—¿¡Como!?— dije gritando con la cara más roja que un tomate.
Mientras que en el móvil tenía  3 mensajes de.... ¡ZERO!
(Los mensajes, de Zero)
•Hey Alma, te vienes a la discoteca Salen Guax.
•Dime algo, por favor  necesito divertirme algo...
•Ah estabas muy linda bajo los rayos de sol 😉.

¡A que viene esto! Pensé en voz alta. Ahora que le digo, mientras pensaba en mi habitación de la academia . ¿¡Que hago?! Entonces apareció en mi móvil una foto que cuando la vi me dio un vuelco el corazón. ¡¡ERA LA ZORRA DE LA MARIA BESÁNDOSE CON ZERO!!
Entonces decidí coger el vestido más sexy que tenía en el armario un vestido apretado, rojo sangre, me marcaba todo el pecho y la cintura que tenía, decidí que el maquillaje sería no muy pesado, pero para salir por la noche, ahora los zapatos😍, decidí unos negros de aguja para ser un poquito más alta, mi peinado decidí que tenia que estar suelto, pero un poco loco. Cuando acabe todo le envié un mensaje a Zero, diciéndole que iría caminado porque estaría cera.
- Oky princesa pero ten cuidado ¿ok?- me dijo en el mensaje.

(Mientras con Zero)

- ¡Zero relájate que ahora vendrá!- Jack
Mientras que Zero decide ir a buscarla para asegurarse de que viene...
- Esta tardando demasiado.- mente de Zero.

(Mientras con Alma)

- Hola guapa ¿te apetece divertirte?- voz desconocida
- No gracias adiós.- dije con una voz dulce
Entonces me agarro y me inmovilizó contra un callejón en la pared.
- ¡¡Más te vale no gritar, ni hacer nada que me sospeche o te cortaré con esta navaja la preciosa cara que tienes!!- dijo el aterrorizador agresor.
Cuando escuche unos pasos de alguien pasando, grite con todas mis fuerzas.
- ¡¡Puta zorra te enteraras!!- sacó su navaja y me corto medio vestido provocándome un corte pequeño, pero doloroso y... ¡¡sangraba mucho😱!!
Entonces me estaba a puntito de quitar lo que me quedaba de vestido y apareció un puño en la cara del agresor, no podía ver quién era pero le estaba dando lo suyo al agresor.
- ¡¡¡ VUELVE A TOCARLA Y TE MATARÉ!!!- esa voz.... la conozco...
-Zero...- dije con una voz casi agotada.
- Tranquila, mi princesa. Estoy aquí contigo, ya no te podrán hacer más daño.- me agarro con sus fuertes brazos, como si fuera una recién casada, pues igual, mi cabeza se apoyó en su pectoral bien formado...
-Nos iremos a mi habitación a curarte la herida y te quedaras en mi habitación de la Academia.- dijo con la voz más dulce que escuche en mi vida.
- Zero no tranquilo, ve a la discoteca te esperan todos ya voy sola.- solo no quería molestar.
-Princesa, te lo estoy ordenando, no es una pregunta, además me importas más de lo que crea mi princesa, no te dejaré tirada como cualquier capullo.- me dijo mirándome con la mirada pálida.

En cuanto llegamos...
- Déjame, ponerme encima tuyo para curártela.- dijo Zero sin ninguna vergüenza.
-¡¿CÓMO?!- dije poniéndome roja como un tomate. Cuando lo dije ya estaba encima mío quitándome el vestido para curarme, no podía defenderme de lo débil que estaba, pero a la misma vez me sentía bien, porque sabía que él era mi caballero y no me podía hacer nada.
-Ya está. Qué bonitas vistas que tengo ahora mismo.- dijo sonrojándose un poco.
-¿Es que las quieres probar?- ¡¡¡PERO QUÉ DIGO!!
- Si mi princesa lo desea le concederé el deseo encantado.- me miró con la mirada de porque no.
- si....- dije muy flojito
Esa noche creo que no la voy a OLVIDAR NUNCA, mi mejor amigo-enemigo se convirtió en algo más allá de un AMIGO.
Cada vez que me tocaba, sentía un escalofrío caliente, cada vez que su cuerpo me rozaba el suyo sentía el mayor placer del mundo, sus besos eran apasionados, sus manos cuando me tocaban mi pequeño cuerpo,me lanzaba aún más a él, poco a poco me iba quitando la ropa interior me tocaba las partes más sensibles de una mujer, me motive demasiado y le comencé a quitar los calzoncillos, aquella noche de sexo puro fue la mejor.