Capítulo 30

Ya ha pasado un tiempo, y tal como había planeado Bell, la Familia Miach se había convertido en una de las mayores Familias de Orario, siendo un pilar clave de esta ciudad Mazmorra.

Hoy Bell se encontraba dando un paseo, era por la mañana, les había preparado el desayuno a todas y decidió hacer este paseo solo, no sin antes decirles que volvería antes de que se haga tarde.

Sus vacaciones iban de maravilla, no podía pensar otra cosa que no fuese esa, su relación con todas se había desarrollado correctamente, y ahora no les importaba lo que pasó con Talia y Chris, ya que lo trataban igual o mejor que antes.

Bell tenía que admitir que esto podría ser demasiado bueno para él, no pensaba que se mereciera tanto aprecio después de lo que hizo.

Mientras Bell pensaba en sus cosas, se metió por un callejón poco transitado.

Bell continuaba con sus divagaciones.

En estos últimos días, no había podido evitar notar que había unas miradas puestas en él cuando salía.

Por supuesto, a él no le importaba mucho ya que nunca llegaron a hacer algo, ya sea hacia él o hacia alguna de las chicas, pero hoy tenía intención de conseguir algo de información.

En mitad de ese callejón poco transitado, Bell caminaba con una sonrisa, mientras por su espalda alguien se acercaba en silencio.

-Bell: Hoy ...

Cada vez más cerca.

-Bell: Voy a ...

El sujeto ya se encontraba en su espalda y con un arma contundente en su mano.

-Bell: Ser secuestrado.

Bell recibió un golpe en la cabeza, lo que lo dejó inconsciente en el suelo, esto por supuesto era solo un acto, el aún se encontraba consciente, pero con una pequeña jaqueca.

-Bell: Tengo suerte de que mis estadísticas hayan subido durante todo este tiempo, de lo contrario, ese golpe habría dolido mucho más.

El estado de nivel 3 de Bell se encontraba en estos momentos con estadísticas en rango S, y su agilidad se encontraba cerca de SS.

Durante todo el tiempo en el que estuvieron siguiéndolo, Bell pudo escuchar algunas de sus conversaciones, incluso, pudo ver sus caras sin que estos se diesen cuenta de que los estaba viendo.

Gracias a esto, supo que ellos no buscaban matarlo de forma inmediata, más bien, querían despertarlo después de dejarlo inconsciente y después torturarlo delante de su jefe.

Bell pensó que fue una petición de aquel sub-ejecutivo de la Familia Ganesha, lo que tendría sentido ya que Bell se puso una mira en la espalda al amenazarlo.

 Una vez que los secuestradores se rieron un poco por lo fácil que había sido, cargaron el cuerpo de Bell en sus hombros y entraron en una alcantarilla que había en aquel callejón.

El olor no era agradable en lo absoluto, pero solo tendría que aguantar un tiempo.

Ellos estaban utilizando este lugar para caminar tranquilamente con Bell en sus hombros, sin que nadie los viese, Bell conocía esta estrategia, había sido utilizada por algunas de sus presas cuando trabajaba con Talia y Chris.

Ellos salieron de las alcantarillas, Bell abrió muy levemente uno de sus ojos y vio que se encontraban en un lugar lleno de casas en ruinas.

Nadie se encontraba allí, la mayoría de personas que vivían aquí simplemente salían de sus casas para encontrar algo de dinero en las calles o matar monstruos en la Mazmorra, y a estas horas, la mayoría de los de aquí se encontraban fuera.

Ellos se movieron un poco para llegar a una casa abandonada y en completas ruinas, sería difícil de creer que alguien viviese aquí, y no estaba equivocado, ellos no viven en esta casa, viven en su sótano.

Una trampilla daba directamente a donde Bell sería torturado.

Los secuestradores bajaron, lo sentaron en una silla y lo ataron con cuerdas apretadas para que no se moviese.

El lugar en donde lo habían traído no era nada especial a primera vista, solo era una habitación cuadrada, hecha con madera que se encontraba en buen estado, y debajo de su silla había rastros de sangre.

No tenía ninguna decoración, era simplemente eso.

Bell decidió dejar de hacer el acto de inconsciente, ya se encontraba atado, por lo que no sería un problema.

-???: Buenos días bello durmiente.

-Bell: Agradezco el cumplido, pero me gustaría saber en dónde me encuentro.

-???: Ja, te ha tocado la lotería chaval, hoy vas a pasar tu día con nosotros, aunque puede que mañana no.

-???: Has sido secuestrado, tendrás que esperar un poco a que llegue nuestro jefe.

-Bell: ¿Vuestro jefe?

-???: ¿No lo entiendes? Pero es muy sencillo, hoy vas a ser torturado y mañana estarás muerto.

-Bell: ... ¿No hay nada más?

-???: ¿Quieres que te torturemos un día más?

-Bell: No es eso, pero me gustaría saber la razón por la que hacéis esto, quiero saber a quién he cabreado tanto como para que mande asesinarme.

-???: Jajajajaja, claro, claro, tiene sentido, pero no te preocupes, lo sabrás cuando llegue el jefe.

Bell se quedó callado, por ahora, su actuación no estaba siendo tan mala ya que se lo habían tragado, tal como pensó, esto estaba pasando por Pelias (el sub-ejecutivo).

Bell quería saber más, ya que ellos pensaban que Bell no viviría para contarlo, era su momento para sacar información de los infiltrados de la Familia Ganesha.

-Bell: Tengo más preguntas.

-???: ¿Quieres que te cortemos la lengua?

-???: Vamos, este es solo un muerto en vida, ¿qué más da si lo hacemos desesperar un poco más?

-Bell: ¿No te gusta verme tranquilo?

-???: Eso es cierto, pero no te preocupes, quitaré esa tranquilidad de tu cara pronto.

-Bell: Entonces dime, ¿para quién trabaja tu jefe?

-???: ¿Para quién trabaja? Como si nos lo fuese a decir, lo único que sé es que es un sanguinario, y que se lleva muy bien con otros 2 sanguinarios.

-Bell: ¿Cuáles son esos otros 2?

-???: Bueno, quizá los conozcas, son bastante infames por sus actos, uno es un lancero hijo de Dédalo, le encanta torturar a los monstruos, y el otro se trata de un domador sin escrúpulos, dicen que está loco y obsesionado con la matanza.

-Bell: ¿Sabes a qué Familia pertenecen?

-???: Ja, oye chico, no tientes a la suerte.

Bell recibió un corte en la mejilla, de ese corte, la sangre salió a borbotones.

-???: ¿Te gusta? Es una maldición que duplicada el dolor de cada herida que te provoca, la he conseguido recientemente, solo para utilizarla contigo.

-Bell: ... Eres realmente lamentable.

-???: ¿Uh?

-Bell: Un bocazas que no sabe mantener la boca cerrada.

El sujeto se molestó he intentó proporcionarle un corte en el cuello, pero fue detenido por los otros dos secuestradores.

-???: ¿¡Crees que eres intocable, es eso!?¡Voy a matarte maldito imbécil!

Bell miró a la nada, pensando en lo que había dicho, con esta información no podría encontrar a esos 2 sujetos, pero no era tampoco un mal comienzo, una vez que llegase Pelias, lo retaría a un combate a muerte y sacaría más información de él.

Por supuesto, para eso se tendrá que dejar golpear un poco.

Mientras que Bell esperaba a Pelias, él no hizo nada, no habló ni tampoco se movió, los secuestradores pensaron que se estaba hundiendo en su miseria.

Todo lo contrario a lo que ellos pensaban, Bell estaba pensando en lo que haría una vez que él se deshiciese de ellos, y se quejó de tener que hacer esto en mitad de sus vacaciones.

Bell esperaba, el tiempo pasó y aún no había llegado, se estaba tardando más de lo que a Bell le hubiese gustado, Bell quería volver para dar señales de vida a las chicas, pero también debía de conseguir esa información.

Varias horas pasaron y Bell no recibió comida, había esperado muchos más de lo esperado, en este punto, las chicas debían de estar preocupadas.

Incluso, era posible que lo estuviesen buscando.

-Bell: ¿Cuánto le falta para llegar?

-???: No debe de faltar más de 2 minutos, dijo que vendría sobre esta misma hora.

Bell se alivió de que al menos ya tuviese que estar aquí, de haberlo sabido, les hubiese dicho a las chicas que se iría con Welf a pasar el rato.

Pelias apareció en unos pocos segundos, al entrar al lugar, lo primero que hizo fue pegar un fuerte puñetazo en la cara de Bell.

Bell cayó al suelo de lado, ya que el impacto fue en su mejilla, haciendo que sangre saliese de su boca.

-Bell: Hola a ti también.

Bell notaba el sabor de su sangre en su boca.

-Pelias: Divertíos con él, torturadlo y luego matadlo.

-???: Con gusto.

-Bell: ¿Ni siquiera tienes el valor de hacerlo tú mismo?

Pelias se detuvo y miró a Bell, pisó su cabeza contra el suelo, ejerciendo presión.

-Pelias: ¿Crees que me das miedo?

-Bell: ¿Hay algo que hayas hecho que diga lo contrario? Mandas a unos matones de tercera a por mí, haces que ellos me aten y me dejen inmóvil, y solo así es cuando me golpeas, y aún con esas, les dices que me torturen ellos, ¿tan inútil eres?

Los secuaces se rieron de sus palabras, se rieron hasta que uno de ellos perdió la cabeza, todo gracias a un corte de la espada de Pelias.

-Pelias: Desatadlo, voy a tener que enseñarle una lección yo mismo.

Los secuestradores hicieron lo que pidió Pelias y desataron a Bell, poco después, Pelias tomó un bastón de madera en sus manos, primero le daría una paliza y luego, cambiaría de arma a su espada para matarlo.

Bell fue llevado a rastras por Pelias, quien lo lanzó contra una pared, tras ser lanzado, Pelias le lanzó un bastón de madera a él también, debía de tratarse de algún tipo de material especial, ya que la madera pesaba más y era más dura de lo que debería.

-Pelias: Alégrate, iba a crear lanzas con estos bastones, y tú vas a ser la primera sangre que quede marcada en estas lanzas.

Bell utilizó el bastón para sostenerse, actuando como si no le quedasen fuerzas después de los golpes y la falta de comida.

-Bell: Pareces muy confiado.

-Pelias: Eso es obvio, tú vas a morir aquí y ahora, sin que nadie encuentre tu cadáver.

-Bell: Entonces dime, ¿cuántos traseros has lamido para llegar hasta tu posición? No, mejor dime, ¿se lo lamiste a ese hijo de Dédalo, o fue al domador loco?

Bell recibió 3 golpes en el estómago con el extremo del bastón de Pelias y un cuarto golpe en la pierna, haciendo que hincase la rodilla en el suelo.

Bell evaluó que debía de tratarse de un nivel 4 a mitad de camino, teniendo en cuenta solo su velocidad, su técnica con la lanza no era precisamente mala, aunque tampoco diría que es buena, y su fuerza podría ser la de un nivel 4 a principios.

Bell se sostuvo el estómago con dolor, esto no era una actuación, realmente le habían dolido esos golpes, aunque sobre exageró un poco el dolor para que fuese más creíble.

-Pelias: Voy a molerte a golpes hasta dejarte irreconocible.

-Bell: Eres definitivamente un idiota, ¿ni siquiera me dirás el nombre de tus amigos?

Bell recibió más golpes, esta vez se cubrió la cabeza y el abdomen, haciendo que sus extremidades fuesen las únicas golpeadas.

-Pelias: Ni Jura Halmer, ni Dix Pardix son los que me hicieron llegar alto, ¡todo lo hice yo!

Bell recibía más y más golpes mientras se dejaba golpear.

-Pelias: ¡TODO, TODO LO HICE YO ME OYES, ELLOS NUNCA HICIERON NADA, FUI YO!¡FUI YO EL QUE LIDERÓ A LOS INFILTRADOS, FUI YO EL QUE CONTAMINÓ A LA FAMILIA DE ESE ESTÚPIDO DIOS, TODO, FUI SOLO YO!

Bell consiguió lo que quería, los nombres de más amenazas, e información sobre los infiltrados de la Familia Ganesha, ahora que sabía quién era su líder, solo necesitaba buscar en los lugares en donde se hospedase o pasase el tiempo, allí encontraría lo que necesitaba seguramente.

Claro que nada de esto tenía sentido si él muriese aquí.

Bell se encontraba muy castigado, pero utilizó su bastón para detener uno de su golpes y tras eso, conectó una patada en el abdomen de Pelias, aunque no le hizo apenas daño.

Logró alejarlo.

-Pelias: Tú, bastardo ... ya me harté.

Pelias desenvainó su espada, preparado para acabar con Bell en este mismo instante.

Bell se preparó para tomar control de la batalla, pero nada de eso fue necesario, la trampilla que daba a aquel lugar fue totalmente destruida, hecha añicos por su solo golpe.

Todos se quedaron mirando la entrada y Bell suspiró aliviado, con eso se dejó caer al suelo, cansado de hacer esto.

Esta fue la primera vez que Bell hacía esto, y aunque había salido bien, no quería repetir.

De la trampilla entró Ryuu, y a su lado apareció Claris.

Bell no se preguntaba qué hacía ella en este lugar, no se suponía que ella viniese a rescatarlo, pero no iba a darle muchas vueltas en este momento, agradecería su ayuda y le haría algún favor que ella le pidiese.

Ryuu miró el estado de Bell, así notando que este se encontraba herido, lo que la hizo enfurecer, aunque no se reflejase en su expresión.

-Pelias: ¡Mata-!

Pelias recibió un fuerte golpe en la garganta, ni siquiera pudo ver a Ryuu moverse de lugar, después de ese golpe, un rodillazo en su barriga y finaliza el ataque con una patada extra fuerte a la barbilla, provocando que quede inconsciente en menos de 1 segundo.

Los otros dos secuaces miraron sorprendidos este combate, o mejor dicho, esta paliza con la boca abierta.

Aunque en realidad, ellos no llegaron a ver a la elfa golpear, solo la vieron desaparecer, y cuando giraron su mirada, su jefe ya se encontraba en el suelo.

Claris, quien se veía molesta, posiblemente por el estado de Bell, disparó su arco, logrando que una flecha impacte en la rodilla de uno de los secuaces, y disparó una segunda vez tan rápido como pudo, logrando el mismo resultado en el otro sujeto.

Ambos gritaron durante pocos segundos, antes de ser noqueados por Ryuu.

-Bell: Me alegro de veros.

Ryuu se giró y miró a Bell con una cara que podría significar que hoy moría, Ryuu se acercó a paso ligero hacia Bell, Bell no se movió del sitio y dejó que ella hiciese lo que sea que iba a hacer.

En lugar de recibir un regaño o algún golpe, Bell fue abrazado por Ryuu.

-Ryuu: No te haces una idea de lo preocupada que estaba.

-Bell: ... Lo siento, Ryuu-san.

-Claris: ¿Quiénes eran, sabes eso al menos?

-Bell: Ellos son los que el sub-ejecutivo mandó para que me secuestrasen, y el sub-ejecutivo es ese que se encuentra en el suelo.

Claris miró con enfado al sub-ejecutivo.

-Claris: Lo reportaremos a la Familia Ganesha, así podrán al menos pagar por lo que hicieron, el Gremio los-...

-Bell: No los vamos a reportar.

Ryuu se separó del abrazo y miró a Bell confundida.

-Bell: Les he sacado información mientras me tenían secuestrado, no es mucho, pero obtuve el nombre de 2 amenazas más.

-Ryuu: Es decir, pusiste tu vida en riesgo para conseguir información.

Claris abrió los ojos con sorpresa, para luego mirar a Bell con furia.

-Claris: ¿¡Eres acaso un idiota!?¡Casi mueres!

-Bell: ...

-Ryuu: Cranel-san, estoy con ella, no vuelva a hacer algo como eso o tendré que encerrarlo en su habitación para siempre.

Bell y Claris pensaron que quizá Ryuu estaba exagerando, pero su mirada no decía nada de eso, era posible que si Bell hacía algo como esto y Ryuu lo supiese, Bell fuese privado de ver el Sol, o quizá lo vería solo a través de una ventana.

-Bell: Lo siento, quería ayudar, pero estos 2 nombres y el sub-ejecutivo, ninguna de las 2 cosas deben llegar al Gremio.

-Claris: ¿Por qué?

Claris y Ryuu se encontraban algo confundidas, ¿no era por esto que Bell había arriesgado su vida?

-Bell: El Gremio no se pondrá de acuerdo en qué hacer o si creernos, no tenemos ninguna prueba, solo mi palabra, y no vale mucho, además de eso, los nombres son lo único que tengo, dijeron brevemente algunas cosas que habían hecho o que les gustaba hacer, pero nada más, con eso no nos da ni para empezar.

Claris apretó sus puños, queriendo hacer algo para ayudar, pero no encontrando una manera.

El Gremio no podía ser despejado de infiltrados fácilmente, pero quizá podrían encontrar una manera de hacer algo ellos mismos.

-Ryuu: ¿Te encuentras bien?

-Bell: Solo algo hambriento, el dolor no llega a más.

Ryuu podía notar con facilidad que estaba mintiendo, no tardó mucho en empezar a recitar su magia de sanación.

Ahora que Bell había sido curado casi al completo, él mismo pudo caminar fuera del sótano por su propio pie.

-Bell: ¿Cómo me habéis encontrado?

-Claris: Tengo una habilidad de rastreo, y te vi caminando hacia un callejón, luego me di cuenta de que alguien te seguía, cuando volví y hablé con Ryuu lo recordé.

-Bell: Eso es suerte, gracias por salvarme.

Claris negó con su cabeza.

-Claris: Si me hubiese dado cuenta en ese momento, quizá podría haberte ahorrado el dolor, lo siento.

Claris miró al suelo, decepcionada de no haber ayudado en el momento que se le pedía.

-Bell: Claris, no te castigues, para empezar nada de esto es tu culpa, y además, si me hubieses salvado en ese momento, no habría obtenido la información.

-Claris: ¿Eso es lo que te importa, la información? Casi mueres Bell.

Bell no lo negó, él podría haber muerto ahí.

-Ryuu: Claris-san, nada de lo que le ha pasado hoy a Cranel-san es su culpa, todo fue provocado por esas personas del sótano.

-Claris: ¿Qué hacemos con ellas?

-Bell: Me gustaría dejarlos en algún lugar escondido, y hacer que WhiteLine les hago una visita en la noche, quizá podríamos sacar algo más.

-Ryuu: Ellos no hablarán, conozco a este tipo de personas, últimamente hay muchos.

Bell miró a Ryuu con confusión, ¿ella se había enfrentado antes a otros infiltrados de Rakia?

-Bell: Entonces supongo que podríamos exponerlos al Gremio, si presentamos pruebas concluyentes, no podrían negarlo, aunque, eso sería trabajo de alguien con influencia.

-Bell: Si se lo comentase a Fels, él lo haría perfectamente.

-Ryuu: Tienes razón, ¿conoces a alguien?

-Bell: Casualmente sí, lo conocí no hace mucho, pero es de fiar.

-Claris: Yo conozco también a alguien, mi asistenta podría ayudarnos.

-Bell: La verdad, también confío en su asistenta, ya que da la casualidad de que es Eina, pero si le informo a Fels todo será más rápido.

Por supuesto, Bell no debería de involucrarse más de lo que ya lo había hecho, tampoco es que quisiera hacerlo, por lo que lo dejaría en manos de Claris.

-Ryuu: Cranel-san, dejémosle esto a Claris-san.

-Bell: Vale, gracias Claris-san.

-Claris: A decir verdad, también hago esto para pedirte un favor.

-Bell: Si necesitas ayuda con la Familia Hestia, no era necesario que me hagas un favor a mí primero.

Bell supo que Claris buscaba algo como esto, por lo que decidió dejar en claro ese tema.

-Claris: ¿Eh? Oh, c-claro, gracias.

-Bell: ¿Podemos dejarlo para mañana? Creo que entiendo en qué necesitas ayuda, te acompañaré en un paseo por la Dungeon mientras hablamos mañana.

-Claris: ¿Eso no sería peligroso para ti?

-Bell: No te preocupes, Hana y Welf me acompañarán, además, te vendrá bien que ellos vengan.

Un pequeño escalofrío recorrió la espalda de Claris, Bell en efecto adivinó la razón por la que le pedía ayuda, pero más lejos de estar sorprendida o agradecida de que lo supiese, un poco de rabia llegó a su cuerpo, y no dudó en manifestarlo.

-Claris: No actúes como si lo supieses todo.

Claris pellizcó la mejilla del conejo.

-Bell: Lo jiento Claris-jama.

Claris entonces se despidió de ambos y se marchó por su camino.

Bell y Ryuu por su parte decidieron dejar de lado la conversación de los secuestradores y caminaron juntos hasta la Anfitriona de la Fertilidad.

Por el camino, Ryuu preguntó un poco.

-Ryuu: Los nombres, ¿puedes compartirlos?

-Bell: Eeeh ... si te lo digo, seguramente iras tras de ellos, ¿verdad?

-Ryuu: Si no me lo dices me quedaré pegada a ti hasta que tú o WhiteLine vaya a por ellos.

-Bell: Eso es ... siendo ella podría hacerlo realmente.

-Bell: Bien, pero si vas por ellos, quiero que vayas acompañada de WhiteLine.

Ryuu asintió en respuesta, aunque lo dudó un poco.

-Bell: Dix Pardix, un lancero hijo de Dédalo, y un domador desconocido llamada Jura Halmer, es todo lo que me dijeron.

Ryuu detuvo su andar por un momento, Bell se preocupó por un momento.

-Bell: ¿Conoces a alguno?

-Ryuu: ... No, no los conozco, pero ... quizá ese domador trabaje para Revis, dijiste que había monstruos de su parte.

-Bell: O, ahora que lo dices, es cierto.

Es obvio para algunos que la reacción de Ryuu no necesariamente se debía a esto, era cierto que ese domador podría ser alguien relacionado con el que manipula a Revis, pero no era esto lo que la sorprendía.

-Bell: Hablando de Revis, una vez que termine mi descanso, debería de establecer contacto con ella.

Aun había muchas incógnitas rodeando a esa chica.

Bell y Ryuu volvieron al bar, Mia miró seriamente a Bell, lo que hizo que agachara un poco la  cabeza.

Mia inspeccionó a Bell de arriba para abajo y notó que había sido dañado a pesar de la poción que usaron para curarlo, Bell notó esto, pero sonrió para señalar que estaba bien ahora.

Mia suspiró con un poco de alivio y las demás chicas saltaron encima de Bell en un abrazo conjunto, el bar se encontraba cerrado a pesar de la hora y las chicas se encontraban con sus trajes de aventureras, lo que significaba que estaban por salir en su búsqueda.

-Anya: ¡Bell, Bell, Bell!

El que no añadiese el característico "nya" con su nombre era señal de lo preocupada que había estado su amiga, y no solo ella, Chloe no había tocado su trasero a pesar de la oportunidad y se mantenía en silencio mientras lo abrazaba, Lunor no se encontraba golpeando a Bell por ser secuestrado, ni le estaba regañando, su cabeza se encontraba hundida en su pecho mientras temblaba un poco.

Syr por su parte acababa de entrar a la taberna en mitad del abrazo.

Ella miró a Bell con los ojos apunto de derramar lágrimas, Bell hizo un hueco para que ella se uniese al abrazo, y ella fue la que más apretó el cuerpo de Bell entre sus brazos.

Ryuu sonrió por un leve segundo por esta muestra de afecto, pero pronto cambió su expresión a una más seria y fue a hablar con Mia de lo ocurrido.

Al terminar todo esto, el ambiente se calmó, Bell tranquilizó a todas y entonces recibió golpes y regaños de su parte, lo que era de esperar.

Todas tuvieron un pequeño debate sobre si deberían de prohibirle la salida a Bell por el resto de su vida, Bell intentó argumentar en su defensa, pero fue ignorado por todas.

El resultado fue que le permitirían salir, pero que hoy no podría salir de su cuarto, lo que a Bell le parecía un castigo que le pondrían a un niño pequeño.

Bell tuvo que permanecer en su cuarto por lo que restaba de día, el bar no volvió a abrir, y al parecer, varias de las chicas se fueron por algunos asuntos, antes de irse le dejaron comida en su cuarto.

Bell simplemente comió, se tumbó en la cama e intentó conciliar el sueño, mañana se despertaría temprano.

-Bell: Mañana debería de ir al Gremio, quiero que Fels, me hable más sobre lo que dijo en aquel momento, necesito saberlo.

Bell se encontraba cansado después de no haber comido y ser golpeado.

-Bell: Si tengo razón y lo que Fels quiere esconder son monstruos de la Dungeon capaces de tener raciocinio, necesito confirmarlo.

Bell no duró más y cayó en los brazos de Morfeo.

Fin del capítulo 30

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