No entendía como se podía ver tan sexi escribiendo, su revuelto cabello negro era 100 veces más interesante que la estúpida clase del profesor Wealth, abrí mi diario, si yo usaba diarios de esos que llevaban candado, sabía que un niño de cuatro años podía reventar el candadito que supuestamente protegía a mis dibujos, claro que no tenía nada que ocultar pero la ilusión nadie me la quita.

Él seguramente no tiene ni idea de que existo aunque compartimos clases durante casi toda la vida, no se como no se ha dado cuenta de mi miserable existencia pero en el fondo era algo que mi corazón apreciaba, supongo que será un súper poder o algo así, la clase que estaba dando el profesor me interesaba, pero ese tema ya lo había estudiado antes así que decidí darle mi completa atención a Jaden, el típico chico amargado pero popular, claro como se iba a fijar en alguien que ni multiplicar sabía cuando ya tuvo un par de relaciones que no terminaron bien evidentemente.

Tras unos itentos fallidos de introducir la micro llave del tamaño de mi uña, el candadín decidió irse de este mundo y desplomarse sobre el libro de Ciencias Sociales, ahora tenía un diario sin candado con interminables bocetos de partes del cuerpo de mi queridísimo modelo.

-Señorita James, ¿me podría decir alguna teoría de cómo construyeron las pirámides de Egipto?

Me asusté y respondí rápidamente

-Según algunos seguidores de la religión Islámica, las grandes rocas que forman las pirámides, fueron hechas en su lugar, agarraban una gran cantidad de arena y agua del río, esculpían las piedras con la mezcla hecha posteriormente, y dejaban secar.—Boom, chúpate esta, ventajas de haber nacido con algunas neuronas, no como otros.

-hmmm buen dato señorita Evans, porfavor preste atención a la clase.—Respodió acariciando su canoso bigote, Al parecer no se esperaba que dijera una teoría que él no explicó.

Fingí prestar un mínimo de atención pero era imposible con semejante dios griego en la clase, que alguien abra las ventanas, creo que me voy a asfixiar, necestaba ventilación antes de que me diera un ataque de pánico en donde la única salida es la muerte.

Al sonar el timbre recogí todas mis cosas, pero cuando estaba al salir el profesor me llamó, fruncí el ceño pero me acerqué a su escritorio.

-Señorita Evans quería felicitarla por sus notas, últimamente están subiendo y eso es muy bueno—Gracias profesor, en verdad me interesa mucho el tema—mentí, ¿qué? Mi reputación está en juego no puedo arriesgarla—también un pequeño detalle, si no le es mucha molestia me gustaría que diera tutorías después de clases a algunos alumnos—Lo que me faltaba, quedarme después de clases perdiendo el tiempo enseñando a una panda de burros que no se enteran, hombre si me pagan encantada eh—Claro profesor, sería un gusto, aproximadamente ¿cuántas personas serán?—Teniendo en cuenta el rendimiento de los alumnos de toda la preparatoria, más o menos unas 8 personas, pero tranquila ya les he hablado, prometen esforzarse—Si claro, entonces después me envía un correo electrónico con toda la información necesaria ¿no?— Entonces el tema queda zanjado, puede retirarse.

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