Capítulo 21: Camino Iluminado
*-*Narra Kyle*-*
-Acepta mi mano, iremos a un sitio que será maravilloso. Esto es "lo especial"
Esa frase... Me recuerda a la única persona que puede saber de aquella estúpida apuesta. Levanto la mirada y me encuentro con la de Pablo. Nuestro alrededor se ha llenado de nubes negras, como si mi mente se hubiera llenado de malos pensamientos. Mi espalda está apoyada en una pared, una pared del instituto. ¿Por qué tiene que ser del instituto? ¿No podía ser de mi habitación o de los vestuarios del campo de fútbol? No, tiene que ser del instituto, donde he vivido uno de los momentos más bochornosos, dolorosos y tristes de mi vida.
Su mano está extendida para que yo la acepte, sus ojos color miel destacan en la pequeña oscuridad que se ha formado gracias a las estúpidas nubes negras. No acepto la mano, pero mi mirada no se separa de la suya.
-¿Por qué debería aceptar tu mano? Soy un estúpido al haber creído todo lo que me dijo. Lenko no me quiere, simplemente me utilizaba.
-¿Ahora te das cuenta? -la voz ya no es la de Pablo, ¡es la mía!
La figura de Pablo desaparece, al igual que sus ojos color miel. Entonces me quedo un poco más vacío, eso es lo que faltaba para que las nubes se pusieran a echar truenos por mi soledad. Detrás del desaparecido cuerpo de Pablo aparece mi figura, mis ojos, mi boca, mi estatura, en resumen: yo.
-Me debí de dar cuenta antes, ¿verdad?
-Olvidaste que todo lo malo te pasa a ti, pero desde que Pablo te besó, todo cambió. Tu mala suerte se tornaba buena, hasta el momento en el que apareció tu padre para intentar matarte a ti y a tu madre.
-¿Y de qué me sirve la buena suerte si nisiquiera puedo mantener a mi padre lejos de mis amigos?
-La buena suerte no hace acto de presencia siempre, recuerda eso -nos quedamos un momento en silencio, un incómodo silencio que quiero que se rompa, y se rompe porque aquí mi persona pregunta una cosa de hace poco-. ¿Has pensado bien en la frase que me dijiste?
-¿El que quiero a Lenko? -asiente con la cabeza-. Pues ahora que lo mencionas, no.
-¿Lo puedes hacer ahora? Porque de seguro ya tienes la respuesta en la punta de la lengua.
Me quedo pensativo ante aquella respuesta mía.
-¿Por qué debería hacerlo? Digo yo, no es que me vaya a hacer recordar todo de golpe.
-Puede que no todo, pero puede que algo te ayude.
Vuelvo a ponerme a pensar y me quedo en la palabra "quiero". ¿Por qué quiere que analice esa frase y no otra cosa? Un momento, ¡ya lo pillo! Algo me hace decir "quiero" y no la siguiente palabra a la escala del amor. La palabra mas fuerte que yo podría decir en mucho tiempo. La palabra "amo". Mi mente no une a Lenko con esa palabra, eso significa que no lo quiero como novio, sino simplemente como un amigo de la baja escala de confianza.
¡Ya lo pillo! Y recuerdo un poco... Lenko desayunando conmigo el día que se recuperó del pequeño resfriado, cuando estuvimos en su casa, vendé su mano porque le pegó a los cristales y... hicimos el amor entre nosotros. Ese último recuerdo me vuelve loco. ¡Al final lo hicimos! Fue mi primera vez y ahora me arrepiento de haber estado con él.
Lo recuerdo todo sobre él, sobre mis amigos, todo vuelve. Los partidos de fútbol, mis reuniones con mis amigos, las duchas y mi vergüenza en ducharme ahí... ¡Lo recuerdo todo! Los besos entre Pablo y yo, la canción que me dedicó, el desayuno que nos tomamos en su cama, nuestras duchas juntos en las duchas del equipo, nuestra noche de amor, la herida que se hizo al defenderse de mi padre...
Todos esos recuerdos vuelven como un fuerte viento. Las nubes negras que echan truenos se vuelven más tranquilas y se tornan grises, de ese gris aparece el blanco, y del blanco se van creando manchas de azul cielo. Ahora eso debe significar que estoy de vuelta, que mis recuerdos han vuelto y que la amnesia ya no es nada. Miro mi cuerpo y veo que me observa con una sonrisa en los labios.
-Esto es lo que querías conseguir haciéndome analizar una simple frase.
-Aveces lo tonto, puede llegar a hacer lo imposible. ¿Te has percatado de lo que puedes llegar a hacer así de fácil?
-Sí, lo he pillado.
-Pues ahora despierta, porque debes luchar contra la realidad y conseguir ser libre de una vez.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Lo descubrirás cuando despiertes.
Su imagen desaparece y yo me quedo solo por poco tiempo. Justo en este momento, algo me impulsa hacia delante a una velocidad de vértigo, los recuerdos vuelven a pasar muy rápidamente y me marean. Entonces es cuando vuelvo a cerrar los ojos y salgo de mi mente de una vez.
^-^*Saliendo*^-^
Abro los ojos y... ¿cómo llegué a mi habitación? Un golpe en la ventana me alerta y entonces me levanto de golpe. Esto no es una simple broma de los que rompen una ventana con una piedra. Presiento que es algo más, algo contra lo que debo luchar para ser libre de una vez.
^-^*Ha Llegado La Hora*^-^
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