8. A Tu Rescate
Al siguiente día los ánimos de las tropas no eran los mismos, a todos les caía bien Alen, no podían creer que habían dejado que lo capturaran, Fabian seguía gritando e insistiendo en ir el mismo para salvar a su hijo, pero varios de sus soldados y el capitán Caspian lo detenían porque su desesperación no lo dejaban pensar correctamente.
Mientras que, en la habitación de Gorou, él estaba sentado al borde de su cama mirando la ventana que estaba con las cortinas cerradas, él se sentía culpable, tal vez si no se hubiera distraído hubiera evitado que lo capturaran.
Gorou: (se golpea la cabeza) soy tan tonto ¡¿Cómo me pude distraer?! Tonto, tonto, tonto, tonto. (se golpeaba repetidamente la cabeza repitiendo esa palabra)
Los gritos afuera de su cuarto no ayudaban en nada a su estado de ánimo actual. Quería ir a salvarlo, pero también sabía que ir así a lo loco significaría la muerte.
En la base de los Talay. Estaban golpeando las heridas sangrantes en el estómago de Alen aun encadenado de la misma forma.
Espadachín: (lo agarra bruscamente de la cara) ¿vas a colaborar? (dijo fríamente)
Alen le escupió sangre en la cara, el Talay se apartó por eso, pero Alen se ganó otro puñetazo en la cara, quedo con la cabeza abajo, todo su cuerpo era sostenido por sus brazos encadenados.
Alen: (con la cabeza abajo) vete al infierno.... (respirando pesadamente)
El espadachín saco su sable para continuar con la tortura.
De regreso en el castillo con Gorou.
Luego de una hora los gritos se detuvieron, Gorou salió del cuarto y vio que los guerreros y el capitán Caspian habían logrado calmar a Fabian.
Gorou: ¿todo bien?
Fabian: ah, General, lamento que haya escuchado todos esos gritos.
Gorou: entonces ¿vamos por Alen?
Caspian: si, pero iremos en la mañana, para ese momento ya habremos trazado un plan.
Gorou: pero-
Caspian: ¡General! Se que alguien en mi posición no debe decirle que hacer alguien en su puesto, pero esto es importante.
Gorou: ok.
Fabian: no se preocupe General, traeremos a mi hijo de vuelta a casa.
El chico canino solo asintió y se fue de vuelta a su habitación sin decir nada, la noche estaba cerca, así que la mañana llegaría más pronto, pero su impaciencia no le impediría contar los minutos para el momento de partir.
El solo quería a Alen de regreso.
Gorou se encontraba tendido en su cama, impaciente, extrañaba las caricias de Alen, extrañaba su sonrisa que le hacía sentir que todo estaría bien, extrañaba su gran determinación y lo bien lo que hacía sentir con solo su presencia, rayos, extrañaba todo de él.
El canino siguió sin poder dormir, a veces daba vueltas por la habitación para matar el tiempo que faltaba, sentía miedo de que cuando llegaran allá, Alen ya estuviera muerto, el corazón de Gorou se estremece de terror con solo pensar en eso. Estaría destrozado si eso llegara a pasar.
Flashback:
Alen: ....Quisiera que mi pareja pueda contar conmigo si tiene algún problema, así como yo también pueda contar con esa persona si tengo problemas....
Fin del flashback.
Este recuerdo lleno a Gorou de fuerza para poder estar listo y rescatarlo. También tomo una decisión.
Gorou: si todo sale bien, te prometo que te diré como me siento.
Ni siquiera pensó el algún resultado positivo o negativo de la confesión que iba a hacer, solo quería hacerlo de una vez.
Llego el día siguiente y tan pronto como el sol subió a un punto aceptable, Gorou salió corriendo de su cuarto a despertar a todos para poder ir de una vez y salvar a Alen, en el camino se encontró con Fabian, el cual tampoco durmió y junto a Gorou despertaron a todos para ir de una vez por todas.
Algunos de ellos no querían levantarse así que los despertaron a gritos.
Cuando todos ya estuvieron despiertos, tomaron sus espadas, escudos y sus armaduras y se pusieron en marcha. El plan era llegar hasta la fortaleza de los Talay, luego disparar una flecha de fuego hacia una de las torres y cuando se esté quemando y los Talay vallan a tratar de apagarlo, ellos entre directamente y ataquen cuando menos se lo esperan, mientras las tropas atacan, Gorou buscaría a Alen. Un buen plan si se hacía correctamente.
Un guerrero Watatsumi se ocultó detrás de una colina, preparo su arco, apunto bien a la torre objetivo y disparo. La flecha voló hacia la torre y exploto en llamas, en seguida se escuchó como todos los espadachines gritaron alarmados.
Gorou: ¡ATAQUEN!
Todos los guerreros desenvainaron sus espadas y corrieron al ataque, Gorou disparo flechas hacia los que estaban arriba de las otras torres y les dio en el pecho, un par cayeron desde lo alto hacia el piso, en tierra la batalla se volvía encarnizada, varios de esos espadachines cayeron, pero también varios de los aliados.
Gorou solo corrió sin parar pasando de largo atodos, le dispara flechas a los enemigos que traten de meterse en su camino, elcanino trata de buscar en donde tienen prisionero a Alen, patea cada puerta queve, pero no lo encuentra, solo cuartos de armas y esas cosas. Hasta que ve unapequeña cabaña en mal estado y corre hacia allá, pero dos enemigos se meten ensu camino, sin embargo, Gorou se agacha y desliza en la tierra pasando pordebajo de ellos, cuando logra pasarlos de largo, de un salto gira mirándolos aellos y les dispara una flecha a cada uno en la espalda, Gorou ni siquierarevisa si murieron, solo se acerca rápido a la cabaña, golpea la cerraduravarias veces con su arco hasta que lo rompe, rápidamente abre la puerta de unapatada. Ahí, lo ve, aun con los brazos encadenados a las paredes laterales, sucabeza agachada, las piernas en el suelo como si lo único que lo sostuviera fueran las cadenas, ha pasado toda la noche en esa posición, con esas heridas en el pecho, brazos y cara aun sangrantes, no se movía.
Gorou: ¡ALEN!
Gorou va con él, lo toma de la cara, de su boca estaba escurriendo un hilo de sangre con saliva.
Gorou: ¡Alen! ¡porfavor, abre los ojos!
El chico empieza a respirar fuerte.
Alen: -cof- -cof- que...
Gorou: descuida, tu padre también está aquí, te voy a sacar.
Alen: (sonrie adolorido) me consuela verte.
Gorou sonrie tiernamente. Pero de la nada un espadachín llega hasta donde están y los ve en esa posición.
Espadachín: ¿Qué? no me digas que ustedes son... ¿pareja? (lo último lo dijo con repulsión)
Gorou: (voltea) ¿eh?
Espadachín: entonces por eso tendrán una muerte muy dolorosa.
Rápidamente Gorou usa su arco, pero el Talay lo ataca y de un golpe hace que el canino suelte su arco, pero Gorou ve la espada de Alen tirada por ahí, cuando el Talay se acerca al canino, Alen usa sus pocas fuerzas para usar su pie y patearlo, pero por lo débil que estaba no le hizo mucho daño.
Espadachín: primero morirás tu.
Pero Gorou lo ataca con la espada de Alen, el espadachín esquivo con facilidad ya que la habilidad de Gorou era el arco, no la espada. El Talay lo agarra del cabello y lo estrella contra el muro de la choza, el General gime de dolor, el enemigo levanta su sable para liquidarlo, pero rápidamente Gorou clava su espada en el cuello de su rival aprovechando la abertura que había entre el casco y el cuello de la armadura.
El Talay cae muerto de inmediato chorreando sangre desde el interior de su casco y esa sangre se resbalaba por el filo de la espada que tenía Gorou.
Alen: (sonrie débil) bieeeeeen...
Gorou: tranquilo, aquí estoy. (con la espada corta las cadenas)
El chico cae al piso lleno de tierra, Gorou lo sujeta para que no caiga por completo y sus heridas se infecten con el polvo del piso. Cargándolo del brazo lo saca de la choza e intenta llevarlo en medio del caos y la batalla que se estaba librando.
Caspian: (saca su espada del cuerpo de su rival) ¡General! ¡¿es Alen?!
Gorou: ¡sí! ¡está muy débil!
Caspian: llévelo al carruaje.
En la entrada de la fortaleza de los Talay había un carruaje esperándolos.
Habían caballos tirando del carruaje.
Fabian: ¡hijo! (voltea a ver a los demás) ¡retirada! ¡vámonos!
Los demás guerreros empiezan a irse, de pronto flechas caen desde las torres aun en pie, estas acaban con varios de los aliados, por suerte Gorou ya había llegado a la carreta con Alen, Caspian y Fabian, de paso intentaron salvar a todos los aliados que pudieron.
Salvaron a muchos, pero el resto y los moribundos fueron dejados, al menos muchos fueron sacados de ahí.
Hicieron que los caballos fueran más rápidos para que sus enemigos no los siguieran, en el camino de regreso, Alen fue atendido.
Fabian: hijo resiste, estarás bien.
Alen: A-agh... ellos fueron cuidadosos en no dañar ninguna arteria, Agh para hacer el dolor más duradero.
Fabian: malditos.
Alen estaba muy adolorido, estaba débil por la sangre que perdió, sin que nadie viera ya que estaban concentrados en lo suyo, Alen movió su mano y tomo la de Gorou con la fuerza que le quedaba, esto sorprendió al canino, pero igual la acepto y tuvo que ocultar su sonrojo.
Finalmente llegaron al castillo, Alen rápidamente soltó la mano de Gorou, todos bajaron de la carreta, dos de los guerreros ayudaron a Alen y lo llevaron a su habitación con la heridas vendadas y desinfectadas, lo dejaron solo en su cama para que recuperara fuerzas mientras su padre le decía que estaba muy feliz de que este vivo y orgulloso por no ceder ante sus enemigos.
Entonces Gorou llega con algo de agua en un tazón hondo.
Gorou: hola. (sonrie)
Alen: hola. (también sonrie aun en su cama)
La cola de Gorou se empezó a mover rápido de lado a lado por ver de nuevo esa sonrisa que le fascinaba.
Gorou: te traje agua. (acerca el tazón)
Alen: gracias, que amable.
Se sienta en la cama, recibe el tazón y bebe toda el agua sin descanso.
Alen: aaaahhh, gracias (se lo da) después de que te torturen por un día y una noche entera es bueno beber algo.
Gorou: (deja el tazón a un lado) ¿aun te duele?
Alen: aun duele mucho, pero no es nada grave, fueron cuidados de no cortar nada importante. Querían que los ayudara a llegar a ustedes, pero resistí lo mejor que pude.
Gorou: Wow, yo no podría soportar tanto.
Alen: ya no hablemos de eso.
Gorou: si, deberías descansar (empieza a ir hacia la puerta) oye, una cosa. (voltea a verlo)
Alen: ¿sí? (acomodándose con cuidado en la cama)
Gorou: en la carreta... t-tomaste mi mano... pudiste agarrar la de tu padre, pero no, fue la mía.
El chico solo lo mira.
Gorou: ¿Por qué?
Alen: me dolía mucho, necesitaba alguien que me de fuerza, si, mi padre estaba ahí, pero.... Nah, olvídalo, necesito descansar.
Gorou: oh... ok, perdón. (baja un poco sus orejas)
Alen: no te preocupes. Nos vemos luego.
Gorou: si...
El General canino sale de la habitación, cierra la puerta dejando su frente pegada a la puerta con la mirada baja.
Gorou: Alen.... (dijo en voz baja)
????: General.
Gorou: ¡Ah, comandante!
El susto hizo que sus orejas y el pelo de su cola se erizara mucho.
Fabian: ¿mi hijo está bien?
Gorou: (se calma) si, solo necesita descansar un poco, no se preocupe, no le dañaron nada importante.
Fabian: lo sé, aun así, esta lastimado y me preocupo.
Gorou: va a mejorar, es fuerte.
Fabian: si lo es. (dijo mirando directo a la puerta del cuarto)
Horas después en la noche, luego de una gran cena para celebrar el regreso de Alen, era hijo del comandante así que tenía razón para hacerlo. Después de la cena de la que el chico celebrado se fue temprano a su cuarto, Gorou lo sigue y se quedó de pie en frente de la puerta de la habitación del joven a solo un toquido de poder entrar.
Gorou respiro hondo y toco la puerta.
-toc- -toc- -toc-
Del otro lado se escuchó un "pase", Gorou entro y cerró la puerta, al entrar ve que la habitación estaba a oscuras, únicamente iluminado por una vela en un escritorio donde estaba Alen haciendo algo.
Gorou: ¿Alen?
Alen: hola Gorou. (dijo sin mirarlo mientras escribía algo)
Gorou: (se acerca) ¿Qué haces?
El joven llevaba puesto una camiseta negra manga corta, aun teniendo debajo de esta los vendajes de sus heridas, pero ya no le dolían así que se movía normalmente.
Alen: escribo una carta. (dijo aun concentrado en lo que estaba haciendo)
Gorou: (se para junto a él) ¿escribes una carta? ¿a quién?
Ve que escribía con una pluma sobre un pergamino.
Alen: a mi madre.
Gorou: ¿oh?
...................
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