Capítulo 4
Estaba tan perdido por todo el placer que estaba sintiendo, sentía como le dejaba besos en sus piernas, había saliva en esos besos suaves. La saliva escurría por sus piernas hasta caer en la suave sábana blanca y esta no tardó en mojarse, soltaba leves jadeos, cada vez que el alfa lamía su piel.
Era su maldita perdición.
Tenía sus manos apretadas y mordía su labio inferior tan fuerte que dos gotas de sangre fluyeron de ellos. Las manos de él se sentían tan bien, su toque se sentía tan correcto, como si hubieran sido hechas solo para acariciar su suave piel.
El lubricante natural salía de su ano sin piedad, las sábanas estaban tan mojadas por la saliva del alfa y el lubricante del omega que no pudo evitar sentir un poco de vergüenza. La habitación estaba llena de sus feromonas y de los olores combinados de ambos, ambos estaban perdidos en el placer, en el momento que estaban viviendo y solamente estaban ellos dos.
—Taehyung... — gimió, sorprendiendose a si mismo de haber sonado muy afeminado, quería morderse la lengua para evitar que otro sonido saliera de su garganta.
Taehyung seguía besando sus piernas, lo hacía con tanta paciencia, quería provocarlo, quería tenerlo todo para él.
—Voy a llenarte de mis cachorros. —Sin poder evitarlo Jungkook soltó un nuevo gemido ahogado de tan solo escuchar la voz de Taehyung, aun más gruesa que de costumbre, aun más masculina, aún mas de alfa.
Taehyung comenzó a besar su cuello, probando cada parte de su nivea piel, olfateando ese aroma que tanto le gustaba. Pensó en qué lugar poner su marca, sería en un lugar en donde fuera muy visible por supuesto, para que todos vieran que Jeon Jungkook era suyo, que era su omega.
Bendita sea Tailandia y la cómoda cama que tiene Taehyung.
Comenzaba a querer estar en Bangkok por siempre, con tal de tener a Taehyung solo para él y para nadie más, quería estar cerca de él, escondiendo su pequeña nariz en el cuello del alfa y que este lo acunara en sus grandes brazos.
El alfa dejó varios chupetones en el cuello del Omega, incluso en sus clavículas y fue bajando con sus labios hasta llegar a sus pezones, chupó el derecho con firmeza, logrando que Jungkook soltara gemidos aún mas escandalosos, mordió un poco, solo para ver su reacción, sonrió satisfecho ante su expresión tan placentera. El omega se estremecía de pies a cabeza con sus manos hechas puños contra las sábanas.
—Ahorcame... — murmura,— apretame el cuello, hazlo, por favor.
Y joder, Taehyung no se esperaba eso.
—¿Seguro?— pregunta dudoso, no se esperaba ese fetiche del Omega, Jungkook pareció pensar bien la respuesta.
Realmente quería que le apretara el cuello, siempre había querido eso pero no se había atrevido a expresarlo en voz alta, pero ahora era diferente y tenía tantas cosas que quería intentar con él, ahora que tenía la oportunidad no la iba a desaprovechar.
—Si, hazlo. —No era necesario decir que él no era un Omega sumiso, era todo un mandón.
Taehyung dejó en paz el pezón de Jungkook, cubierto con una pequeña capa de saliva, se posiciono entre sus piernas, abriéndolas aún más, para así poder estar más cerca de él, muy dudoso puso su mano en el cuello de Jungkook, dando un leve apretón, cosa que hizo que muy apenas y pudiera gemir.
Le encantaba que lo apretaran del cuello. Que Taehyung lo hiciera, él lo hacía con mucho cuidado, tratando de no apretar muy fuerte para no dejar marcas en el pequeño cuello del omega quien soltaba pequeños quejidos de placer. Él quería más que apretones en el cuello, pero le daba pena decirlo.
—¿Quieres algo más?— preguntó el alfa, dejando su cuello.
—Amarrame. —Abrió sus ojos, mirando ese marrón que tanto le gustaba. Taehyung tenía un poco de sudor en la frente y en todo su cuerpo, tenía sus labios rojos e hinchados de tanto besarse.
—Quiero que me amarres las manos —gimió, — quiero estar listo para ti, solo para ti.
Taehyung le hizo caso, caminó hasta la maleta que estaba en el suelo, buscó y buscó y al final se decidió por una corbata negra con líneas color dorada, era una de sus favoritas. Regresó hasta donde estaba Jungkook, acostado en la cama, con sus piernas totalmente abiertas, goteando lubricante, podía escucharlo jadear, cerraba sus ojos y mordía su labio inferior con tanta fuerza que temía volver a sangrar. Taehyung quería tenerlo así por siempre, solamente para él y haría todo lo posible por conseguirlo.
Amarró ambas manos de Jungkook, primero hizo que las entrelazara para después amarrarlas en la cabecera de la cama, Jungkook tenía sus ojos fijos en él, quien aún seguía amarrando sus manos, asegurándose de no lastimarlo pero también de que estas no se fueran a soltar.
El omega arqueaba su espalda, a cada segundo, por cualquier toque que el alfa le daba, estaba completamente sedado por el placer que estaba sintiendo.
Un fuerte olor a fresas y algo más, llenó toda la habitación haciendo que el alfa se volviera aún más loco, ese dulce aroma tenía un gran efecto en él, olía a fresas, a naranjas y a.... vainilla, si, vainilla era el tercer olor de Jungkook y Taehyung podía sentirlo, eso solo significaba una cosa...
—Voy... Te voy a preparar. —Pasó saliva con mucha dificultad, Jungkook se estaba entregando a él, y no le importaba nada, abrió aún más sus piernas y metió uno de sus dedos en el agujero rosado del omega, haciendo que este soltara un leve gemido, muy apenas si pudo escucharlo.
—Cálido. Eres muy cálido. —La voz del alfa estaba muy ronca, tanto que hacía que Jungkook se excitara aún más.
—Muevelo alfa. —pidió. —No dejes de moverlo. Se siente tan bien...
"Se sentirá aún mejor, Omega"
El alfa estaba gruñendo, quería estar ya en su interior, quería sentir como sus paredes anales se abrían solo para él, sentir lo cálido y estrecho que era, sentir todo el interior del omega.
—Mete otro... Quiero sentir tus dedos, Tae- ¡Alfa! — apretó sus manos cuando los dedos de Taehyung tocaron su prostata.
— ¡Si!
Jungkook era un desastre, tenía su cabello pegado en su frente gracias al sudor, estaba lubricado más de lo normal y se sentía tan sensible.
—Quiero tenerte dentro ya... Ya estoy listo...
Entonces algo pasó.
La alarma de Jungkook comenzó a sonar haciendo eco en sus oídos.
Se levantó de golpe, sentándose en la cama, miró con mucha molestia a la alarma, la cual tenía un sonido bastante irritante, llevó sus manos a su entrepierna, estaba mojado, pero no solo sus bragas, si no sus piernas y las sábanas.
El nunca se mojaba así, solo cuando estaba en celo se humedecía un poco, pero no en otra ocasión y nunca así.
Era la primera vez que tenía un sueño húmedo, se sentía tan apenado con él mismo, tenía su cara roja, llevó sus manos a su cuello, justo en donde Taehyung le había tocado en su sueño, aún podía sentir su tacto, flexionó sus piernas y apoyó sus manos en sus rodillas, aún tenía su mano en su cuello. Analizaba todo lo que había pasado en ese sueño. ¿Cómo vería a Taehyung en unas horas? ¿Con que cara? Quería que la tierra se lo tragara en ese mismo instante, podía disimular que nada había pasado pero, no era para nada bueno disimulando las cosas, se quería reír de él mismo, por estar comportándose como un niño adolescente que tenía sueños húmedos con su Crush, pero, Taehyung no era su crush, para nada lo era, ni siquiera se le hacía atractivo o quizá si pero no quería admitirlo en voz alta.
Su omega era otra cosa, su omega se sentía tan bien por haber soñado con el alfa de lindos ojos, bueno, su omega siempre se comportaba de una manera totalmente diferente a él.
Olvidó todo ese círculo de incomodidad en su mente y se estiró para poder apagar el ruido de la alarma. Aun no quería levantarse de la cama, quería poder estar en ella todo el maldito día, se levantó de la cama con mucha pereza, fué directo al baño en donde se lavó su cara, cepilló sus dientes y se metió a bañar, salió con una toalla alrededor de su cintura, aún tenía un poco su cuerpo mojado, eligió ponerse un pants color gris con un suéter color azul claro, al final se puso sus Vans negras favoritas.
Terminó de arreglar sus maletas, ya que el día anterior no había tenido tiempo, trató de llevar solamente lo necesario, suéteres del doble tamaño de su cuerpo, pants super calientes, zapatos y más zapatos y su ropa interior eso era todo, no era como los demás omegas que llevaban miles de prendas para llamar la atención de los alfas ni tampoco maquillaje, él no lo necesitaba.
Siete con once minutos.
Siete con once minutos.
—Conocere el castillo de Taehyung.
"Nos quedaremos ahí. Así podemos aprovechar para hacer lo que estaba pasando en tu sueño"
—No. No. No.
"Yo sé que tú quieres"
—Estás muy equivocado, lobo calenturiento.
"No lo creo, cariño. Los últimos días has estado con el cuello de lado, como si quisieras que lo oliera o simplemente lo vea"
—En ningún momento puse el cuello de lado, eres tú quien me hace hacer ese tipo de cosas.
"¡Siempre me echas la culpa de todo! ¡Protesto!"
—¡Jungkook! —alguien gritó desde la planta baja,
—¡Taehyung ya llegó por ti!
"Quizá quieras decirle sobre el sueño, tal vez él también ha soñado cosas así"
—Dios no y más te vale que te comportes, lobo entrometido.
—¡Bajo en un minuto!
"Eso significa que tardarás más de un minuto"
Cerró su maleta de golpe, tomó las dos pequeñas maletas que había hecho, bajó con mucho cuidado las escaleras, las cuales se le estaban haciendo infinitas. Iba a la mitad cuando escuchó como su madre hablaba con Taehyung sobre como estaba y de más, estaba más que encantada con él.
—Te ayudo —el alfa tomó una de las maletas que tenía el omega.
—Gra-gracias. —genial, ahora iba a empezar a tartamudear. Trató de sonreír para disimular.
—No has desayunado nada,—le dijo su madre.
—Taehyung, puedes comprarle algo en el camino por favor, se marea cuando no desayuna.
—Claro. De hecho yo tampoco he desayunado.
—Gracias —la omega sonrió. —Adiós bebé, te voy a extrañar —Jungkook le sonrió, unas pequeñas arrugas se formarán al costado de sus ojos.
—แค่ไม่กี่วันแม่ (Solo serán unos días, mamá).
—De todos modos te voy a llenar de muchos besos —la mujer agarró la cara de Jungkook con ambas manos y comenzó a llenarlo de besos por todos lados, haciendo que se riera un poco, le gustaba que su madre siempre lo llenara de muchos besos, de alguna manera lo encontraba muy tierno.
—Ya tenemos que irnos, mamá. —le dice en medio de las risas. —No. No llores, me harás llorar también a mí, solo me iré por unos días. —La omega se limpió una lágrima que se estaba deslizando por su mejilla.
Taehyung y Jungkook salieron de la casa, dejaron las maletas en la parte de atrás del auto. Jungkook estaba tratando de no ponerse nervioso, en serio que lo intentaba, a tal grado de aguantar un poco la respiración para después soltar todo el aire de un solo golpe; tenía miedo de mirarlo a los ojos.
El omega se sentó en el asiento del copiloto, trató de distraerse mirando por la ventana, había comenzando a llover, el vidrio estaba lleno de pequeñas gotas de agua, las cuales miraba con mucha diversión e hizo una pequeña carreta de gotas con las puntas de sus dedos.
Había un silencio incómodo en el ambiente, o al menos lo era para él que estaba en el asiento del copiloto.
Dejó salir su aroma de uva.
La actitud del alfa cambió de repente. —¿Estás nervioso?
—Para nada.
—Lo estás.
—Quizá un poco.
—¿Por qué?
"Nada en realidad. Solo que tuve un sueño demasiado húmedo contigo, en donde yo estaba completamente sumiso para ti"
—¿Puedo asesinarte, lobo chismoso?
—Por el viaje —le dice al fin al alfa, —no creo que le agrade a tus padres. Suelo ser muy infantil, ya te lo dije.
—Ellos te amaran. Incluso más que a mí.
—Todos me aman.
—Apuesto que si. Todos te aman.
—Olvide reservar una habitación en un hotel y...
—Te puedes quedar en mi "castillo"
Jungkook comenzó a reír, le agradaba mucho cuando Taehyung usaba la palabra castillo para referirse a su casa, justo como lo hizo él desde un principio.
—Espero que pongan una alfombra roja cuando lleguemos, también espero un bufete súper rico y caro ¡Oh! ¿Tienes bandejas de plata en tu casa o son de oro?
El alfa se rió entre dientes. —Me encargaré de que todo esté como quieras Omega. ¿Sigues estando nervioso?
—Solo un poco, ¿en qué parte de Tailandia vives?
—La casa de mis padres está en Bangkok, pero la sede de la empresa queda en Chang Mai.
Justo como en el sueño.
Cerró sus ojos y respiro profundo.
—Eso es genial —quiso sonar emocionado, —¿me darás un tour?
—Por supuesto.
Taehyung estaba muy emocionado por pasar unos días con Jungkook, quería pasar la mayor parte del tiempo con el omega, escuchando su risa por horas y horas, quizá días enteros, verlo arrugar su nariz cuando olía el polvo o cuando su nariz estaba muy cerca del alfa, oliendo su aroma.
Pasaron a comprar unas hamburguesas para ir comiendo en el camino, Jungkook parecía un erizo comiendo, inflaba sus mejillas cada vez que daba un mordisco, era todo un bebé. Taehyung por su parte, comía cuándo había un semáforo en rojo, miraba de reojo al omega de vez en cuando, trataba de disimular su emoción lo más posible. Hubo una ocasión en que sus manos se tocaron, cuando los dos querían tomar las papas fritas que estaban en el porta vasos, tanto el alfa como el omega se sonrojaron.
El alfa definitivamente no iba a dejar ir al omega, cada vez más le gustaba, se estaba volviendo loco, loco por ese omega tan bonito.
¿Quien no quedaría loco por Jungkook?.
"Amo su aroma de vainilla y chocolate" —Dice su alfa.
—Yo también.
"Ambos sabemos que él quiere que estemos en su cuello. Puedo sentirlo"
—Lo haremos muy pronto.
Sintió como su alfa aullaba de deseo por oler el cuello del omega, las ganas de parar el coche en ese momento y hacerlo eran muchas, pero no quería ponerlo incómodo, no quería que él se sintiera intimidado cada vez que estaba cerca suyo.
Estaban casi llegando al aeropuerto.
—Para.
—¿Cómo dices?
—¡Detén el auto!
El alfa frenó de golpe, Jungkook abrió la puerta del auto para poder vomitar a gusto, el alfa lo vio y corrió hacia él, lo agarró de la espalda, dándole leves caricias, diciendo palabras que lo estaban calmando. El omega comenzó a llorar de repente, haciendo que el alfa se alarmara aún más; no sabía que tenía que hacer, si decirle que se metiera al auto para que hablarán tranquilos o simplemente consolarlo en medio de la carretera, para que las personas que pasaran los vieran y pensaran que eran unos locos.
La segunda opción no era tan mala.
—¿Qué pasa?— lo ayudó a ponerse de pie, aún estaba llorando e hipando.
—Háblame por favor Omega bonito.
—Solo me sentí mal, no pude dormir en toda la noche porque estaba anotando cosas importantes de tu empresa, para no llegar y hacer el ridículo, no quiero que tus padres le digan a los míos el mal trabajo que hice, fue por eso que vomité, mi estómago estaba revuelto desde que salimos de mi casa, pero no le quise decir nada a mi madre porque ella se iba a preocupar mucho. —el alfa lo acunó en sus brazos y Jungkook aprovechó para oler ese aroma que tanto había deseado cerca.
—Estoy tan nervioso.
—Cariño, ellos te amaran, no tenías por que desvelarte toda la noche y solo dormir una o dos horas. —siguió acariciando su espalda.
—Cuando te sientas mal dime, estoy aquí para cuidarte y protegerte ¿me dejas cuidar de ti, omega bonito? —Jungkook asintió.
—Me gustan tus abrazos. —murmuro contra el pecho del alfa. —Me gustan porque encajan muy bien en mi. — era el lobo de Jungkook quien estaba hablando en ese momento, Taehyung lo sabía, lo notó cuando sus ojos se hicieron de un color dorado, supo entonces que el lobo se había hecho presente, no había parado de ronronear en su pecho, mostrando un poco su cuello para que el alfa enterrará su nariz en el.
—Lo siento... No sé que pasó. —Jungkook recuperó el control y se separó del Alfa.
—¿Ya estás mejor?— preguntó, sujetandolo de la cadera.
—Eso creo —soltó un poco de aire, —vayamos al auto.
Antes de que volvieran al auto, Taehyung le dio un beso en la mejilla, para ver si así su lobo se mantenía tranquilo. Al parecer funcionó, el omega sonrió una vez que se alejó un poco de él. A esas alturas ya había olvidado completamente el sueño que había tenido en la mañana, ahora estaba muy atento al alfa, quien iba conduciendo, mirando la carretera.
El silenció en el auto ya no era incómodo, más bien era algo tranquilo, Jungkook aprovechó para poner su cabeza en la ventana, cerró un poco sus ojos, estaba muy cansado.
Cuando llegaron al aeropuerto se bajaron de inmediato, había un chófer esperándolos para llevarse el auto.
Jungkook recargó su cabeza en el hombro derecho de Taehyung, este no dijo nada, solo dejo que descansara un poco.
"Hay muchas cosas que pueden hacer, ahora que están solos" insistió el lobo.
✷✷✷
El vuelo resultó ser muy cansado. Jungkook se durmió en todo el vuelo y como resultado le dolía su cuello. En todo el tiempo que duró el vuelo, Taehyung no se había separado de él, si el omega quería ir al baño, lo acompañaba y lo esperaba afuera, recargado en la puerta para que nadie le hiciera algo. El omega lo miraba muy divertido, su lado posesivo y controlador le resultaba gracioso.
Cuando llegaron a Bangkok, ya estaba un auto esperándolos, dejaron las maletas en la parte trasera del auto y se encaminaron a la casa de la familia del alfa. Jungkook iba viendo las calles de la ciudad, miraba todo con mucha diversión y de vez en cuando soltaba leves risitas cuando veía algo que le gustaba, Taehyung ibas explicándole todo sobre la ciudad, lo cual agradecía mucho.
Taehyung le prometió que harían un tour e irían a Chang Mai y a las playas de Phuket.
La casa de la abuela de Taehyung quedaba casi en las afueras de Bangkok. Cuando llegaron a la casa quedó realmente encantado, en definitiva Taehyung vivía en un castillo, era como si hubieran juntado tres o cuatro mansiones y las hubieran hecho solo una.
El color de la fachada era un crema muy claro, las persianas de las ventanas estaban pintadas de un color café bajo, había una gran puerta francesa en la entrada y algunas macetas colgaban de la pared. Jungkook quería quedarse en esa casa por el resto de su vida.
El jardín era una cosa muy diferente, había dos fuentes en frente; la primera tenía dos pisos, en el primero habían tres ángeles sosteniendo al segundo piso, en donde estaba un ángel más grande mirando hacía abajo. La segunda era totalmente diferente, tenía tres pisos, en donde el agua caía despacio, está no tenía figuras de angeles, su diseño era hermoso, de un color blanco.
El pasto era totalmente verde, las flores que había en el jardín se hicieron notar. El omega pensó en que quizá la casa se veía más grande por dentro o quizá por la parte de atrás, parecía sacada de una película de millonarios.
—Ya ví por qué dijo que mi casa era pequeña. Murmuró en sus adentros.
Y era verdad, la casa de Jungkook era un mansión, pero se quedaba pequeña al lado de la casa de Taehyung.
A medida en que se iban acercándose más a la entrada, pudo ver cómo había una pequeña alfombra roja en la entrada, frunció el ceño y miró a Taehyung de reojo el cual lo miró con una sonrisa burlona.
La casa por dentro era de un tono blanco, había varios cuadros con fotografías colgados en las paredes, fotos de Taehyung, su hermana, sus padres, abuelos y de todos los miembros de la familia juntos. Las fotos de Taehyung como adolescente eran las más graciosas, había de todo tipos de fotos, había una en donde estaba lleno de pastel haciendo una cara muy graciosa, Jungkook quería robarlas.
—Tae bebé. —se escuchó una voz femenina. Era la madre de Taehyung, la mujer era un poco más baja que él, solo por unos cuantos centímetros. —No escuché cuando llegaron, lamento haberlos hecho esperar.
—Recién llegamos, mamá. —el alfa le dio un pequeño beso en la mejilla a la omega.
—Tú debes ser Jungkook, eres muy bonito. ¿Ya viste Taehyung? Jungkook es muy bonito — alzó ambas cejas en dirección a su hijo,—mi hijo no ha dejado de hablar de ti, me marca todos los días contándome lo maravilloso que eres con los números y me dijo que sabes hablar tailandés, mandarín, inglés y coreano, es genial eso, eres bonito e inteligente. ¿Tienes hambre? Fue un viaje pesado, vayamos a comer...
—Mamá —murmuró él alfa.
—No me interrumpas, cachorro.
—Me siento halagado de que Taehyung siempre hablé de mi —le sonrío, —y si, fui a cursos para saber idiomas desde niño. Me temo que ya hemos comido en el avión. —culmina apenado. —No me dijiste que tu mamá estaba embarazada, le hubiera traído un regalo.
—Ni yo sabía que estaba en estado.
—Taehyung ha estado fuera de Tailandia desde hace mucho tiempo, casi nadie sabe que estoy en estado de nuevo, solo ustedes dos, mi hija y mi alfa.
—La próxima vez que venga vendré con un regalo para el bebé. —dice muy emocionado.
"Así que quieres regresar"
—No es necesario, Cariño.— dice. ¿แค่ไม่กี่วันแม่? (¿Desde cuándo hablas Tailandés?)
—ตั้งแต่ผมเป็นเด็ก,มันเป็นภาษาแรกที่ผมได้เรียนรู้ผมจำไม่ได้ดีจากสิ่งที่อายุ (Desde niño, fue el primer idioma que aprendí, no recuerdo bien desde que edad)
—Incluso el acento te queda muy bien.
—Muchas gracias señora Kim.
—Cariño, puedes llamarme mamá o Hyeji si te es incómodo —la mujer volvió a sonreír. —¿Ya sabés en donde te quedarás? ¿No? Estás de suerte, aquí tenemos más de una habitación, Taehyung te llevará a la tuya, iré a preparar galletas para después ¿tomas té? te haré una taza para después, —dicho esto, desapareció por la puerta de la cocina.
—Parece que le agrado.
—Ella te amó, de milagro y no te llenó de abrazos y besos. Ven, vamos a tu habitación, dame tu maleta.
—Yo puedo con ella, Taehyung.
—No parece ¿me das tu maleta por favor, omega bonito?
—¿Usarás tu voz de mando si no te la doy? —le dice, tímido, como cualquier Omega ese era su mayor temor, verse sublevado a la voluntad de un alfa que usara su voz de mando para dominarle.
—No...No como crees, yo jamás haría algo asi. ¿Por qué piensas eso?
—Porque todos los alfas lo hacen, Taekyun, lo cual resulta ser muy injusto o al menos para mí al ser omega ¿crees que me veo como a alguien que le gusta que usen la voz para dominarlo? No, no lo soy. No me veo bajando la cabeza cada vez que usan la voz en mi, así no soy yo. — no parecía molesto al hablar —Así que si no te molesta, me llevaré yo mi maleta a la habitación, no soy un Omega débil ni sumiso que te quede claro.
—Esta bien. —Taehyung le dio una mirada tranquila. Él jamás había usado su voz en nadie, no se sentía con el derecho de hacerlo, no era como los demás alfas que querían hacer ver lo fuertes que pueden llegar a ser, al igual que a Jungkook, se le hacia algo injusto.
—Esta bien —volvió a murmurar.
Comenzaron a subir las escaleras, no tardaron mucho en llegar al segundo piso, el cual estaba lleno de habitaciones; era muy diferente ese piso, a la parte de abajo, este tenía pocas luces, lo que hacía que se viera un poco oscuro.
—Mi habitación es la que esta al final del pasillo, la tuya estará a un lado de la mía, si no te gusta puedes cambiar a otra, todas son diferentes. —Trataba de seguirle el paso a Taehyung, pero el peso de la maleta ralentizaba su camino.
—Tus padres tienen un buen gusto.
—Así es.
La habitación era muy linda; la cama estaba totalmente hecha, las cortinas blancas transparentes estaban amarradas con un pequeño nudo, dando paso al balcón que tenía la habitación, un armario color café estaba ubicado en una esquina, a un lado de la cama estaba una mesa de noche de vidrio y madera. Se le hizo muy raro dormir en otra habitación que no fuera la suya.
—Me gusta.
El alfa se abrió paso a la habitación. —Puedes poner tus cosas en el armario o en donde quieras, siéntete cómodo de ir a la mía si necesitas algo o no te gusta algo. En las noches no hace frío, hay calefacción, puedes poner el nivel que tú quieras de este botón — señaló el botón que estaba en la parte superior, cerca de la puerta, — hay almohadas extra en el armario al igual que sábanas y jabones o cualquier otra cosa que necesites.
—Gracias. Es raro dormir en una cama que no es la tuya, tendré que acostumbrarme.
—Puedo pedir que manden a traer tu cama. —bromeó.
—Ya tengo suficientes excentricidades con la alfombra roja que está afuera. —Taehyung soltó una gran carcajada.
—Solo falta la bandeja de plata.
—Espero comer en ella.
—¿Quieres que vayamos a ver la ciudad o quieres primero desempacar? — preguntó el alfa.
—Puedo desempacar después. ¡¿A dónde iremos?!
—A donde quieras ir.
—¡Vayamos a un templo, nunca he ido a hacer méritos —espetó emocionado.
—Vayamos allá.
—Me cambiaré de ropa, a algo más apropiado.
—Ire entonces a preparar las ofrendas.
El omega corrió hacia su maleta y después fue al baño, Taehyung no pudo evitar mirar el trasero del omega, se sentía como un acosador por mirarlo así, pero en su defensa la carne es debil.
Jungkook salió vestido con un suéter color gris con el gorro negro, acompañado con un pantalón negro que se ajustaba a sus piernas y glúteos, se veía realmente tierno, no parecía de veinticuatro años, si no de diecinueve, su cara era muy tierna y delicada.
El alfa miraba cada detalle del omega, Jungkook estaba acomodando su suéter, sacudía cuando veía una pelusa o algo. —¿Qué? ¿Qué tengo?
—Nada. Solo que eres muy bonito... Y ese suéter te sienta muy bien. — dice el alfa atontado. —Muy bonito.
Jungkook se sonrojó. —Ve por tu auto, Taekyun y no olvides las ofrendas.
—Ire por ello, Jungoom.
—¡No me digas así!
—No te quejes, tú me dices Taekyun — quería tomarle una foto a la cara que tenía Jungkook en ese momento.
—Porque tu nombre me es difícil de recordar.
—¿En serio? —enarco una ceja.
—Si. Ya ve por el auto, bajo en un momento.
Jungkook bajó segundos después, se despidió de Hyeji con un beso en la mejilla, Taehyung le comentó que su padre llegaba hasta la noche, así que hablarían con el en la cena y se pondrían al corriente con la empresa.
—¿Ya habías venido a Bangkok? —trato de hacer conversación.
—Solo una vez, cuando tenía cinco, pero no tuve oportunidad de salir ya que solo habíamos venido por dos días, uno para que mi papá trabajara y el otro era en donde nos íbamos.
—Bueno, ahora es tu oportunidad.
—Asi es. ¿Por qué tu madre dijo que te fuiste de Tailandia hace mucho?
—Trabajo. Casi un año que no los veía, mi casa está en Daegu, en Corea, es incluso más pequeña que la de mis padres.
—Creí que vivías aquí.
—Antes si. Pero también necesito privacidad.
—Mi mamá se rehusa a que vaya a un departamento, a pesar de ser mayor me trata como a un bebé. Además me agrada estar aún con ellos, la soledad y yo no somos muy buenos amigos.
—Hyeji también se puso como loca cuando le dije que me iría a vivir solo y en Corea, pero al final entendió, cuando recién me mudé, los llamaba llorando todos los días, después tres veces a la semana y después una, ellos entienden que la empresa ocupa mucho tiempo y la cede de Corea necesitaba alguien de la familia que la dirija.
—Ya. ¿Por qué no te quedaste en tu casa de Daegu?
—Quiero estar cerca de ti, no lejos.
—Siempre tan directo —Taehyung sonrió.
—¿No saldrás con tus amigos o algo? Si quieres puedes ir con ellos, yo puedo quedarme en la empresa, no me molesta.
—No quiero pasar el tiempo con ellos, quiero estar contigo.
—Te aburrirás conmigo.
—Jamás. Me divierto contigo y se que te gustan mis chistes.
—Tus chistes son muy malos, pero me rio para no hacerte sentir mal.
—Touche.
—Si fueras comediante te morirás de hambre, —Taehyung lo golpeó levemente en el hombro
—¡Es broma! ¡No te enojes!¡Eres todo un dramático!
—Trataré de contar chistes que den risa.
—No los busques en Google.
Siguieron el camino hacia el templo, entre risas y bromas. Jungkook no dejaba de decirle que sus chistes eran muy malos y Taehyung siempre le decía sus chistes malos, para escuchar como se reía de ellos por ser tan malos.
El olor a tierra húmeda y vainilla con chocolate se mezclaron en el auto, forma do un aura de tranquilidad y paz. Estaban pasando un buen tiempo en el auto. Habían tomado confianza muy rápido, tanto que rozaban sus brazos para después ponerse a reír como unos locos.
Cuando llegaron al templo, aparcaron el auto en un estacionamiento público. Taehyung aprovechó para comprarle un helado de vainilla, parecían una pareja de enamorados, quizá ellos estaban completamente enamorados, solo que aún no lo sabían. Se tomaron de las manos con mucha naturalidad, sus manos encajaban perfectamente, era como si, sus manos hubieran sido hechas para que las entrelazaran.
Iban caminando muy felices, se podían escuchar los cánticos de los monjes budistas, se veian parejas tomadas de las manos arrodilladas dejando sus ofendas. Todo era muy diferente a Seúl, las calles, los edificios, absolutamente todo.
Jungkook le dio un poco de su helado a Taehyung, embarrando un poco su nariz, el alfa trató de quitar el helado de su nariz con su lengua, pero no pudo, así que terminó haciendo una cara muy graciosa, Jungkook rió ruidosamente y cuando un monje se les quedó viendo de mala manera comenzó a correr, detrás de él iba Taehyung, estaba apunto de caerse por ir corriendo, pero el alfa fue muy rápido en agarrarlo por la cintura, para así poder evitar que el pequeño cayera al suelo, el omega comenzó a reír en el cuello del alfa, ocasionandole cosquillas. —Nos echarán por escandalosos.
El omega se iba a separar del alfa para seguir corriendo, pero sus pies se enredaron y los dos cayeron al suelo, algunas personas los miraron muy divertidos, incluso ellos mismos se rieron, el omega estaba sobre el alfa, con una sonrisa en su rostro.
—Oops.
—Hola.
Sus caras estaban muy cerca, tanto que sus respiraciones se mezclaban.
—Torpe —dijo el omega,
—soy muy torpe. —Se pusieron de pie y sacudieron sus prendas de ropa.
—Eres lindo, no torpe.
"¡Besalo!"
—Muy lindo.
—No, soy torpe. —le contradijo.
—Lindo. Lindo. Lindo. — enterró su nariz en el cuello del omega, — lindo y con un aroma relajante.
"Márcalo con nuestro aroma" le pedía su alfa a gritos.
Jungkook estaba dejando que oliera su cuello, era el primer alfa que olía su cuello, no sé sentía incómodo, al contrario se sentía muy cómodo y tan bien, tan correcto y bueno.
—Vamos a hacer méritos — le murmuró en el cuello.
—Eso puede esperar.
—Vamos antes de que te marque con mi aroma y me odies por eso.
"Márcanos con tu aroma, Alfa"
—Hazlo.
—¿Estás diciendo eso tú o tu lobo? —le cuestiona.
—Los dos. Deja tu aroma en mi.
Taehyung frotó su barbilla en el cuello de Jungkook, dejó varios besos en él. El omega trataba de no dejar escapar ningún sonido, el alfa pasó a besar su frente, su nariz y al final su barbilla, frotando un poco su pecho con el de Jungkook, dejando así su fuerte aroma en el cuerpo del omega.
Le gustaba.
—Ahora podemos ir a hacer méritos.
Volvieron a entrelazar sus manos, caminaron hasta la entrada del templo en donde había muchas personas dejando sus ofrendas.
Había un monje omega que estaba contando recibiendo las ofrendas y dando sus bendiciones, —todos estaban muy concentrados orando, hacían fila para entregar sus ofrendas al monje
—Dame las ofrendas —murmuró Jungkook.
—¡Taehyung!
—¿Mmm?
—Que me des las ofrendas, quiero entregárselas yo —hizo un puchero.
Jungkook tomó la bolsa con las ofrendas y espero su turno hasta que el monje se acercó.
—¿Una pareja que viene a recibir bendiciones para su cortejo? —preguntó el monje, pero no espero a obtener una respuesta de parte de ellos y sin más comenzó con sus oraciones y mantras.
—Esto es muy bonito, Taehyung. —comento una vez que el monje hubo terminado y lo abrazó.
—Me alegra haber venido aquí contigo.
—Y lo es aún mas porque nunca había venido a hacer méritos con otro Omega, Jungkook se sonrojo y prefirió desviar la conversación.
—He escuchado que de noche se ve muy hermoso.
—Asi es. Es muy lindo, más porque las luces reflejan muy bien las estatuas de Buda que están ahí, podemos ir cuando esté oscuro ¿si?
—¡Claro que sí! ¿A dónde iremos ahora?
—¿El mercado de Mae Klong?
—¡No sé que sea pero vamos! — jaló la mano del alfa, —¿por dónde es?
—Deberíamos ir por el auto, tus pies te van a doler en la mañana si vamos caminando.
—Taehyung, cuando estás de turista no vas en auto, vas caminando, además, te tengo a ti para que me des un masaje en mis pies.
—No, cuando el lugar queda demasiado lejos, aunque igual te puedo dar el masaje en los pies si así lo quieres.
En ningún momento se dejaron de agarrar las manos, ni siquiera en el interior del auto, Jungkook se compró una botellita de agua, ya que sentía su garganta algo seca, le compartió un poco a Taehyung, quien aceptó muy gustoso tomar de la misma botella que él, no se le hizo asqueroso, más bien no le tomó importancia que el alfa tomara de la misma botella, lo conocía y sabía que el no tenía nada malo en su cuerpo.
Namjoon no había dejado de llamar a Jungkook, estaba insistiendo a cada segundo, el Omega no le tomó mucha importancia, pensó en regresarle la llamada cuando volviera a la casa de los Kim, aunque si tenía un poco de intriga por saber el por qué su amigo lo había estado llamando y llamando sin dejar de insistir, quiso pensar positivo, que seguramente le llamaba porque quería saber cómo estaba el viaje o las cosas con Taehyung y la familia Kim. Después de un largo rato, dejó de llamarle y fue cuando Jungkook se calmó un poco, concentrándose en la ciudad.
Siguieron el recorrido, Jungkook pensó en que quizá el lugar estaba al otro lado de la ciudad, quería pedirle a Taehyung que se detuvieran un momento para que descansaran, pero le daba mucha pena decirle.
—Taehyung, ve más lento, quiero ver la ciudad .
—Estoy conduciendo muy lento, incluso más lento que la señora mayor que está por allí.
Llegaron al mercado de Mae Klong, que estaba situado en las vías de un tren, aquel era conocido como mercado desplegable, ya que los locales eran los vagones de un antiguo tren en desuso.
—¿Que venden en este mercado?
—Bueno es uno de los lugares más turísticos en Bangkok y venden los mejores mariscos en toda Tailandia.
—Todo esto es muy lindo — miraba todo con entusiasmo, —¿Podrías tomarme una foto aqui?
Taehyung tomó el teléfono de Jungkook y le tomó la foto.
—Será mejor que vayamos ya a recorrer los demás puestos, ya se está poniendo de noche y pronto cerrarán el mercado.
Aun había personas tomandose fotos y más fotos, en todo el recorrido.
—Tenías razón, si es hermoso de noche. Dios, desearía quedarme en Bangkok por siempre.
—Puedes quedarte conmigo.
Hay apartamentos muy lindos aquí.
—Nah, me quedaría en tu castillo, me sale gratis. — ambos se rieron.
—Ven.
Caminaron entre la gente hasta llegar al centro del mercado.
—Creo que estoy aprendiendo más contigo que con el mejor guía de turistas.
—En fin, es hora de volver a casa.
—Tengo sueño y hambre.
✷✷✷
La cena estuvo muy tranquila, habían aprovechado para hablar sobre la empresa y sobre otras cosas. Jungkook había comido a morir, tanto que ahora mismo se sentía muy lleno y con ganas de vomitar toda la cena.
Él y Taehyung estaban subiendo las escaleras para irse a sus respectivas habitaciones, ambos estaban tan cansados que en cualquier momento iban a quedarse dormidos.
—¿Dormirás ya?
—Tengo que llamarle a una amigo. ¿Quieres pasar? —el alfa asintió.
Ambos se acostaron en la cama, mientras que Jungkook buscaba el número de Namjoon.
—¡Jungkook!
—No es necesario gritar. —Había llantos del otro lado de la línea. —¿Estás bien? ¿Qué pasa? ¿Namjoon?
—Jungkook... Yo... No quiero que te pongas mal... Me duele no poder estar contigo ahora mismo, porque no te va a gustar nada de lo que tengo que decirte.
—Namjoon me estás asustando. —Su amigo seguía llorando, parecía no poder controlar su llanto, a lo lejos escucharon las voces de Jimin y Hoseok, toda esa situación le estaba dando una mala espina.
—Jungkook... Tu madre está en el hospital.
En el hospital...
Ella no puede estar en el hospital.
El teléfono cayó sobre la cama y Jungkook simplemente vio todo negro.
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