La historia de Himiko
El peliverde y su novia estaban sentados en la cama, uno al lado del otro mirándose a los ojos, era como si ambos quisieran hablar pero ninguno de los dos se atrevía
Midoriya: ¿De qué estás hablando Himiko? ¿A qué te refieres con eso? - Pregunto el pecoso un poco confundido -
Himiko: Izuku… ¿Has escuchado algo sobre los asesinatos que han ocurrido últimamente en las cercanías de área? - Pregunto la rubia mientras cerraba sus puños con fuerza -
Midoriya: Si, algo he escuchado. Lo único que sé es que aún no atrapan al asesino - Respondió el pecoso mientras su corazón se aceleraba -
Himiko: Eso es porque… - La garganta de la villana tenía un nudo, se estaba ahogando con su propia saliva - El asesino… soy yo
Midoriya: ¡¿Tú?! - Exclamo el pecoso aterrorizado - ¿Tu has matado a esas personas? - Pregunto el chico mientras se ponía de pie frente a la villana - Han sido más de 70 asesinatos
Himiko: Y esos sólo son los que la policía ha confirmado. Hay más, muchos, muchos más - Respondió la rubia mientras miraba hacia abajo avergonzada -
Midoriya: No puedo creerlo - Se dijo a sí mismo el pecoso, se sentía muy decepcionado, como si todo lo que había hecho había sido mentira - ¿Y que ha sido lo nuestro para ti? ¿Un simple juego? ¿Acaso planeabas matarme a mí y mi madre? - Preguntaba el pecoso furioso mientras cerraba los puños y apretaba los dientes -
Himiko: ¡No! No Izuku, lo que siento por ti es real. Yo te amo - Declaro la rubia mientras se ponía de pie y se lanzaba a los brazos de su novio - Y si tú también me amas por favor escucha lo que tengo que decir, y después haz lo que creas correcto - Dijo la joven villana mientras miraba a su chico adorado con ojos vidriosos -
Midoriya: … - El pecoso se relajó un poco y volvió a sentarse en la cama con su novia - Está bien
Himiko: Gracias… Sabes, nunca pensé que desenterraría mi pasado. Pero será mejor que comience antes de que me arrepienta
*Narra Himiko Toga*
Necesito desahogarme y contarte todo si es que quiero que tú me aceptes tal y como soy Izuku. Sabes… nunca le he contado esto a nadie excepto por ella, porque sencillamente no confiaba en nadie hasta ahora así que te agradezco enormemente que aceptes escucharme. Todo empezó cuando yo tenía más o menos 9 o 10 años, fue cuando mi vida entro en un completo infierno, pero mucho antes de eso yo vivía junto a madre y hermana, ella era cinco años menor que yo. Tenía el pelo negro azabache y muy largo recuerdo que mi madre le sujetaba el cabello igual que lo hace tu madre con el suyo, vivíamos en una casa pequeña y humilde, no teníamos mucho pero, éramos felices.
Mi madre era una mujer muy amable, era alta, delgada, tenía el pelo largo y rubio al igual que yo; excepto por los ojos creo que esos los heredé de mi padre, aunque a él nunca lo llegué a conocer, mi madre me decía que él siempre estaba de trabajo en el extranjero y que había muerto poco después de que mi hermana naciera. Durante un tiempo todo siguió su curso normal hasta que mi madre empezó a salir con un hombre extraño, alguien de quien no puedo ni quiero acordarme de su rostro, al principio él era bueno conmigo y mi hermana pero… después de un tiempo, cuando mi madre obedecía todas sus órdenes, él reveló sus verdaderas intenciones. Comenzó a golpear a mi madre y a mí por alguna razón que no entendía en ese entonces, pero él nunca golpeo a mi hermana, al contrario seguía siendo amable con ella. Una noche me levanté al baño y pude verlos a ambos, ellos… estaban abusando de mi hermanita, ella se resistía mientras que ellos le quitaban la ropa a la fuerza, sus intenciones siempre fueron las de violar a mi hermana, y eso fue lo que hizo mientras soltaban comentarios obscenos y sucios que no quiero repetir. Esa noche me quedé detrás de la puerta inmóvil mirando, solo eso, mirando como ellos abusaban de mi hermanita, sentía rabia e impotencia mientras me preguntaba ¿Por qué mi madre no lo detiene? lloraba en silencio mientras escuchaba los gritos de mi hermana suplicando que se detuvieran, eso fue todo lo que hice esa noche hasta que me desmayé y desperté en el suelo al día siguiente.
Cada día que pasaba podía sentir como ese sujeto miraba a mi hermana como si fuera un pedazo de carne, ellos abusaban de ella al menos una vez por semana, yo no entendía nada pero a veces me amenazaban o me hacían daño para que no dijese nada, él nunca llegó a abusar de mí. Parece que le causaba más placer darme palizas, me tiraba al piso y me daba patadas durante varios minutos dejándome marcas en el estómago y la espalda, de esa manera nadie las notaba, eso continuó durante mucho tiempo hasta que una noche volví a despertar por los gritos de mi hermana. Pero… esa noche fue diferente, la estaba golpeando mientras la violaba, y mi madre, ella solo los observaba y fumaba a la vez parecía que ambos estaban disfrutando de ver como ella luchaba por respirar mientras la golpeaban. En ese momento no pude soportarlo más y fui a la cocina a escondidas a buscar algo para detenerlo, entonces lo vi, lo que se convirtió en símbolo de mis pecados y mi amuleto de la suerte, eso que me recordaba que no pude proteger a mi hermana. El cuchillo de ese hombre, no dude cuando lo tomé de la mesa, sabía exactamente lo que quería hacer así que lo hice. Fui donde estaban ellos riéndose después de lo que habían hecho, me acerque despacio hasta que estuve lo suficientemente cerca para apuñalarlo y entonces… lo hice, clavé el cuchillo justo en su corazón o eso creí, pero de igual forma alcance una vena o arteria. Él se presionaba el pecho para detener la hemorragia mientras decía “Por favor detente” pero yo no lo hice. Me abalancé sobre él y lo apuñalé hasta que murió.
Luego de eso solté el cuchillo y fui donde mi hermana, la sujete en mis brazos y traté de despertarla pero ella ya estaba muerta, aún recuerdo sus ojos; estaban hundidos, morados y ensangrentados. Pero aún podía distinguir el color en ellos, luego de mis inútiles intentos por reanimarla la tomé en mis brazos y la dejé en una esquina de la casa, después de eso fui donde mi madre, ella estaba en shock por lo que había visto así que no se había movido de ese lugar, aún con el cigarro en mano. Me acerqué a ella con el cuchillo en mis manos, caminaba lentamente hacia ella, yo estaba furiosa no podía creer que la mujer que nos parió, crió y amo dejará que le hicieran eso a mi hermanita. Cuando estuve frente a ella por fin reaccionó, pero no deje que escapara, la sujete por el hombro y la mire a los ojos antes de pasar el cuchillo muy despacio por su cuello, mientras observa cómo se ahogaba… fue en ese momento que sentí que algo se quebró dentro de mí creo que fue mi cordura, pero no me importó, disfrute al matarla sabía que ella merecía lo que le hice. Después de eso me fui a bañar para quitarme la sangre, al salir de la ducha ese horrible escenario que habría hecho vomitar a cualquiera no me afectó en lo más mínimo, entré en mi habitación, me vestí y me peine. Después de eso fui a la cocina a buscar todo el alcohol y el combustible que había, camine vertiéndolo por toda la casa y los cuerpos de esos desgraciados. Al terminar arroje un fósforo encima de ese idiota y todo el lugar se prendió fuego, yo salí de ahí corriendo para no quemarme en ese momento, ni siquiera me importó sacar el cuerpo de mi hermana, pero creo que fue mejor así, no tenía ninguna forma de sepultar su cadáver y tampoco serviría de nada. Me quedé ahí para ver como el lugar al que llamé hogar se quemaba, creo que esa fue mi manera de enterrar mi pasado. Cuando ya casi se apagaban las llamas me fui y no miré atrás
Los años siguientes me la pasé robando y matando solo para sobrevivir, a veces me atrapaban pero, siempre lograba escaparme una y otra y otra vez. Hasta esa noche, donde conocí a la única persona en la que pude confiar, tal vez porque ella me recordaba a mí, aunque era algo mayor que yo… Recuerdo que estaba corriendo de la policía mientras me disparaban, tenía la adrenalina por las cejas de alta, era tal que no sabía si me habían dado o no. En ese entonces todavía no sabía cómo esconder mi presencia así que solo huía, pero entonces ella apareció, cayó desde el cielo y mató a ambos policías aplastando sus cabezas contra el suelo. Cuando deje de escuchar los disparos me volteé y la vi, era una chica de un metro y cincuenta centímetros de altura, delgada con el pelo blanco largo adelante y corto atrás, estaba vestida con una falda corta verde y una blusa negra, usaba medias largas a rayas desteñidas, una capucha verde y morada con cuernos, también tenía unas botas blancas y una máscara de gas. Se paró frente a mí y me dijo “Parece que necesitabas ayuda a niña” mientras le reía yo solo atiné a agradecerle, ella me miró de pies a cabeza, no sé cómo, pero después de eso dedujo mi edad y sabía porque estaba escapando. Me ofreció su ayuda y me llevó su escondite, me dio algo de comida y se arrojó a un sofá que tenía allí, y dijo “El mío es Himari Renko, ¿Y el tuyo?” Yo le dije mi nombre y ella comenzó a reír, al parecer le gustó pero nunca se lo pregunte, ella me preguntó que había hecho para terminar en una situación así y yo le conté todo al igual que a ti y ella sólo respondió “Vaya mierda de vida que te tocó” No sé si lo hizo por lástima o porque le agrade, pero me permitió vivir en su guarida si la ayudaba a robar y también se ofreció a entrenarme
Después de un tiempo aprendí desaparecer casi por completo mi presencia y a pelear con el cuchillo, también me regaló mi ropa de estudiante de secundaria y el cubre rostro que uso siempre, ya sabes, la prenda con diseño de dientes enormes que llevo en el cuello siempre. En ese entonces las ropas me quedaban algo grandes, pero servían. Con Renko cometimos varios robos y asesinatos, pero todos eran con la intención de sobrevivir, ella tenía un quirk que le permitía expulsar un gas tóxico desde sus poros por eso siempre usaba su máscara, recuerdo que ni siquiera se la quitaba para dormir. Después de un tiempo asesinando comencé a desarrollar un gusto particular por la sangre, que luego se convirtió la hematofilia. Para nosotras todo era maravilloso, vivíamos sin reglas, matábamos y robamos todo lo que queríamos hasta que un día todo nos salió mal, la policía atrapó a Renko, la encerraron hasta que la juzgaron y la sentenciaron a 30 años en prisión por todo lo que habíamos hecho. A mí no me atraparon, nunca, incluso estuve entre el público cuando la juzgaron, después de que le dieron su sentencia ella se puso de pie y comenzó a aplaudir, nunca dejó de ser ella misma. Eso era lo que más admiraba, la última vez que la vi fue cuando me infiltré en la prisión transformada en un trabajador social, no recuerdo toda nuestra conversación pero sí la última parte, me dijo que no importaba lo que los demás dijeran de mí o lo triste que fue mi pasado, siempre debía enfrentar a todos una sonrisa en mi rostro y así lo he hecho.
Fue la única vez que pude ver su rostro, después de eso no la volví a ver, pero me enteré mucho después que había sido asesinada en prisión. Luego de años de asesinatos y robos sólo para sobrevivir logré conseguir una forma más fácil de conseguir dinero trabajando como asesina del bajo mundo, luego una noche paseando después de cumplir un encargo te vi descansando acostado en la basura y planeaba matarte, pero cuando me di cuenta de que eras tú. Me detuve y no tuve más opción que mentirte porque no quería que me descubrieras, sabía que tú querías ser un héroe y nunca estarías con una villana como yo, por eso te mentí, pero mis sentimientos por ti son verdaderos
*Fin de la narración*
El peliverde estaba pálido y paralizado después de todo lo que su novia le contó, todo por lo que ella había pasado, aún no lograba aceptar que existieran personas así. Él pensaba que su vida era mala cuando le dijeron que no poseía ningún quirk, pero después de escuchar se dio cuenta de que su infancia fue maravillosa en comparación con la de Himiko
Midoriya: Vaya, esto es… - El pecoso sentía como se revolvía su estmago - Me cuesta mucho procesar todo esto
Himiko: Bueno… esa es mi verdad Izuku. Ahora que lo sabes ¿Me entregaras a la policía? - Pregunto la joven villana algo nerviosa - Cualquier decisión que tomes yo la aceptaré, después de todo, eres el hombre que amo
Midoriya: Yo… no voy a entregarte. Si tuviste el valor para contarme esto es porque de verdad confías en mí, porque… me amas así como yo te amo a ti
La villana se sonrojo mientras su corazón se aceleraba, no pudo reprimirse más y se lanzó sobre el pecoso. Comenzó a besarlo por todo el rostro mientras lo abrazaba con fuerza
Midoriya: Calma Himiko, es muy tarde vas a despertar a mi madre - Comento el pecoso en un intento de calmar a su novia -
Himiko: Ella dijo que no habría problema ¿Verdad? Siempre y cuando no hagamos tanto ruido - Respondió la rubia mientras sonreía -
Midoriya: ¿Cómo lo sabes?
Himiko: Los escuché desde la ducha
Midoriya: Ya veo… oye Himiko, ¿Ese es el final de la historia?
Himiko: No… - Respondio mientras se levantaba de encima del pecoso y volvía a sentarse - Después de que se hizo viral el vídeo de Stain encontré algo que quería hacer, un objetivo, matarlo para convertirme en el
Midoriya: ¿Tú… querías matarlo?
Himiko: Sí, pero eso no pasó porque arrestaron y días después de eso un sujeto llamado Giran me encontró y me llevó a la liga de villanos a conocer Shigaraki Tomura
Midoriya: ¡Shigaraki Tomura! - Grito el pecoso asombrado -
Himiko: Shh… despertaras a tu madre - Dijo la rubia mientras le cubría la boca al pecoso - Si, él me aceptó en la liga de villanos y ahora tiene verdaderos villanos
Midoriya: ¿Quiénes? ¡¿Quiénes Himiko?! - Pregunto el pecoso mientras sujetaba por los hombros a su novia muy fuerte -
Himiko: No lo sé, no conozco sus nombres o quirk’s - Respondio la rubia quien de hecho se asustó un poco al ver a su novio así de agresivo -
Midoriya: Vaya… - El pecoso soltó a su novia - Perdón por eso
Himiko: No importa, pero ahora escucharme bien Izuku. Tomura está planeando atacarlos nuevamente y secuestrar a tu amigo Bakugou
Midoriya: ¿Dónde? ¿Cuándo?
Himiko: Durante su campamento de entrenamiento
Midoriya: ¿Como saben sobre eso?
Himiko: Kurogiri dijo que alguien dentro de la academia les da información sobre ustedes
Midoriya: Sí saben dónde es el campamento entonces debo llamar Aizawa-Sensei y decirle
Himiko: Eso no servirá de nada, el campamento ya fue cambiado
Midoriya: ¿Qué? ¿A dónde se supone que iremos?
Himiko: Ni idea, Tomura no dijo mucho, no sé dónde, pero sé que estarán protegidos por el equipo de las Pussy Cats
Midoriya: ¿De verdad? - El pecoso se emocionó mucho al escuchar eso - Conoceré a las Pussy Cats, podré pedirle un autógrafo a Mandalay
Himiko: Izuku, por favor concéntrate, esto es importante - “Ahora tengo que matar a esa tal Mandalay” Se dijo a si misma mientras trataba de recordar la cara de la mujer -
Midoriya: Sí, discúlpame. Solo me emocione un poco
Himiko: Tomura quiere que secuestremos a tu amigo la segunda noche del campamento. El plan comienza a las 9 P.M, no puedes comentarle a nadie esto, no sabes quién podría ser el traidor
Midoriya: Solo sé que debe ser un héroe profesional, ellos son los únicos que saben sobre el cambio de campamento
Himiko: Sí, supongo que tienes razón
Midoriya: Vaya… esta noche ha sido muy larga y extraña. Creo que deberíamos irnos a dormir, pero antes... Himiko, prométeme que abandonarás la liga de villanos después del campamento
Himiko: Eso ni siquiera deberías preguntarlo, claro que lo haré. Porque ahora quiero vivir a tu lado en paz - Declaro la rubia mientras sonreía y se sonrojaba -
Midoriya: Eso me alegra mucho, por cierto, mañana tengo que reunirme con mis compañeros en el centro comercial para comprar cosas para el campamento ¿Quieres venir conmigo?
Himiko: ¿A ellos no les molestará que hagas eso?
Midoriya: Yo les explicaré todo, estoy seguro de que me entenderán
Himiko: Entonces, está bien
Midoriya: Pero prométeme que si ves a Uraraka-San no vas a golpearla ni trataras de matarla
Himiko: Haré un esfuerzo
Midoriya: Gracias
Después de terminar de hablar la pareja se quedó dormida, el pecoso estaba acostado boca arriba mientras que su novia estaba acostada sobre su pecho. Ambos se durmieron pensando en ¿Qué pasaría la noche del ataque al campamento ahora que ambos querían evitar que el plan de Shigaraki se cumpliera?
Próximo capítulo: Un encuentro incómodo
Nota de la autora: Joder... estoy cansada. Reescribir una historia completa no es nada fácil, ustedes ya saben que hacer. Si les gusto no olviden seguirme, comentar y votar si les gusto
Sigan sintonizando, Hasta el próximo capítulo
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