Capítulo 3: Inexplicable

*-*Narra Kyle*-*

No me puedo creer que Lenko me haya vuelto a hablar después de meses. Y lo que me parece más raro es que yo le haya contestado. ¿Por qué lo he hecho? ¡Maldita mi mente! Necesito a Pablo ahora mismo conmigo. Se ha tenido que ir un momento por un par de cosas.

Pronto es el tema familiar que tanto le ha estado angustiando estos meses. Lo amo y por ello quiero ayudarle en ese pinchazo en el corazón y en la mente. ¿Qué puedo hacer yo? Nada, no puedo hacer nada más que mantenerme al margen. Aunque quiera ayudarle no podría hacer nada para apartarle de ese dolor.

Suena la puerta de casa y me levanto de la cama, con el nuevo mensaje de Lenko llegando. Sí que tarda en escribir, pero no como antes que tardaba en responderme como en varias horas o días. Aunque me ha pasado un número y la forma de escribirme me pareció raro. A lo que iba...

Salgo de mi habitación y llamo a mi madre, pero no responde. Debe de haberse ido con sus amigas por ahí, se lo merece. Tanto tiempo soportando a semejante cabronazo con nombre Ulises la ha jodido bastante. Está bien que ahora se divierta y me encanta ver esa sonrisa que lleva cuando vuelve a casa después de una noche de juerga con las chicas.

Llego a la puerta y abro lentamente por si acaso. ¿Pero qué?

-¡Harry! ¿Qué tal? ¿Qué haces aquí?

-Me vas a matar a preguntas antes de que me maten las balas.

-Lo siento. Pero bueno, mejor de eso que de las balas.

-No te creas -pasa dentro de casa y se sienta en el sofá mientras cierro la puerta de casa y me siento en el sillón-. Veo que os va muy bien.

-¿Lo dices por la mudanza? Mi madre quiso irse de un lugar como ese después de lo ocurrido.

-Ya... después de que tú le clavases el...

-Sí, por eso. Se lo tenía bien merecido. Y fue en defensa propia, que eso es lo mejor.

-Lo sé -suelta una risilla tonta y se concentra otra vez-. Quería hablarte de una cosa importante.

-¿De qué? -huy, esto ya me está preocupando-. ¿Le ha pasado algo a Pablo?

-No, tranquilo, no es por eso.

-¿Entonces qué?

-¿Sabes quién es esta mujer? -saca su móvil y me enseña una foto, pero...

-¿Tú y un chico abrazados semi desnudos? Bastante interesante. ¡Qué músculos tenéis los dos!

-¡Esa no! -cambia la imagen y me rompo a carcajadas por lo sonrojado que se ha puesto de repente-. Esta.

La foto es de una mujer con el pelo pelirrojo ondulado que le llega hasta los hombros, ojos rojos y bien guapa. Lo que yo me pregunto es para qué me la enseña si no la he visto en mi vida... creo. Tengo una pequeña idea de quién es.

-No sé quién es, pero creo que la vi cerca del cuerpo de Ulises cuando fue atropellado.

-¿Puedes decirme lo que viste en ese momento?

-Te lo diré con exactitud.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

No me puedo creer lo que acabo de oír y ver. Primero oigo el sonido de algo chocarse contra un pequeño camión y después he visto a mi padre en el suelo sangrando. ¡Somos libres! Sigo corriendo lejos de él, pero mi madre no está sujeta a mí. Me paro y me doy la vuelta para verla ahí, parada y llorando. ¿Qué está haciendo? ¡Debería huir!

Me acerco corriendo a mi madre y la zarandeo un poco para que despierte del pequeño trance, pero nada. La agarro del brazo e intento que despierte ya.

-¡Mamá, es hora de irse! -le grito, pero solo anda poquito a poco.

-Cariño -susurra para mi sorpresa, pero sé perfectamente que le odia con todo su ser por todo lo que le ha provocado.

Al igual que ella, le odio por todo lo que nos ha hecho. Pero no es el momento de decir esas tonterías a un estúpido demonio. La llevo conmigo y, poco a poco, aumenta la marcha. Miro para atrás y le digo unas cuantas palabras a mi madre.

-¡Mamá! Tenemos que aprovechar la oportunidad para escapar. Podemos irnos lejos de aquí y no volver jamás. ¡Podemos vivir la vida! Solo tienes que olvidarte de él y recuperar lo que él te quitó, la libertad.

Mi madre llora mucho, pero aumenta la velocidad y llegamos a poder correr. Cuando creo que algo o alguien me mira, me doy un poco la vuelta y veo a una mujer de la edad de Ulises, pelo pelirrojo ondulado que le llega hasta los hombros y un cuerpo bien bonito.

Me mira una vez y con ello me transmite una cosa. Odio. Un odio inexplicable que no podré llegar a sentir en mi vida. ¿Qué hará esa mujer? ¿Querrá intentar acabar con nosotros? Si es algo malo espero que nunca nos volvamos a ver en la vida, porque puedo ver a mi padre en esos ojos rojos carmesí como la sangre.

Quiero alejarme de todo este mal, alejarme de este tipo de personas. Hago que mi madre siga corriendo y yo la guío delante suya. Nuestra nueva vida solo acaba de empezar, al igual que una nueva guerra.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Eso es todo lo que vi en ese momento. Sé que ha sido muy corto, pero es que... ya sabes, era un niño pequeño asustado.

-No importa.

-¿Por qué me preguntas por esa mujer?

-Porque la hemos atrapado y no ha parado de hablar sobre tu padre. No quiere hablar de nada más si no estás tú.

¿La han atrapado? ¡Eso es una buena noticia! Así no irá a por mí en ningún momento, me siento aliviado. Me acomodo más y me pongo un poco más serio, ya que se trata de tener que ir a verla para tener información, aunque yo también tenga curiosidad por lo que dirá.

-Y quieres que vaya para que me vea y lo suelte todo, ¿verdad?

-Así es. ¿Aceptas? Te necesitamos -se levanta y extiende la mano.

-Acepto -digo estrechando su mano-, me pica la curiosidad.

-¡Genial! Se lo diré a mi superior, pero ahora no, sino más tarde.

Se va andando hacia la entrada de la casa y abre la puerta.

-¿Cómo va vuestro romance? -pregunta refiriéndose a Pablo y a mí.

-Pues va muy bien, no hay ni un solo segundo que no piense en él. Excepto cuando he tenido que recordar el pasado.

-Eso es bueno. Ojalá yo tuviera a alguien especial.

-Y lo tienes, ¿no? Ese chico de la foto. Que te repito, tenéis unos músculos...

-Confórmate con tocar los músculos de tu Pablo.

-Yo no he querido decir que quisiera tocarlos, pero bueno...

-Es... un amigo con derecho a roce que tengo. Pero yo quiero algo más con él, lo que no sé es si él quiere.

-Entiendo... Bueno, por preguntar no pierdes nada, ¿cierto?

-Cierto. Bueno, me voy yendo. ¡Hasta luego, Kyle!

-Hasta luego.

Cierra la puerta tras él y me voy a mi habitación, pero la puerta vuelve a sonar. Si es que Harry... No me puedo creer que se le haya olvidado algo en mi casa. Abro la puerta de casa con unas palabras.

-¿Qué es lo que pasa? -pregunto sin mirar quién es.

-Pasa que te necesito entre mis brazos -dice la voz de Pablo.

Lo miro y me quedo un poquito loco de que al segundo de cerrar haya venido él. En sus manos trae una botella de champán y en la otra unas flores. Dios, como necesito de sus besos. Le agarro de la camisa y lo atraigo a mí para plantarle un gran beso apasionado. Corresponde de inmediato y nos quedamos en la puerta besándonos como locos, hasta que una voz nos hace separar.

-Kyle... -dice Harry-. Se me había olvidado el móvil en tu mesa -ya decía yo.

-Claro -digo cuando me separo de Pablo-, pasa y cógelo.

Pasa a casa y de mientras nos quedamos hablando mi novio y yo en la puerta.

-¿Champán? ¿En serio? Sabes que no bebo alcohol.

-Esto es para los dos, pero tonto de mí. Pues para tu madre y sus amigas.

-Vale, le encantará el detalle -lo cojo y lo dejo en el mueble de la entrada un momento-. Lo único con lo que has acertado en mi corazón es con las flores.

-¿Te gustan? Son de plástico.

-Eso no es verdad -las huelo y sé que tengo razón-, son de verdad. Anda, dame, que las pondré en agua.

Me las da y al momento llega Harry ya con su móvil en la mano.

-Siento si he interrumpido algo, ya me voy. Hasta luego, súper detective.

Sale por la puerta y nos volvemos a quedar solos. El momento aparenta ser de lo más tentador, pero no debo ahora. Me llevo las flores a la cocina y siento que Pablo me sigue por no quedarse solo.

-¿Harry te ha visitado? -pregunta intentando dar tema de conversación.

-Sí -respondo solamente.

-¿Y de que han hablado?

-Que cotilla -suelto una risa y se lo cuento todo-. Bueno, me ha visitado por una mujer que conoce a Ulises y que vi cuando fue atropellado. Quiere que vaya para que lo suelte todo porque no quiere decir nada más si no estoy.

-¿Vas a ir? ¿No te da un poco de miedo lo que te pueda hacer?

-¿Qué me va ha hacer estando en una comisaría?

-Muchas cosas son posibles -se acerca mientras dejo las flores en una jarra de agua fría-, al igual que lo que quiero realmente es estar contigo toda mi vida.

Me apoyo en la encimera y espero lo que va ha hacer. Lo conozco lo suficiente como para saber que ahora quiere darme un beso en los labios. Se acerca poquito a poco hasta que esos centímetros que separan nuestros cuerpos queda a cero. Nos besamos intensamente, con mucha pasión y amor de por medio. Se separa y me deja con las ganas de más. Debe tener una buena explicación para parar.

-Creo que debería irme a casa para preparar las maletas. En dos días nos vamos a mi pueblo para el entierro.

-¡Es verdad! ¿Cómo lo llevas? -le pregunto preocupado.

-Lo llevo bien, siempre y cuando esté contigo y seas mi novio.

Sonrío ante sus palabras que me dejan sonrojado. Su amor es tan grande que... No puedo explicarlo, pero su amor es lo único que quiero en toda mi vida. Se despide con un nuevo beso muy largo y sale de casa a la suya. Ha sido un corto tiempo el que ha estado, pero da igual. Lo dejo ir por temas familiares, ya que pronto será el funeral de su madre.

Vuelvo a mi habitación y presiento que me he olvidado de algo. Mi móvil está en la cama, apagado y sin producir sonido alguno. Entonces lo desbloqueo y veo que tengo varios mensajes de varios chats. Los miro todos, pero son tan solo los grupos que empiezan con las tonterías. Llego a ver el nombre de Lenko y recuerdo que era él de quien me había olvidado por completo.

Lenko: Siento que mi amiga te haya mandado ese mensaje con su número, está loca de remate. Me quitó el móvil y, como no te conocía, te envió un mensaje con su número. No hace falta que hables con ella.

Pues nada, a contestar.

Kyle: No pasa nada. Tu amiga es bastante rara, sí. A lo mejor hablo con ella si me aburro mucho. Ahora dime, ¿qué tal todo en New York? ¿Cómo te va todo? ¿Has encontrado a alguien nuevo que te pueda gustar? √√

Y así es como se comienza desde cero. Espero que no siga con los "te echo de menos" porque no. Lo nuestro se acabó y se fue por la borda. Aunque me he dicho que no quería saber nada más de él, no puedo apartarme de ser su amigo, porque me preocupa otra vez. Creo que con el tiempo haya cambiado a mejor. Solo quiero saber cosas buenas de él.

Le di una segunda oportunidad y una tercera. ¡Y sí! Me agotó la paciencia, pero no sé porqué quiero que vuelva a ser mi amigo y así crecer como amigos y nada más.

¡Ay, Lenko! No sé porqué lo hago, pero solo dame palabras buenas sobre ti, porque quiero saber cómo y cuanto has cambiado. Una nueva oportunidad para ser amigos, espero que no la cagues.

--------------------
Mucho no va a cambiar. Eso , habrá una investigación, eso no lo cambiaré.

Intento ir lo más rápido posible porque las vacaciones se van muy pronto, eso lo tengo muy bien sabido.

Pues nada, hasta aquí voy.

Nos vemos en el siguiente capítulo, queridos Ángeles Lectores.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top