•Capítulo 3: Nueva titán•
Estabas mirando por la ventana tranquilamente, viendo cómo algunos pájaros volaban libremente por el cielo azulado.
—¿Tn, por qué no te quitas la capa? —cuestionó Eren. Ambos se encontraban en la sala de espera, donde harían unos últimos papeleos con la ayuda del comandante Erwin
—No me gusta mostrar mi rostro... —admitiste en un susurro apenado— Los únicos que me han visto son siete, sin contar las personas en la sala del juicio.
—Ya veo. —respondió en el mismo tono bajo— Pero si es linda...
—¿Q-qué? —lo miraste sonrojada
—¿Eh? ¡¿L-lo dije en voz alta?! —asentiste, provocando que el rostro del castaño también se pusiera rojo
—B-bueno. —aclaraste tu garganta, intentando aligerar el ambiente— Yo... Espero que no te siga doliendo el golpe que te di antes...
—¡N-no! ¡No hay problema! —exclamó el castaño casi al instante, para luego bajar su cabeza, intentando calmar sus nervios— Admito que fui muy imprudente y me lo merecía, pero de igual modo, los golpes del capitán literalmente me quitaron la sensibilidad en todo mi cuerpo.
En resúmen, al pobre lo habían golpeado tanto que tu golpe no le hizo mucho efecto, algo razonable considerando que Levi te ganaba en fuerza.
—Sí, mi hermano se pasó.
Ambos guardaron silencio, quedando incómodos.
—Me alegro de que no te hayas molestado conmigo, Eren. —añadiste luego de pensarlo un poco, pues mayormente no eras una persona sincera con lo que sentías
Te colocaste en cuclillas frente a él.
—Está bien, no te preocupes. —contestó un tanto nervioso por tu cercanía
—Eren, ¿podrías abrir tu boca? —le preguntaste sin repasar lo extraño que sonaron tus palabras— Necesito ver algo. —añadiste
—Más que una petición, parece una orden. —pensó, pero abrió su boca obedientemente
—¡Ya llegamooos! —Hanji entró de golpe por la puerta— ¿Eh? —los miró procesando información
—Oe, Hanji. —se oyó la voz de Levi por detrás— ¿Por qué rayos no avanzas? Mueve tu asqueroso trasero ya, quiero sentarme.
—¡¿Q-qué estaban haciendo?! —preguntó Hanji exaltada, mal pensando la situación
—No pienses mal, tonta. —dijiste avergonzada— Ven, mira esto.
—Tsk, ya oíste. Ve. —Levi le tiró una patada a Hanji, lo suficientemente fuerte para hacerla avanzar unos pasos dentro de la habitación
—¡Hey! ¡No seas tan brusco, enano! —se quejó indignada— ¡Al menos ten consideración, que sigo siendo mujer!
—¿Ah? ¿Y a mí qué? —Levi entró como si nada, seguido de Erwin
—Dejen de discutir, por favor. —pidió Erwin, pero ambos capitanes lo ignoraron
—¡Oh, le ha vuelto a crecer el diente! —exclamó Hanji al ir contigo
—Oye, no grites. —le llamaste la atención llevando una de tus manos a tu oreja
—Ni que tuviera la voz de vendedor de la esquina. —protestó la castaña
—Ya, a ver. —Levi también se acercó para analizar la regeneración de Eren— Vamos al cuartel para organizarnos mejor. Erwin se quedará a hacer todo el papeleo correspondiente, ¿verdad?
—Sí... —respondió el rubio sin muchos ánimos, a lo que todos asintieron
Al llegar, notaron que el lugar estaba completamente sucio y abandonado, siendo éste un castillo antiguo que la Legión solía utilizar como cuartel.
Estabas poniendo toda tu dedicación y tiempo para limpiar perfectamente, pues ni a ti ni a Levi les gustaba la suciedad.
Te diste cuenta de que te faltaba limpiar un rincón por la puerta, así que la abriste para tener mejor acceso al sacar el polvo. Lo que no esperabas era que Eren estuviera justo detrás de esta, a punto de tocar. Ambos terminaron cayéndose al suelo cuando abriste la puerta de golpe.
Quedaste debajo del castaño y él encima, como en un maldito cliché.
—Eren, quítate de encima. —le ordenaste intimidante— ...Y saca tu sucia mano de ahí, ¡pervertido!
—¿Eh? ¿A qué se refiere? —te vio confundido— Siento algo blando bajo mi mano... ¿Que será? —se preguntó así mismo
Esperabas que se quitara rápido, pues si fuese otra situación ya lo habrías empujado bien lejos, sin embargo ahora no sabías cómo reaccionar frente a esa repentina e intencional acción.
—¿Qué es esto tan blando? —Eren siguió en sus pensamientos, confundido mientras miraba hacia el frente, concentrado en lo que tenía bajo su mano
—E-Eren. —balbuceaste mirándolo ruborizada, frunciendo tu ceño a la vez
—¿Eh? —salió de sus pensamientos y por fin se dio cuenta de dónde había parado su mano
Por poco y le da un micro infarto, pues su presión bajó de manera repentina y sus bellos se pusieron de punta.
—¡Aah! ¡P-perdóname, Tn! —retiró su mano rápidamente y se levantó al instante de tu encima— ¡Yo no quería hacerlo! ¡Perdón! ¡En serio no lo hice a propósito! —exclamó Eren, disculpándose repetidas veces contigo
Tenía las mejillas rojas de la pena y no se atrevía a verte a la cara, pues estaba haciendo reverencias en modo de disculpa también.
—No... —la puerta se abrió de golpe, interrumpiendo lo que ibas a decirle
—¿Qué demonios le estás haciendo a mi hermana, Eren Jaeger? —cuestionó el azabache, con un rostro sombrío
—Sólo nos caímos. —respondiste incorporándote del suelo por ti misma
A Levi se le notaba la furia en el rostro, asesinando a Eren de varias formas en su mente, pues había alcanzado a oír esas miles de disculpas del castaño hacia tu persona.
—Levi-aniki, en serio no pasó nada. —aseguraste en un tono más convincente
—Hmp. —frunció su ceño, guardando varios segundos de silencio, los cuales fueron tormentosos para ustedes— ... Bien. Confío en ti, Tn. —soltó en tono serio, para luego dirigirle una última mirada asesina a Eren, a lo que éste tragó saliva
Levi sonrió internamente satisfecho y luego se retiró para continuar enseñando a los novatos algunos métodos de limpieza.
Finalmente llegó el día donde los cadetes de la tropa 104 eligieron una afiliación y próximamente hicieron un pequeño festejo, por lo que decidiste darles un obsequio al trío de amigos. Después de todo, te los habías vuelto a encontrar luego de tantos años y en parte sabías del esfuerzo de cada uno al lograr sobrevivir en la milicia.
—¡Eren! —lo llamaste
—¿Eh? ¿Tn? —volteó a verte mientras tú avanzabas hacia él rápidamente, esquivando a las personas que se encontraban bailando o comiendo
—Toma. —le entregaste una daga, la cual tenía el escudo distintivo de la Legión pintado en el mango. Te demoraste mucho haciéndolo, pero te encantó el resultado— Es para ayudarte cuando salgas de tu titán. Ten cuidado, está filoso. —añadiste
—Vaya, gracias. —respondió viendo los detalles de la daga con curiosidad— ¿Tú lo hiciste?
—Eh... No fue nada. —respondiste algo nerviosa
—¿Tn? —la azabache se acercó a ustedes
—Oh, Mikasa... —pronunciaste en voz baja— Toma. —con algo de timidez extendiste tu mano hacia Mikasa, a lo que ella cogió lo que le estabas ofreciendo. Era un collar de plata con un diseño de mariposa, la cual tenía el color rojo, azul y verde en sus alas
—Gracias, está bonito. —habló Mikasa con una pequeña sonrisa
—No es nada. Felicidades por graduarse. —respondiste de manera automática. Literalmente habías ensayado en tu mente lo que ibas a decir y hacer, ya que no estabas acostumbrada a dar afecto físico o regalos materiales
Diste una pequeña sonrisa, a lo que ellos correspondieron de la misma forma. Ambos chicos sintieron una calidez familiar que no sentían desde hace años. Después de todo, la milicia los mantenía tan ocupados y no ganaban el dinero suficiente para comprar sus propias pertenencias.
—¡Eren! ¡Mikasa! —los tres giraron su cabeza, viendo al rubio con flequillo acercarse corriendo hacia ustedes con dos platos de comida en cada mano
—Bueno, ya me voy. —avisaste para dejarlos a solas con su amigo— Disfruten de la comida y sus días de descanso... Ah, y denle ésto al rubio. —le diste el broche colo zafiro a Mikasa, ya que ella estaba más cerca a ti
A pesar de no conocer a Armin, decidiste comprarle un regalo también, sólo para que no se sintiera excluido. Además, no te parecía mala persona y ya habías hablado un par de veces con él hace tiempo.
—¿Ella no es la hermana del capitán Levi? —preguntó apenas llegó
—Sí, pero no se parece tanto al capitán, Tn es más amable. Hasta nos dio obsequios. —respondió Eren, mostrándole la daga
—Eren, cuidado. Te puedes cortar. —advirtió Mikasa preocupada. Eren rodó los ojos, pero colocó la daga en su cinturón de manera segura
—¿En serio? —preguntó Armin, volviendo al tema anterior
—¡Sí! Incluso a ti también te dejó uno. —respondió Eren, haciéndole una seña a Mikasa para que le entregara el broche
—¿En serio? —preguntó mientras recibía su regalo— Qué extraño, apenas y hemos hablado... Fue muy amable de su parte. —susurró
—¿Dijiste algo? —preguntó Mikasa
—N-no. —tartamudeo. Mikasa asintió restándole importancia
Narra Eren
Estaba inquieto y entusiasmado, no lo niego. Hoy es mi primera expedición y espero ser de ayuda en algo, pero siento una presión en el estómago cada vez que pienso en ello, tal vez sea un mal presentimiento por todos los peligros a los que nos vamos a exponer.
—¡Capitán Levi! —llamó mi compañero Dennis— ¡El flanco derecho ha sido destruido por completo! ¡Dicen que hay un titán anormal inteligente! —el capitán Levi iba a responder, pero Tn se le adelantó
—¡Avisa a los otros flancos! ¡Rápido! —ordenó con seriedad, a lo que éste asintió y se fue montado en su caballo
También estaba tenso por la situación. No sabía qué podría pasar y eso me inquietaba más. Las muertes de mis conocidos o la mía propia, aún sin poder haber cumplido mi objetivo... Porque el futuro es incierto y nadie lo puede cambiar, lamentablemente...
—Eren, ¿estás bien? —Tn me dirigió una mirada preocupada
—S-sí, lo estoy.
Ella asintió no muy convencida y volvió su vista al frente. Miré al capitán, quien era el cabecilla en la formación, el cual no tenía una cara muy amigable que digamos.
¿Serán celos de hermano mayor?
—Tapen sus oídos. —apenas el capitán dijo eso, sacó una bengala acústica del bolsillo
Tiempo después logramos capturar a la Titán Hembra, sin embargo fue muy pronto para cantar victoria, pues ella llamó ha otros titanes, por lo que todos nos subimos a un árbol.
—Al parecer, en los planes suicidas de Erwin, no había uno de repuesto por si esto pasaba. —comentó el capitán— Es decepcionante sabiendo lo demente que puede llegar a ser con sus sacrificios.
—Levi. —pronunció Tn en tono de reproche— Pero si ella los llamó, entonces significa qu-
Antes de que Tn terminara su frase, llevó una de sus manos hacia su cabeza, haciendo una mueca de dolor. Iba a preguntarle qué le pasaba, pero Tn perdió el equilibrio por la falta de fuerza en sus piernas y terminó cayéndose de la rama donde estaban ella y su hermano. Antes de que pudiese reaccionar, el capitán Levi la logró atrapar justo a tiempo.
—¡Tn! —exclamé preocupado y me impulsé a la rama donde estaban ellos con ayuda de mi equipo tridimensional
—Oye, ¿qué fue lo que te pasó? —preguntó el capitán
—No sé, sólo... Me comenzó a doler la cabeza.
—Eren, tienes que irte con mi escuadrón. —me ordenó el capitán, volviendo su atención a mí— Ellos te protegerán.
—P-pero...
—Ahora. —me interrumpió mandándome una mirada seria
Miré a Tn, pues no me quería separar de ella por el estado en el que estaba, además de los nervios que tenía por las muertes que presencié.
¿Si se resbalaba y un titán la agarraba? ¿Si se desmayaba? ¿Y si le daba otro dolor de cabeza en plena pelea de titanes contra humanos?
—Estoy bien, Eren. —ella me tranquilizó asintiendo con su cabeza— Es normal en mí... No es nada, en serio.
Sólo me limité a asentir, pues debía obedecer las órdenes del capitán. Después le preguntaría al respecto.
Antes de irme miré a Tn por el rabillo del ojo.
—Espero que volvamos a vernos... Cuídate, Tn. —susurré para luego presionar los gatillos de mi equipo tridimensional, clavándolos en un árbol para próximamente ir con mi respectivo escuadrón
Narra Tn
Ya habían pasado varios minutos y todo se había vuelto un caos, habían demasiados heridos y no teníamos noticias de Eren ni el escuadrón de mi hermano.
—Levi, voy a ir a buscarlos. —hablé preocupada— No han mandado la señal de que todo está salió bien, tal vez les pasó algo...
Antes de que mi hermano respondiera, escuchamos el grito del Titán de Eren, así que Levi ordenó a los soldados restantes que ayudaran a poner a los heridos en carretas.
—Tú también vas con ellos. —me ordenó
—No, iré contigo. —Levi iba a protestar, pero lo interrumpí yéndome a otro árbol— Necesitas mi ayuda, Levi-aniki.
—¿Estás revelándote? —reí divertida ante su pregunta
—Me pregunto a quién habré salido igual. —Levi chasqueó la lengua— Vamos, estoy dispuesta a irme a la cárcel por desobedecer.
Si era por salvar una vida valiosa para la humanidad... Estaba dispuesta a hacerlo, además no dejaría a mi hermano solo en esta misión, es mi única familia y tal vez Eren se encontraba luchando contra un Titán que lo igualaba en poder.
—Tch, no hace falta ir a tales extremos. No recibirás sanción por tu rebeldía... Sólo no mueras, o sino te estaré molestando dónde sea que vayas. —añadió sarcástico
Y así es como mi querido hermano mayor arruina una bonita frase de preocupación.
—Claro, sobreprotector aniki.
Levi al principio me miró mal, pero después sonrió leve y verificó sus tanques de gas para disimular.
—Claro... Vamos, enana. —salió volando antes de que le devolviera el insulto
—¡Oye! —le grité, pero él me ignoró y siguió yéndose más rápido
—¡Apúrate, enana!
¡Ugh! Tonto enano, sabe cómo molestarme.
Ambos comenzamos a movernos con agilidad, yo para alcanzar a Levi y tal vez golpearlo, mientras que él para salvar a Eren. Por desgracia, Leví era más rápido que yo.
Cuando llegamos vimos al escuadrón de mi hermano, pero ellos se encontraban tirados sobre las hierbas del bosque, sin mostrar algún rastro de vida.
Petra... Tú no...
Mis pupilas se contrajeron y mi corazón se detuvo por un momento al ver aquella imagen tan sádica y reveladora de las muertes de cada integrante del escuadrón de Levi.
—Chicos... —murmuré negando con la cabeza
Justamente por ésto no me gustaba acercarme ni encariñarme con personas del ejército. Había visto algunas muertes, pero siempre eran de gente con la que no me relacionaba mucho, así que no dolía, pero ahora diferente...
—No mires. —Mikasa apareció de la nada y me jaló del brazo, abrazándome de manera que mi rostro quedará contra su pecho, para así evitar que siguiera observando los cuerpos inertes de mis amigos.
Un nudo en mi garganta estaba presente, pero las lágrimas no salían de mis ojos. Aún no lo procesaba, parecía un sueño.
Debía mostrarme fuerte tal y como ocurrió en Shiganshina frente a tantas muertes que presencié, aunque luego de ello vomité a escondidas.
—N-no puede ser. —tartamudeé en un hilo de voz. Por más que intentara disimular mi sufrimiento, no podía
Me giré aún siendo abrazada por Mikasa y vi a mi hermano, él mantenía una mirada neutral y algo sombría, pero no era indiferente. Él en ese momento también sentía dolor, pero no recaería, él seguiría luchando para vengar sus muertes y que nada fuera en vano. Levi era más fuerte que yo.
—Tenemos que salir de aquí. —hablé separándome del abrazo
Muy en el fondo, Levi me daba esa inspiración para ser fuerte.
—Bien... —respondió Mikasa.
—Debemos apurarnos. —dijo Levi, quien nos dio la espalda y se impulsó para seguir avanzando. Mikasa y yo lo seguimos
Llegamos siguiendo los gritos de los titanes y justo presenciamos cómo Eren era comido por la Titán Femenina. Mikasa entró en shock.
—Espera, Mikasa. —la detuve al ver que estaba por ir sin ningún plan— Debemos atacar por sorpresa.
—Es verdad, no actúes de manera imprudente. —Levi se colocó al lado de nosotras
Hicimos un plan improvisado, para luego lanzarnos a luchar contra la Titán Femenina, pero en un descuido por parte de Mikasa, la Titán se acercó a ella con la boca abierta, apunto de atraparla.
—¡Mikasa! —grité preocupada. Levi-aniki me escuchó y vio que yo no llegaría a tiempo, así que reaccionó más rápido y desvío la mordida de la Titán, aterrizando sobre su mandíbula de manera brusca y en consecuencia se escuchó un crujido proveniente de su tobillo. Levi-aniki salvó a Mikasa, pero al parecer ahora se acababa de torcer el tobillo
—Tch. —chasqueó su lengua y pese al dolor, aprovechó que se encontraba cerca de la boca de la Titán para hacer un corte sobre ésta y sacar a Eren de ahí
Mikasa quiso quedarse para vengar el pequeño secuestro de Eren y las muertes de nuestros camaradas, pero logramos convencerla de dejarla ir, pues ya casi nos quedábamos sin gas.
—Tn, apúrate. —ordenó mi hermano. Él y Mikasa iban muy por delante de mí, ya que Levi estaba apurado por volver lo más pronto posible y Mikasa no quería separarse de Eren. Yo necesitaba mi espacio para pensar
El rescate había sido un éxito, sí, hasta que bajé la guardia. No me di cuenta de que un titán anormal se había acercado con sigilo hacia nosotros, éste jaló uno de mis cables con una rapidez impresionante y rompió mi equipo tridimensional en el acto.
—Cuchillas. —fue lo primero que pensé al ser atrapada
Aproveché que el titán me soltó para ponerme en su boca y saqué mis cuchillas, pero a causa del temblor en mis manos y los nervios, se me cayó una. Por suerte, la cuchilla que me quedaba la pude colocar entre los dientes del titán, impidiendo que cerrara su boca por completo.
Estaba asustada, no podía ni quería morir así. Yo planeaba hacerlo en unos años más, tener una muerte digna... ¡No morir en el estómago de un titán!
—¡LEEEVI! —grité apenas mi mente reaccionó para pedir ayuda. Creo que esta es la primera vez que me desgarro la garganta gritando tan fuerte
Recordé que él estaba varios metros por delante con Mikasa y seguro esos minutos que habían pasado mientras yo luchaba por mi vida, ellos dos ya estaban demasiado lejos. Sólo espero que lograra escucharme.
Alcancé a observar que Levi venía rápidamente y me veía con una expresión aterrada, gritando mi nombre desesperado, luego mi cuchilla no aguantó más y se rompió, provocando que el titán cerrara su boca y me tragara.
Narra Levi
—¡TN! ¡TNNN! —grité su nombre repetidas veces, esperando que me respondiera
Había perdido el único familiar que me quedaba...
Sentí un líquido bajar por mi mejilla. Había derramado una lágrima luego de tantos años, lo cual no pasaba desde la muerte de Farlan e Isabel.
Nuevamente había pasado lo mismo que ese día. Farlan... Isabel... Petra... Auruo... Erd...Gunther... Tn... No pude impedir sus muertes.
Me sentía tan impotente que la furia recorrió mi cuerpo y mi mirada se oscureció. Por inercia saqué mis cuchillas, listo para darle la muerte más dolorosa posible a ese asqueroso titán, pero del cuerpo de éste surgió una mano mucho más grande.
El titán que surgió del interior de ésta misma especie tenía el cabello y ojos del mismo color que mi hermana. Era otra titán hembra.
¿Tn?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top