CAPÍTULO 5

-- Haber, Emmm.... Dime tres formas para separar dos elementos.

-- Pues... Filtración, decantación y solidificación...

-- La solidificación no pinta nada ahí. -- Le dio una pequeña colleja a su hermano.

-- ¡Jope, es que me pones nervioso!

-- ¿Qué yo te pongo nervioso? -- Soltó una carcajada. -- Entonces cuando te lo pregunte Law ¿Como harás?

Luffy se cruzó de brazos enfurruñado girando la vista.

-- Además no te sabes casi nada, como sigas así no te vas a saber la lección cuando él te la pregunte.

-- ¿Y de quien es la culpa? -- Lo miró despectivo.

-- Mía no desde luego, tuviste una hermosa tarde desocupada para estudiar y preferiste irte con los amigos de jaraina.

-- ¿Ahora vas a ponerte en plan hermano mayor responsable? Porque no te pega.

-- Mira mocoso aun me está costando un huevo aceptar lo de tu homosexualidad, así que aun por encima de que te ayudo deja de quejarte o acabaré rompiendo algo.

La discusión acabó ahí. Luffy trató de concentrarse más en el tema recién aprendido mientras su hermano seguía preguntándoselo.

______

Fue corriendo como torbellino a esa habitación que hasta hacía unos minutos había estado completamente vacía durante dos largos meses.

Su mejor amigo había tenido que ausentarse del internado un tiempo a causa de problemas familiares, concretamente la muerte de su abuelo. Pero ya había vuelto y él no perdería ni un minuto en ir a saludarlo.

Abrió la puerta con fuerza haciéndola resonar contra la pared y se abalanzó sobre el muchacho de pelo verde que se encontraba guardando la ropa de la maleta en los cajones.

Acabaron los dos tirados en el suelo.

-- ¡Hay Luffy, bruto! ¿Cuantas veces te tengo que decir que no hagas eso?

Lo apartó de un empujón y se puso de pie para luego extender su mano ofreciéndole su ayuda.

-- Lo siento Zoro, pero es que ya te echaba de menos. ¡Estuviste dos meses fuera! ¿Como estás?

El peliverde se giró a verle sonriente.

-- Todo va bien, fuimos al funeral y luego me quedé en casa con mis padres y mi hermana por petición suya.

-- Y lo de tu abuelo...

-- No pasa nada, ya iba viejo, estaba claro que iba a irse pronto.

Luffy pudo notar la mentira en sus palabras. Al ser alguien que conocía de casi toda la vida podía percibir cuando estaba realmente bien y cuando se encontraba mal. Además él había sido uno de los pocos que lo habían visto llorar al enterarse de la triste noticia y sabía que su abuelo era alguien muy importante para él.

-- Zoro, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.

-- Ya lo se enano. -- Le revolvió el pelo tirandole sin querer el sombrero. -- ¿Y qué hay de ti? ¿Todo va bien? ¿No a pasado nada interesante en mis dos meses de ausencia?

-- Bueno... -- El menor apartó la vista indeciso de si decírselo o no.

-- Vale, a pasado algo. Cuentame.

-- Zoro... ¿Tú que opinas de la homosexualidad?

Se giró a ver como su amigo se encogía de hombros indicando que no era un tema que le importara.

-- ¿Cómo qué? ¿Acaso no sabes lo que es la homosexualidad?

-- ¿No es que dos personas del mismo sexo se gustan?

-- Más o menos sí... ¿Y no te parece mal?

Volvió a encongerse de hombros.

-- Zoro, soy gay.

El peliverde parpadeó un par de veces. Eso lo había cogido por sorpresa, aunque debía reconocer que ya lo intuía.

Se giró a verlo con una sonrisa, lo cual sorprendió a Luffy, no era muy habitual ver a ese amargado sonriendo tanto.

-- Pues me alegro por ti, supongo.

-- ¿No te parece mal?

-- Mientras no te enamores de mi todo va bien. -- Soltó una carcajada.

-- No tranquilo, de ti ni loco. Pero... Zoro, me gusta un chico. ¿Enserio no te molesta?

-- ¿Por qué había de hacerlo?

-- ¡Pues porque es un chico! ¡Y yo también!

-- ¿Y?

-- ¡Pues que somos dos hombres! -- Luffy ya se estaba alterando.

-- ¿Y?

-- ¡¿Como que "y"?!

-- Haber Luffy, me da igual si eres hetero o gay, el amor va a ser igual de bonito y jodido a la vez, así que. ¿Qué importa?

El moreno estaba pasmado. Todos lo habían criticado a la primera y ahora él se lo tomaba tan bien, como si no pasara nada.

-- Eres raro.

-- Y tú un extraterrestre hiperactivo.

Ambos estallaron en carcajadas ante el comentario. Zoro volvió a su tarea de guardar la ropa mientras su amigo se tumbaba en su cama como si fuera la suya propia.

-- ¿Alguien más lo sabe?

--Ace, Sabo y Nami.

-- Entonces es cuestión de tiempo que todo el insti se entere.

-- Sep.

-- No parece molestarte. Eso está bien.

-- Lo único que me preocupaba era que a ti también te pareciera mal, del resto me importa una mierda lo que piensen.

Se miró las uñas algo sucias y largas y comenzó a morderselas.

-- ¿Y tús hermanos? ¿Se lo tomaron bien?

-- Que va, tuve una gran disputa con ellos. Al final hablé con Ace y bueno, sigue sin entenderlo, pero al menos lo acepta. -- Suspiró. -- Y con Sabo todavía no hablé, pero se que él será capaz de entenderme más fácilmente, siempre a sido el más sensato de los tres.

-- Bueno. Y ahora el punto importante. -- Se giró a verlo inquisitivamente. -- ¿Quien es el afortunado? O bueno, tratándose de ti, ¿Quien es el desgraciado?

-- ¡Serás cabrón! -- Le lanzó un cojín que chocó de lleno con su cara. -- Es Torao.

Zoro agarró el cojín y se lo devolvió dándole un fuerte golpe en el pecho.

-- Law Eh... Joder, fuiste a escoger al más serio y amargado del recinto.

-- No eres el más indicado para hablar.

-- Supongo, pero desde luego yo no parezco un zombie andante.

Ambos estallaron de nuevo en carcajadas. Hacía tanto que el joven moreno extrañaba esos momentos... Y una vez más el peliverde le había demostrado que, a pesar de ser la mayor parte del tiempo un enorme borde y amargado, seguía estando ahí para apoyarlo en todo. Mientras que el resto solo lo criticaban.












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