Una luz brillante cubre la habitación, llenas de pinturas de William llegando a la cara de él para indicarle que ya era hora de despertar e ir a clases, lo primero que ve al bajar las escaleras es a su Padre leyendo el periódico como es de costumbre; estando ya en la mesa desayunando su padre le informa que su hermana vendrá de Alemania a visitarlos.

—De verdad vendrá mi hermana, pero si apenas es octubre. —Decía William a su padre tomando el café que se preparó, a lo cual su padre da un suspiro y le responde —Ava vendrá por que dará una conferencia sobre la enfermedad de Lime y estará unos cuantos días aquí en nuestra casa—. Hace una pausa a lo que prosigue diciendo —Mientras ella este aquí espero que te comportes de la mejor manera—.

—No sé qué piensas de mí para decir que mi forma de actuar es incorrecta—. Diciendo eso toma sus cosas y se dirige al auto para irse de una vez a la escuela.

—Es igual de testarudo que tú cuando eras joven hijo—. Se escucha a la abuela de William diciendo eso entre risas.

––Madre, yo nunca he sido tan testarudo como él––. Responde alterado el padre de William con una mirada fría la ve y toma sus cosas para ir a su trabajo.

Que le pasa a mi padre, ni que fuera hacer algo malo mientras este mi hermana además no tengo tiempo para recibirla en casa, debo concentrarme en mi próximo concurso de arte sino logro ganar la verdad no sé qué haré de mí en el futuro. Pasaba todo esto en la mente de William mientras viajaba por las calles Hardman St. y Lloyd St., después de 20 minutos de camino al fin a había llegado a su escuela.

Aunque el día empezó con rayos de luz la realidad era que la ciudad completa era demasiado fría el día de hoy, todos los estudiantes se les veía con su ropa de invierno incluso los profesores llegaron muy abrigados a impartir sus clases ese día.

––Realmente hace frío el día de hoy profesor Issac. —Expresaba una mujer con pelo plateado y de lentes al profesor Issac.

—Y eso que apenas estamos en octubre, ni quisiera saber cómo será cuando inicie el invierno. —Afirmaba el profesor Issac con voz temblorosa del frío que sentía.

Suena la campana que marca el inicio de clases en la High School y todos los estudiantes entran a sus respectivas aulas.

—De verdad estoy perdido, necesito un milagro para poder acreditar esa materia con esa calificación que el director me indico. —Se oye decir a un Max modo depresivo y sin esperanzas, solamente Daisy lo miraba y pensaba —Necesitamos lograr que pase sino se deprimirá y hará de su vida un desastre—. Realmente se notaba como el ambiente de clase había cambiado después de que Max empezara con ese gran problema, ya no se ve como antes, era un salón muy callado al que todos no estaban acostumbrados incluso la maestra noto que el ambiente era demasiado frío.

—Dejen sus bolígrafos y descansen un momento—. Dice la profesora de Biología levantándose de su mesa yéndose fuera del aula; todos los estudiantes se levantan y empiezan a socializar entre ellos mismos, pero aún así el ambiente del aula era algo frío no se veían las risas que cuando Max estaba en clase hacían este lugar un lugar divertido y sin preocupaciones.

Max se levanta de su asiento y empieza a caminar hasta la salida del aula, en ese momento todos tenían dudas de donde iba Max otros simplemente ignoraron este suceso y siguieron sus asuntos. Al momento de que Max salió del aula Daisy le mandó un mensaje a William diciendo que Max había salido del salón de clase minutos después de que la profesora de biología había salido y había cortado clases.

—Deben entender que, para calcular la velocidad de un objeto en movimiento, deben saber la distancia que este mismo recorre—. Se oye decir al profesor Óscar con voz grave mientras presenta las fórmulas en una presentación; todos los lunes por la mañana iniciaban con Física a lo que muchos alumnos se llegaron a quejar con el consejo estudiantil para que hicieran un cambio de clases para así poner una clase más ligera.

Suena un pitido de un celular y William al ver que es el suyo, sabía muy bien que si el profesor Óscar llegara a verlo en su celular eso meritaba a que la siguiente clase, la impartiera en forma de castigo.

Así que para que no lo descubrieran hizo que Oliver lo entretuviera mandándole una señal con sus manos que ellos habían creado en la secundaria cuando necesitaban ayuda, Oliver entiende el mensaje y se pone en acción empezando a entretener al profesor con preguntas sobre las fórmulas que ya había puesto.

—Profesor, ¿esta fórmula en qué casos la debo de emplear? —Peguntaba Oliver a su profesor mientras este motivado le responde y le explica personalmente a él, ese era el momento para revisar la notificación de mensaje que había recibido Max, abre su celular y se va a WhatsApp, donde ve que es un mensaje de Daisy diciéndole "Max salió de clases minutos después que la profesora de biología saliera, tú estás más cerca, así que por favor ve a ver a donde pudo ir Max. Le avisaré a Morgan y a los demás" terminando de leer el mensaje interrumpe la explicación de su profesor algo alterado y le pide permiso para ir al baño, este mismo le dice que sí.

—Max sé que estás en una situación complicada, pero me preocupa que estés tan desanimado—. Le dice la profesora mientras ve la ventana del pasillo dando un sorbo a su café.

—Lamento la preocupación profesora intentare cambiar mi estado emocional si eso la tranquiliza—. Se le oye decir a Max con la cabeza baja mirando el suelo.

—No estoy pidiendo que dejes de sentirte preocupado, pero si te pido que te animes un poco y tengas un poco de confianza, conseguir una calificación de 90 en el siguiente examen para que te dejen seguir en la escuela es algo difícil y aterrador sin embargo no lo des por perdido hasta que no lo intentes, tienes grandes amigos y estoy realmente segura qué te ayudarán de cualquier manera—. La profesora mientras le dice eso seguía mirando la ventana a lo cual solamente le dice––No importa como empezaste sino como quieres terminar las cosas––. Terminaba de decir esas palabras mientras se iba a la sala de los profesores puesto ya era hora de cambio de aula.

Max solamente decía en voz baja mientras observaba la misma ventana que su profesora —Si hubiera una manera de poder pasar con esa calificación prometo dedicarme más al estudio el siguiente semestre—. Terminando de decir eso sale William detrás del pilar para decirle ¡qué si hay una manera!, pero que si lo hacía era muy arriesgado de hacer, cuando William le dijo eso le pidió que cual era la manera de lograrlo a lo que el contesto —Ven con nosotros a la hora del almuerzo y te lo explicaremos—.

Estando todos reunidos en la hora del almuerzo en un lugar alejado para que así nadie los pueda escuchar mientras le platican la idea a Max —Bueno comencemos con la reunión para ayudar a Max. —Decía una voz femenina que hizo que Max se alterara, puesto que ella era la persona que menos esperaba que lo ayudara para pasar el examen después de que hace unos días le pidió ayuda.

—No dijiste que no me ibas ayudar a estudiar—. Dice Max algo alterado mientras se queda mirándola, a lo que ella responde —No te estoy ayudando, solamente estoy cumpliendo el favor que le debía a Edwin nada más, aun sigo pensando que eres alguien que no merece mi ayuda, pero ya sigamos con la reunión y terminemos con esto pronto porque ya quiero almorzar—.

—En veces eres demasiado franca Emma, pero tienes razón pasemos a explicarle el plan de cómo ayudarlo a pasar. —Dice Edwin mientras va abriendo una botella de agua para beberla.

—Max, la única manera de ayudarte es pasarte las respuestas como lo hicimos con Ryan en secundaria. —Dice Oliver mientras está buscando algo en su bolsillo a lo que prosigue diciendo —¡Esta será tu solución! El micro audífono que desarrollo Edwin—. Max sorprendido al ver lo que posiblemente puede ser su salvación empieza a sonreír y celebrar que podrá pasar el examen para así completar el ciclo escolar con sus compañeros.

—Antes de celebrar tenemos todos una condición para ayudarte. —Dice Lily seriamente mientras todos los demás empiezan a mirar a Max con cara seria.

—Si, quieres que te ayudemos tendrás que dejar de jugar videojuegos y la pereza de lado sino prometes hacerlo no te ayudaremos. —Exige Edwin demasiado serio y apuntando con un dedo a Max mientras le decía las condiciones.

—Max dejará los videojuegos eso me da risa. —Decía Ryan entre risas mientras Daisy intentaba callarlo. A lo que William dice —Podrá parecer broma, pero sé que le importa todo esto y sé que va a cooperar con todas las condiciones que impusimos—.

Todos se quedaron en silencio al oír eso y unos cuantos segundos después llega el profesor de arte y le dice a William qué si podían hablar, a lo que el algo sorprendido responde que sí.

––No interrumpí nada importante joven William. —Dice el profesor mientras se toca su barba negra larga.

––No profesor, no hablábamos nada importante solamente eran planes que teníamos para una futura salida juntos después. —Decía William tocándose la cabeza mientras caminaban.

Ambos caminaban por los pasillos en silencio hasta que el profesor para y le dice ––Que si ya tiene alguna idea de lo que pintará para el concurso de la provincia––.

A lo que William solamente le dice ––Pienso ir hoy al Museo de Manchester para ver si encuentro una obra que me inspire––. Terminando de decir eso el profesor le pregunta — ¿estas enamorado de alguien verdad? y no corresponde tus sentimientos—. William sorprendido con la pregunta trata de negar lo pero su rostro decía más que mil palabras.

—Realmente solo dije eso para ver tu reacción, pero nunca pensé que iba ser que te afectara tanto. —Dice el profesor mientras se ríe con voz nerviosa.

––Para ser sincero, no he podido pintar nada desde que tengo esos sentimientos por esa persona; intente pintar muchas veces, pero solamente lograba pintar su rostro y eso realmente me hacía sentir demasiado mal. —Decía William mientras daba un gran suspiro ya que con nadie había hablado del tema.

—En veces pienso que trato a un joven de secundaria envuelto en las llamas de la pubertad, no conozco mucho de ti y todos los problemas que has tenido, pero no pienses que la vida termina por un corazón roto en vez de lamentarte tanto pienso yo que deberías expresar lo que sientes a través de la pintura y así te sentirás mejor contigo mismo liberándote de esos sentimientos guardados que tienes. —Le decía su profesor mientras tomaba su hombro como si fuera un abuelo consolando a su nieto que había tenido una caída. Después de todo eso William regresa con los demás a terminar de almorzar.