El amor es un sentimiento tan difícil de demostrar y tan difícil de comprender. Nos vuelve volubles, nos vuelve débiles. Un sentir tan efímero o tan duradero como ambas partes lo deseen.

Has encontrado amor en la persona equivocada, en el lugar equivocado o en el tiempo equivocado, pero eso no te ha detenido, sino que por el contrario, perseveras hasta conseguirlo, así te dañes en el trayecto.

Te vuelves una persona tan diferente por tener una pizca de cariño de ese alguien que de pronto se volvió especial en tu vida. Tratas de conseguir una de sus miradas, una de sus sonrisas; un poco de su miserable atención.

Y al no obtenerlo, la frustración es tanta que te rompes, te quiebras.

A veces uno mismo se ilusiona, nosotros nos inventamos historias en nuestras cabezas obligándonos a creer que son totalmente posibles cuando en realidad, la otra persona no sabe de nuestra existencia o simplemente, no somos de su interés.

Pero duele más el hecho de que ambos se quieran, ambos se conozcan tan bien, ambos deseen estar juntos. Y todo está listo para que esa relación se culmine, pero algo pasa y el destino se burla de ambos, separándolos.

¿Qué tanto dolor puede aguantar una persona?

¿Qué tan fuerte eres?

¿Qué tanto amor tu corazón puede soportar?