Capitulo 1: Neo Vongola Primo.
Hace unas pocas semanas la batalla de los Arcobaleno llegó a su fin, terminando con el equipo de Reborn y Tsuna victorioso, y tras todos los problemas que aquella batalla ocasionó todo volvió a la normalidad, claro, si es que un niño entrenando a un chico para ser un mafioso es considerado normal.
Reborn al fin había sido librado de la maldición de los Arcobaleno, pero no había recuperado su forma original, cosa que lo hizo fastidiar un poco.
Pero no tenía tiempo para cosas tan insignificantes como esa, después de todo aun tenia una misión de suma importancia, debía convertir a Tsuna en un jefe de la Mafia sin importar que.
–Y dime Reborn, ¿como va el avance de Vongola Décimo?
–Prefiere que lo llamen Neo Primo. Las habilidades qué tiene como líder y como mafioso aun dejan muchas cosas que desear, pero estoy seguro de que con un pequeño empujón sacara a relucir esas aptitudes.
–¡Excelente, esas si qué son buenas noticias! Haa, no puedo esperar para poder retirarme pronto, este viejo cuerpo ya no podrá aguantar mucho más.
Decía el Noveno mientras masajeaba sus hombros cansados.
Reborn mostró una mueca de tristeza al ver a su viejo amigo, tomando en cuenta que la cantidad de vida que le queda a ambos es realmente abismal.
Tras eso regreso a Japón en donde Tsuna lo estaba esperando.
Muchas locuras ocurrieron dentro de esa reunión, incluida una fiesta junto con los amigos de Tsuna, pero esta era la calma antes de la tormenta, después de todo, la vida de un mafioso no siempre lleva a un camino fácil, y a pesar de que la mayoría de sus problemas habían sido resueltos, aun habían varias cosas que los observaba en la sombra, asecharndolos y esperando el momento perfecto para poder atacar.
En un día normal para Tsuna, este fue a la escuela con muy pocas expectativas con respecto al examen que se encontraba a la vuelta de la esquina, ya que sin importar cuanto tratara no parecía poder estudiar como es debido a pesar de que Reborn le estaba enseñando.
A fin y al cabo seguía siendo el mismo Perdedor Tsuna de todos los tiempos, cuyo único punto bueno era el de atraer a gente extraña.
Claro que hay pocos que conocen la fuerza con la que puede pelear, pero eso es solo cuando sus amigos se encuentran en peligro, y es muy poco probable de que eso suceda… o por lo menos eso es lo que pensó Tsuna hasta el momento en el que llego a la escuela y encontró una carta dentro de su casillero.
–¡¿Eh?! ¡¿Acaso esto es lo que creo que es?! ¡¿Es una carta de amor?! –dijo sorprendido.
Tomo la carta que había caído su casillero y la abrazo con cierto recelo mientras miraba a su alrededor, esperando que nadie se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, pero había llegado más temprano de lo usual aquel día, por lo que la escuela estaba completamente vacía.
Salio corriendo después de colocarse sus zapatos de interiores y se dirigió a su salón de clase, en el cual miro la carta sin abrirla, confundido por la situación.
–¿Quien la habrá mandado? Aunque, no tiene ningún sello de corazón o algo parecido, por lo que también puede ser torpe propaganda. ¡Estaría tan desilusionado si se trata de solo propaganda y todos en la escuela la recibieron! –dijo mientras golpeaba su escritorio con su rostro una única vez. –Eso duele…, pero ahora que hay más gente, ninguno de ellos tiene una carta similar –dijo mientras ocultaba la carta bajo él.
En ese momento logro notar un dulce aroma qué provenía de la carta, era el aroma de una chica, de eso estaba seguro, después de todo era un aroma dulce y tan suave que hacia qué se sintiera atraído y relajado.
–E-esto realmente es una carta de amor –murmuró alegre.
A pesar de que ya había disernido la carta sin la necesidad de abrirla, la pregunta de "¿quien la había escrito?" aun estaba presente en la mente de Tsuna, puesto que no es un chico muy popular qué digamos, y le era difícil que una chica quisiera salir con él.
–Jeje, mi propia mente termina atacandome –lloraba en silencio.
–¡Buenos días décimo! Veo que llego más temprano, digno de un líder como usted –dijo un joven delincuente qué se acercó con cierto sigilo a Tsuna.
La repentina aparición de aquel chico hizo sobresaltar a Tsuna al punto de soltar la carta por solo unos segundos, antes de atraparla y ocultarla debajo de su escritorio.
–Bue-buenos días Gokudera-kun –dijo algo nervioso.
–Yo Tsuna, llegaste incluso antes que yo hoy, oh, y veo que Gokudera por una vez llegó temprano –dijo un tercer chico tras rodear con su brazo la espalda de Gokudera.
–Ho-hola Yamamoto –respondió nuevamente nervioso Tsuna.
–¡Oye friki del Baseball, ya te dije que no te acerques tan casualmente a mi si no quieres que te explote! –grito fastidiado Gokudera tras empujar a Yamamoto.
–Jajaja, siempre tan elocuente Gokudera –río Yamamoto.
–¡Deja de reírte qué no estoy bromeando! –grito en respuesta de Yamamoto.
Tsuna decidió ignorar el espectáculo qué estos dos hacían, después de todo ya era algo de todos los días.
–Buenos días Hana-chan –una linda voz se escucho entrando al salón de clases.
–Buenos días Kyoko –respondió otra chica dentro del aula.
Tsuna levanto su mirada tan solo para encontrarse con la dueña de aquella linda voz, Kyoko Sasagawa, la diva de la secundaria nanimori y la chica más hermosa ente los ojos de Tsuna.
–Oh, buenos días Tsuna-kun –dijo Kyoko tras ver al aun apenado Tsuna.
–Bu-buenos días Kyoko-chan –respondió nervioso, pero aún así ella le regalo una pequeña sonrisa.
Kyoko se sentó en su asiento para poder platicar con su amiga Hana, la cual pregunto casi al instante.
–Hoy llegaste un poco más tarde de lo usual, ¿Acaso tu raro hermano te hizo salir a correr con él? –burlaba Hana.
–No, nada de eso, de hecho llegue más temprano de lo usual, pero tenía que hacer unas cosas en el club de Kendo –dijo ligeramente cansada.
–¿Hmm? Pensé que habías dejado el club de Kendo tras lo que hizo Mochida-senpai –dijo confundida.
–Bueno, no es que siga en el club de Kendo, de hecho me llamaron ya que querían que volviera a este, pero claramente los rechace –dijo sin mucho interés.
Durante toda esa conversación Tusna sintió como su corazón había dejado de latir en varias ocasiones, pero tras escuchar a Kyoko se sintió bastante más aliviado.
Fue en ese momento que se relajo y dejo que la carta que ocultaba estuviera a simple vista, o por lo menos para él. Cuando la vio una vez más su mente no pudo evitar pensar.
"–¿Será que Kyoko-chan me dejo esta carta?"
Al pensar en eso no pudo evitar sentirse avergonzado mientras el rubor cubría su rostro, pero sin importar cuanto quisiera que esto fuera real, él no paraba de negarlo una y otra vez.
"–N-no, no puede ser, no creo que sea Kyoko… pero si realmente es ella, entonces yo… ¡Ahh, el suspenso me mata!"
Tsuna tenía una pelea interna en su cabeza, pero al final sabía como podía quitarse la duda de quien le había dejado esta carta de amor… o sí realmente se trataba de una carta de amor.
Tomo la carta entre sus manos, cuidadosamente esperando a que nadie lo viera comenzó a abrirla y comenzó a leerla.
Al terminar de leerla sin decir nada salio corriendo del salón de clases.
–Oí, Tsuna. ¿A donde vas? La clase esta por comenzar –preguntó Yamamoto sin recibir una respuesta.
–¿Hmm, qué sucede con el décimo? –pregunto Gokudera confundido.
Varios de sus compañeros también vieron confundidos al lugar de Tsunayoshi, pero tras pensarlo por varios segundos dedujeron qué tenía miedo del examen que estaba por venir y simplemente escapo.
Pero sus amigos sabían que algo raro sucedía, Yamamoto se acercó al escritorio de Tsuna y vio la carta sobre este.
–Hmm, me pregunto si esto será la causa –dijo mientras la tomaba.
–¡Oye, no agarres las cosas personales del jefe!
–Oh, sí, perdón perdón, solo quería saber si el contenido de esta carta fue lo que hizo que saliera corriendo de repente –dijo Yamamoto entre risas.
–Hmm, ahora que lo dices, salió corriendo después de leer esta carta… hmm, bien, dejaré que la leas solo esta vez, pero si el décimo pregunta todo fue tu idea –dijo Gokudera.
–Sí, claro, no tengo un problema con eso –continuó burlando Yamamoto.
Tomo la carta y comenzó a leerla detenidamente en una voz que solo él y Gokudera pudieran escuchar, al terminar de leerla los rostros de ambos cambio al instante, ya que sus lados mafiosos salieron a relucir.
–Oí, debemos ayudar al jefe…, pero esta carta dice explícitamente qué debe ir solo, ¿no es así? –dijo Gokudera con una voz monótona.
–Sí, pero estoy seguro que ni tu ni yo haremos caso a esa advertencia –continuo Yamamoto.
La carta cayó de las manos de Yamamoto y fue recogida por Kyoko, la cual la leyó detenidamente.
–Querido Tsunayoshi Sawada, tenemos a tu amiga Haru secuestrada, si no quieres que la lastimemos tendrás que venir solo al parque Nanimori a las 10 de la mañana, con cariño, los secuestradores. Vaya, esa Haru es tan bromista –río Kyoko tras leer la carta.
Tanto Yamamoto como Gokudera voltearon a ver a Kyoko qué no paraba de reír.
–¿Eh, Haru? –pregunto Yamamoto.
–Sí, esta carta tiene su letra, seguramente es una de sus juegos raros para hacer sentir más relajado a Tsuna –dijo Kyoko sin mucha preocupación.
–Jajajaja, creo que eso hace más sentido –río Yamamoto.
–Por dios, esa mujer idiota causándole problemas al décimo, solo espero que pueda regresar antes de que las clases terminen –dijo Gokudera fastidiado.
Mientras tanto, una joven chica conocida como Haru esperaba impaciente en el parque de Nanimori, esperando a que su príncipe azul viniera a rescatarla, incluso si no estaba en peligro.
–Fuuu, un elefante se columpiaba –cantaba con suavidad mientras veía el sol ocultarse detrás de las nubes.
Haru estaba nerviosa, ya que al fin estaba decidida, estaba por declararse a Tsuna con sinceridad, esperando poder tener una verdadera relación.
//Uff, que inicio para este fic. Para los que no me conocen, soy IvanCarmesi, esta será mi segunda historia de Katekyo Hitman Reborn, y a comparación de la primera tendrá una historia sólida y bastante interesante, espero la disfruten.
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