Capítulo único
La espera le estaba impacientando, miraba aquella puerta esperando ver a sus padres entrar con alguna noticia sobre Bobby, habían ido en la misión de proteger a la tía Jaiden y al tío Roier junto a otros integrantes de la isla para llevarlos a una localización y poder reunirse con su hijo, pero llevaban varias horas afuera y él no tenía ninguna noticia de nadie. Pronto el ruido de la puerta se escuchó llamando su atención, sus padres habían vuelto, se acercó a ellos corriendo encontrándose con sus padres en la entrada, una sonrisa se formó ya que esperaba tener buenas noticias por parte de ellos.
-Papa, ¿viste a Bobby? ¿Pudiste entregarle el dibujo?-dijo emocionado, Cellbit miro a Forever con una mirada triste recordando lo sucedido en aquella misión y en aquel encuentro- ¿Papa? Bobby revivió ¿verdad?
El pequeño Richarlyson había evitado fijarse en aquellas miradas que tenían sus padres, ya que podía notar rastros de lágrimas y los ojos algo rojos e hinchados por lo tanto que lloraron en silencio cuando vieron aquella despedida, pero el pequeño quería quitar de su mente la posibilidad de algo malo, ya que las lágrimas pueden ser de felicidad ¿verdad? Forever cargo a su pequeño para abrazarlo y reconfortarlo, al sentir aquella calidez del abrazo y el silencio por parte de sus padres su mente entro directamente en negación, pero s corazón tenía aquel presentimiento arraigado causándole un gran dolor y logrando que un nudo se formara en su garganta.
-Bobby no volverá...- La voz de su padre diciendo aquellas palabras hicieron que sus ojos se encontraran con los ojos marrones de su padre, viendo aquella expresión llena de tristeza- Bobby se murió Richarlyson...
El menor no se movió llegando a preocupar a sus padres al no poder ver su expresión, grande fue su sorpresa al ver por primera vez al menor de esa manera, sus ojos se cristalizaron dejando que las lágrimas fluyeran cayendo por sus mejillas, pero al contrario de lo que quería guardar y aun en negación una sonrisa se foro en sus labios convirtiéndose poco a poco en una mueca, el dolor era palpable y aun podían sentir la negación en los ojos del pequeño, como si la posibilidad hiciera que se rompiera cada vez más.
-Papa... B-Bobby no puede m-morir- dijo con la voz quebrándose junto a su pequeño corazón, recuerda las miles de conversaciones, peleas incluso las risa que hubo entre ellos.- S-seguro está bien p-papa, D-debo ir a verlo, todavía t-tengo que a-aprender más español p-para insultarlo.
Richarlyson intento alejarse de los brazos de su padre Forever, pero este utilizo algo de fuerza para no dejarle, podían notar la desesperación de su hijo intentando llegar a la puerta para dirigirse al castillo de su amigo y verificar que se encontraba allí, las lágrimas al igual que el nudo en la garganta volvió a los brasileños de tan solo presenciar aquello. Intentaron hacer que el menor les escuchara incluso utilizaron una voz suave para calmarlo, pero la paciencia se les agotaba.
-¡Esta muerto! Debes entenderlo- Dijeron con la voz algo elevada, el niño siguió negando varias veces mientras intentaba salir de los brazos de su padre, pero no tuvo éxito más que en perder resistencia dejando de luchar.
Forever al notar aquello miro a Cellbit, este tan solo asintió y fueron a la habitación del menor para poderlo dejar sentado en la cama, este miraba hacia el suelo sin decir nada, ambos padres se sentaron cerca de él para que pudiera sentir su presencia, pronto notaron como las lágrimas seguían cayendo sin dejarlo descansar, Roier y Jaiden habían estado aguantando las ganas de llorar delante de su hijo cuando fue la despedida, incluso después de aquello no vieron ninguna lagrima, solo un gran silencio por parte de ambos y ahora su pequeño no pudo con la noticia.
-M-me prometió estar... d-dijo que volveríamos a explorar... q-que me enseñaría español- De un llanto silencioso paso a un llanto totalmente desgarrador por parte de Richarlyson, mientras de sus labios solo salía el nombre de su amigo, esperando que en algún momento entrara por la puerta diciéndole alguna tontería o incluso insultándole por llorar y creerle muerto, pero nunca paso... la puerta no fue abierta, la voz de su amigo no volvió a sonar, ni siquiera el sonido de su pistola siendo disparada contra el cielo.
Richarlyson lo sabía... No volvería a tener esos días, esas bromas entre ellos sobre una gran rivalidad, los dibujos hechos mientras ellos están cubiertos de pinturas y riendo para después ser regañados, las exploraciones junto a sus padres como en aquel barco mientras miraban a estos coquetear, esos tiros al cielo o a alguna pared, las pequeñas discusiones que tenían en broma o sus miles de insultos, tampoco habrá un baile improvisado mientras toca la flauta... pero lo que más dolía fue el no poder despedirse de él como se debía.
Por la tarde decidieron llevar al menor a aquel castillo que fue hecho para su mejor amigo Bobby, Richarlyson no había dicho nada en todo el camino que llevaban y a pesar que lo entendían, también les llegaba a preocupar, cuando llegaron pudieron ver a Roier y a Jaiden cerca de aquella fuente que era parecida a su hijo, solo sonaba el agua cayendo de la fuente, las copas de los arboles siendo movidos por el viento haciendo un ligero balanceo como si estuvieran haciendo una pequeña danza. Al notar la presencia de los brasileños se dieron la vuelta notando como el menor se acercaba a ellos, cuando estuvo lo suficiente cerca agarro sus manos para hacerles una pequeña señal para que se agacharan, ambos pudieron notar el sufrimiento y el dolor que sentía al recibir aquella noticia, cuando se agacharon a su altura para abrazarlo y reconfortarlo grande fue su sorpresa al ser ellos quienes fueron abrazados por quien fue el mejor amigo de su hijo, la calidez de aquel abrazo fue lo que necesitaron para romperse, las lágrimas que no pudieron derramar ya no pudieron ser retenidas por más tiempo deslizándose por las mejillas de ambos padres sin control.
-B-Bobby está aquí...- dijo al notar el cielo teñirse de tonos anaranjados, se separaron del abrazo, y todos pudieron ver aquel cielo teñirse hermosamente, y pronto sin saber cómo o cuando las flores alrededor de la estatua de su amigo fueron floreciendo, sus colores eran parecidos a aquel cielo que siempre amo- Gratitud... eso significan
Richarlyson había buscado algún que otro significado de diferentes flores, ya que sentía que al menos debía expresar algo con las que iba a entregar, tenía que hacerlo... por última vez... Solo por un momento volvería a decir en voz alta aquellas palabras que guardo en su corazón y solo dijo en susurros cuando no había nadie, de su mochila saco unas flores llamadas glicelias, están tenían unos colores pálidos y violáceos, se acercó con cuidado a la fuente y dejo las flores allí, sus manos temblaban y volvió a sentir la necesidad de llorar, pero aguanto, dio un paso hacia atrás para observar aquel monumento de su amigo acompañado por aquel cielo tornado en un atardecer.
-Bobby... Gracias por ser mi amigo...
Susurró con una gran sonrisa formada por sus labios, la última sonrisa que le daría, quería que le viera sonreír al menos por un par de minutos, pero las lágrimas acompañaron aquella sonrisa, porque a pesar de intentar ser fuerte, sabe que no lo es, y sabía que se estaba rompiendo allí mismo, y como si su voz hubiera sido escuchada, una brisa junto a unos pétalos de las mismas glicelias fueron a parar a su lado, dejando ver que le habían llegado sus palabras a su amigo ahora convertido en ángel.
{Siempre tendremos una amistad sincera y duradera
Atte: glicelias}
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