Capítulo 13
Emily Baker
— No... no... no... no, no, no ¡no! No es posible... no, no... — no podía creerme que aquello estuviera ocurriendo en verdad, no podía ser cierto.
— ¿Has oído preciosa? Oh, pero no te pongas triste mañana te volveré a llamar..., y el siguiente y el siguiente... por ello no te preocupes... descansa... Mañana nos vemos. Ah, y una última cosa, no quiero que vuelvas a hablar con nadie de las personas que te ayudaron y me metieron aquí... me enteraré de si lo haces o no... Adiós, mamá.
Y tras aquello cortó, dejándome a mí con un gran nudo en la garganta y casi sin respiración. No podía creerlo. Tenía que ser un error. No podía ser él. No... no...
Mi corazón se me iba a salir del pecho mientras sentía que me moría; que entraba en un hoyo profundo del que no podría salir de ahí, nunca; que nadie podría ayudarme nunca más; que me moría. Lentamente pero lo hacía.
Un ataque.
Hacía tiempo que no tenía uno.
Pensaba haberlos superado ya.
Pero no... aquello nunca se llegaba a superar del todo. Nunca.
Con los dedos temblorosos y el corazón en un puño cogí mi teléfono mientras entraba en mis contactos. Julie. No podía molestarla con aquello. Estaba en mitad de su jornada de trabajo y si se iba ahora lo perdería. Lo perderíamos todo. Me decanté por la siguiente persona con la que tenía confianza. Marc.
— ¡Hola, Emily! ¿Qué tal todo? He visto tu directo y ha estado genial, no tenía ni idea de que eras capaz de...
— Marc... yo... no puedo... no puedo respirar... no...
— ¿Cómo qué no puedes respirar? — Marc endureció la voz, seguramente ya había entendido a lo que me refería, pero tenía que dejárselo claro. Lo necesitaba. Y rápido.
— Yo... Nico me ha... me ha llamado y...
— No te preocupes... siéntate en algún sitio y voy en seguida. ¿Está Julie contigo?
— No... tengo miedo Marc...
— Ya lo sé, pero es normal... no tardo nada, intenta estar lo más tranquila que puedas. Tardo cinco minutos.
— Está bien...
Marc cortó la llamada y arrastré mi cuerpo hacía el sofá. De repente todo empezó a darme vueltas a mi alrededor y las lágrimas ya corrían por mis mejillas.
Estaba harta, cada vez que quería volver a vivir solo podía caer y caer sin parar. No era justo. Nada en mi vida lo era.
***
***
Ya había pasado una hora y mis lágrimas habían parado de salir. Marc aún no había llegado, cosa que empezó a preocuparme, pero no quería molestarle más. Me daba miedo levantarme del sofá, ahora estaba sola en aquel apartamento y me sentía a salvo estando allí. Ya había podido controlar mi respiración, pero prefería esperarle antes de hacer cualquier movimiento.
No pasaron ni veinte segundos cuando la puerta se abrió y entró corriendo Marc. Me dió un fuerte abrazó y se disculpó por haber tardado tanto en llegar.
— Lo siento mucho, de verdad... tuve un problema en la carretera y... — tras soltarme me miró a los ojos y, cogiéndome de las manos, me dijo — . ¿Y tú qué tal? ¿Ya estás mejor?
Yo asentí mientras él sonreía tranquilo.
— ¿Cómo ha sido? No lo entiendo... ¿cómo te ha podido llamar?
— No lo sé... yo tampoco soy capaz de entenderlo... me... me dijo algo de que tenía una llamada disponible desde la prisión y que las gastaría todas conmigo... yo... no sé qué hacer, Marc..., y vuelvo a tener miedo.
— Yo también, si te soy sincero. ¿Pero sabes qué? — cuando le miré de nuevo a los ojos me pude dar cuenta de que él también estaba llorando — . Me tienes para lo que quieras, nunca dejaría que os hicieran daño a ninguna, sois mi vida completa — y tras decirme aquello me abrazó fuerte, para demostrarme que estaba y que no se iba a ir a ningún lado. Pude sentir como algunas de sus lágrimas mojaban mi pelo.
— Gracias... de verdad, no sé qué haría sin vosotros.
***
***
Una vez que ya estábamos más tranquilos, Marc y yo empezamos a prepararnos alguna cosita para comer. Él siempre decía que la comida arregla cualquier problema. Y tenía razón.
— Oye...
— ¿Sí? — le dije mientras untaba chocolate sobre un trozo de pan.
— ¿Tú sabes que le ha pasado a Julie hoy?
— ¿A qué te refieres? — levanté la vista extrañada de la comida y lo miré.
— No sé... antes me ha llamado el Kang ese y me ha dicho que no estaba nada bien y antes de cortar escuché el nombre de Julie... Iba a llamarla cuando vi tu directo... Y no he tenido tiempo después.
— Pues qué raro... — y tras acordarme añadí — . Hoy ha llegado más tarde... pero me ha dicho que su profesora quería que se quedaran hasta tarde para ver lo que eran capaces de hacer o algo así...
— Pues me parece que aquí huele a gato encerrado... No me concuerda mucho, la verdad.
Justo en ese momento escuchamos la puerta abrirse y mi corazón se encogió al pensar que podría ser Nico. No me gustaba seguir sintiéndome así. Marc se dió cuenta y me tomó de la mano mientras se colocaba delante mía.
— Hola, Emily. Ya he terminado de traba... — Julie sonrió tontamente cuando descubrió que su novio estaba también en aquella habitación, se lanzó a sus brazos sin pensarlo dos veces. Me alegraba verlos felices, ojalá yo también pudiera encontrar a alguien con quien sentirme segura.
— Hola, Julie...
— ¿Pero qué estás haciendo aquí?
— Nico me llamó. Pero ya estoy bien — lo dije en el tono más tranquilizador que pude, pero mi amiga pudo ver el miedo de mi voz. Marc me agradeció por haberlo dicho yo y así no tener que ocultarle información a su chica.
— ¿Estarás de broma? — cuando no hice ningún gesto se llevó una mano a la frente mientras su cara cambiaba drásticamente —. Madre mía... no me lo puedo creer... ¿pero cómo ha podido pasar?
— Al parecer puede llamar desde la cárcel y la ha llamado... por eso estoy aquí — Julie siguió impresionada, y más aún cuando su novio le preguntó lo siguiente — . Me ha comentado Emily que has llegado más tarde hoy... y Kang me ha llamado... ¿qué ha pasado?
— Bravo, bravo... pedazo de actuación - dijo mientras aplaudía ante mi mirada de asombro y la cara descompuesta de Marc -. ¿Qué es esto? ¿Una especie de broma o qué? Que sepáis que no tiene gracia.
— ¿Pero de qué estás hablando? — ninguno de los dos entendíamos nada de lo que estaba pasando. Las ganas de llorar se volvieron a adueñar de mí, pero quería saber el motivo de su enfado antes de dejarlas salir.
— Oh... por dios, como si no supieras ya todo... Kang te llamó para contártelo...
— Pero, Julie... el caso es que...
— No me importa - le dijo mientras le ponía una mano delante de su cara y Marc se levantó del sofá al instante. Yo no sabía donde meterme, no me gustaba estar en el medio de una discusión, la verdad. — . Kang te lo contó todo y ni siquiera te preocupaste por ir a urgencias. Muchas gracias.
— ¿¡Cómo que a urgencias!? Julie, esto no tiene gracia, yo no sé nada — empezó a acercarse más a ella mientras me levantaba sin hacer apenas ruido para no molestarles con mi presencia.
— Eso es mentira — sus ojos empezaron a crear lágrimas. No me gustaba ver a la gente llorar, pero no sabía qué hacer — . Kang te contó que me atropellaron en la bicicleta, y no hiciste nada. No viniste. Y tampoco preguntaste, por qué para qué, ¿verdad? Eso duele, ¿sabes? Me lo podría haber esperado de cualquiera, menos de tí...
Marc se iba a volver loco. Nunca lo había visto así y me arrepiento de no haberme ido en aquel momento. No me gustaba tener que estar presente en un momento como este. Yo también quería gritar y llorar desconsoladamente, pero no podíamos caer todos en el mismo pozo. A quien tenía que sacarnos de ahí con vida. Marc, siempre ha sido mi punto de apoyo, mi norte. No se merecía nada de lo que le estaba pasando. Nunca había hecho algo sin pensar en nosotras. No sé qué le estaba pasando a Julie durante esos días. Solo sabía que ese chico nuevo iba a remover todo lo que habían construido durante tantos meses.
— ¿¡Cómo que te han atropellado!? Madre mía... me va a dar algo... ¿no te habrás hecho nada, verdad?
-— Hombre, mira... y ahora se preocupa... no, no me hice nada. Solo unas quemaduras en las rodillas y...
— ¿Solo? -— se volvió a sentar a mi lado con las manos en la cabeza mientras seguía llorando — . ¡Pero cómo es posible! Julie, ese amigo tuyo me llamó, pero no me contó nada...
— ¡Mentira! ¡Mentira, mentira, mentira! Me dijo que no dijiste nada y que te fuiste. Así que no te inventes cosas y pongas a Kang como un mentiroso.
— ¿Y a quién le crees? ¿A mí, o a él?
Julie le miró y apartó la vista. Marc la observó durante unos segundos y se levantó mientras cogía sus cosas y abría la puerta central.
— Adiós, Emily. Para cualquier cosa ya sabes.
Me quedé sola mientras Julie se acercaba a mí. Las lágrimas habían dejado ya de rodar por mis mejillas mientras mi amiga empezaba a hablarme.
— ¿Te lo puedes creer?
— ¿De verdad te atropellaron?
— Sí... y parece que no le importa nada.
— No es verdad. Si que le importa. Deberías saberlo...
— Bueno... mejor cambiemos de tema... — en enjugó los ojos antes de preguntar — ¿cómo es que Nico te ha llamado?
No sé que gané haciendo aquello. Pero me sentí bien conmigo misma después de aquello.
— Bueno... cada uno piensa lo que quiere. Pero, Julie. Me parece que esta vez has escogido a la persona incorrecta... — y sin decir nada más salí del apartamento y corrí en busca de Marc. Este se encontraba en el parque cercano a nuestro apartamento, apoyado sobre un árbol, llorando.
Me acerqué sin saber muy bien que hacer y qué decirle. No estaba acostumbrada a consolar a nadie. De hecho nunca lo había hecho. Siempre me solían consolar a mí.
— No es justo... nada lo es... — me senté a su lado mientras le escuchaba — . Le prefiere a él que a mi... no... no lo entiendo...
— Solo está agobiada... nada más...
— Pero se ha pasado...
— Sí... Pero te sigue prefiriendo a tí, mil veces a tí... Solo necesita tiempo, nada más.
— Gracias por haber venido... - dijo mientras se limpiaba los ojos y me sonrojaba — . Necesitaba hablar con alguien...
— Y yo te necesito a tí..., necesito que estés bien. Gracias de verdad por estar en mi vida... No sé qué haría sin ti... — apoyé mi cabeza en su hombro mientras me la acariciaba.
— No es nada... bueno, será mejor que vuelvas al apartamento, seguro que está preocupada.
— Aún enfadados se siguen queriendo... — pensé mientras me levantaba también.
— Está bien... — le di un beso en la mejilla mientras empezaba a andar hacia mi hogar.
— Emily... — Marc avanzó hacía mí mientras me tomaba de las manos y me sonreía — . Eres fuerte y la mejor chica que he conocido en mucho tiempo. No lo olvides nunca.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top