-- Haber, una substancia pura es... ¿Como te lo explico? Es un elemento natural que puede cambiar de forma sin alterar su estado químico. Por ejemplo, el agua, está compuesta por H2O, pero puede cambiar su estado a líquido, sólido o gaseoso... ¿Mugiwara-ya me estás escuchando? ¡Mugiwara-ya!

Tras chasquear los dedos en frente de su cara el chico despertó de su ensoñación.

-- ¿Eh? Eh lo siento Torao, me distraje... otra vez.

El mayor soltó un gran suspiro y lo miró con escepticismo.

-- ¿Estás seguro de que quieres aprobar el examen de física?

-- ¡Por supuesto! ¡Es el examen de recuperación, si lo apruebo aprobaré todo el curso!

-- Pues no parece que te entusiasme mucho la idea porque no paras de irte por los cabales. -- Le reprendió.

El menor bufó frustrado cruzandose de brazos.

-- ¿Por qué tengo que estudiar ahora?

-- ¡Pero si fuiste tú el que me pidió que te ayudara en esta materia! -- Suspiró agotado y se armó de paciencia, la poca que ya le quedaba. -- Venga, que no es tan difícil. Solo es una hora y luego ya podrás ir a jugar o a hacer lo que quiera que hagas en tu tiempo libre.

-- Pero es que es muy aburrido...

-- ¡¿Quieres aprobar o no?!

-- ¡Sí!

-- ¡Pues entonces deja de quejarte y atiende, narices!

Al cabo de unos minutos en los que Law había vuelto a su explicación el joven moreno volvió a perderse en sus pensamientos, los cuales consistían en nada más y nada menos que lo bonitos que le resultaban esos intensos ojos grises.

Volvió a sentirse raro, como le pasaba siempre que estaba cerca de él. No sabría decir desde cuando había empezado a sentirse así. Más atraído, más embelesado, más feliz si eso era posible. Y aun así aun no tenía un nombre para ese extraño nuevo estado. Seguro solo era tontería suya, pero le agradaba. Le gustaba sentirse así de raro.

-- ¡Mugiwara-ya!

Otra vez esos malditos dedos chiscando en su cara lo devolvieron a la realidad.

-- Mierda, me he vuelto a distraer.

-- De eso ya me he dado cuenta. -- Volvió a suspirar. -- Olle si no quieres repetir vas a tener que ponerte las pilas Luffy. Estamos a final de curso y aun tienes que recuperar 3 incluyendo esta si no quieres quedarte todo el verano pringado. ¡Así que espabila!

Law a veces se sentía como si fuera su hermano mayor para espabilarlo en los estudios. ¿Dónde diablos estaban sus verdaderos hermanos para ponerle las pilas? A sí, claro, que ellos iban peor en las materias. Menudo desastre.

-- Haber, seré claro. O te concentras y atiendes a la lección o te obligo a aprenderte hoy todo el tema y no sales de aquí hasta que me lo sepas recitar como el abecedario.

Luffy tragó saliva ante la amenaza. Lo último que quería era quedarse encerrado estudiando toda la tarde entera, le explotaría la cabeza si lo intentaba siquiera.

-- Vale Torao, ya me centro.

No fue fácil, pero la amenaza del ojeroso funcionó pues el menor logró mantenerse el resto de la "clase" atento a las explicaciones de su amigo.

______

Todo estaba vacío, todo era blanco a su alrededor.

Al fondo pudo divisar a una persona. Alta, de cabello tan ocurso como el suyo propio, con unos punzantes ojos grises y una ojeras remarcadas bajo estos.

El muchacho al divisarlo con la vista le dedicó una sonrisa. Oh que hermosa sonrisa...

-- Luffy. -- Murmuró. -- Luffy... pierta... Luffy... despta...

***

-- ¡Luffy despierta!

El chico se incorporó en la cama sobresaltado.

-- ¡Dios! ¡Al fin! ¡Pensé que tendría que ir a por un cubo de agua o algo!

-- Aghh... Ace... Maldita sea... -- Se restregó los ojos con la manga del pijama. -- ¿No sabes despertarme con moderación como la gente civilizada?

-- 1. No eres el más indicado para hablar de civilización. ¡2. No hay otra forma mejor de despertarte ya que tienes el sueño más profundo que una marmota! ¡Y 3. Levantate ya de una p*ta vez o llegaremos tarde a clase!

Sin previo aviso agarró las mantas que arropaban a su hermano y las arrancó de la cama dejando al chico completamente desprotegido del frío. Este no tardó en comenzar a tiritar.

-- ¡Mierda Ace! ¡Qué hace frío!

-- ¡Levantate ya o llegaremos tarde!

-- Tarde ya llegamos, así que ¿qué más da? -- Protestó Luffy mirando la hora en el despertador que tenían en la mesilla de noche.

-- Luffy. Levantate. Ya. -- Ace remarcó cada palabra con gran énfasis.

El aludido alzó la vista y se topó con su hermano sosteniendo un cubo de juguete, de los que solían llevar los niños a la playa, lleno de agua.

-- Oh mierda.

En menos que se tarda en decirlo Luffy ya estaba persiguiendo a Ace por los pasillos con el pijama completamente empapado sin importarle lo más mínimo que algún profesor de guardia los viera y los castigara.