(I) Ecos de OÔöø...
Por fuera
Tiene límites la carne. El cuerpo, un límite es. Límites tiene la mente, la imaginación creadora nos engaña con su manto de falsa infinidad. Como la tierra que pisamos, limitada se acabaría mostrando, en los venideros años de un futuro en que explorada nos acaba por mostrar el rostro completo de la descarnada ilusión.
Hasta las palabras tienen escalas, sus mínimos, sus máximos, un número finito, la concretud de todo cuanto existe.
Limitada la música que se pierde donde no hay quien le otorgue sentido, limitado el amor frente a lo desconocido, limitada la Verdad cuando no hay objeto.
Pero ¿el miedo es limitado? ¿Lo es el horror? ¿Existen enormes pozos de agua profunda, un cielo de nubes y estrellas, la natural muralla de montañas elevadas, el mortal desierto intransitable que pueda cercarlo? ¿La máscara de piel? ¿Un protector Dios-panteón-realidad-esperanza que sea como el padre severo, limitante?
Quizá.
Pero, ¿qué sería de lo que trasciende tales limitaciones? ¿Que habria de ser visto, mas allá? Así como despierta la angustia de quien mira hacia el universo sin hallar respuesta, así formula su pregunta, con otra calidad de angustia, más penosa, aquello que se encuentra por fuera.
Lo inobservado
Para algunos el destino, para otros el azar. La vida para algunos, para otros, muerte y nada más. La existencia realizada, la nada en su totalidad. Un lugar ante el que nadie ha posado jamás la mirada. Tan solo la certeza de su existencia, constituye el problema irresoluble a la mente de los hombres. "El mundo sin ojos", donde las historias son huérfanas. Difusa frontera, que todo devora, que espera incesante quien venga a buscarla. Con solo pensarla, le das existencia, y ahora mismo la estás alimentando.
Los que de allí vienen
Qué existe detrás de aquellos fantasmales suspiros en la soledad, del viento en la fría noche que acaricia, de la voz a oscuras que llama, el arañar de las paredes y los cuerpos... qué busca la muerte cuando persiste a la vida, la vida cuando trasciende los tiempos acotados de un instante efímero llamado existencia. ¡Cómo han fallado los intentos por responder! Es que jamás se ha mirado como debiera, no con la vista puesta en los que vienen, sino de dónde vienen.
Vienen del mundo sin miradas,
de lo que es totalidad y nada.
Vienen a dejar su marca
la huella que es semilla
de allí, nacerá El Árbol.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top