Los retornados III
El pianista recibió la carta mientras se preparaba para un concierto.
Sería el momento más importante de toda su carrera pero las palabras que su abuelo le había dirigido (y no tanto su muerte) le hicieron imposible concentrarse.
Sus manos tocaban notas al azar con la mirada al frente.
"Ellos somos nosotros".
Se levantó y se alejó del piano dándole la espalda. Su larga sombra proyectada ahora sobre el precioso instrumento. Si bien apenas recordaba la última vez que habló con su abuelo, sabía en qué estaba metido. Las cosas que investigaba. Las cosas que le habian hecho alejarse de él en primer lugar.
Buscaba responder a la pregunta: "¿Qué son los demonios?".
Reflexionó una y otra vez sobre las implicaciones de lo que su, ahora muerto, abuelo le había revelado en la carta y cómo encajaba esto con su investigación.
El sonido de una tecla en el piano tras él le hizo girarse rápidamente. No había nadie, como es lógico, sólo su sombra que se proyectaba sobre el piano.
El muchacho se retiró a su habitación, asegurándose de encender todas las luces antes y sin dejar de mirar tras su espalda.
Mañana y con la luz del sol, decidiría qué hacer.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top