Capítulo 4: sospecha.


Edgar.

Vaya noche. Fue espectacular.

Me desperté y me levanté somnoliento de la cama. Para mí sorpresa mi esposa no se encontraba en ella.

Me quedé confuso. Tome de mi teléfono enseguida y me fijé en la hora.

9:30am.

Supongo que es algo tarde y Colette me gano en despertar. Pero me resulta raro, ella siempre me despierta para irnos juntos a desayunar.

Colette: ¡Edgar!. ¡Ven aqui!. - la escuché gritar de lejos.-

Con lo pereza encima, no había de otra que hacerle caso. Agarré mi bufanda y me dispuse a salir de la habitación

Llegué hasta donde la cocina y me encontré con el desayuno ya listo en la mesa. Impresionantemente olía bien.

Edgar: ¿Que es todo esto?. - dije algo desconcertado al ver tanta variedad de alimentos.-

Colette: pues el desayuno bobo. - me respondió en tono divertido.-

Me senté aún desconcertado y unas sonrisa se me escapó de los labios.

Edgar: vaya cariño. Que tal sorpresa. - entusiasmado agarró los cubiertos para empezar a devorar.-

Colette: estuve pensando en volver a trabajar en la tienda de regalos. - comentó.-

Edgar: ¿Q-que..?.. - me detuve al comer para mirar a mi esposa con el ceño fruncido.-

Colette: como lo escuchaste. - afirmaba.- vamos a trabajar nuevamente en la tienda de regalos. ¿No te emociona?. - está con una amplia sonrisa se mostraba.-

Edgar: no... - negué moviendo mi cabeza.- ¡no!. - me levanta de la mesa.- Colette. Se supone que tú y yo acordamos en ya no regresar en ese sitio de trabajo.-

Colette: ¿Eh?. Pero Edgar. Necesitamos trabajar en algo. No podemos estar toda la vida pidiendo ayuda a Piper...

Edgar: tú y yo hablamos sobre ese tema. No entiendo porque me vienes con esto Colette...

No entendía que rayos le sucedía a Colette. Trabajar para ese miserable de Griff es un total infierno.

Colette: pues lo siento. Ya está decidido. Voy a trabajar en la tienda de regalos. - objetó firmemente.-

Dicho eso se marchó de mi vista. Dejándome totalmente desconcertado.

Inmediato fui detrás de ella. No estaba convencido de que mi esposa esté nuevamente en ese trabajo de mala paga.

Edgar: Ese miserable de Griff no te pagará lo suficiente. - le decía haciéndole recordar.-

Colette: pues las cosas cambian Edgar. - se detiene.- ahora Griff aumento la paga de los trabajadores ¿Feliz?.-

Edgar: ¿Que?. - confundido estaba procesando lo que había dicho.- pero Colette... ¿Como sabes eso exactamente?...

Colette: ya contraté con el señor Griff. Mañana mismo empiezo. - soltó de golpe.-

Me dejó helado aquella respuesta.

Edgar: no entiendo que es lo que te pasa. Si tú y yo, ya habíamos quedado en no regresar a ese lugar. ¿Que pasara con los niños?.

Colette: pues tú te encargarás. - me respondió.- después de todo tu no piensas trabajar conmigo. ¿No es así?. Entonces te quedarás con los niños.-

Edgar: p-pero Colette... ¿Que estás diciendo?. Yo no puedo....

Colette: ¡Ya tomé mi decisión Edgar!. - alzó la voz con firmeza ante sus palabras. - ¡Ya no me digas nada por favor!.-

Me descolocó totalmente. No podía creerlo. Mejor opte por no decir nada y no empezar una discusión.

Pero me llamó nuevamente la atención esos ojos. Destellaban un color distinto, como anoche que nos acostamos. Se me hacía muy raro.

Ella simplemente se fue. Aveces la bipolaridad de Colette me asusta un poco. Hace rato andaba de lo más feliz y ahora está más que molesta. No entiendo.



(...)

Hoy simplemente el día estaba aburrido. Más encima con la sorpresita que me salió mi querida esposa. No entiendo cómo se le ocurre volver a ese lugar.

Aunque todo lo nuestro comenzó ahí...

Tal vez debería pensar mejor las cosas.

Postrado en mi sillón me puse analizar mejor la situación. La verdad que necesitamos dinero. Todo esto de ser padres no es nada fácil...

Colette: como siempre ahí sentado sin hacer nada. - la vi enfrente mío cómo miraba con el ceño fruncido.- voy a salir. Ahora vuelvo. - dicho eso pasó de largo hacia la puerta.-

Edgar: ¿Sigues molesta?. - me levanté a seguirla.-

Colette: jaja no amor. Estoy muy contenta de verte sin hacer nada. - su sarcasmo lo noté inmediato.-

Edgar: estoy pensando bien las cosas Colette...

Colette: pues te tardas demasiado. - espetó.-

Cerró la puerta en mi cara. ¿Pero que demonios le ocurre?. Ni siquiera me dijo donde se iría.

Me encontraba ya molesto y no pienso seguirle como idiota tampoco. Volví donde estaba sentado. No me gusta estar peleado con ella, pero es que tampoco mi querida esposa pone de su parte.

Mi teléfono sonó.

Enseguida logré contestar.

Edgar: hola.

Fang: hola hermanito. Quería saber cómo te encuentras. Aún me sorprende mucho que seas padre de familia.

Edgar: ni yo me lo creo...

Fang: mmm.. no se porque te escucho desanimado...

Edgar: pues todo esto me tiene muy agotado.

Fang: ahhh entiendo. ¿Problemas en el hogar?.

Edgar: pues si. No pensé que la vida de casados fuera así...
Pero yo metí la pata. No me queda de otra.

Fang: jajaja. Por eso yo todavía no pienso en casarme o mucho menos tener algo serio. Por cierto tengo trabajo nuevo.

Edgar: ¿Ah sí?. Pues felicidades.

Fang: oh lo siento. Te dejo. Tengo otra llamada. Hablamos luego.

Me cortó.

Deje mi teléfono a un lado. Ahora lo que más quiero es echarme una siesta sin interrupciones. La cabeza ya me estaba empezando a doler.

Pero para mi mala suerte unos sollozos se hicieron presenté. Eras mis hijos cuales ya se habían despertado.

Bueno tengo un deber que hacer, es ir a calmarlos. Pero cuando regresé Colette me va a escuchar, no es posible que me deje con tanta responsabilidad y ella se vaya a quien sabe dónde.

6:20pm.

Me encontraba con Scarlett y Noah acostados en mi cama.

Son tan lindos. Sin duda salieron a mi.

Ahora que me doy cuenta. No sé cuántas horas habrán pasado y Colette que no a vuelto. Una sensación de preocupación me revolvía el pecho.

Hasta que tocaron el timbre.

Inmediatamente me levanté de la cama sin despertar a los niños. Salí de mi habitación lo más rápido posible y pase a dirigirme hacia la puerta esperando que sea mi esposa. Cuando llego abrirla me encuentro con una persona que no es de mi agrado.

Edgar: hola. ¿Que se te ofrece?.

Bibi: solo estoy buscando a Colette. ¿Se encuentra?.

Edgar: ella salió a no sé dónde...

Bibi: ¿que?. -me mira con indignación.- eres su esposo. ¿Como no vas a saber dónde está tu esposa?.-

Lo que dijo ella me puso mucho que pensar.

Edgar: tsk.. -resoplo con fastidio-¿Que te importa?. Ni siquiera se porque estoy hablando contigo. Ahora vete chau.-

Le estaba apunto de cerrar la puerta en su cara pero ella me detuvo enseguida.

Bibi: ¿Me puedes decir desde que hora salió por favor?.

Edgar: salió por ahí a las 11:30am. ¿Ahora sí ya te puedes ir?.

Bibi: vaya... Es que quedamos en reunirnos está hora en la casa de Emz. No puedo creer que se le haya olvidado.

Edgar: ¿Que dices?. ¿Quedaron en verse?.

Bibi: obvio. - me dice con obviedad.- ahora mismo voy a marcarla. - empieza a sacar su teléfono.-

Porque esto me resulta muy extraño.

Bibi: contesta,contesta... - decía exasperada.- que raro, ella siempre me responde a la primera timbrada...

Edgar: tal vez, solo este ocupada...

Bibi solo me miró con extrañeza. Nos quedamos en silencio. Espero solo no sea lo que estoy pensando. Inmediatamente tengo que ir a buscarla, porque esto ya no me está agradando para nada.

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