Capítulo 30

Alerta lemon

Sus grandes manos soltaron la cinta en su cintura suavemente, con tiempo, no tenía prisa alguna, cuando terminó abrió con cuidado el yukata blanco, por sus pequeños hombros dejó caer la prenda mostrando un ligero y obi igualmente blanco, sin perder tiempo bajó la prenda del mismo modo, observó una camisa de ceda y encaje sin mangas bajo la ropa y una pequeña pantaleta a juego, era una pequeña prenda pegada a su piel marcando su lindo trasero. Los ojos del Uchiha deseaban al rubio frente a sus ojos -eres hermoso, pero hoy, te ves aún más pequeño -el pequeño sonrió sonrojado, Itachi dió un paso hacia él cerrando la distancia entre ambos y besó sus labios con cariño en un beso suave, sus lenguas comenzaron a jugar la una con la otra, las manos del Uchiha bajaron suavemente por la pequeña espalda disfrutando la ceda y la forma de su cuerpo. Al llegar a la pequeña prenda apretó su trasero obligando al pequeño a subir sus piernas a su cadera. El beso comenzó a acelerar, las manos del rubio cubrieron su cuello pegando aún más su cuerpo al de su ahora esposo. Itachi avanzó hacia la cama, acostó a su rubio con delicadeza sin perder el beso, sus lenguas bailaban un vals coordinado entre ambos, el aire faltó. Itachi comenzó a bajar con besos húmedos por su cuello y clavícula disfrutando su piel bronceada hasta llegar a su tetilla, la cual atrapó con sus labios, comenzó a lamer y succionar con suavidad, la mordió ligeramente e hizo lo mismo con la otra tetilla. Sus manos bajaban por su cuerpo, sus labios dejaron esas deliciosas tetillas y bajaron dejando suaves besos a su paso.

Al llegar a su v ligeramente marcada la lamió remarcando las líneas en ella, el pequeño sintió un escalofrío recorrerlo -ahh -Itachi bajó por sus muslos dejando pequeñas mordidas y besos a su paso erizando la piel del rubio, causando descargas eléctricas en su cuerpo, tomó su miembro con su mano, comenzó a masturbarlo suavemente, podía observar sus azules brillosos, sus mejillas sonrojadas y sus labios entre abiertos deseosos de él, metió el miembro a su boca, comenzó a lamerlo, subía y bajaba por él, su lengua jugaba con su miembro, sus labios lo apretaban adecuadamente. El pequeño apretó las sábanas reteniendo el placer que sentía -ahh ahh ahh -el mayor lo veía con deseo, su rostro transformado por el deseo lo estaba volviendo loco, aceleró el ritmo, las pequeñas manos del rubio lo atraparon de sus largos cabellos azabache presionando su cabeza para sentirlo más .

Itachi no se negó, lo devoró con más intensidad, podía sentir su miembro endurecer, aceleró sus movimientos mientras su lengua ejercía presión por dentro, sintió la liberación del pequeño, la tragó con gusto, subía y bajaba lentamente saboreando los residuos de su esencia sin dejar escapar una gota -aaahhh Ita… chiii ahh -el pequeño se convulsionaba bajo su boca, sus ojos hambrientos lo observaban a detalle, soltó el miembro flascido, lamió sus labios con morbo.

Se hincó frente al pequeño y lo observó detenidamente, se acostó a su lado, levantó su pequeña pierna, el rubio aún se sentía perdido con los residuos del orgasmo, se dejaba hacer sin oposición alguna, guió su gran miembro, comenzó a introducirlo lentamente en su pequeña entrada -ahh -ya que estuvo adentro esperó un poco, comenzó a acariciar su cuerpo con deleite, comenzó a besar su hombro en besos húmedos hasta llegar a su cuello, con su nariz acariaba el lugar con cuidado, su lengua acariciaba su suave piel al paso, con su mano izquierda, por debajo de la cabeza del pequeño, giró un poco su rostro hacia el, comenzó a besarlo con necesidad, su miembro entraba y salía lentamente disfrutando de su pequeño, su mano derecha soltó su pierna, tomó su miembro, lo comenzó a masturbar tranquilamente -mnh- podía escuchar sus gemidos cada vez más audibles suprimidos por sus labios, continuaba devorando su boca con desesperación, soltó su miembro, giró su pequeño cuerpo hacia la cama sin dejar de besarlo, subió sobre él, aumentó las embestidas, cada una se volvía más sedienta y desesperada, la fuerza y velocidad comenzaban a superarse, dejó de besarlo para levantar su espalda y sostenerse de su cintura. La fuerza se incrementó -ahh ahh ahh ahh -la cama se azotaba en la pared con ruidos sordos, la habitación de hotel mantenía un sello de privacidad y eso les daba la libertad de actuar.

Una tras otra las embestidas golpeaban su punto de placer, el pequeño apretó sus sábanas con fuerza, apretó su mandíbula deseando retener el placer, no aguantó más, se liberó con intensidad. El azabache sonrió sediento, se liberó con fuerza dentro de su pareja. Itachi no dejó descansar a su pequeño, se levantó de la cama saliendo del pequeño tratando de calmar su respiración, abrió las grandes cortinas, sonrió sensual para su pareja, la ventana daba al jardín, pero el sello no permitía la vista al interior, la mano del Uchiha invitaba al pequeño a darle alcance, el rubio sonrió con diversión, recargó sus manos en el cristal frío, levantó su trasero moviéndose de un lado a otro -ven aquí guapo -

Itachi apretó su trasero, lo amasó con deseo -te deseó tanto, te haré mío toda la noche sin parar pequeño -el azabache entró de golpe -ahhhhh -las embestidas comenzaron con intensidad, el pequeño recargó su rostro en el cristal mientras veían pasar a la gente fuera de la habitación sin prestarles atención, el azabache se agachó un poco, con sus brazos levantó al pequeño abriendo sus piernas por completo, el rubio se sonrojó bastante, más al sentir como le hablaba en su oído -te excita que puedan vernos pequeño, puedo sentir tu humedad -el pequeño gimió -ahh -las embestidas aumentaron, Naruto sin esperar más comenzó a convulsionar, sentir un fuerte orgasmo, manchó con su escencia la pared, el azabache de igual forma se liberó dentro de su marido, lo bajó recargando su frente en su hombro -pequeño, me has hecho un pervertido -el rubio sonrió divertido, giró su rostro, besó sus labios, comenzó a empujar a su pareja a la cama, al llegar Itachi se sentó a la orilla, Naruto lamió sus labios ansioso, subió sobre sus piernas, se abrazó de su cuello, comenzó a besarlo con desesperación. Las manos de Itachi levantaron su trasero, su miembro se coló nuevamente en su entrada, toda la noche se entregaron a sus deseos celebrando su luna de miel.

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