Los Retornados solo podían vivir de noche. Consecuencia quizá de haber pasado la inmortalidad en ella. Tampoco era algo que les molestaba, pues el mero hecho de haber podido salir de aquel lugar constituía para sus nuevos cuerpos un alivio ilimitado.
Por lo demás todos ellos tenían la vaga sospecha de que si llegaban a morir regresarían de nuevo a esa oscuridad y tal posibilidad los aterraba hasta lo más profundo y los impelía a cuidarse de cualquier posible peligro.
Pasaban entonces sus días ocultos y sus noches vagando, recorriendo aquel mundo del que alguna vez habían partido.
Así que ya lo sabes bien, si un día escuchas extraños gruñidos y quejidos, o bien observas ojos rojizos o brillantes en la noche, tal vez siluetas en las sombras, no te asustes pero tampoco los molestes pues son los Retornados y saben de dolor.
No tienen objetivos, solo buscan retrasar lo irrefrenable u olvidar lo imposible.
Algunos incluso esperan volver con anhelo habiendo descubierto el sino de su existencia.
Son los Retornados por que han vuelto, son los Retornados y alguna vez, con suerte, tú también lo serás.