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Tan pronto como ellos lo supieron, todos los Vengadores se dirigieron hacia a ella.
Recibieron la llamada a las 2:30 a.m., un doctor dijo que ella había salido sin contratiempos de la escena pero que había entrado en coma. Las funciones internas de su cuerpo estaban bien y la única lesión significante era una pierna rota.
Se fueron en ese momento todos en un solo auto. Iban apretados pero a nadie le importo. Ellos solo querían verla. Ya habían perdido un miembro del equipo y perder otro sería demasiado que soportar.
En el hospital, todos estaban en silencio. Sin bromas, ni argumentos, ni lágrimas. Solo silencio. Nunca antes había estado este grupo de superhéroes tan callado. Todos ellos estaban pensando, pensando en lo que pudieron haber hecho. Era un silencio violento.
—Disculpen —interrumpió una enfermera rubia con ojos amables—, tenemos un límite de visitantes de uno por persona para evitar el sobrepoblamiento de la habitación.
Todos los Vengadores contemplaron a la enfermera y luego a ellos mismos. Steve se ofreció a quedarse primero y el resto se fue. Tenía sentido, Steve era muy bueno con las palabras y también era muy cercano a ella.
Steve tomo una silla y se sentido junto a su cama. Él suspiro, pasando una mano por su cabello.
—Hey, Claire —comenzó, preguntándose si siquiera podía escucharlo—. Sé que es duro ahora mismo y que tal vez no quieras regresar, pero de verdad espero que lo hagas. Eres una de las mejores del equipo y sé que duele perder a alguien. Piensas que no puedes vivir sin ellos y es como si te consumiera.
Él pausó, pensando en Bucky. Esto era difícil. Él pensó que había perdido a su mejor amigo por siempre y eso lo mato. Incluso ahora, el dolor lo golpeo lo suficiente como para sacarle el aire. Era como una terrible acidez.
—De cualquier manera —respiro—. Duele mucho, lo sé. Y algunas veces no sabes si podrás superarlo. Pero cuando lo haces, eres imparable. Yo sé que puedes hacerlo.
Él la observo en silencio, pensando que decir a continuación. Era difícil. Él no quería decir las cosas equivocadas, pero él no sabía las cosas correctas tampoco.
—Aguanta. Se pondrá mejor —dijo, descansando una mano en su hombro—. Te extrañamos mucho.
Él bajo su mirada, palmeándola solidariamente. Entonces se levantó y salió de la habitación permitiéndole a Tony entrar.
Tony entro de manera titubeante, sin saber lo que estaba haciendo. «¿Cómo se supone que debes hablarle a un paciente en estado de coma?» Él se encogió de hombros. Nada en el internet podía decirle nada. Él estaba por su cuenta.
Tony tomo asiento en la misma silla que Steve. Suspirando, él la miro con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Que guerrera —Tony asintió—. Eres incluso más valiente que yo, salir corriendo de esa manera requiere de mucho valor. ¿E ignorar nuestros mensajes de texto? Esa fue una mala movida. Nos preocupaste mucho. J.A.R.V.I.S. no podía encontrarte, nadie podía. Era loco. Todos nos revolvimos alrededor tratando de buscarte. La advertencia de inundación apareció y ellos entraron mucho más en pánico. Yo no, por supuesto, porque sé que eres una luchadora.
Tony se detuvo, mirándola de nuevo. Él tenía razón, ella era una luchadora. Ni una sola vez la vio echarse para atrás, incluso cuando la superaban en número. Cuando ella se unió por primera vez a los Vengadores desafío a Tony y a Steve a una pelea. Aunque Steve declino su oferta, Tony encantado la acepto y su trasero fue pateado. Sin embargo, nunca hirió su confianza.
—Sigues siendo una luchadora. Sé que siempre estoy buscándote pleitos y jugando contigo, pero eres fuerte.
Él te dio sus pulgares arriba antes de salir de la habitación. Seguido vino Thor.
Thor camino solemne, obviamente alterado por su condición. Él ni siquiera trajo a Mjolnir consigo. Él tomo asiento en la misma silla y comenzó a hablar.
—Lady Claire —afirmo—. Sé que me dijiste que no me refiriera hacia a ti como lady pero eso es lo apropiado en este momento. No entiendo lo que te está sucediendo, pero el doctor dijo que era como un sueño. Espero que el sueño que estés teniendo sea uno bueno. Experimentamos sueños terribles demasiado seguido.
Thor sabia de lo que hablaba. Los dos sufrían de malos hábitos de sueño y pesadillas. Era algo como una rutina. Algunas veces se ayudaban a dormir o despertaban a la otra persona si tenía una pesadilla, los dos lo entendían.
—Pero incluso así, espero que no te quedes en tu sueño por mucho tiempo. Sean buenos o manos, los sueños deben terminar. No caigas por los perfectos, no te atrapes en los malos. Todos te extrañamos. Regresa a este reino tan pronto como puedas Claire, entonces podremos discutir tu sueño.
Thor suspiro, él no entendía por completo el concepto del coma porque no era algo que ocurriera comúnmente en Asgard. Sin embargo, él lo intento. Él trato de comprender y ayudarla. Esperó tener éxito.
Cuando Thor salió, Bruce entro. Él lucía privado de sueño y simplemente en una mala condición, pero en cuanto la vio, su cara se ilumino un poco.
Tomando asiento, él comenzó a hablar.
—Hey, Claire —murmuro, buscando que decir después—. No hay evidencia científica de que los pacientes en coma puedan oír a los hablantes pero hay evidencia de que esto ayuda a los pacientes en coma, ¿así que tal vez esto ayude? De cualquier manera, cuando huiste estuvimos muy preocupados, pero creo que secretamente era yo el que más preocupado estaba. Se lo que es huir de tus problemas. Se siente como si no pudieras arreglarlo sin importar que. Solo se queda pegado a ti, como una cinta adhesiva o algo.
Bruce jugo con sus palabras pero continuó. Su idea era sólida. Él sabía quién era, considerando que siempre huía de Hulk. Hulk era una parte de él, pero no era todo él. Bruce se esforzó en darse cuenta de eso pero espero que ella pudiera entenderlo más pronto que él. Él no quería que ella sufriera por pensar siempre en la muerte de Pietro.
—Huir siempre lleva tu atención de vuelta al problema. Es como la psicología inversa. Solo no huyas de ello. Regresa y podremos superarlo. En realidad no entiendo por completo lo de Pietro pero puedo intentarlo. Solo sé que eso no lo es todo. No eres tú. No dejes que perderlo te consuma. Como, la luna está hecha de pequeñas rocas y minerales, y ha obtenido muchos cráteres y perdido pedazos, pero siempre seguirá siendo la luna y aun así la amamos. Esa eres tú, supongo. Crees que estás rota pero nosotros aún te amamos.
Bruce sacudió su cabeza por su metáfora de la luna pero no pudo encontrar nada más que decir. Tal vez era muy tonto, pero tenía un punto. Él realmente quería que ella se despertara pero rondar a través de revistas médicas en realidad no le daba nada. Todo dependía de ella.
Bruce se puso de pie y le dio un último vistazo antes de salir de la habitación. Natasha entro en seguida, luciendo mucho menos fuerte de lo usual.
Nat tomo asiento en la silla, mirándola directamente. El monitor del corazón pitaba rítmicamente y aunque era una buena señal, Nat siempre odio ese sonido.
—Así que, ahí está mi chica —suspiro, sonriendo al usar el sobrenombre que solo ella tenía permitido usar—. Parece que estas en una mala situación. Apesta un poco, sí. Cuando recibimos la llamada casi nos dio un infarto. Es algo bueno que estés en coma. Si hubiera sido otra cosa no hubiera sido capaz de hablarte ahora.
Nat pauso, ¿podían los pacientes en coma escucharlos? Ella no lo sabía. Tal vez. De cualquier manera, ella siguió hablando, esperando que ella pudiera escucharla.
—Los comas no tienen mucho sentido, para ser honesta. Es como la vida y la muerte al mismo tiempo. Pero también te da una elección entre una y la otra, lo que es importante. No debería presionarte de ninguna manera porque depende de ti, pero realmente espero que te quedes. Extraño mucho ver a mi mejor amiga. La vida es dura pero tienes que ser lo suficientemente fuerte para ello y debes saber que cualquier amigo mío es lo suficientemente fuerte.
Nat se levantó y la miró. Ella peino su cabello a un lado, jugando con las hebras por unos segundos.
—Te extrañaría mucho si no volvieras —mascullo, dejando ir su cabello y saliendo de la habitación rápidamente.
Le tomo unos segundos entrar, pero Clint eventualmente llego al lado de su cama. Él se sentó y refregó sus ojos, los cuales claramente estaban cansados.
—Muy bien, niña —comenzó—. De verdad espero que hayas escuchado a los otros chicos y tomaras sus palabras a pecho porque de verdad no sé lo que estoy haciendo.
Clint se rio. O no lo hizo en realidad. Por supuesto que él se preocupaba por ella, pero era raro. Él siempre era el que pasaban por alto en el grupo, así que tener que "destacar" por una vez era extraño.
—Espero que estés bien. Los doctores dijeron que estabas bien, pero los doctores dicen muchas cosas. Aunque estamos muy alegres de que estés aquí. Si murieras... hombre, no sé qué haríamos. Eso sería extraño. Probablemente se acabaría la "estética" del equipo de la que Tony siempre vocifera.
Él pauso de nuevo. Clint se preguntó si estaba haciendo demasiadas preguntas, ¿o tal vez no las suficientes? Él no estaba seguro. Pero la risa siempre parecía ayudar. Él nunca decía mucho en el grupo pero obtener una risa de todos siempre se sentía bien. Tal vez él lograría que rieras tanto que te sacaría del coma—¿quién lo sabría? Pero tal vez por una vez sus habilidades serian valoradas.
—Pero honestamente, no te vuelvas loca con toda esta cosa. Sé que lo amabas y si, el amor es algo demente. Es como un lavado de cerebro; lo sé porque he experimentado ambas cosas. Pero no debes dejar que te llegue de esa manera. Debes ponerte primero a ti algunas veces. Además, extrañaría a alguien que se riera de mis bromas.
Clint se encogió de hombros, aún sin saber si había dicho algo bien. Tal vez ella estaba riéndose de sus bromas en algún lado. Él con seguridad esperaba que lo estuviera.
Él se puso de pie y salió de la habitación. Su último visitante entro y por supuesto que era la última.
Wanda entro a la habitación de forma silenciosa, como si el aire fuera algo demasiado delicado como para perturbar. Dolía lo suficiente haber perdido a su hermano, ¿pero estar cerca de perderla a ella? Era casi insoportable. Había demasiada perdida ocurriendo en la vida de los Vengadores. En tiempos como estos, Wanda deseaba nunca haber tenido el poder de leer mentes.
—Hey —dijo mientras caminaba hacia su cama—, odias cuando entro a tu mente así que no lo haré. No sé qué decir. Perder a Pietro también me hirió. Él era mi hermano, ¿sabes? Nunca pensé que podría estar sin él. Cuando él se fue, lo sentí en mi corazón. Pero aún sigo aquí. Lo extraño mucho pero el dolor no puede detenerte de la vida.
Wanda suspiro. El solo pensar en Pietro dolía. Era una batalla diaria estar sin él pero Wanda no podía rendirse. Sabía en su corazón que no podía.
—Pietro no hubiera querido que te fueras. Sé que lo amas, pero él es mi hermano y sé que él no hubiera querido que te fueras. Él te amaba mucho. Él hubiera querido que vivieras. Él te amaba demasiado y no puedo dejar que eso se vaya a la basura.
Eso la rasgó. Pietro amaba a Claire ferozmente. Su persona casi siempre escondía sus verdaderos sentimientos. Pietro tenía tanta pasión hacia ella; no paraba de hablar sobre lo mucho que la amaba. Su mente constantemente le recordaba a ella. Aunque, por supuesto que la única otra persona que sabía esto era Wanda ya que Pietro podía solo expresar sus sentimientos hasta cierto grado antes de ponerse nervioso.
Wanda sabía que tenía que hacer esto. Ella le juro a Pietro que nunca se lo diría a nadie pero era el momento correcto.
—La noche antes de Sokovia, Pietro me dijo que estaba preocupado. Tenía un presentimiento de que alguien no iba a salir vivo de la pelea. Él estaba muy asustado. Quería decirte que no fueras pero sabía que no lo escucharías. Pietro quería decirte lo mucho que te amaba en caso de que algo pasara, pero como sabes, mi hermano no puede expresar su corazón muy bien. Él me dijo que te amaba mucho. Él dijo que su vida cambió cuando te vio y yo lo supe. Pietro solía ser muy inquieto todo el tiempo. Él nunca podía dormir, nunca se quedaba quieto, nunca se mantenía enfocado. Pero después de que te vio, él estaba calmado. Él durmió bien esa noche y cuando estuvieron juntos tú eras lo único en lo que se enfocaba. Él no podía apartar sus ojos de ti.
La voz de Wanda estaba llena de emoción y apenas podía forzar las palabras a salir. Su visión estaba borrosa por las lágrimas, las que ella furiosamente trató de limpiar de su cara. Era demasiado, demasiado difícil hablar de él. Nunca antes había ella extrañado a su gemelo tanto.
—Pietro me dijo que ustedes eran como el sol y la luna. La luna y el sol no pueden existir por separado; deben existir juntos. El sol tiene lo que la luna no tiene y la luna tiene lo que el sol no. Son como un rompecabezas. Pero cuando el día termina, el sol siempre debe irse porque ama a la luna. El sol debe irse del cielo para que la luna pueda alzarse en el cielo por la noche. Pietro se fue para que pudieras ascender.
Finalmente, Wanda se permitió desmoronarse. Ella se hundió hasta sus rodillas, llorando junto a su cama de hospital. Ella lloraba por su hermano; ella lloraba por Claire. Su aliento era tembloroso y su cuerpo se sacudía con cada sollozo. La habitación entera se sentía como si se estuviera sacudiendo.
—Señorita, ¿se encuentra bien? —Pregunto la amable enfermera de más temprano.
Wanda asintió de manera apresurada, limpiando las lágrimas de su cara.
—Estoy bien —respondió, poniéndose de pie lentamente.
La enfermera le dio una sonrisa tranquilizadora antes de dejar la habitación. Wanda le dio a Claire una última mirada. Ella realmente, realmente esperaba que despertara pronto.
Wanda dejo la habitación de hospital y se unió al resto de los Vengadores. Nadie comento sobre su rostro lleno de lágrimas, porque para ser honestos, ninguno de ellos lucia mejor. Había sido un día estresante para todos, entre la falta de sueño, estrés emocional y el papeleo médico.
Ellos volvieron a entrar en la van, absolutamente exhaustos. Steve, quien fue primero y quien era el que estaba emocionalmente más recuperado se ofreció a conducir y todos los Vengadores se dirigieron a casa, esperando la siguiente oportunidad para verla.
Mientras tanto, en el hospital, la enfermera noto un pulso elevado por parte de Claire. Yendo a monitorear su habitación, ella chequeo si cada máquina funcionaba de manera correcta.
—Disculpe.
La enfermera casi salió fuera de su piel. Ella se dio la vuelta con absoluta incredulidad grabada en su rostro. Nunca antes un paciente se había recuperado de manera tan rápida; había sido menos de un día.
—¿Sabe en dónde está mi teléfono? Creo que mis amigos tienen unos mensajes de texto urgentes para mí.
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