Capítulo 19
No podía negar que estaba muy, muy nervioso, tenía su piel de gallina y sus pelos erizados, no dejaba de morder sus uñas y de menear sus pies de un lado a otro sin dejar de hacerlo, sudaba más de lo normal y quizá estaba actuando extraño.
Quería irse.
Tan solo salir del departamento para tomar un poco de aire fresco, quizá eso lo iba a calmar un poco o quizá lo iba a poner aún más nervioso.
Quería llorar, pero no sabía si de desesperación o simplemente de tristeza, tal vez todo esto se debía al embarazo, ya estaba en la etapa de los cambios de humor.
Su lobo era una cosa aparte, parecía estar muy tranquilo, como era de costumbre, y alegre, suspiraba muy feliz y ronroneaba cada vez que sentía el aroma del alfa, podía sentir como este se estiraba y dejaba salir esos bostezos de cansancio o cuando este estornudaba como si fuese un gatito, en pocas palabras, su lobo parecía estar muy ansioso por lo que iba a pasar en unas horas.
Tomó un baño con jabones con aroma de chocolate que Taehyung tenía por ahí, incluso se atrevió a ponerle un poco de color al agua, puso unas cuantas velas alrededor y se quedó ahí por un buen rato, pero nada de eso logró quitar los nervios que tenía.
Ya estaba todo preparado.
Había velas en todo el departamento, pero estas estaban apagadas, también las luces amarillas estaban apagadas, habían decidido prenderlas solo de noche y técnicamente el departamento tenía esa aura de estar muy triste y vacío.
Voy a ser marcado. Tragó saliva. Voy a ser marcado en unas horas.
Un alfa, mi alfa pondrá su marca en mi cuello y estoy nervioso por eso.
¿Todos los omegas se ponen así cuando están a punto de ser marcados?
O quizá soy un omega raro.
Escuchó los constantes bufidos que su lobo soltó.
—Pronto tendremos una marca.
"Hemos llegado muy lejos
¿Alguna vez te imaginaste llegar hasta aquí?"
—No, definitivamente no. Nunca pensé que llegaría a tener un alfa, si mal no recuerdo, habíamos descartado esa idea.
Suspiró.
No tardó en salir de la tina, tapó su cuerpo con una toalla blanca y rasposa, después se acostó así en el nido, en su nido. El aroma de su alfa no tardó en llegar a sus fosas nasales, eso fue lo que logró calmarlo por completo.
Se quedó ahí acostado, con solo la toalla cubriendo su cuerpo, tenía frío, el nido se sentía frío cuando Taehyung no estaba con él, pero aun así no dejaba de ser protector. Amaba su nido, era perfecto y solo de él.
Tomó su teléfono y llamó a Namjoon. Esperó a que su amigo se dignara a responder.
—¡Hola! —ese grito casi revienta su oído, —¡creí que ya no volverías a llamar!
—¿Por qué creíste eso? — preguntó. Dio varias vueltas en el nido hasta quedar en una posición más cómoda.
—No lo sé, solo lo creí. ¿Cómo estás?
—Bien. Sí, creo que estoy bien.
—Eso no suena para nada bien.
—¿Tú cómo estás?
—Agotado, muy agotado — sí, se le notaba por la forma en que estaba hablando. —Mis omegas consumen la mayor parte de mi energía, son muy tercos juntos.
Ríe.
—A veces se susurran cosas entre ellos y me miran con tanta malicia. ¡Me hacen bromas!
—Son las consecuencias de tener dos omegas, no te quejes.
—No me estoy quejando. Pero, en fin, ¿por qué llamas?
—¿No puedo llamar a mi amigo favorito? —aguantó su risa, incluso se tapó un poco la boca con su mano libre.
—Ajá sí. Seguramente Taehyung no está contigo y por eso me llamas.
—Estás en lo cierto.
Sabía que ahora mismo Namjoon tenía cara de estar indignado.
—También porque quiero decirte algo.
—Dime.
Aclaró su garganta, lo hizo dos veces.
—Jungkook, debes dejar ese silencio incómodo —lo oyó decir, —haces que me ponga nervioso. Solo dilo de golpe.
Está bien, se le digo de golpe.
—Taehyung me marcará en unas horas —habló rápido, se sorprendió de no haberse trabado al hablar.
—En serio! —gritó, —Dios mío, deja que me agarró de la silla antes de que me caiga al piso por la emoción.
Jungkook comenzó a reír por eso.
De la otra línea comenzaron a escucharse ruidos extraños.
—Espera... ¿estás saltando? —preguntó.
—¡De la emoción! —exclamó su amigo. —Deja que me emocioné, jamás pensé que este momento llegaría.
—No es para tanto...
—Ay no, espera, deja les digo a mis omegas.
—Namjoon, no vayas a...
—¡Hoseok y Félix, vengan acá. Jungkook está a punto de ser marcado! —gritó —¡luego terminan de hacer eso, vengan!
Jungkook tuvo que despegar el teléfono porque los gritos eran muy fuertes.
"Siempre ha sido muy gritón"
—Lo sé. Parece que no puede hablar sin gritar.
Pobres de Hoseok y Félix, tienen un alfa gritón.
—¿Jungkook? ¿Sigues ahí? —preguntó su amigo.
—Sí, sigo aquí —rodó los ojos, divertido.
—Te pondré en altavoz para que hables con Hoseok y Félix.
—Bien.
—¡Jungkookie! —exclamó Hoseok, —primero dices que estás en estado y ahora que en unas horas tendrás una marca. Eres una cajita llena de sorpresas.
—Es un omega travieso —fue imposible no notar la voz de Félix.
—¿Ya sabes qué es?
—No, aún no sabemos.
—Tienen que venir o nosotros iremos a verlos. ¡Ya quiero verte todo llenito por el embarazo!
—Hoseok, no grites —Namjoon lo regaño.
"Él es muy gritón y no deja que sus omegas griten"
—Es una buena idea, Namjoon deberías llevarnos a ver a Jungkook.
—¿Tú qué piensas? —le preguntó su amigo.
—Me parece bien. Pueden quedarse en la casa de los padres de Taehyung, es grande, casi como un castillo.
—No, nada de eso, tengo dos omegas que parecen un remolino y seguro van a romper algo, nos quedaremos en un hotel.
—¡Namjoon! —exclamaron los dos omegas, —¡Nos vamos a portar bien!
—No lo harán.
—¡Ándale!
—He dicho que no.
Jungkook se sintió de más, consideró la idea de colgar y después llamarle a su amigo, ya cuando no estén peleando.
—Saben, tengo que llamarle a Jimin para darle la sorpresa, así que luego les marcó.
—No te preocupes por eso, ya le he dicho que estás en estado.
"¿Qué?"
¡¿Qué?!
—¡¿Le has dicho qué?!
—Que estas en estado, pero no te preocupes también le dije que lo mantuviera en secreto.
¿Debería sentirse aliviado por eso?
—Bien...
—En fin, te dejo para que te sigas arreglando para tu alfa.
—¡Espera, aún quiero hablar con él!
—Tiene que arreglarse, Hobi.
—¿Para qué? Jungkook ya es bonito, no tiene que arreglarse para Taehyung.
"Exacto, ya somos bonitos"
—Realmente no me estaba arreglando. —soltó de golpe.
—Oh —dijeron los tres al mismo tiempo.
—¿Cómo se supone que tengo que arreglarme? — preguntó. De un momento a otro comenzó a morder las uñas de sus dedos, estas ya estaban demasiado cortas.
—Ponte algo bonito, algo que le guste —dijo Namjoon —sabes, te dejare hablando con mis omegas, ellos tienen más experiencia en eso. Creo.
Escuchó la risa nerviosa de Namjoon.
—No lo molesten mucho —les aviso a sus omegas, —me avisan cuando ya hayan terminado —a través de la línea se pudo escuchar cómo le daba un beso a cada uno.
—¿Y bien? —preguntó, —¿qué debo ponerme para esta noche?
—Primero que nada, ¿comerán algo antes? ¿tienen algunas cosas planeadas?
—Una cena, sí.
—¿En el departamento o en algún restaurante?
—En un restaurante.
"Al parecer Félix tiene algo planeado"
—Sí, me he dado cuenta.
—¿A qué hora sale tu alfa del trabajo?
—Pues... hoy sale a las cinco, ¿por qué? —tragó saliva, estaba poniéndolo nervioso, de nuevo.
—Tienes tiempo.
—No estoy entendiendo nada.
—Yo tampoco —habló Hoseok.
—Tengo esto en mente, puedes ir a comprar algo bonito y sexy para ponerte está noche y sorprender a tu alfa, dime, ¿te gusta la lencería?
Se atragantó.
¿Cómo Félix podía decir eso con tanta naturalidad?
—Si... claro que sí.
—Entonces puedes ir a comprar un conjunto y una bata de seda, hay unas que tienen gamuza en las orillas.
Sí, sabía a cuáles batas se refería.
—Podría comprar una, sí.
Y así estuvo durante todo un rato, hablando con dos omegas que le decían que cosas debía comprar para esta noche.
Se quitó la toalla que tenía en su cuerpo y se puso algo de ropa, tan solo un suéter que era de Taehyung y que aún tenía el aroma del alfa, junto con unos pantalones grises que se ajustaban bien a su cuerpo, peinó su cabello con sus pequeños dedos y sin más se fue a comprar algunas cosas.
Tuvo que tomar un taxi, no tardó en llegar a la tienda en donde compraría su bata y algunas cositas más.
✷✷✷
¿Tenía algo en la cara o por qué todos lo miraban?
Quizá era porque, siempre gruñía cuando alguien observaba de más a su alfa, le causaba algo de gracia que algunos omegas ya le tuvieran miedo.
—Jungkook —escucho la voz de TaeJoon, —¿vienes a ver a Taehyung?
—Así es.
—Oh, es un mal momento, está en una junta desde hace dos horas, no creo que vaya a terminar pronto.
—Lo esperaré afuera — siguió su camino.
No, definitivamente no lo iba a esperar afuera.
Era raro porque algunos omegas cortaban sus pasos al verlo, unos evitaban mirarlo de más.
Esto es raro.
Ya estando en el elevador, aplanó el botón para ir al piso en donde estaba la oficina de Taehyung.
Las puertas del elevador se abrieron y comenzó a caminar hacia la oficina de su alfa, ignoraba a las personas que iban caminando a su lado, no las volteaba a ver, tenía su mirada fija en el suelo.
—No puede pasar —dijo la recepcionista, —el señor Kim tiene una junta.
Jungkook paró en seco y enarcó una ceja, mirando muy atento a la recepcionista.
—Entraré de todos modos.
Antes de que ella pudiera decir algo más, ya estaba abriendo la puerta de la oficina.
Taehyung estaba en su escritorio, tenía el ceño fruncido y sus manos enlazadas, el alfa lo miró rápido y se puso de pie, dejando de prestar atención a la omega que lo acompañaba.
—Lo siento, no me avisaron que estabas en una junta — batió sus pestañas.
—¿Nadie te lo dijo?
—No, nadie.
Taehyung sabía que no era verdad, pero de todos modos no se lo dijo.
—Puedo esperar afuera si quieres.
Por primera vez miró a la omega que estaba en la oficina de su alfa, ella tenía un vestido corto y se le pagaba en el cuerpo, tenía su cabello suelto y muy bien planchado.
—Ella es Ayank, la hija de un viejo socio —Taehyung la señaló con su palma, haciendo que ella se pusiera se pusiera de pie —Y él es Jungkook, mi omega.
—¿Tu omega? —su acento era extraño y muy marcado, —no sabía que tenías omega.
"Esa omega apesta"
—De todos modos, es un gusto Jomgkook.
—Es Jungkook, no Jomgkook.
Taehyung apretó sus labios para evitar que una risa se le saliera.
—Para mí no es un gusto — frunció el ceño, —has apestado la oficina de MI alfa con tu sucio aroma. Ya puedes irte, la junta acabo.
La omega abrió ligeramente la boca, sorprendida y posó sus ojos en Taehyung, esperando a que este le dijera algo a su omega. Para su mala suerte, el Alfa no dijo absolutamente nada.
Jungkook arrugó su nariz y la tapó con uno de sus dedos.
—Te llamaré después.
Ella se esforzó para sonreír.
—Espero que sí y me gustaría que nuestras próximas juntas sean en mi oficina, para que nadie nos interrumpa.
—A donde Taehyung va, yo voy.
—¿Dejas que se meta en conversaciones ajenas? ¿Qué clase de omega te has conseguido, Kim?
Taehyung le gruñó a la omega.
Jungkook olía a café, estaba molesto, muy molesto.
Taehyung tragó saliva.
Jungkook iba a decir algo, pero Taehyung fue más rápido y puso una de sus manos en la boca de su pequeño omega.
—No hables así de mi omega y las próximas juntas serán con tu padre, no contigo. Ya puedes irte.
Ayank se fue tan asustada como indignada.
—Jungkook, no tienen que hacer corajes... ¡Auch! —exclamó cuando el omega le mordió la mano, — ¡Jungkook!
—¿Por qué me pusiste tu mano en mi boca? —hizo una cara rara, —no lo hagas de nuevo y no quiero que te veas más con esa omega. Dejó todo su apestoso aroma en la oficina.
—Precioso...
—¡Incluso hueles a ella! — gritó, —no me gusta cuando no hueles a mí.
Taehyung lo iba a abrazar, pero él se alejó.
—No —dijo fuerte y claro — no me abraces cuando hueles a otro omega.
—Lo siento si te ofendí, Omega.
—Ven... aquí —hizo una señal con sus manos, —no te acerques a otros omegas, no saludes a otros omegas.
Jungkook puso sus brazos en el cuello de Taehyung, empezó a darle besos en la frente, frotó sus mejillas en su pecho y lo besaba por encima de la ropa. Quitó todo rastro del aroma de la otra omega, ahora solo estaba el suyo y siempre lo estaría.
Incluso la oficina se llenó con su aroma, gracias a las feromonas que este soltó.
—¿Ya estás mejor, bebé omega?
—Sí, claro que sí —le dejó un último beso, —y no me digas bebé omega.
—¿Por qué no? Eres como un bebé.
—Calla —le dio un pequeño golpecito en el hombro. —¿Era muy importante la junta?
—Sí.
—Oh —hizo un puchero, — ¿ya no verás de nuevo a esa omega?
—No.
—Buen alfa.
—¿Qué? —rio. Cargó a Jungkook y lo pegó contra la puerta, comenzó a besar el cuello de su amado omega haciendo que este solo riera a carcajadas.
—Me haces cosquillas — trataba de ocultar su cuello, pero no lo lograba.
—¿Quieres que me detenga, Jungoom?
—Sí, Taekyun.
—Bien —con mucho cuidado puso a su omega en el suelo, aunque al principio se tambaleó un poco, pero pudo tomarlo del brazo, — ¿ya comiste?
—No.
—Omega, tienes que comer.
—No me gusta comer solo, me gusta comer contigo. El bebé sintió tu falta.
Taehyung enarcó una ceja, divertido.
—¿El bebé sintió mi falta... —repitió, —o tú sentiste mi falta?
—Los dos la sentimos, alfa.
El omega hizo esto de volver a darle un golpe en el hombro al alfa, muy despacio y bromeando.
—Ven aquí, déjame besarte —atrajo al omega hacia su pecho, —no te veo desde la mañana —enterró su nariz detrás de la oreja del omega, ya que ahí su aroma era más fuerte.
—Sobre eso, me asusté cuando sentí la cama fría — su voz se quebró, —pensé que me habías dejado, alfa.
—Oh mi dulce omega —lo arrulló, —no sería capaz de irme de tu lado, sería un idiota si lo hiciera.
—¿Estás seguro de eso? — sorbió su nariz.
—Sí, lo estoy —el omega se alejó un poco y ocultó su rostro en el pecho del alfa, —mírame, omega —no lo hizo.
A pesar de que Jungkook luchó para que no lo viera fue inútil, se rindió poco después, permitiéndole que lo tomara del mentón.
—Te lo prometo omega, nunca me iré de tu lado.
—Bien... bien —abrazó más a Taehyung —te creo.
—Trataré de avisarte cuando esté a punto de irme, ¿sí?
Asintió.
—Sí, hazlo, no dejes notas, nunca dejes notas.
—Está bien.
—¿Estás nervioso por lo de... está noche? — preguntó. — Porque, a decir verdad, yo sí estoy nervioso.
—¿Estás muy nervioso?
—Estoy muy nervioso.
—¿Estas nervioso porqué te voy a marcar?
—Sí, estoy nervioso porque me vas a marcar. —tenía una sonrisa en sus labios.
Tomó las mejillas de Jungkook y las apretó un poco, dejando unas ligeras marcas rojas por haberlas apretado, lo miró raro y sonrió como un loco enamorado.
—No puedo creerlo. —dijo de repente.
—¿...qué...?
—No puedo creer que voy a marcarte en unas horas — sus ojos estaban brillosos y tenía una gran sonrisa. Su aroma era cálido y de felicidad.
—Lo sé, es algo difícil de creer.
Taehyung lo volvió a cargar.
—He comprado algunas cosas para esta noche — mordió su labio inferior — algo pequeño.
—¿Si?
—Sí.
—Está bien.
—¿A qué restaurante iremos?
—Es uno especial, te va a gustar, tiene velas aromáticas y muchas luces, cosas que son de tu agrado. — besó la nariz de Jungkook.
—Vamos al sillón —mandó, —agárrame fuerte.
—Nunca te dejaría caer.
—Más te vale.
Con mucho cuidado recostó al Omega en el sillón, quitó los cojines que estaban aún lado para que tuvieran más espacio y que los dos pudieran acostarse.
Taehyung le subió el suéter, una pequeña panza sobresalía de su pantalón, el Alfa la besó haciendo que su piel se erizará.
—Aun es pequeña —volvió a plantar un beso, —muy pequeña.
—No tanto, hay unos pantalones que ya no me quedan. —hizo un puchero.
—Después iremos a comprar de esos pantalones que son especialmente para el embarazo.
—Okay —hizo que Taehyung lo besara en el cuello.
—Pediré que nos traigan de comer.
—Cierto, no he comido nada.
—Eres un omega terco.
—No lo soy.
—Si lo eres.
—¡Taekyun!
—Jungoom.
—¿Por qué Jungoom? —frunció el ceño, —me has llamado así desde que nos conocimos.
—Pensé que ese era tu nombre.
—¡No cites mis frases! — fingió enojo, —ya en serio.
—Esa es la verdad. Pensé que ese era tu nombre, además, es casi idéntico.
—Es como si yo te llamara Taeyun solo porque es idéntico a Taehyung.
—Bueno sí.
—Pero Jungoom no es igual a Jungkook.
—Lo dice quién me llamó Taekyun —rio —¿Cuáles más me dijiste?
—Ya no lo recuerdo.
Han pasado muchas cosas.
"También hemos progresado mucho gracias a Taehyung"
—Sí, pero no diremos eso. Será algo así como un secreto.
"Si eso quieres, está bien"
—Me gusta decirte Taekyun, porque arrugas las cejas y tratas de no ofenderte, eres como un niño cuando le quitan un dulce.
—Tú te alteras cuando te digo Jungoom.
—Pero ahora me gusta cuando me llamas así, ya no me he alterado.
—No, claro que no —apretó sus labios para no reír.
—Sabes que, ya párate. — empujó al alfa y cayó al piso. —¡Alfa! ¿Estás bien?
Taehyung fingió estar... desmayado.
—¡Taehyung! —lo miró desde el sillón, —alfa ponte de pie.
No lo hizo.
Y bueno, Jungkook se tiró al piso llamando la atención del alfa.
—¡No te dejes caer al suelo!
El omega sonrió con malicia.
—Terco y malcriado omega.
—¡Oye!
Ayudó al omega a ponerse de pie.
Minutos después comieron algo que la recepcionista les llevó, a Jungkook pareció gustarle ya que no paró de comer, luego le dio sueño luego de comer. Taehyung se acostó en el sillón y después hizo que él se acostara arriba, ya que este no pesaba nada. Obviamente cuido mucho su estómago para no lastimarse.
TaeJoon entro una hora después y vio a la joven pareja, eran tiernos y adorables. Muy silencioso salió de la oficina para no despertarlos.
✷✷✷
Jungkook se puso un traje azul marino, se le pegaba al cuerpo, resaltando su envidiable figura y Taehyung se puso un traje negro, con una pequeña flor amarilla de un lado.
Salieron del departamento sonriendo y tomados de las manos, Jungkook se pegó más al Alfa al sentir una corriente de aire fresco chocar contra su cuerpo, era algo típico en los omegas, ellos eran muy friolentos. Taehyung lo abrazó para que sintiera su calor.
Le abrió la puerta del auto, este le agradeció con una amable sonrisa. Antes de que él se fuera hacia el otro lado, le dio un casto beso en la frente y después en la nariz.
—¿A dónde iremos? —giró para ver al alfa. —Me habías dicho que me iba a gustar, pero no me dijiste en donde estaba el restaurante.
—Es un lugar especial, omega —mantenía su mirada fija en la carretera, te va a gustar, lo sé.
Jungkook se acomodó mejor en el asiento, subiendo una de sus piernas y la flexionó. —¿Cómo estás tan seguro de eso, alfa?
—Porque te conozco.
Pareció gustarle su respuesta, pues solo asintió y se quedó callado.
Levantó su mano y la llevo hacia el alfa, acarició su oreja, lo hizo con mucho cuidado, como si tuviera miedo de lastimarlo. El alfa acercó su rostro a la mano de Jungkook, todo esto sin dejar de mirar la carretera.
—Eres un buen alfa —comenzó suave, —siempre haces cosas buenas por mí, yo también quiero hacer algo por ti.
—No es... —calló. Aclaró su voz, —no es necesario, Omega.
—Yo lo veo necesario.
Jungkook rascó un poco la oreja de Taehyung, ocasionando que riera muy por lo bajo.
—Quiero cuidar de ti, como tú cuidas de mí.
La respiración de Taehyung se volvió pesada y su aroma más fuerte, como su aroma era fuerte, hizo que Jungkook se embriagara con el.
—Estas soltando muchas feromonas, Alfa —chasqueo la lengua, —lo bueno que estamos en el auto y no en la calle, nadie puede oler lo bien que hueles ahora mismo, alfa.
Apretó el volante, sus nudillos tomaron un color blanco y sus venas se resaltaron. Jungkook tragó saliva cuando vio sus manos, eran fuertes, grandes y perfectas.
—Pienso que... —tragó saliva, —deberías decir todo eso cuando esté a punto de marcarte.
Ahora Jungkook olía pesado, sus feromonas eran pesadas y exquisitas.
—Puedo hacerlo —agradeció por no haber tartamudeado, —puedo decirte esto y muchas cosas más.
Sin previo aviso, se acercó hasta el Alfa y le dio un beso en el cuello, él se hizo de lado para darle más espacio a su hermoso omega.
—La vista al frente, alfa —le susurró en su oído.
¿Qué más podía hacer? No podía aparcar el auto, estaban en medio de la carretera y le iba a ser muy difícil estacionarse.
—¿Me dejas cuidar de ti, alfa? —mordió la oreja del alfa.
No podía hablar, tenía sed y ganas de besar a su omega.
—Sí...
Besó detrás de la oreja de Taehyung —¿Me dejas marcarte con mi aroma?
—Sí...
—Eres un buen alfa —susurró, —un buen, buen alfa.
—Y tú eres un buen omega, el mejor.
—Puedo llegar a serlo —le dio un último beso y regresó a su asiento.
—Hemos... llegado — anunció, aún no se recuperaba por lo que había pasado.
—Signature —frunció el ceño mientras hablaba. —¿Por qué tiene ese nombre?
"Es un nombre algo extraño para un restaurante"
—Te explico adentro, ¿sí?
—Sí, de aquí se ve que es un lugar bonito, ya veremos cómo está por dentro.
Bajaron del auto.
Jungkook miró muy atento al restaurante que tenía enfrente, era muy bonito desde afuera. El lugar era mágico.
Signature realmente era muy bonito, las puertas eran de cristal fino y muy brilloso, había hileras de luces por todo el lugar, las mesas eran de un perfecto círculo con manteles de color blanco cascarón, acompañadas de un hermoso jarrón de flores blancas, el piso era de madera brillosa. Todo era realmente muy reluciente, en las paredes había varios cuadros con fotos, Jungkook no sabía por qué estaban ahí.
Estaba encantado con todo el lugar.
No quería irse nunca.
Y quizá ese iba a ser uno de sus lugares favoritos en todo el mundo.
El lugar olía de maravilla, una combinación de canela con café recién hecho.
—¿Quieres una corona o solo un clavel? —tenía una leve sonrisa en sus labios, esperaba con muchas ansias la respuesta.
—¿Cómo? —preguntó. Pegó su vista en las personas que estaban en el restaurante y se dio cuenta que, los omegas tenían pequeñas coronas con claveles y unos solo tenían un clavel en la oreja. —Una... corona.
—Una corona por favor.
—Disfruten la cena y felicidades por su cortejo. —el alfa sonrió.
—Ven aquí, te pondré la corona —con mucho cuidado le puso al omega la corona, —tienes que responder con un beso, omega.
—Oh —fue lo que murmuró antes de darle un pequeño beso en los labios y sin más, se fueron a sentar.
—¿Por qué todos los omegas tienen claveles en el cabello?
—Porque es la parte final del cortejo, el clavel rojo significa amor, admiración y cariño. Es por eso que ponemos una corona a nuestros omegas, para que vean que realmente los queremos, los amamos.
—¿Tú no.... tienes que ponerte nada?
—No, yo no, solo tú.
—Esto es... nuevo —lamió sus labios, —creo que nunca me había puesto una corona de flores en la cabeza. ¿Me veo bien?
—Te ves perfecto, omega.
Le creía.
No pudo formular una frase, solo le sonrió al alfa que tenía enfrente.
—¿Qué es este restaurante? ¿tiene algún significado?
—Sí, sí lo tiene —comenzó —si miras arriba se ve la luna y la luna es testigo del amor, las parejas que terminan sus cortejos vienen aquí para que la luna vea el amor que se tienen.
A pesar de que aún había algo de luz, la luna era visible y estaba llena. Jungkook no pudo dejar de ver hacia arriba, no solo estaba impactado por la luna, sino que también por el hermoso techo de cristal. Sin duda, Taehyung era una cajita llena de sorpresas.
—Hermoso —pudo decir, — entonces, ¿Signature?
—Firma —tradujo.
—Sé que es eso —sonrió, — a lo que me refiero es, por qué tiene ese nombre.
—Porque formaremos un lazo, es la última firma de nuestro contrato de amor para la eternidad su acento estaba aún más marcado. En la antigüedad, cuando un alfa quería cortejar a un omega se firmaba un contrato con él y sus padres quienes tenían que darle una dote al Alfa y este le daba un broche al omega. Claro que todo cambio.
—Oh, aún no creo entender todo esto del cortejo. —sonrió muy tímido y sus mejillas se tornaron de un bello color rosa.
—Te lo explicaré hasta que logres entenderlo —le sonríe de vuelta, —me gusta que trates de entender esto del cortejo.
—¿Esto sería todo? — pregunta, —comemos y luego nos vamos a casa.
—Sí, es todo. A menos que quieras hacer otra cosa antes de ir a casa.
—Lo pensaré —suspiró, —¿te gustó cómo arregle el departamento?
—Me encantó, todo estaba muy lindo.
Un beta se acercó para tomar sus órdenes, tardaron unos minutos en decidir que iban a comer, al final el beta se fue dándoles una sonrisa muy amable a la joven pareja.
Jungkook iba a decir algo, pero a su nariz llegó un olor muy extraño que hizo que el estómago se le revolviera, cubrió su boca con ambas manos para evitar vomitar en la mesa, bastaron unos segundos para que las náuseas se le fueran.
—Aquí están sus órdenes, disfruten la comida.
—Gracias —dijo el alfa, — ¿qué quieres tomar? —comenzó a ver la variedad de bebidas que servían ahí.
Jungkook no le dijo nada, veía la comida con una mueca y las náuseas volvieron, se puso de pie antes de que vomitara en toda la mesa y corrió hasta el baño empujando a todos, abrió el primero que vio y se arrodilló en frente de la taza.
Unas manos grandes le acariciaban la espalda y el cabello, Taehyung le dio algo de papel para que se limpiará la boca.
—Esto es un desastre — hizo una mueca, —un gran desastre.
—Ven, vamos a lavarte la cara. —tomó al omega de la cadera y lo puso de pie, lo sujetó con fuerza al ver que las piernas del más pequeño temblaron. —Ya, ya no llores, no es tu culpa que hayas querido vomitar.
Se aferró al cuerpo del Alfa, ocultando su rostro en su pecho, incluso abrió unos de los botones de su camisa para ocultarse aún más. Respiraba el aroma de su alfa.
—¿Cómo es que siquiera puedes mirarme cuando acabo de vomitar? Dios, no te atrevas a responder eso.
—Está bien, no lo haré.
Se separó del omega y lo besó en la nariz.
—Agáchate —pidió, frunció el ceño cuando Jungkook flexionó sus rodillas, —no, agáchate en el lavabo.
—Oh, eso.
Echó algo de agua en el rostro del Omega, después lo seco con algo de papel y finalmente le dio un beso.
—¿Mejor?
Asintió.
—Será mejor que volvamos, no creo que te guste la comida fría.
Logró hacer reír a su omega.
—Volvamos, estás en el baño de omegas y todos te miran raro. —le dio un leve empujón.
—¿Muy raro?
—Demasiado raro, creo que ni se atreven a pasar.
Jungkook caminó delante de Taehyung, para que el alfa lo siguiera hasta afuera.
Abrió la puerta con cuidado para no pegarle a nadie y esperó a que saliera para luego cerrar, se distrajo viendo a Taehyung y no se dio cuenta de que había chocado contra un alfa.
El alfa le gruñó.
—Taehyung —susurró, temeroso.
—¿Le acabas de gruñir a mi omega? —preguntó, furioso. —¿Cómo te atreves a gruñirle?
—Taehyung, ya vamos a la mesa —lo tomó de la cadera y comenzó a jalar de él. Tenía que admitirlo, el alfa era más fuerte que él.
—Ponte detrás de mí, —no usó su voz de alfa, pero aun así su tono de voz tuvo un gran efecto en Jungkook, —Ahora. Hazlo ahora.
No respondió, solo se puso detrás de él, aunque después se pegó a la pared.
—Entonces, ¿por qué le gruñiste?
—Tu maldito omega choco conmigo y me he tirado el trago encima. Es un inútil, deberías cuidarlo mejor.
—Nadie te manda a que tengas una botella en la mano. —gruñó.
El otro alfa sonrió. —En efecto, pero tu omega es un inútil.
Taehyung hizo esto de tomar al alfa por el cuello y estamparlo en la puerta del baño.
—Vuelve a llamarlo así y te matare.
Eso alarmó a Jungkook.
—Taehyung detente —de nuevo lo jaló, —ya... ya suéltalo.
—Ese no es Taehyung.
"Ese no es nuestro Taehyung. Es su lobo"
Tenía sus ojos dorados y sus colmillos se notaban, apretaba con fuerza el cuello del otro alfa, quien luchaba por liberarse de él.
Algunos omegas los evitaban y los pocos alfas que estaban ahí no se acercaban.
—Taehyung me estás asustando —su voz fue muy apenas audible, pero sirvió para que lo soltara y este calló al suelo. Volteó a ver a su omega, quien tenía ligeras lágrimas recorriendo por sus rosadas mejillas, las limpió con su dedo y luego le dio un beso.
—Lo siento —pegó sus frentes, —no quiero que me temas.
—Quiero... volver a la... mesa —iba a decir algo más, pero alguien jaló a su alfa.
Taehyung y el otro alfa comenzaron a golpearse entre sí.
—¡¿Nadie va a detenerlos?! —gritó.
No quería ver, no podía ver.
Fue hasta ellos y trató de tomar a Taehyung de los hombros, pero para su mala suerte, recibió un golpe en la cara por parte del otro alfa y quedó muy aturdido.
—Ahora si estás muerto. —le dijo Taehyung.
Algunos omegas se acercaron a Jungkook y lo cargaron, dos alfas trataron de separar a Taehyung del otro alfa, tardaron alrededor de dos minutos.
—¿Taehyung? —preguntó. El omega tenía la mirada perdida.
—Estoy... bien — lo miró, — tú eres el que no lo está.
Por suerte no los echaron del restaurante.
Unos de los meseros les presto un botiquín de primeros auxilios y los llevaron a un área apartada, ahora Taehyung estaba sentado sobre una silla de madera vieja, mientras que Jungkook le limpiaba sus heridas.
—¡Auch!
—No te muevas, deja que termine con esto.
—Duele cuando haces eso, ¡Auch! —se alejó, —fue a propósito.
—Quizás.
—Esto me recuerda a la vez que te peleaste con ese omega, ¿cuál era su nombre? ¿Jin?
—Ya no me acordaba de eso, recuerdo que tú limpiaste mis heridas, no tenías por qué hacerlo.
—Pero lo hice.
—Lo hiciste —suspiró —La comida estará fría.
"Que él se coma la comida fría, se lo merece"
"¡Omega!" se quejó el lobo alfa.
"Nada de "omega". Y no hables porque estoy enfadado contigo"
¿Por qué?
"Y todavía se atreve a preguntar el indio salvaje este"
—Podemos pedir otra cosa —propuso Taehyung.
Jungkook río y luego puso más alcohol a unas de las bolitas de algodón que tenía en la mano. —Mi lobo se enojó con el tuyo.
—Inaceptable.
—¡Oye! —le puso el algodón en el ojo, —estaba emocionado por la cena y la pelea lo puso de mal humor, no lo culpes.
—¿Tú no estás enojado?
—¿Te parece que estoy enojado?
—¿No?
—Estoy furioso —contesta, —pero no quiero estarlo, no está noche.
"¡Deberías estar soltando humo por las orejas!"
—Ya cálmate Don dramas.
"¡No me voy a calmar!"
—Y dices que soy el exagerado. Se te pasará en unos minutos.
—Realmente está muy enojado —escuchó la voz de Taehyung, —es un bebé igual que tú.
—Lo somos.
—Son mis bebés.
—No exageres.
El alfa suspiró. —¿Me veo mal?
—Pareces un cadáver.
—¡Omega! — dijo, ofendido.
—¿Qué? Es la pura verdad, parece un maldito cadáver.
—Ese alfa quedó mucho peor.
—En efecto.
Tiró las bolitas de algodón que había usado y luego le dio un beso.
—Termine, sonríe. —Jungkook giró hacia la izquierda revelando un golpe cerca de su ojo derecho, tensó su mandíbula.
— Taehyung —llamó. No hubo respuesta, —mírame, vamos alfa. —lo tomó del mentón. —Estoy bien, ¿sí? no tienes por qué enojarte.
—Te golpeó, ese alfa te golpeó.
—Pero estoy bien, ni siquiera me dolió.
"Mentiroso, dolió como el infierno"
—¡Baja la voz, si te escucha su lobo se enojará!
—¿Seguro que no te dolió?
—Para nada, es como si me hubiera golpeado un omega.
"Mmm"
—Ya guarda silencio.
—Bien, entonces vayamos a comer.
—Bien.
—Quítate de mí regazo.
—Me gusta estar aquí —se acomodó mucho mejor, frotándose un poco.
—No soy una silla, Jeon.
—No me llames por mi apellido —frunció el ceño — mejor llámame omega. —le mordió la oreja.
—Omega.
—Alfa.
—Me gusta llamarte omega.
—Lo sé —susurró, —te besaría, pero tengo hambre y estoy embarazado, así que tengo que comer por dos.
—¿Cómo cuántos cachorros tienes ahí dentro? — acarició su estómago.
—No lo sé, ¿cuántos cachorros quieres tener?
—¿Cuántos cachorros quieres darme?
Sus mejillas se tornaron rosas. —Dos, yo quiero dos.
—Dos serán.
El estómago de Jungkook rugió y bajó la cara muy avergonzado.
Salieron del pequeño cuartito y caminaron por el enorme pasillo.
—Este lugar es enorme.
—Hu-Huh.
Pasaron por el baño, algunos omegas que habían presenciado la pelea se le quedaron mirando a Taehyung, con mucho miedo, unos se encogieron en su lugar y otros simplemente se fueron a su mesa.
—Me disculpo por lo sucedido, solo estaba defendiendo a mi omega. Es algo que los alfas hacemos.
—Esta noche ha estado algo... loca, ¿qué sigue? ¿yo pelando con otro omega porque no deja de mirarte?
"Nada de peleas en nuestra noche especial" Aún estaba algo molesto, no es tan difícil entenderlo.
"¿Estarás enojado cuando te marque?" Preguntó el lobo alfa.
"No... Me... Hables"
"¡Omega!"
—Basta, ya no te comportes así.
"Me comportó como yo quiera"
Jungkook rodó los ojos, su lobo solía ser muy fastidioso a veces.
—La comida ya está fría — hizo una mueca.
—Podemos volver a ordenar.
Llamaron a un mesero para poder volver a ordenar, pidieron lo mismo y a lo largo de unos minutos pusieron la comida en la mesa. Esta vez a Jungkook no le dieron ganas de vomitar, quizá era porque ya tenía hambre y por eso no le había dado asco.
—¿Cuando les diremos a tus padres sobre el cachorro? —llenó su boca de arroz.
—Podemos decirles ya o cuando tú quieras.
—No estaría nada mal, mantenerlo en secreto. — volvió a llenar su boca de arroz, al parecer le gustó porque no había dejado de comer.
—Si así lo quieres, omega.
—Bien —acarició su estómago, —estoy muy llenito.
—Se ve —dijo sin pensar en sus palabras.
—¿Cómo dices?
—Nada, no dije nada, omega.
Frunció el ceño. Lo dejo pasar.
—¿Gustan un postre? —era un camarero que les entregó el menú de postres.
—¡Yo sí quiero! —sonrió. —Helado.
—¿Helado de qué? —preguntó el alfa, viendo la variedad de helados que había en el menú.
—Coco, helado de coco — miró al alfa, —tu nuevo sabor favorito.
—Dos helados de coco —pidió.
El omega solo alzó ambas cejas, muy picaron y con una sonrisa.
Bastaron unos minutos para que les pusieran en la mesa dos copas llenas de helado de coco, tenía algunas chispas de chocolate en los lados, Jungkook acercó su nariz para oler el helado y sonrió.
—Podría convertirse en mi helado favorito —comió helado e hizo una mueca, estaba frío y había ingerido una gran cantidad.
—Eso espero, no comas mucho o te dolerá la cabeza y luego dices que yo soy el que se comporta como un bebé.
—No te comportas, eres un bebé.
—Deja de decir eso o mi lobo se enojará aún más.
"¿Qué tengo que hacer para que no estés enojado?" Le pregunto el lobo alfa.
El lobo omega no respondió.
—Deberías ya estar acostumbrado a eso, — quizá se enoje muy seguido o quién sabe.
—Lo intentaré.
—Buen lobo.
Al acabarse el postre, Jungkook pagó la mitad de la cuenta, aunque Taehyung insistió en que no lo dejaría al final aceptó que pusiera la mitad.
—¡Hay muchas estrellas! —
estaba muy emocionado,—¡Mira, la luna se ve muy hermosa! El cielo está muy iluminado, me encanta.
—Las estrellas brillan así por ti.
Se sonrojó y abrazo el cuerpo de Taehyung.
—Me gusta que me digas cosas así, aunque siempre me sonroje y no sé qué decirte. —miró una última vez el cielo y luego subió al auto.
El camino de regreso fue silencioso, pero no fue incómodo, Jungkook iba mandando mensajes a sus amigos, en donde les decía que la cena había estado muy bien... aunque decidió omitir el tema de la pelea que había tenido el Alfa. Después de unos minutos guardo su teléfono y se concentró en ir viendo hacía la ventana.
Taehyung prendió la radio y canto una que otra canción que iba sonando, lo hacía en voz baja, como si tuviera vergüenza de que lo escucharan, a Jungkook le producía mucha alegría escucharlo cantar.
Llegaron al departamento y aparcó el auto en el estacionamiento que era exclusivo para los que vivían ahí.
Jungkook estaba nervioso y Taehyung se dio cuenta de eso, pero no quiso decir nada al respecto, también estaba nervioso, lo admitía.
El elevador se llenó del aroma del Omega, embriagando a Taehyung con su fuerte aroma de nervios.
Tan solo pusieron un pie dentro del departamento Jungkook se fue corriendo a la habitación y Taehyung se quedó parado en la puerta, pensando en el por qué su Omega se había ido corriendo sin decirte alguna palabra.
Se quitó su saco y lo dejo caer al sillón.
—¿Omega? —preguntó.
—¡Voy en un minuto! —gritó, —Ve prendiendo las velas!
Fue por un encendedor y comenzó a prender las velas, todas estaban en distintos lugares, incluso había en la cocina y en las pocas ventanas, por último, prendió las luces amarillas.
Se sentó en el sillón más cercano y espero a su omega. El aroma de las velas llegó a su nariz
Escuchó unos sutiles pasos que provenían del pasillo, quiso girar para ver a su Omega, pero no se atrevió a hacerlo, decidió esperar a que él llegara para verlo completamente.
Casi se atraganta con su propia saliva al verlo, tenía puesta una linda lencería color beige, junto con una manta de seda del mismo color, pero en las orillas tenía gamuza que era muy suave y esponjosa.
Jungkook dejó caer la bata al piso, para que su cuerpo quedará expuesto.
—¿No es mucho? —preguntó. Dio una rápida vuelta, —creí que te gustaría.
—Me-me encanta —tragó saliva, —no sabes cuánto.
—¿Sí? —enarcó ambas cejas, subiendo y bajando muy lento.
Taehyung iba a ponerse de pie, pero Jungkook lo empujó para que se sentará de nuevo. —¿Por qué... -se acomodó en el sillón, —me empujas?
—No dije que podías pararte —apoyó sus manos en el pecho del alfa. A Taehyung se le hizo muy fácil poner las manos en su cadera, recibió un manotazo por eso, — tampoco he dicho que puedes tocarme.
—Yo debería controlar está vez —estaba indignado, — por favor.
—No.
—Omega...
Tapó la boca del alfa con su mano. —Calla o pondré algo en tu boca para que no hagas ningún ruido, sé un buen alfa y hazle caso a tu omega.
Asintió como respuesta.
—¿Estarás callado, alfa?
Asintió.
—¿Dejarás que tu omega se encargue de ti?
Volvió a asentir.
—Buen alfa —depositó un beso en la sien de Taehyung, —si quieres poner tu marca en mi cuello, tendrás que ganarlo.
Se dio el derecho de sentarse en el regazo de su alfa, acomodándose en él y frotando su cadera contra el alfa. Incluso, se dio el derecho de mostrar su cuello como si fuera un valioso trofeo, lo besó con tanta intensidad que, cuando se separó había un hilo de saliva.
—Recuerdo haberte dicho una vez que, yo controlaría en el sexo —su voz era sutil y muy baja, su acento aún más marcado, hizo que a Taehyung se le erizará la piel, —así que vete acostumbrado, querido alfa.
—Jungkook —gimió. El nombrado frunció su ceño y negó un par de veces, — omega...
—Acabas de desobedecer a tu omega —hizo un puchero, —creo que no tienes muchas ganas de marcarme.
La cara de Taehyung era arte, tenía la boca abierta y sus ojos posados en Jungkook. Sin duda, lo que había dicho el Omega lo había alarmado mucho.
Comenzó besando el cuello del alfa, dejando marcas y un rastro obsceno de saliva, chupaba y mordía a su antojo, solo podía escuchar las diversas súplicas de su querido alfa. Y Taehyung, bueno él hacía todo lo posible para no tomarlo de la cadera.
—¿Quieres ser un buen alfa para mí? —gimió lo último.
—Quiero serlo —tragó saliva con mucha dificultad, —quiero ser un buen alfa para ti, mi omega.
Se frotó más rápido contra Taehyung, sintiendo la dura erección del alfa, quien para esa altura ya era un desastre de gemidos y súplicas, le susurraba las cosas al omega en la oreja y este solo se reía un poco y decía una que otra cosa.
—Eres un buen alfa, eres mi alfa y voy a dejarlo en claro. Puedes tocarme, te lo ganaste por ser un buen alfa.
No pasó ni un segundo cuando ya tenía sus manos en la pequeña cadera de Jungkook, lo ayudó a frotarse, ganando gemidos por parte de ambos, paso sus manos a los anchos hombros de Taehyung, para así poder moverse mucho mejor.
—Me encantas estas —llevó su mano hasta el trasero de Jungkook, apretándolo y soltándole una gran nalgada, tomó la tela que cubría el trasero del omega, la estiro y luego la soltó, —no uses otra cosa que no sea lencería, te voy a comprar muchas de estas.
—Lo harás —gimió, —las usaré solo para ti, mi buen alfa.
—Sí, sí —estaba sudando, se sentía caliente, no podía esperar por tomar a su Omega y marcarlo y luego volver a tomarlo toda la noche, —solo para mí, tu alfa.
—Quítame esto —pidió o más bien rogó para que Taehyung le quitará lo que tenía puesto, —vamos.
Lo hizo con mucho cuidado, tuvo que levantar la cadera de Jungkook para sacar la lencería con más facilidad. Al final lo dejo recostado en el sillón, con las piernas ligeramente abiertas, solo para él.
Respiraba muy cerca del miembro del omega quien se estremecía por esto, apretando sus manos en el sillón.
Gimió, fuerte. Taehyung estaba jugando con su miembro, lo tomaba como si fuera el suyo, se esforzaba por mantener sus gemidos en voz baja, pero le era imposible, Taehyung lo estaba torturando.
—Haré que te corras, te demostraré que soy un buen alfa.
—Ya lo eres, cariño.
Metió el miembro palpitante de Jungkook en su boca, haciendo que se estremeciera y cerrará los ojos. Era un vaivén lento, entraba y salía rápido dando una que otra lamida en la cabeza, chupaba y lamía como si de un dulce se tratara.
Jungkook era un lío de gemidos y suspiros.
Aprovecho para meter un dedo en su entrada húmeda, no tardó mucho en moverlo de forma lenta y casi dolorosa, Jungkook pasó uno de sus brazos por su cara, mordió un poco de su piel, alzó su cadera para poder estar más adentro de la boca del Alfa, cuidado que él no se ahogara por su inexperta acción.
—Usa mi boca —había un hilo de saliva en la boca de Taehyung, —es tuya.
—S-si... —iba a decir otra cosa, pero no encontró su propia voz, estaba muy perdido en todo el placer que estaba recibiendo, no quería que terminara, —tan bueno... —tenía espasmos —Eres un buen alfa... tan bueno y so-solo mío.
Él realmente quería ser un buen alfa.
Tenía que admitirlo, le estaba gustando todo lo que estaba pasando, le gustaba que Jungkook fuera descarado y muy mandón.
Sus ojos estaban brillosos y pequeñas lágrimas escurrían por sus mejillas, pero no era de dolor, eran por todo el placer que su Alfa le estaba dando.
Temeroso, llevó sus manos al cabello de Taehyung y jaló de las hebras, movía su cadera, muy lento y con miedo, cuidaba que no se ahogara, no quería eso. Bastaron unos minutos para que se corriera en su boca, él tragó todo.
—Vamos a la... —no podía hablar, —a la habitación. — le faltaba el aire. Se sentía como si estuviera flotando.
—Déjame cargarte, omega.
Jungkook estiró sus brazos, lo llevó hasta la habitación y con mucho cuidado lo dejo sobre la cama, mirándolo y sonriendo como un loco porque su omega era el más perfecto.
Le abrió las piernas, se estaba asegurando de ser despacioso, está vez no se importaba ser rudo con él, pero antes de empezar, se quitó la ropa y luego se acomodó entre las piernas de Jungkook.
Y sin más, comenzó a lamer la rosada entrada de su omega, en su mentón escurría el dulce y caliente lubricante natural, cayendo sobre su pecho y la sábana de la cama, se aseguró de probar y saborear ese líquido que tanto le gustaba. Con su pulgar acarició muy despacio la entrada del Omega, viéndolo temblar por esto.
—Necesito que tú seas mi cena, todas las noches sin faltar una —sin previo aviso, le mordió ambas piernas, dejando marcas rojas que en cuestión de segundos se pondrían violetas, —sería una deliciosa cena.
Mordió su labio inferior. —Más... más.
Introdujo su lengua cuando la entrada de Jungkook estuvo muy dilatada, deleitándose con el dulce sabor que su omega poseía. Nunca se cansaría de eso, nunca.
—Alfa... alfa —el omega entonaba gemido tras gemido sin poder parar, — no.... pares. Ni se te ocurra parar.
Sus sonidos juntos eran arte, los gemidos fuertes y roncos de Jungkook eran arte, el sonido obsceno que Taehyung hacía era arte. Tan solo ellos juntos eran una perfecta pieza de arte.
Con su dedo jugó con la pequeña entrada, metía un poco y después lo sacaba con rapidez, pero al poco rato metió dos dedos de golpe, haciendo que Jungkook gritara de placer, comenzó a moverlos como tijera, lento y suave, cuidando muy bien sus movimientos.
—Para —escucho la voz de su omega, —hazlo ya. Hazle caso a tu omega.
Se limpió el resto del lubricante que tenía en el mentón, se acercó y le dio un beso, sucio y rápido.
—Dame tu nudo y tu marca —dijo, en un hilo de voz, —quiero que seas mi alfa... quiero ser tu omega.
—Ya eres mi omega.
Jungkook tenía lágrimas en los ojos, sus mejillas estaban rojas y tenía una gran capa de sudor en todo su cuerpo. Él estaba feliz.
Taehyung se acomodó en él y comenzó a empujar, lento, muy lento, no dejaba de ver a su omega, atento y cuidando de que estuviera en perfecto estado.
Los gemidos no tardaron en llegar, bajos, roncos y suaves. Sus voces se combinaron perfectamente, creando la mejor melodía del mundo.
Era una habitación en donde había de todo, había sudor, besos, pieles chocando y aromas por todo el lugar. Todo era muy perfecto.
—Te... amo —lágrimas nuevas viajaron por sus mejillas, —te amo tanto, Alfa.
—Yo te amo más.
Se amaban, en verdad lo hacían.
Estaban juntos.
Piel con Piel.
Lobo con Lobo.
Alma con Alma.
Taehyung con Jungkook.
Y eso era todo lo que ellos necesitaban.
El nudo creció y Taehyung dejó de moverse, comenzó a besar el cuello de Jungkook, viendo en donde iba a poner su bella marca, él se hizo de lado para darle todo el espacio a su alfa.
Su clavícula era un lugar hermoso, fue entonces que dejo bajar sus colmillos y mordió en la suave piel, haciéndolo gritar por el leve dolor que sintió. El lazo se empezó a formar de inmediato.
Ahora estaban juntos.
Ahora eran uno solo.
Nadie iba a poder separarlos.
—Eres mi omega.
—Siempre lo fui —lloró, — te amo. Te amo tanto, alfa... mi alfa.
—No sabes cuánto te amo, omega.
Jungkook estaba llorando, de felicidad.
Esa noche, dos corazones se unieron, el infierno se volvió el paraíso, el fuego se volvió el frío, el Sol se mezcló con la Luna. El coco se unió con la tierra mojada.
—Ahora bésame, alfa.
Ahora eran dos almas que se convirtieron en una sola.
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