Los Grandes Héroes

Wasabi, Fred, Honey Lemon y Go Go estaban en sus respectivos lugares de trabajos.

-Oigan, iré a ver cómo le está yendo a Hiro.- dijo Go Go.

-Claro, nosotros te cubrimos si viene algún profesor.- le aseguró Honey Lemon.

-Gracias.-

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Hiro estaba en su taller con Baymax observando lo que él hacia.

-Hola Hiro.- le habló una voz femenina.

-Hola Karmi, ¿qué haces aquí?- le contestó el pelinegro.

-Vine a ver cómo estás.- se acercó a él e hizo que se levante.

Ambos estaban acercándose mientras se miraban mutuamente. Karmi se había enterado que Hiro y sus amigos eran los Grandes Héroes, así que no pudo evitar que se enamorara completamente de él. Hubieran seguido así hasta que...

-Ejem- se escuchó una tos muy fingida, voltearon y vieron que se trataba de la novia del chico- ¿Qué es lo que está pasando aquí?- soltó con clara molestia.

-Oh! ¡Miren la hora que es!- dijo mientras miraba el reloj de pared de Hiro- ¡YA ME VOY!- gritó para luego salir corriendo.

-Oye, Go Go, calma. No es lo que crees.- dijo al ver la expresión de ella

-¿A sí? ¿Y que hacían tan juntos Hiro? A mí no me engañas.- se dió media vuelta y estuvo dispuesta a irse, hasta que Hiro la tomó de la mano y la giró.

-Te digo la verdad, tú eres a quién amo, Karmi es sólo una amiga.- se acercó lentamente y la besó- Por favor nena, debes creerme.- y siguió con el beso.

Go Go se dejó llevar por el ritmo de su chico, hasta que el beso terminó y dijo...

-Está bien nerd, pero que no vuelva a pasar.- le advirtió.

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Luego de un largo día de escuela, todo el grupo de amigos se reunió en la masión del rubio, ya que habían decidido contarle sobre su gran secreto.

-¿Y bien? ¿Qué era lo que querían decirme?- peguntó un interesado Tadashi.

-Bueno... verás... ¡Hiro! ¡Tú eres su hermano, tú díselo!- habló un dramático Fred, ya que a él se le hace difícil revelar "ese" secreto.

-Ok. Tadashi... nostros somos los Grandes Héroes.- lo soltó de una.

-¿Qué? JAJAJAJAJA- el Hamada mayor pensaba que era una broma.

-¿De qué te ríes?- se confundió Wasabi.

-Lo siento, lo siento. ¿No era una broma?-

-Claro que no Tadashi, nunca bromearíamos con algo como eso.- le dijo Honey de una manera calmada.

-¿Ustedes son los Grandes Héroes? ¡Wow! Pero, ¿cómo?-

-Por ti.- dijo Hiro- Queríamos atrapar a quien había hecho el incendio. Y cuando lo hicimos, decidimos ser héroes para ayudar a las personas, cómo lo querías tú.- le explicó brevemente con un tono de tristeza.

-¡Vaya! Gracias muchachos.- Tadashi se sintió muy alagado por ello.

-Chicos, hay una situación, debemos irnos.- dijo Go Go mostrando la noticia en su teléfono.

Todos se pusieron sus trajes y dejaron a Tadashi en la mansión, con Heathcliff.

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Los Grandes Héroes se encontraban dentro de un edificio abandonado que solía ser una bodega, habían capturado a una gran cantidad de traficantes de drogas y lavadores de dinero, que ahora se encontraban todos aprisionados con la sustancia rosa pegajosa de las esferas de Honey Lemon e inconscientes. La policía no tardaría en llegar y ellos tenían que salir de ahí.

-Será mejor irnos –dijo Hiro notando que todos subían a Baymax, excepto alguien-, ¿Dónde está Go Go?- preguntó el pelinegro, nadie supo darle una respuesta.

-Hace dos segundos estaba aquí.-dijo Wasabi volteando a todos lados, Hiro comenzó a llamarla por el comunicador de su casco pero ella no respondía.

-Honey Lemon dame dos de tus esferas.- pidió Hiro, la rubia se las dió- Todos salgan de aquí iré a buscar a Go Go, si hay problemas los llamare por el comunicador.-

Baymax despegó con los tres miembros del equipo sobre él, mientras que Hiro se adentraba entre en el edificio cuando de repente escucho un golpe, Hiro corrió a toda velocidad y encontró a Go Go  recuperando uno de sus discos electromagnéticos en el aire.

-Go Go, ¿qué haces?- preguntó Hiro, la pelinegra le apunto hacia adelante y Hiro lo vio, un hombre de mediana edad que parecía estar huyendo ahora estaba inconsciente en el suelo.

-Trataba de escapar.- dijo Go Go mientras se sobaba el brazo. Hiro lanzo las de las esferas de Honey y dejo al criminal pegado al suelo.

-¿Estas bien?- preguntó preocupado Hiro al ver que Go Go seguía atendiendo su brazo.

-Sí, solo que el idiota me golpeo con un tubo.-Hiro se alarmó ante esto e insistió en que lo dejara revisar el daño, Go Go simplemente rodo los ojos y lo dejo quitarle la armadura amarilla, para que luego le bajara la cremallera en la espalda del traje y revisara su hombro herido.

-No parece grave.- dijo Hiro examinándolo para luego volver a subir el cierre del traje negro.

-Ves, te lo dije.- contestó Go Go pero Hiro ya no prestaba atención, su mirada se había plantado en los pechos de la pelinegra, aquel traje lo había diseñado aerodinámico y nada estorboso con la finalidad de que la adicta a la adrenalina no tuviera problemas de movimiento al estar en él, pero incluso si se lo negaba a sí mismo, el diseño completamente pegado también cumplía la función de marcar cada una de sus curvas a la perfección y cuando la armadura amarilla estaba encima no dejaba ver que además de sus curvas, sus pechos también quedaba gratamente enmarcados de una forma asombrosa y deseable.

-Tócame.- dijo Go Go haciendo que Hiro la volteara a ver totalmente sonrojado al rostro- Vamos hazlo, no es la primera vez.-

Claro que no era la primera vez, pero Go Go lo tomó desprevenido con esa sugerencia tan erótica.

-Vamos no te hagas del rogar.- dijo la pelinegra tomando la mano izquierda del pelinegro y llevándola hasta su pecho derecho- Tócame, después de todo ya lo has hecho antes.-

Hiro sostuvo el pecho de Gogo en su mano y poco a poco comenzó a estrujarlo haciendo que la pelinegra cerrara los ojos y respirara con algo de arrastre, el pelinegro llevó su mano derecha hasta la cintura de la heroína y la acerco hacia él, cuando ya estuvo lo suficientemente cerca ambos comenzaron a besarse, al principio solo fue un contacto suave de los labios de ambos, pero después Hiro abrió ligeramente su boca para lamer los labios de Go Go y así que ella le permitiera la entrada, la pelinegra con gusto abrió sus labios y dió la bienvenida a la lengua del pelinegro disfrutando de su sabor.

La mano derecha de Hiro comenzó a subir hasta el principio de la cremallera y con suavidad empezó a bajarla, sintiendo la piel suave de la espalda de la pelinegra y provocando en ella escalofríos que la hacían temblar ligeramente. La mano izquierda de Hiro seguía estrujando el pecho de Go Go con amabilidad haciendo que esta comenzara a excitarse, pero luego escucharon las inconfundibles sirenas de la policía llegando.

-Debemos irnos –dijo Go Go en un susurro, Hiro solo asintió y le subió la cremallera de su traje y la ayudo a colocarse el resto de su armadura, en ese momento Baymax llegó aterrizando dentro del edificio y sacando de ahí a los pelinegros.

-Sus ritmos cardiacos están elevados, además de que detecto un aumento de testosterona en Hiro y aumentos de estradiol y progesterona en Go Go, además de un golpe en la zona muscular del hombro izquierdo. Diagnóstico: Excitación y dolor muscular.-

-Baymax, por favor.- pidió Hiro tratando de callar al robot que sobrevolaba por San Fransokyo.

-Recomiendo pomada para tratar el dolor muscular y un condón.- terminó Baymax ignorando, como de costumbre, a Hiro y sus suplicas de que dejara de lado su diagnóstico.

-Baymax ¿Llevaste a Honey al departamento? –preguntó Go Go.

-No, ella fue a la mansión Lee a despedirse de Tadashi.- habló el robot mientras Go Go maldecía en voz baja.

-¿Qué sucede Go Go? –preguntó el pelinegro viendo como Go Go se sujetaba el hombro.

-Nada, es sólo que duele un poco.- contestó Go Go, lo cual preocupo mucho a Hiro ya que si Go Go admitía que algo le dolía era porque realmente dolía más de lo que ella podía soportar.

-Baymax, llévanos al Café Gato de la Suerte.–le dijo Hiro a Baymax quién obedientemente dejo al par en el garaje mientras que él se desactivaba. Hiro tomo a Go Go y la llevó hasta su habitación sin que su tía se diera cuenta siquiera de que ellos estaban ahí (el que el café estuviera lleno de personas ayudaba).

Llegando a la habitación de Hiro, el pelinegro cerró la puerta con seguro y se quitó la armadura para luego ayudar a Go Go a hacer lo mismo, quedando ambos solo en sus trajes negros de fibra de carbono.

-Estas exagerando Hiro.- le dijo Gogo viendo como el pelinegro sacaba de debajo de su cama un botiquín (bastante equipado) de primeros auxilios, pronto de este saco la pomada y vendas y se dispuso a atender a su novia- Sabes yo pude haber hecho esto en mi departamento sola.- dijo Go Go mientras Hiro le bajaba la cremallera del traje, por tercera vez en el día y atendía el hombro de su pelinegra.

-No lo creo, de seguro te hubieras recostado y al poco rato empezarías a hacer cosas bruscas en vez de cuidarte y sin Honey Lemon alrededor no habría nadie que te detuviera.- dijo Hiro vendando el hombro y al final recostándola en su cama para luego recostarse a su lado.

-Gracias nerd.- dijo Go Go dándole un beso en la mejilla y sonrojándolo. Hiro no pudo evitar voltear a ver los pechos de Gogo otra vez "malditos instintos masculinos" pensó Hiro volteando el rostro para que Go Go no lo atrapara con las mejillas rojas o con la mirada sobre su busto.

-O-oye quieres ropa o algo para cubrirte.- dijo Hiro nervioso- Es decir, no tienes que quedarte con el traje.-

Go Go sonrió y se levantó de la cama dirigiéndose a la cajonera de Hiro y sacando una de sus playeras, dándole la espalda comenzó a quitarse el traje de fibra de carbono dejando a la vista su espalda desnuda y sus bragas negras de encaje, Hiro la veía expectante desde su cama recargado sobre sus codos y sus antebrazos y con la boca ligeramente abierta mientras la ojicastaña se pasaba por la cabeza la playera del pelinegro que le cubría apenas debajo de su ropa interior.

-¿Tú no te cambiarás?- preguntó Go Go a su novio quién la examinó con la mirada-¿Hiro? ¡Hiro! ¡Hola tierra a Hiro!-

-¿Qué? Ah! Perdón, no prestaba atención.- soltó algo avergonzado el pelinegro.

-Se te nota.- contestó Go Go recostándose a su lado de nuevo- Te gusta verme ¿cierto?

-Y-yo… es- es que… eres muy hermosa.- contestó el pelinegro recostándose de lado para verle el rostro- No puedo evitarlo.

Go Go sonrió y tomo la mano del pelinegro atrayéndola hacia su rostro y luego haciéndola descender poco a poco.

-Me gusta que me veas, me hace sentir… deseada.- susurró Go Go dejando la mano de Hiro sobre su pecho derecho al igual que hacía rato- También me gusta que me toques ¿sabes? Así que si lo quieres hacer no te detengas, eres mi novio y me gusta sentirte cerca.-

Go Gi susurraba cada palabra de una forma tan segura y erótica que Hiro llegó a pensar que quizás estaba teniendo un sueño húmedo pero no era así, tenía a Go Gi en su cama, a su novia con quién había tenido su primera vez y con quién quería tener su última también. Go Go quiso montarse sobre Hiro, pero una mueca de dolor cruzo su rostro al hacer un esfuerzo con su brazo izquierdo.

-Quédate quieta.- dijo Hiro volviéndola a recostar.

-ASH! Hiro quiero algo de acción.- dijo la adicta a la adrenalina sosteniendo la mano de Hiro sobre ella para que no se alejara.

-Podría lastimar tu hombro.- contestó Hiro tratando de ser razonable, aunque eso era difícil teniendo su mano en el redondo y apretable busto de su novia.

-No lo harás Hiro, tu siempre eres muy dulce conmigo.- le contestó Go Go usando ese tono seductor de nuevo- No más dramas, Hiro, solo házmelo y ya.

Hiro sonrió al ver la desesperación de la pelinegra y comenzó a besarla, con cuidado se incó con las piernas alrededor de ella sin soltarla en ningún momento de su apreso en los labios, con delicadeza paso sus dedos sobre la suave piel de su rostro, para luego deshacerse de su propio traje de fibra de carbono y quedarse solo en ropa interior sobre ella.

Con delicadeza digna del trato a una muñeca de porcelana el ojicastaño le retiraba la camisa holgada de encima a su novia, dejando a la vista sus pechos y la vendadura del hombro que desprendía un aroma a árnica a causa de la pomada. Con cariño, Hiro deposito un par de besos sobre la vendadura y luego paso a hacer lo mismo en el cuello de la pelinegra que soltaba respiraciones entrecortadas junto con un apenas audible sonido de excitación en su voz. Poco a poco, lentamente Hiro se deslizo hasta los pechos de la pelinegra y los llenó de besos también dejando uno que otro chupetón que hacían retorcerse un poco a la dueña de estos. Go Go amaba como Hiro la tocaba, con la yema de sus dedos, con sus finas manos, activando a su paso cada terminación nerviosa que pudo haber estado dormida o fuera de funcionamiento hasta ese momento, así la hacía sentir Hiro, la hacía sentirse viva.

Hiro tocaba el vientre de Go Go, sus brazos, sus piernas, sus muslos, sus glúteos, cada centímetro de piel que tocaba era una corriente eléctrica que recorría a Go Go y también al pelinegro. Con dulzura Hiro saco las pantis de encaje de Go Go y tocando con cariño el exterior de la sexualidad de su chica.

Un gemido lleno de pasión salió de los labios de Go Go al sentir los largos dedos de Hiro en su entrada, separando sus pliegues lentamente y mojándose en su humedad. El pelinegro se posiciono sobre ella ya sin los boxers y entrelazó la mano con la de la pelinegra y de forma delicada y suave entro en ella dejando que lo disfrutara de forma constante y duradera, tardo 30 segundos en entrar totalmente a ella, haciendo que Go Go se mordiera el labio para no hacer mucho ruido y alertar a alguien de lo que sucedía ahí arriba en el cuarto del más joven de la casa, Hiro salió de ella y volvió a penetrarla, lo hacía lentamente y evitando hacer mucho movimiento para no lastimarla.

-Ahh… mmm… Ahah…

-Ahh… Ahh… mmm…

El rechinido constante de la cama y los gemidos apagados por los labios apretados, que no permitían que salieran libremente e inundaran el espacio alrededor de ellos, eran lo único que resonaban en los oídos de ambos amantes, dos sonidos tan distintos pero tan relacionados al mismo tiempo, ambos tan eróticos y excitantes a su manera propia, ambos sonando cada vez más rápidos y constantes hasta que de un de repente se detuvieron, uno de repente y el otro subiendo de volumen y por fin flotando libremente por el lugar.

Humedad, eso se sentía entre las piernas de Go Go, sentía la eyaculación de Hiro entre sus piernas, era espesa y húmeda, también sentía la virilidad de Hiro aún entre sus piernas, no quería que saliera de ella, lo quería adentró, quería sentirse así de completa por siempre pero al final Hiro tuvo que salir de ella. Ambos respiraban entrecortadamente y tenían esa aperlada sudoración en sus cuerpos cubriéndolos. Hiro abrazo a Go Gi y la cubrió con la sabana de su cama y un rato después ambos quedaron dormidos.

Hola hola!
¿Cómo están? Espero que bien. ;)
Cabe resaltar que Tadashi no fue a su casa se quedó hablando con Honey Lemon y Fred. Feslizmente, si no hubiera visto a ambos pelinegros desnudos en la cama. XD

Bueno espero que les haya gustado y no se pierdan el siguiente cap.

Elixie0902






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