--¡Torao! ¡Torao!

El joven corría como loco con el folio en la mano en busca de su amigo.

Cuando le dieron el examen con la torpeza de la emoción se calló de la silla. Aun en esos momentos seguía sin creerselo del todo.

Al fin divisó al muchacho en la barra de la cafetería y sin importarle estar rodeado de gente se abalanzó sobre el mayor haciéndolos caer a los dos.

-- ¡Luffy, bestia! ¡No seas tan bruto!

Lo apartó con brusquedad y se sacudió el pantalón del uniforme quitando cualquier rastro de suciedad.

-- Lo siento Torao, pero es que... ¡Mira!
Le plantó el papel en la cara y el otro casi se cae de nuevo ante el torpe acto.

-- ¡Saqué un 7 en el examen! ¡Un 7! ¡No solo aprobé sino que saqué una notaza!

El mayor observó el examen examinando los errores mientras mostraba una gran sonrisa.

-- ¿Cuántas veces tengo que decirte que a la separación de agua y aceite se le llama decantación no filtración?

Le dio una pequeña colleja en la nuca.

-- Jeje, eso fueron los nervios. -- Sonrió nervioso.

-- Aun así está bastante bien. Enhorabuena Mugiwara-ya.

Esta vez le revolvió el cabello oscuro y le colocó mejor el sombrero.

-- Esto hay que celebrarlo, ¿Te apetece ir a dar una vuelta por ahí esta tarde?

-- ¡Sí! ¡Llamemos también a los chicos! ¡Seguro que después de esta semana llena de exámenes estarán deseando salir!

-- Vale...

-- ¡O no, mejor! -- Se giró a verlo pícaro. -- Yo quedo con mis amigos y tú le dices a Robin para ir a la tarde a dar una vuelta.

-- ¿Cómo?

-- Lo que olles. ¿No era que te gustaba? Pues entonces tendrás que conquistarla primero, así que, ale ale al chollo.

Comenzó a empujarlo hacia la habitación de la mencionada sin parar de hablar ni dejar que su amigo pusiera objeciones.

-- Te odio Mugiwara-ya.

-- Yo también te quiero. -- Comentó sarcástico petando a la puerta. -- Ala adiós.

Y salió corriendo como alma que lleva el diablo dejando solo al joven moreno de reconocidas ojeras junto a la puerta de la chica de la que estaba enamorado.

Tras hablar más detenidamente con Law sobre todo en general, había descubierto que estaba completamente loco por la morena y ante esto no se le pudo ocurrir otra cosa mejor que tirar de él para que empezara a amistar más con la muchacha.

Le seguía doliendo su rechazo, claro que aun no lo había superado. El amor no se desvanece tan rápido ni tan fácilmente. Pero se sentía bien al ayudarlo con sus problemas amorosos mientras se olvidaba de los suyos propios hacia él.

A pesar de todo se sentía bien. Liberado por una parte y decepcionado por otra, pero bien a fin de cuentas. Estaba a gusto consigo mismo y eso era lo importante.

FIN