Capítulo 27: Todo Claro
Puede que le haya engañado a Pablo de que me iba a dormir, pero lo estoy haciendo por una buena razón. Cuando nos veamos se lo diré en persona y le diré que le amo tanto que he hecho tal cosa.
Ya he hablado con la persona con la que acabo de quedar, llegará en un momento u otro. Debo dejarle claro varias cosas, quiero que sepa unas cosas que no he podido soltar antes. A lo mejor él también me dice algo importante.
En el porche de la casa estoy, sentado en una silla que acabo de poner para poder acomodar mi espera. ¡Por fin aparece! Pasa el jardín delantero y llega hasta mí, me mira con cariño, pero con mucha pena.
-Hola, Kyle -saluda Lenko, se le nota bastante que está afectado.
-Hola -esto ya es incómodo, pero eso se disipa fácilmente.
-Tú quieres decir algo, yo quiero decir algo. ¿Por qué no lo soltamos y ya está? -razón no le falta.
-Vale, primero tú. ¿Qué es importante para que me pidas hablar?
Se pone tenso, debe ser algo importante de verdad, ya que no habla pasados un par de minutos.
-Voy a volver a mudarme -así que era eso, la verdad es que no me afecta en absoluto, ya que solo me importa como una persona que no conozco.
-Ya veo... -no hay nada que esconder, la verdad es que creía que podríamos volver a ser amigos, pero me lo pensé bien varias veces y con el paso del tiempo me ha demostrado que no podemos serlo-. ¿Cuando y donde te vas?
-Me voy mañana a Nueva York, temas de trabajo de mi padre.
-Así que te vas y no volverás en mucho tiempo -¿por qué digo esto? ¿Acaso me importa mucho que se vaya?
-Eso parece, aunque dudo que venga para visitar a toda la gente que hay aquí, últimamente ya no me aprecian mucho. Dicen que me he desmoronado por una simple tontería que se llama amor.
-El amor no es una tontería, tan solo te ha cegado y no te ha dejado ver en ningún momento.
-¿Podrías venir a despedirte mañana? Quiero que al menos alguien venga a despedirse de mí. Ninguno vendrá, están tan ocupados...
-No me importaría. Iré para despedirnos una última vez.
-¿Qué es lo que querías decir tú?
Ahora es mi turno. Me lo ha dejado bastante fácil, ya que se muda puedo soltarlo fácilmente.
-No quiero que volvamos a hablarnos.
-¿En serio? -su mirada es sorprendente, no se lo puede creer.
-En serio. No quiero que sigamos hablando si tan solo me vas diciendo tonterías como que me quieres o algo que no tiene nada que ver con esta ciudad. No me importa mucho, solo quiero alejarme de lo que no puedo soportar.
-¿Pero somos amigos, no? ¿No lo somos?
-Dejamos de serlo cuando me hiciste daño.
-¡Eso es agua pasada! -frunce el ceño, se está enfadando y no es lo que quiero, pero lo estoy provocando-. ¡Debes olvidarlo!
-¡Es difícil olvidar algo que me ha jodido bastante! -no puedo aguantar mis gritos-. ¿Crees que solo me ha jodido lo del baile? También me hizo sentir como un gilipollas el haberme acostado contigo, el haberte besado, el haber creído que podíamos llegar lejos juntos... Me equivoqué contigo y ahora lo estoy dejando todo claro. Mañana, cuando nos despidamos y te vayas, no quiero volver a verte en mi vida, ya que solo serías un estorbo en mi vida.
Baja la cara apenado, avergonzado... Al final, ese proceso del que hablaba antes se ha hecho realidad. Lo que pasa es que no ha jugado bien sus cartas, no las ha puesto con amor y por ello ha salido perdiendo.
-Creo... que tienes... razón -le duele decirlo, es normal-. Hasta mañana, Kyle.
-Hasta mañana -se da la vuelta y sale del porche de mi casa.
Entro y me voy a mi habitación pensando en unas cosas. ¿Habré sido demasiado brusco? Me he pasado y lo sé, al menos debería darle la oportunidad de volver a ser amigos, aunque dudo que pudiéramos serlo. Él se va a Nueva York y yo me quedaré aquí, la distancia es bastante grande y no podríamos hablar. ¿Cómo seríamos amigos si no confío en él? ¡Me es imposible!
Me acuesto en la cama y cierro los ojos para poder dormir plácidamente, dormir con el deseo de poder pasar un buen tiempo deshaciendome de las malas compañías. ¿Estoy haciendo lo correcto?
^-^*Al Día Siguiente*^-^
De camino a la casa de Lenko, voy pensando en algo que decirle como despedida, pero como siempre, las palabras me saldrán de forma natural en cuanto abra la boca. Llego a la mansión de Lenko y puedo observar el coche negro en el que seguro se subirá para largarse a un nuevo lugar. ¿Habrá visitado Nueva York anteriormente? Eso ya no me importa, así que lo dejaré en el aire la pregunta.
Logro ver a Lenko dejando una caja en el maletero y cerrándolo. Mira a los alrededores y solo me ve a mí, al final tenía razón y no ha venido ninguno de sus amigos. Menudas malas personas. Si tan amigos son, ¿por qué no han venido?
Se acerca a mí y sonríe con tal de no quedarse con cara de tristeza absoluta.
-¿Te acuerdas de todo lo que pasó en esta mansión? -me pregunta mirando su casa, la verdad es que los dos hemos exagerado.
-La verdad es que no quiero recordarlo, quiero olvidarlo.
-Ya... Por lo que te hace sentir.
-Me hace sentir mal, como sucio.
-Ya no te debes sentir así, todo ha acabado para nosotros. Tú lo dijiste.
-Lo sé, me siento un poco mal por decir eso tan confiado. Lo solté de sopetón sin importarme tus sentimientos. Soy una mala persona -murmuro en voz baja mientras agacho la cabeza.
-No te preocupes, es normal que lo dijeras de una forma tan natural. Me ha pasado varias veces con varias chicas. Todas me dijeron que no querían seguir saliendo conmigo por lo ignorante que era.
-Conmigo fuiste casi ignorante. ¡Ojo! Que he dicho "casi".
-Me alaga, al final me voy a poner colorado -su voz es juguetona, se pone una de las manos en la mejilla y la otra hace como un abanico.
Me parece una tontería que haga eso, pero bueno, es Lenko. ¿Qué te esperabas?
-¡Lenko, vámonos ya! -grita su padre, entrando en el coche mientras mira su celular.
-Bueno, hora de irse. Antes quiero darte un último regalo.
-¿Un regalo? -sospechoso.
-Por ser un buen chico en todo su esplendor. Tienes corazón de oro y siempre quieres lo mejor de la gente. Seguro que en esa cabezita tuya está pasando el pensamiento de que te podrías volver a preocupar por mí. ¿Me equivoco?
-Un poco. ¿Qué es ese regalo?
-¡Oh, claro! -mete la mano en el bolsillo y va buscando algo.
Pero es mentira. ¡¿Qué hace?! Mientras sigue buscando algo en su bolsillo, la otra mano se posa en mi nuca y me acerca a él para besarme apasionadamente. Sus suaves y carnosos labios siempre me habían hipnotizado...y siguen haciéndolo. Se separa con una sonrisa en su rostro y un leve sonrojo en sus mejillas.
Siento que yo también me he sonrojado, siento el calor y el picor en mis mejillas.
-Adiós -dice finalmente, yéndose al coche.
-¡Recuerda! ¡Olvídame y borra mi número de tu lista de contactos! ¡Porque no te quiero volver a ver!
-¡Lo haré! -abre la puerta del copiloto y entra.
El coche se va alejando, dejándome solo en este lugar que tanto me incomoda. ¡No quiero seguir aquí! Pero debo estar hasta perder de vista el coche. Pasados un par de minutos, no los veo y puedo marcharme por donde he venido.
¿Por qué no he separado a Lenko cuando me ha besado? ¿Es por darle una última despedida a su gusto? Le di lo que él quería antes de marcharse de esta ciudad, me alegro que se haya ido, aunque a la vez me afecta un poco que no lo vuelva a ver en mucho tiempo o nunca más. ¿He sido bastante rudo con él?
Hice y dije lo que debía, solo me perjudicaba mentalmente. Me agotaba el pensar en lo que hacer si me lo encontraba en las clases o en la calle. Ahora puedo quedarme tranquilo de que no me molestará en ningún momento.
Me llega un mensaje y lo leo. ¡Pablo! ¿Qué hago? ¿Se lo cuento o no? El beso me ha hecho dudar de mis sentimientos hacia él. ¿Qué me pasa? Ahora quiero volver a verlo, se me pasará, espero...
Pablo: ¿Podríamos quedar tú y yo solos esta tarde? Es una cita, si quieres quedar, claro.
Kyle: ¡Lo deseo con mucha locura! √√
Pablo: ¡Perfecto! Entonces te recojo a las seis de la tarde. Quiero pasar todo el tiempo contigo. ¿Estás mejor de las heridas?
Kyle: Estoy mejor. Gracias por preguntar. ¡Yo también quiero estar contigo todo el tiempo! √√
¡Se me ha ido lo que sentía recientemente por Lenko! Ya decía yo que Pablo es especial.
Pablo: ¡Te amo! -beso corazón.
Pablo se ha desconectado.
Ahora se desconecta sin dejarme hablar, está pasando algo, estoy seguro. Llego a mi casa y me preparo para salir después por la tarde. Primero hay que comer, así que mejor me estoy quieto y me preparo en cuanto termine de comer. ¿Cómo será la cita? Con Pablo seguro será como en un sueño de hadas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top