Una semana después.

Edgar decidido llevó a su novia a cenar en Barley's, donde pediría su mano para asi formalizar un matrimonio.

El pelinegro se encontraba nervioso, no podría negarlo. Nunca pensó casarse en una temprana edad, pero él amaba demasiado a Colette, más aún que esperan a sus dos bebés en camino.

Colette: ¿no piensas pedir algo?. -le preguntó- ¡ah!, ya se me antojo un rico cupcake~ -mirando la cartilla-

Edgar: s-si.. tú pide lo que quieras. -se removia en su asiento-

Colette: ¿te ocurre algo?. -preguntó al notarlo extraño-

Edgar: ¿eh?, no, no, no. -negó rápidamente- sólo que también estoy hambriento...

Colette: mm, bueno.

Él pelinegro suspiró aliviado. Emz lo había entrenado para la ocasión y hasta ayudado a escoger el anillo, y Poco le aconsejo unos tips románticos.

Ya era el momento y tenía que hacerlo.

Edgar: Colette, tengo que decirte algo.

Ella de inmediato prestó toda su atención sobre él.

Colette: ¿sucede algo?. -preguntó preocupada-

Edgar: me gusta tenerte a mi lado. Me haces muy feliz. -toma su mano sobre la mesa.- eres el amor de mi vida Colette.

La peliblanca se ruboriza, tomando igual manera la mano de su novio.

Colette: lo sé Edgar. También eres el amor de mi vida. -le sonríe dulcemente.-

Edgar: si.. -agacha un poco la cabeza algo ruborizado.- p-por eso yo... quería pedirte si... -con su otra mano rebusca en su bolsillo la cajita del anillo.-

Colette: -mira intrigada- ¿si?.

El pelinegro se levanta de la mesa para luego acercarse hacía su novia.

Edgar: ¿q-quieres casarte conmigo?.. - mostrando el anillo, mientras se inclinaba.-

Colette: Edgar... -mirando desconcertada.-

La peliblanca no se esperaba tal sorpresa. Su corazón empezo a latir muy rápido.

Edgar: l-lo siento.. creo que fui muy apresurado...

Colette: ¡si, si, si, acepto!. - chilló de felicidad tomando de inmediato aquel anillo- ¡es lo más bonito que eh visto!, ¡claro que me casaría contigo bobo!. - se abalanzó en su encima.-

Edgar: que gusto... -suspira internamente alviado.- te amo. -correspondiendo el abrazo de colette-

Colette: yo también. -besa su mejilla-

Emz: ¡vivan los novios!. -se manifiesta-

Ambos se sobre saltan del susto.

Emz: ¡foto chicos!. -empezó a sacar su teléfono entusiasmada.-

Colette sonriente mostrando su anillo posó junto a su novio. Finalmente sacaron la foto.

Colette: ¿no es bonito el anillo Emz?. -le preguntó sonriente mostrandolo-

Emz: obvio, si yo le ayude a elegir. -se dijo orgullosa.-

Edgar: me costó todas mis gemas, pero por ti Colette vale la pena. - toma su mano delicadamente.-

Colette: oh Edgar... quién diría que fueras tan romántico.. - decia ruborizada.-

Emz: es porque mi Poco también le ayudó. -comentó.-

Edgar: bueno si también... -rascándose la nuca-

Colette: ¡ay que lindo!. -chilló enternecida y lo abraza- quiero pasar el resto de mi vida contigo...

Emz: chicos, ¿entonces cuando piensan casarse?.

Ambos chicos se miraron entre si. No sabían exactamente que día.

Emz: bueno tranquilos. Yo me encargaré de su fiesta de boda. ¿Les parece?.

Colette:¡sii!. -respondió enseguida.-

Edgar: bueno ya que te estás ofreciendo no hay problema.

Emz: entonces el sábado por la mañana será su gran día.

Colette: gracias Emz. -toma el brazo de su novio.- nosotros ya nos vamos.

Emz: no es nada. Me gusta hacer esté tipo de cosas y subirlo por Twitter. -sonríe-

Ambos chicos se despidieron. Él sábado sería un gran día, donde formarían una familia.

Llegó el tan esperado momento. Colette tenía que ir con Emz y Piper cuales tenían ya preparado su vestido de boda. Mientras que con Edgar fue encargado con Poco y el Primo cuales se ofrecieron muy amablemente ayudar.

Primo: tan joven y ya te vas a casar. Ni yo.

Poco: jaja, es cierto.

Edgar: pues, es que Colette la amo mucho. -dijo algo ruborizado.-

Primo: eres muy joven para ser padre y eso es una gran responsabilidad.

Poco: por eso tenías que usar protección chamaco.

Edgar: si ya lo sé. -rueda los ojos fastidiado- ¿nos vamos a ver el terno o que?.

Poco: bueno, pero no te enojes. Vamos.

La gran boda se organizará en una Iglesia, luego en un local donde los invitados disfrutarían de la fiesta.
La mayoría de los brawlers fueron invitados.

Finalmente llegó el momento. Edgar fue el primero en llegar a la Iglesia, ya estaba listo para la ocasión. Tenía que admitir que estaba nervioso.

Poco: hey. ¿Estás bien?. -preguntó al verlo-

Edgar: s-si... s-solo que esté traje me pone incómodo...

Poco: no te sientas nervioso ¿okay?. Colette no te va dejar plantado... bueno yo creo que no...

Edgar: ¿q-que dices?..

Poco: jaja nada. Te voy a traer agua para calmar tus nervios. Ahora vuelvo. -se va-

Los invitados empezaron a llegar. En ellos se encontraba Sandy, Stu, Piper, Rico, Primo, etc.

Sandy: hey...

Edgar: - volteó a mirarlo- ¿Sandy?.

Sandy: felicidades.

Edgar: gracias...

Sandy: sabes... yo no tengo nada en contra tuya. Me enteré sobre tu accidente con Bibi. Tal parece que al final de todo ella resultó ser la loca, ¿no crees?.

Edgar: si, pero yo no quiero saber nada de Bibi y ni de su pandilla.

Sandy: se entiende... bueno. Suerte. -bosteza somnoliento y se va-

Poco: -llegando con un vaso de agua- aqui tienes.

Edgar: gracias. -recibe y empieza a beber.- no entiendo porque Colette tardará tanto...

Poco: así demoran, les gusta hacernos esperar. Tú tranquilo.

Luego de media hora, finalmente la novia había llegado a la Iglesia. Edgar apreció a su novia con ese hermoso vestido blanco.

Edgar: estás hermosa... -le susurra-

La peliblanca solo estaba ruborizada. Byron quien sería el padre quien los casaría, finalmente empezó.

Byron: estamos aqui para reunir en sagrado matrimonio a estos dos jovenes.

La ceremonia empezó con una larga charla. Hasta que llego el momento más importante.

Byron: ya que van a contraer santo matrimonio les pido que unan sus manos y manifiesten su consentimiento hacía Dios y la iglesia.

Edgar: -toma la mano derecha de su novia- Yo, Edgar, te quiero a ti, Colette, como esposa
y me entrego a ti, y prometo serte fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y así amarte y respetarte
todos los días de mi vida.

Colette: Yo, Colette , te quiero a ti, Edgar, como esposo
y me entrego a ti, y prometo serte fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y así amarte y respetarte
todos los días de mi vida.

Byron:  Edgar, ¿quieres recibir a Colette, como esposa,
y prometes serle fiel
en la prosperidad y en la adversidad,
en la salud y en la enfermedad,
y, así, amarla y respetarla
todos los días de tu vida?

Edgar: si, quiero. -mirando a su novia con una curva sonrisa-

Byron: Colette, ¿quieres recibir a Edgar, como esposo...

Colette: ¡si!, ¡si quiero!. -interrumpiendo con una sonrisa en su rostro.-

Byron: bueno. Yo les declaro marido y mujer. Ya puedes besar a la novia. -fastidiado por que no lo dejaron terminar.-

Ambos jóvenes sellaron su amor con un dulce beso. Los invitados no tardaron en aplaudir. Edgar y Colette ahora tendrían una vida por adelanté juntos. Su amor triunfo a pesar de muchos problemas, porque es un amor puro y verdadero.