Atando los cabos sueltos para el final feliz.
La ansiedad reina en el complejo por un momento alarmante que obliga a Ki y a Scott a intervenir en la escena hasta que se dan cuenta que Kate está herida, pero sigue viva.
- Obviamente, no es suficiente para matarte - masculla con desprecio.- Y no hay nada que desee más, Kate, pero resulta que Garret aún está por ahí y no puedo permitirme el lujo de hacerlo sin saber dónde está.
- Yo tampoco sé dónde está - masculla, intentando encogerse para detener la sangre que mana de su estómago.
- Pero puedes ponerte en contacto con él, ¿verdad? - balancea el móvil que le quitaron cuando la apresaron y al que Ki ya le ha metido mano, extrayendo todo lo importante.- Mándale un mensaje, el resto es cosa nuestra.
- ¿Por qué debería hacerlo? Me vais a matar igual.
- No, querida, ellos no te van a matar.
Thomas piensa que a estas alturas ya no le queda cuerpo para tanto nervio, pero la voz de padre Cielo consigue sobresaltarlo lo suficiente como para dar un respingo y llamar la atención de Dylan, demasiado concentrado en su cruzada personal.
- Pero nosotros sí te vamos a encarcelar.
- ¿Padre? ¿Madre? - la voz de Stiles, no menos calmada que antes, se escucha.- ¿Qué hacéis aquí? Dijisteis que no intervendríais.
Los dos seres ancestrales intercambian una mirada, madre Tierra se acerca a su hijo mediano y se arrodilla ante él con Derek observando, cauteloso.
- Sé que piensas que esto es tu culpa, pero han sido nuestras malas decisiones las que causaron todo este dolor, Lucifer - acaricia el rostro de su hijo.- Lo sentimos, no pensamos que ya tuvieras alguien a quien querer.
- A pesar de todo, siempre fuiste el más obediente, el más sumiso, siempre tratando de superar a Caleb. Quizás pensamos que sería más fácil que tú nos dieras descendencia para garantizar el trono del Infierno ya que era evidente que Dylan se coronaría rey del mundo de los humanos y Caleb es tan terco y tan libertino - niega con la cabeza, el aludido ni siquiera tiene tiempo para sentirse ofendido.
- De verdad pensábamos que habíamos elegido bien, tenías buena reputación, Katherina, a pesar de ser una súcubo.
- Ustedes me arruinaron la vida - vuelve a revolverse, pero tose con dolor, las esposas impiden que sus poderes la curen.
- Esto es más fácil de lo que tú piensas: o ayudas a mis hijos a atrapar al último de tu organización o añadiremos la tortura a tu condena eterna. Has hecho daño a lo que más amamos, no te lo vamos a perdonar con facilidad, pero tú decides cuán malo puede ser - madre Tierra se aleja de Stiles para entrar en la celda y acercarse a Kate.
- ¿Por qué le ofrecéis un trato? Merece estar muerta - espeta Dylan.
- La muerte, cariño, es demasiado efímera - le recuerda.- Duele tan solo un instante en comparación con lo que tienen que aguantar los vivos por sus malas acciones. Donde vamos a encerrarla recibirá lo que merece.
- Me habéis dicho que no habrá tortura - recuerda la aludida.
- No, porque no es necesaria. La celda a la que te voy a mandar, querida, te hará desear estar muerta - sonríe.- La tortura simplemente lo haría muchísimo peor de lo que ya es.
- En cuanto a tu deseo de venganza, Dylan, aún te queda uno por cazar. Ese sí es todo tuyo.
- Es de los míos, ¿no se supone que tengo que dar mi consentimiento o algo? - Caleb pone los ojos en blanco.
- Como si fueras a quitárselo a tu hermano, siempre le has dado todo lo que te ha pedido y lo que no, también.
Dios tiene la decencia de sonrojarse.
- Bien, entonces, ¿qué eliges?
Para cuando el reloj marca la medianoche Cielo y Tierra se han llevado a Kate de El Claro, Dylan tiene una ubicación y un plan, Derek ha conseguido estabilizar a Stiles, Deaton levanta las protecciones mágicas extremas del edificio y los demás se encargan de limpiar el estropicio que tanto revuelo ha causado. Antes de dirigirse a la biblioteca donde han quedado para reunirse antes de marcharse, Dylan busca a Stiles y a Caleb en la sala de operaciones. Hale ya no está con él así que supone que ha ido a prepararse porque viene en su equipo.
- Así que ¿Derek? - aventura, cuando ambos redirigen su atención hacia él.
Stiles siempre ha parecido un poco desquiciado con esa mirada oscura y los ojos tan claros marcado por ojeras tan grandes, pero ahora simplemente parece exhausto.
- Lo siento.
- Ya te dije que no...
- Aún así - interrumpe, hundiendo la cara entre sus manos - lo siento. Por no contarte nada, por seguir esa estúpida ley de no intervenir, por... quizás podríamos haber previsto todo este desastre - pasa los dedos por su pelo, alborotándolo aún más.
- Mieczysław, no era tu responsabilidad - Caleb le da un golpe con la pierna.
- Lo era acostarme con Kate y no lo hice - apoya la cara en la mano para observar a Dylan que pone los ojos en blanco.- Lo intenté, pero no pude. Me conoces, Dylan, no soy el más indicado para hablar de castidad antes del matrimonio ni nada que se le parezca, pero... simplemente no pude. Ni con ella ni con nadie. Y es una tontería la de cosas que podría haber prevenido un simple revolcón, eh.
- ¿Cómo pasó?
- ¿Quieres que te cuente cómo la rechacé en la cama? - arquea una ceja, ligeramente divertido.- Eres un morboso, hermano.
- No seas idiota - se deja caer a su izquierda ya que Caleb está a su derecha.
Están sentados en el mismo sillón, en orden de nacimiento y las diferencias entre ellos no deberían ser tan claras como lo son con Caleb siendo el más firme de los tres, Stiles el más deshecho y Dylan el más cansado.
- Quiero saber cómo te enamoraste de Derek y por qué nunca lo noté.
- No te ofendas, hermanito, pero no eres el más avispado de los tres.
- Ser avispado no nos define a ninguno - admite Caleb.
- Pero a él menos - refuta Stiles.
- Cierto es.
- ¿Volvemos al tema?
- ¿Recuerdas el día que nos presentaste a Britt? - se deja caer hacia atrás, hundiéndose entre los otros dos.- Os acababan de decir que el mini demonio sería un niño.
- Habría sido mitad demonio, Stiles.
- De eso nada, nuestro gen es más fuerte que el humano.
- Pero...
- El caso es que ese día estaba todo tu equipo en El Claro, pero no junto, fueron llegando poco a poco a la cafetería - entrelaza los dedos y mira la palma de sus manos. Dylan se gira para mirarlo a la cara, Stiles parece haber retrocedido un montón de años.- No sé qué esperas que te diga, en realidad, no fue tan épico como para hacer de ello una gran cosa - admite, y eso consigue colorear un poco sus mejillas.- Simplemente le hizo falta aparecer, ¿vale? - Dylan arquea una ceja.- Tan fuerte, tan alto, tan oscuro, tan jodidamente inteligente, tan dispuesto a enfrentarse a mí... cuando quise darme cuenta venía demasiado por aquí, había descuidado el Infierno y, de repente, Britt y tu hijo estaban muertos.
Dylan deja caer la cabeza hacia atrás.
- Qué mierda, eh.
- Y que lo digas - Stiles imita el gesto.
- ¿Qué piensas hacer ahora? - pregunta Caleb, a lo que Stiles hace un puchero con molestia y es simplemente hilarante ver al demonio más poderoso poner un gesto tan infantil.
- Tú deberías ser Lucifer, no yo, eres lo peor, dame un respiro, hombre - cruza los brazos.- Ya lo sabe, ¿no? Pero no me ha dicho nada al respecto así que supongo que eso es todo.
- Stiles, estabas de los nervios, sueles ser un poco difícil de manejar en esas ocasiones - el aludido lo fulmina con la mirada.- No me mires así, la última vez me hiciste un agujero en el paraíso, ¿sabes lo que me costó arreglar las estúpidas nubes para que volvieran a ser igual de esponjosas?
- Y por eso la fría piedra del Infierno es lo mejor.
- Fría dice...
- Bueno, hay zonas en la que arde, lo he decorado muy al estilo de Dante Alighieri.
Dylan los observa divertido, la tensión de las últimas horas por fin desapareciendo poco a poco de todos ellos y siendo reemplazada por la energía que siempre ha ido del uno al otro unidos como están desde su nacimiento.
- Stiles, céntrate.
- Ah, está bien, hablaré con él después - promete.
Dylan y Caleb intercambian una mirada, eso habrá que verlo. Se levantan del sillón para ir junto a los demás. Thomas está sentado con Will, Kaya y Rosa en la biblioteca, esperando por Malia ya que Theo será parte del equipo de Dylan junto con Lydia, Jackson, Allison y Derek.
- Ve a dormir a tu habitación, ¿vale? - le pide Dylan antes de darle un suave beso.
- ¿Eh? ¿Por qué? - no es que tenga ningún problema, pero pensaba que ya no dormirían separados ahora que toda la parafernalia oficial se había llevado a cabo y estaban, en fin, casados.
- No quiero volver a poner un pie en la mía - admite como si no fuera importante, pero Thomas sabe que lo es y que está relacionado con lo que tuvo que hacer. Contiene un suspiro, entendiendo ahora un poco más porque tampoco hay que ser un gran Einstein para averiguarlo.
- ¿Hasta dónde llegaste? - pregunta, antes de poder ordenar a su boca que se mantenga cerrada.
- Ni siquiera la besé - admite y quizás sus palabras están teñidas de una pizca de orgullo a lo que Thomas bufa porque es un engreído.- Imagina lo bien que me lo monté.
- Entonces, ¿por qué?
- Las cosas que me dijo, las cosas que pensé... simplemente quiero dejarlas atrás.
Thomas alza una ceja.
- Vale, pero la mudanza la haces tú solito.
- No esperaba menos de ti - sonríe.
Callan cuando el equipo empieza a reunirse y el alboroto empieza a ser mayor mientras intercambian impresiones de lo que ha sucedido y enseñan las armas con las que han elegido ir. Hay risas, a pesar de todo, y eso es algo que Dylan valora por encima de todas las cosas. Bueno, eso y que por el momento están todos vivos.
- ¿Por qué no va Will contigo? - pregunta Thomas dándose cuenta de que el demonio no se ha vestido para la batalla.
- Lo necesito aquí.
Thomas pone los ojos en blanco.
- Kaya está conmigo y Ki, ¡en El Claro! Vamos a estar bien, Dylan, es toda una partida de caza contra un ángel.
- Necesito tomar precauciones y lo sabes, solo así podré ir tranquilo y realmente lo necesito, ¿vale?
- Yo también estaría más tranquilo si Will te estuviera cubriendo las espaldas.
- ¡Hey! ¿Desconfías del resto?
- No, pero no son Will.
Dyan niega con la cabeza y lo agarra de la muñeca para abrazarlo con suavidad, hundiendo la cara en el hueco de su cuello. Thomas sonríe contra su pecho, respirando con fuerza para emborracharse de su olor.
- ¿Estamos, de verdad, discutiendo por ver quién se queda con Will? - Thomas se encoge de hombros, divertido.- Todo saldrá bien, no te preocupes.
Thomas abre la boca, pero la vuelve a cerrar cuando se monta un pequeño revuelo que los obliga a prestar atención al resto de la sala y salir de su burbuja particular.
- Uauh - sonríe el humano tentado de aplaudir.
Stiles besa a Derek, Dylan está bastante seguro de que ha sido cosa de su hermano y lo confirma cuando intercambia una mirada divertida con Caleb que niega suavemente con la cabeza, resignado. El demonio mayor ha agarrado la camisa del otro para hacer fuerza y acercarlo a él, ya que después de todo Derek es bastante más alto. En algún punto, sus labios hicieron contacto y Derek tomó el control de la situación devorando a Stiles. Dylan silba, nunca hubiera imaginado que su hermano sería tan...
- Quita esa mirada divertida de tu cara, Nogitsune - masculla Stiles cuando Derek permite que se aleje, pero pierde toda credibilidad posible porque tiene los labios hinchados y las mejillas muy rojas.
- Siempre tan impulsivo, querido hermano mayor.
- Será mejor que os vayáis ya - inetrrumpe Ki, sosteniendo una tablet entre las manos y trasteando con ella.- La hora de la reunión está cerca.
- Volved, vivos, ¿está claro? - Rosa se cruza de brazos para observarlos.
Dylan sonríe, apoyando la M107 en su hombro.
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