Micro relatos XIV
¿Quién golpea a estas horas?
Se preguntó el niño adormilado, a quien el golpeteo rítmico en la puerta lo despertó. Levantándose de un salto fue hasta la puerta de entrada, pero no abrió. Considero adecuado mirar por la ventana. Al hacerlo descubrió que no había nadie del otro lado. "Escuché mal" se dijo volviendo a la cama.
A medio camino volvió a oír los golpes. Se detuvo, asustado, giró hacia el sonido.
Los suaves y rítmicos golpes venían del otro lado de la puerta... del ropero.
La voz en el teléfono
Me habían estado llamando varias veces para hacerme bromas. Cuando vi de nuevo el número desconocido atendí insultando. Decidí llamar a la policía inmediatamente después. Me dijeron que rastrearían el número.
A la media hora volvieron a llamar. Era la policía.
Me pidieron que no me alarmara y saliera despacio. La llamada venía de mi propia casa.
Ajuste de cuentas
El caso consistía en la puerta de entrada forzada. Un camino de sangre en doble vía que llegaba hasta el living. Allí depositado sobre una silla en el centro exacto de la habitación, el cadáver. Atado con alambres en una posición tal como si estuviera rezando con las manos juntas sobre la cabeza.
Los ojos muertos abiertos de par en par.
Detrás del muerto, en la pared hay distintos símbolos pintados con sangre. En el ambiente un calor insoportable y olor a azufre.
El comandante miró la escena con una mano en el rostro, concentrado.
"Está claro" dijo, "un ajuste de cuentas".
Estaba seguro de que no era así para nada, pero se trataba de mi primer caso. Además, era tan siniestro lo que transmitía esa imagen que simplemente pensé que lo mejor sería esforzarse por no pensar, no pensar y olvidar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top