Cuenta la historia del más monstruoso de los seres, guiado por un hambre insaciable.
Tan brutal como vivir por la muerte, nace de la sangre y carne de los otros.
De ella se alimenta y a pesar de caminar bajo los cielos, aunque puebla con sus huellas las tierras más lejanas, desprecia la vida de la que es antítesis absoluta.
¿La odia, quizás en secretos, por haberle hecho existir? Se trata, si así fuera, de un desprecio tan añejo como la roca que pudre con su esencia, los bosques que envenena incapaz de moldear belleza cuando en todo busca saciarse.
Es la mezcla de los cuerpos, las raíces podridas del Árbol, lo retorcido que apesta y habita mausoleos enormes por él construidos.
Es el Ghola, necrófago de los suyos, Ghul, hecho de pedazos anda hasta que todos los pierde y vuelve levantarse.
Tal es su maldición, tal es su destino, tal es su leyenda.