Las cartas sobre la mesa.

Thomas no duerme, para nada. La realidad es que en cuanto Dylan se da la vuelta y desaparece él corre por todo el edificio principal de El Claro en busca de material: una pizarra, rotuladores y ovillos de lana de colores.

- ¿Qué haces? Según tengo entendido deberías estar durmiendo.

Thomas pega un brinco y la pizarra resbala de sus manos hasta caer al suelo. Genial, con lo que le había costado cogerla.

- Eres tú - suspira aliviado y vuelve a intentar coger la pizarra.- Necesito algunas cosas, Scott.

- ¿Y no puedes esperar hasta mañana como la gente normal? Es de madrugada - se acaricia el puente de la nariz mirando con diversión la lucha del humano.

- ¿Y qué haces despierto?

Scott cambia el peso del cuerpo de una pierna a la otra, Thomas nota los nervios y detiene un poco su odisea para mirar a uno de los mejores amigos de Dylan.

- Pareces haber envejecido algunos siglos de repente, ¿estás bien?

Scott suspira, cogiendo él la pizarra.

- ¿Dónde quieres que la lleve?

- El único sitio seguro es mi habitación.

- No creo que esto te deje mucho espacio después, ¿no prefieres la sala de operaciones?

- Si pasa cualquier cosa todos estaréis ahí en cuestión de segundos - se encoge de hombros.- Necesito tiempo, silencio y, sobretodo, que Dylan no se entere hasta que haya terminado.

- ¿Es importante?

- Creo que... - entrelaza sus dedos, sudoroso y nervioso.- Creo que sí, creo que puedo tener la clave de todo esto: del asesinato de la familia de Dylan y todo lo que ha venido después.

- Eso son palabras muy grandes, chico, llevamos con ese caso más décadas de las que tú has vivido.

- Ya lo sé - se encoge de hombros.- Precisamente por eso no quiero que me vea mientras elaboro mi teoría.

Scott lo observa en silencio cuando Thomas abre la puerta de su habitación y deja la pizarra enfrente de la ventana. El rubio deja los rotuladores y los ovillos de lana sobre la cama.

- Por cierto, no me has respondido.

- Mañana vienen los Argent - responde con simpleza.

- ¿La familia del hombre que Dylan asesinó?

Asiente.

- Para ser más exactos: la familia de mi mujer - se pasa la mano por la cara y Thomas dibuja una "o" con la boca, sorprendido.

- Es tu mujer, tu doncella, ¿no? - Scott asiente.- Seguro que lo comprende. Ese hombre no era bueno.

- Los Argent son cazadores de seres sobrenaturales - dice como única respuesta.

- Entonces estás muy jodido.

- Vaya gracias, no me había dado cuenta - Thomas se coloca delante de la pizarra con un rotulador negro en la mano y Scott siente que sobra.- Le diré a Ki, a Jackson y a Will que vengan a echarte un vistazo de vez en cuando, ¿vale? - el rubio asiente distraído y Scott sale de la habitación justo después de ver lo primero que Thomas escribe:

A la mañana siguiente, El Claro se convierte en un hervidero de demonios y ángeles que van y vienen de un lado para otro. Después de haberse pasado toda la noche despierto y con la pizarra llena de palabras y de hilos que relacionan todos los datos, Thomas se encuentra satisfecho y acojonado a partes iguales ni hablar de la cara de póker que tiene Will a su lado, el último que había pasado a hacerle compañía y que terminó quedándose hasta que el sol comenzó a entrar de nuevo por la ventana proyectando sus sombras sobre la pizarra.

- Thomas, eso puede desatar una guerra - dice con voz ronca,pero el rubio simplemente lo ignora.

No está dispuesto a ignorar la verdad por evitar una supuesta "guerra" entre Lucifer y Dylan. Sabe que ha llegado la hora de mostrarle a los demás lo que ha averiguado así que cubre la pizarra con una manta y entre él y Will la trasladan a la sala de operaciones donde ya está prácticamente todo el equipo de élite.

- ¡Thom, por fin! - Lydia se acerca a abrazarlo con fuerza y el rubio le devuelve el gesto, maravillado por su olor a fresas.- Ayer no pude verte, todo el mundo se dedicó a secuestrarte y encima me mandan de misión - hace un mohín, él ríe.

Entonces se da cuenta de que hay dos personas en la habitación que no conoce de nada y percibe también la tensión de Scott y del resto del equipo. El único que falta es Dylan.

- Thomas Brodie-Sansgter, un placer - se presenta, dejando la pizarra a un lado.

- Allison Argent.

- Christian Argent.

Oh, por supuesto. La puerta se abre inmediatamente detrás de él y Dylan O'Brien hace acto de presencia por fin. Antes de que pueda abrir la boca para decir cualquier cosa al ver a los ocupantes de la sala el caos se desata: recibe una flecha que se clava en su hombro derecho y un tiro en la pierna. 

- ¡Dylan! - Thomas se apresura a ir hacia el demonio que no deja de maldecir.

- Estoy bien, estoy bien - se arranca la flecha y se mira el orificio de la bala, con un gruñido la extrae con sus garras.- Yo también me alegro de veros, familia Argent.

- Ha pasado tiempo, Dylan - el mayor sonríe mientras que la chica guarda el arco.

- ¿Ya estáis satisfechos? - se sienta en la silla, las heridas comienzan a cicatrizar poco a poco y el rubio sonríe con alivio.- Menos mal que no habéis usado acónito.

- Sabes que el juicio no te correspondía a ti, pero no quiero enfadar a Lucifer. Muchas gracias.

- Tranquilo, Chris, creo que los dos ya están lo suficientemente cabreados - masculla Dylan poniéndose por fin en pie y acercándose a saludar.

Allison por fin se acerca a Scott y lo besa, él le devuelve el gesto abrazándola con fuerza.

Thomas mira hacia Will que se encoge de hombros y pone los ojos en blanco, quien los entienda que los compre.

- Con vosotros aquí nuestras posibilidades contra CRUEL aumentan considerablemente.

- ¿Cuántos quedan?

- Theo me ha llamado esta mañana, los doctores de la muerte se han suicidado antes de que pudiera sacarles nada - todo el equipo suspira visiblemente frustrado.- Así que con tu padre muerto, Chris, sólo quedan Garrett Douglas y la famosa Perséfone.

Thomas siente a Will tensarse a su lado, al demonio rubio le está costando horrores mantener la boca cerrada ante su jefe, su superior, aquel a quien le debe mucho más que la vida. Pero Thomas se lo ha pedido y está haciendo su mejor esfuerzo, el humano le acaricia la rodilla para darle ánimos.

- La idea es organizar un equipo de búsqueda contra Garrett Douglas, quizás él pueda decirnos dónde está Perséfone - aclara Ki, quien tiene unos papeles en la mano. Thomas supone que se trata de las tareas que les toca a cada uno.

Bueno, ha llegado el momento.

Carraspea para llamar la atención de todos en la sala y lo consigue.

- Quizás yo pueda arrojar algo de luz sobre ese asunto - su voz es firme, pero es consciente de que su cuerpo tiembla cuando se levanta junto con Will y colocan la pizarra en el punto ideal para que esté a la vista de todos los presentes.

Los Argent; Ki, Lydia, Jackson, Will; Theo; Dylan. Suficientes.

Toma aire profundamente antes de quitar la manta de encima. Temeroso por la reacción de los demás no se atreve a mirarlos por un segundo y menos teniendo en cuenta el silencio sepulcral que se ha hecho en la sala.

- Thomas, ¿qué... es todo esto? - Dylan se levanta, dispuesto a acercarse.

Will, Jackson y Ki se interponen en su camino, ejerciendo de escudo por si acaso los poderes del mayor se descontrolen. Thomas los mira con gesto contrariado, puede enfrentarse a Dylan solo, pero no dice nada porque hay cosas más importantes de las que hablar.

- Sir Arthur Conan Doyle escribió que "una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad" - suspira.- Tenedlo en cuenta antes de echarme a los lobos - se cruza de brazos para obtener algo de seguridad.- Bueno, ¿tenéis lobos los demonios o nos echáis a otra cosa? ¿Harpías tal vez? - todos lo fulminan con la mirada.- Ok, ok, no es momento para bromas.

- Explícate, YA - el rugido de Dylan apenas le asusta.

- Voy a empezar por lo que sucedió ayer en El Claro - Dylan arquea una ceja, sabía que no se lo había contado todo.- Subí a la sala de operaciones, Kate ya estaba aquí. Por lo visto te estaba buscando, pero me encontró a mí. Imagina su desilusión - aunque debería estar explicándoselo a todo el mundo, sus ojos no se apartan de los de Dylan que poco a poco comienzan a cambiar de color.- Habló con desprecio de Britt y de vuestro hijo.

- Eso lo hace siempre - contradice Dylan.

- Entonces es que habéis estado muy ciegos, todos.

Los demás comienzan a entender que, aunque la información es para todos, entre aquellos dos se ha formado una especie de lucha personal.

- Kate dijo que eliminaba aquello que la molestaba, el único motivo por el que sigo vivo al parecer es porque de mí depende tu vida ya que soy tu doncel.

- No tienes pruebas.

- Tiene nuestra palabra, Dylan - Jackson y Ki dan un paso adelante.- Nosotros llegamos y escuchamos todo - Thomas los mira incrédulo, sabe que es mentira, los demonios de ojos plateados llegaron bastante después.- Si no confías en la palabra de Thomas al menos no dudes de dos de tus guerreros que nunca te han fallado.

Dylan gruñe y su vista se clava en la pizarra. Es rebuscado y está pillado con pinzas, pero la teoría de Thomas tiene muchísimo sentido. La obsesión que Kate siempre ha tenido con él pudo perfectamente desencadenar los acontecimientos que le siguieron y, el hecho de ser la prometida de Lucifer, la hace casi intocable por lo que...

- Joder - se pasa las manos por la cara.- La que se va a liar.

- Sí, ese es el último punto del esquema - Will lo señala, el resto de los miembros de la sala comienzan a ponerse más tensos todavía.

De repente, el ambiente en la sala se vuelve mucho más pesado.

- No os hacéis una idea de la razón que tiene Thomas.  

- Uauh, el chico es bueno.

Todos dan un brinco ante esas dos voces desconocidas, Dylan reacciona más rápido que todos los demás y se coloca delante del humano.

- Dios, Lucifer, cuánto tiempo sin veros.

Cuando las dos entidades salen de la oscuridad que les otorga el rincón de la habitación más de uno se olvida de cómo respirar.

Continuará...

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