Si no se dan cuenta

—Negrito, a ver cuando te pones las pilas con la limpieza, por que no puede ser el olor a podrido que viene del garaje —comentó mi esposa esa mañana, antes de darme un beso y marcharse. 
Voy a tener que pensar una buena respuesta o solución, no vaya a ser cosa de que se den cuenta que ahí esta mi cuerpo pudriéndose.

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