a Julie de la muñeca y la acercó hasta tener su oreja al nivel de su boca.
— Ahora vas a pagar por el daño que me has hecho... — entonces soltó a Julie sobre la acera mientras se reía a carcajadas y la volvía a agarrar —. Voy a disfrutar mucho de esto.
— Mira, Nico, no sé qué te pasa pero creo que deberías tranquilizarte un poco, podemos solucionarlo hablando... no hace falta llegar a estos extremos, y menos en medio de la calle - la voz de Julie temblaba mientras aquel chico la agarraba con más fuerza. Parecía que iba a romperle el brazo si seguía apretando.
— Puede que para tí se puedan solucionar las cosas hablando pero para mí no, no deberías haberte interpuesto entre Emily y yo, ¿te enteras?
Julie no le contestó, solo miraba al suelo deseando no tener que estar viviendo esto. Si su profesora iba a buscarla la vería con ese chico. Nico, al no recibir ninguna respuesta, le apretó más y más el brazo hasta que el rostro de nuestra patinadora se estremeció.
— Mira, tío, déjame en paz y ven después de las tres, ahora tengo que entrar a una clase y no quiero que me vean así, por favor.
— Por supuesto que sí señorita, haré lo que tú quieras... ¿Pero tú quién te has creído qué eres? Me separas de mi chica y ahora quieres que vuelva después de las tres... No, no, no, las cosas no se hacen así.
En ese instante Nico la volvió a agarrar de la muñeca y, antes de que pudiera hacer nada, alguien agarró a Nico de la suya.
— Perdona tío, pero ¿Puedes soltarme?
— ¿Para qué? ¿Para volverle a pegarle? — y dirigiéndose a Julie le dijo —. ¿Estás bien? Espera... ¿Julie?
— ¿Kang?
— ¿Estás bien? — Julie asintió y Kang se giró hacia Nico —. Tienes cinco segundos para salir corriendo.
— ¿Y eso por qué? ¿Por qué debería hacerte caso a ti?
— Haz lo que tú veas mejor pero he llamado a la policía y vienen de camino... pero haz lo que veas mejor...
— Mierda... — y volviéndose hacía Julie le dijo —. Esto no ha terminado así...
— Venga ya, vete anda
Nico se giró y empezó a correr para no ser cogido por la policía.
— Gracias... ¿De verdad has llamado a la policía? No hacía falta...
— De nada, no ha sido nada... y no, no he llamado a la policía... pero no se me había ocurrido otra excusa diferente... ¿Seguro que estás bien? - sus ojos tenían un breve brillo de preocupación.
— Sí, tranquilo, solo tengo un poco de sangre en la muñeca, pero nada más... Me ha agarrado muy fuerte -. Sin embargo, no pudo evitar tocarse el costado. Le seguía doliendo.
— ¿Seguro qué solo en la muñeca? ¿No te habrá dado en el costado, verdad? - Julie miró al suelo y negó brevemente, mientras el rostro de Kang se tensaba -. Pero, ¿por qué ese tío te estaba cogiendo así? ¿Lo conoces de algo? No será tu novio, ¿verdad?
— Es una larga historia... Y no, no es mi novio...
— Te escucho... - dijo mientras recogía los libros de ella y ponía los brazos en garra.
— Verás... - dijo mientras miraba de manera nerviosa a la puerta del edificio que tenía enfrente -, ahora tengo que entrar a una academia a la que voy — y mirando su teléfono dijo —, y ya voy tarde...
— No me importa que llegues tarde, lo que me importa es que ese tío te vuelva a hacer algo — dijo mientras apuntaba hacia la dirección en la que se había ido Nico —. ¿De que lo conoces y porque te ha agarrado así?
Julie suspiró, apenas conocía a ese chico y se había portado muy bien con ella, pero debía entrar antes de que Natalie se preocupara y fuera a buscarla o la llamara.
— Verás, ese era Nico, el exnovio de mi amiga y compañera de apartamento.
— ¿Y qué tiene que ver contigo? — dijo sin separar la vista de ella.
—Nico le hacía lo mismo a Emily, aunque a ella nunca le había llegado a pegar un puñetazo...
— ¿Y también te ha pegado un puñetazo? Me estás tentando a ir a por él y matarle, de verdad te lo digo.
— El caso es que le aconsejé a Emily dejarle y ahora ha venido a vengarse... El otro día Emily me llamó para que le ayudara ya que le estaba pegando y fui. Le dije que dejara a Emily y que arreglará las cosas conmigo... pero no pensé que iba a llegar a tanto...
— Entiendo... entonces ha venido a "vengarse", ¿No?
— Así es...
— Bueno, menos mal que he llegado a tiempo...
— ¿A tiempo de qué?
— De que te hubiera hecho algo mucho peor... has tenido suerte...
— Sí, se puede decir que si... Muchas gracias por intervenir...
— No es nada... anda vamos... - le dijo con una leve sonrisa entre sus fibrosos labios.
— ¿A dónde?
— ¿A dónde va a ser? A tu escuela a currarte esa preciosa muñeca y a explicarle a tu profesora porque has llegado tarde.
Julie asintió mientras empezaba a andar hacía Pies Volando. Kang empezó a reírse.
— ¿De qué te ríes tanto? - le dijo algo sorprendida mientras abría la puerta del edificio.
— De nada... anda vamos...
Julie pasó por esta mientras escuchaba la voz de Natali. Parecía preocupada.
— Deberían estar ya aquí... a lo mejor les ha pasado algo... — le decía a Jenna. Entonces se percató de que los tenía al lado y le dió un abrazo a Julie —. Madre mía... menos mal que ya estáis aquí, me teníais muy preocupada.
— Lo siento mucho, es que...
— Es una larga historia, ahora te la contamos pero primero voy a por agua oxigenada, Natalie.
— ¿Os conocías de antes? - les dijo Julie algo sorprendida.
— ¿Agua oxigenada? ¿Para qué?
— No es nada... solo me he hecho una herida en la muñeca, pero no ha sido nada... ¿Os conocías de antes o..?
— Ya estoy aquí. A ver, extiende la muñeca... - Kang le echó un poco de aquel líquido mientras le daba pequeños toques con un trozo de algodón. En el rostro de Julie se dibujó una pequeña mueca.
— Ay, escuece...
— Es imposible... venga, deja de moverte...
— ¿Y os conocías de antes u os acabáis de encontrar en la puerta? — esta vez fue Natalie la que realizó la pregunta ante la mirada de asombro de Julie, la cual no entendía nada.
— Sí, nos conocías de la cafetería donde Julie trabaja, en una situación un poco absurda...
— Entiendo... bueno, Julie, este va a ser tú compañera durante el concurso, pero veo que ya os conocéis muy bien.
— Sí... si que nos conocíamos... — la cabeza de Julie estaba en marcha en aquel momento procesando la información tan repentina y pensando entre una y un millón de preguntas que podría realizar en aquel instante; ¿Desde cuándo Natali conocía aquel chico?, ¿Por qué justo era ese chico su compañero de ballet?, ¿Y por qué el destino los había puesto en unos ingredientes tan confusos antes de colocar la guinda final?
— Bueno, herida curada... denada — le dijo mientras sonreía y le guiñaba un ojo. —. Y ahora vamos a explicarte a tu pro... perdón, a nuestra profesora cómo te has hecho esa herida para que no nos eche la bronca por llegar tarde... vamos Juls.
Julie sintió un nudo en su garganta al escuchar ese apodo en la boca de ese chico y al pensar en cómo iba a explicarle a su profesora lo que había sucedido... y sobre todo como se lo iba a explicar a Emily y a Marc cuando terminara la clase.
— Vamos, "copito de nieve", tú puedes — le susurró mientras sonreía. El mundo de Julie se tambaleó mientras miles de lágrimas caían por sus mejillas ante la mirada asombrada de todos los presentes.
— Ey.. Julie, ¿estás bien? — le dijo Natalie mientras miraba a Kang.
— ¡Ey! No pasa nada... no te preocupes... perdón si he dicho algo fuera de lugar... yo solo... solo quería... — Kang cogía a Julie de los hombros mientras se agachaba un poco para tener la cara a la misma altura que la de ella.
— No... no es nada... perdón por ponerme así... — dijo Julie tras retomar un poco la compostura mientras se limpiaba las mejillas — es solo que me he acordado de algo...
— Entiendo... me había asustado al verte así... — dijo él mientras la soltaba.
— Natalie, lo siento pero no puedo participar en el Tutú de Oro... Aún no estoy preparada.
— No digas eso, aún no hemos empezado y sé que podemos hacer grandes cosas... qué podéis hacer grandes cosas los dos juntos... Seguro que estás nervioso por lo que te acabe de pasar pero... por favor, dame la oportunidad de enseñarte...
Tras volverse a limpiar los ojos y ante la mirada de asombro de ambos, con voz ronca, dijo:
— Creo que no he sido del todo sincera contigo... no te he contado lo que pasó el 4 de agosto de 2002...
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