TAYLOR

Definitivamente todo esto de las fiestas no es para mí. Aun así estoy aquí para acompañar a Ben.

La casa de la amiga de Emma no es tan grande, pero aun así deben de haber más de que quince personas para el momento en el que llegamos.

– ¡Tay tay viniste! –En cuanto Emma me ve, se acerca a saludar y me pregunto si a lo mejor ya estará ebria.

Me da un fuerte abrazo y ahora estoy seguro de que ya empezó a beber, ella jamás me abrazaría así de efusiva.

–Sí... ¿estás bien? –le pregunto en voz baja

–Jamás había estado mejor. ¡Hola chicos!

–Oh, así que ellos son tus amiguitos –dice una de sus amigas

– ¡Sí! Ellos son Tay tay, Ben y Dylan –nos presenta ella

–En realidad sólo soy Taylor. No Tay tay

–Pero todos te decimos así –me recuerda Dylan

–Y ellas son Ashley y Diane –dice Emma mirando a Ben en específico cuando presenta a sus amigas

–Es un placer conocerlos –dice Diane –Emma de repente no deja de hablar de ustedes. Sobre todo de uno en específico

Diane nos saluda a todos, pero estoy casi seguro de que me miró por un breve segundo. Intento ignorar eso y le doy un breve codazo a Ben para que reaccione y la pueda saludar.

–El placer es mío Diane...

Y creo que no miento cuando digo que todos nos quedamos en silencio cuando finalmente Ben le habla a Diane. Luego de no sé cuánto tiempo. Es un hito importante en su vida. Soy un amigo orgulloso.

–Interesante... –dice Ashley observándolo – ¿Quieren beber algo?

–Yo sí, ¿te unes Tay tay? –me pregunta Dylan

–Está bien –dudo un poco al inicio, pero decido seguirlos cuando veo que Emma también los sigue.

Y desde una esquina de la mesa, los cuatro observamos a Ben conversando con Diane.

–Ha salido mejor de lo que esperaba –admite Dylan

Y yo finalmente me doy la oportunidad de observar de reojo a Emma. No se ve ebria, pero sí luce extraña. No sabría decir que es exactamente lo que le pasa, pero estoy seguro de que le ocurre algo.

– ¿Estás bien? –le pregunto atrayendo su atención

–Sí, estoy genial

Bien, eso quiere decir que está de todo menos genial.

–Iré a dar una vuelta, enseguida vuelvo

Se levanta de la silla y se pierde por un pasillo oscuro

– ¿Pasa algo entre ustedes?

– ¿Qué?

–Te pregunté si pasa algo entre Emma y tú –vuelve a repetir Ashley

–No ocurre nada. No es mi tipo.

Aunque seguro que si mi madre estuviera aquí, diría lo contrario. Está convencida de que salgo a escondidas con Emma y por eso ella no ha vuelto a casa.

Pasan unos minutos y luego se nos unen Ben y Diane. Ella no parece querer huir de mi amigo, así que al menos no la asustó. Pero lo que me parece extraño es que sigue sin aparecer Emma.

Yo bebo muy poco de mi vaso, porque no quiero correr el riesgo de emborracharme. No suelo beber a menudo, así que voy bebiendo a mi ritmo.

Dejo de prestar atención a mí alrededor y saco mi celular para fingir hacer algo interesante. Lo cierto es que Dylan está intentando coquetear con Ashley y Ben intenta lo mismo con Diane, aunque claro Ben es mucho más novato que Dylan.

Creo que le está hablando de pinturas o algo así. Y si de algo estoy seguro es de que Ben sigue dibujando a las personas con un circulo y cuerpo de palitos. Así que evito reírme de él por intentar impresionarla.

A medida que avanza la noche, me parece que vienen más personas a la casa. Ya perdí de vista a Dylan y Ashley, pero Ben sigue aquí junto a Diane.

¿Me habré dormido?

¿En qué momento se hizo tan tarde?

– ¡No puedes estar aquí! –Escuchamos a alguien gritar

–Oh, no. Debe de ser Zack –dice Diane levantándose

Yo también me levanto al igual que Ben y nos acercamos hacia la puerta para ver que causó tan alboroto de pronto y en efecto reconozco a Zack

–Aquí está ella, ¿verdad? ¡Emma, ven ahora mismo!

– ¿Hasta cuándo va a seguir molestándola? –pregunta Diane y a mí también me gustaría saber eso.

–Vete, ella no está aquí –dice Ashley

– ¡Emma baja de una vez!

Entonces él se mete a la casa y observa a los invitados hasta que sus ojos caen en nosotros o más bien en mí.

Lo que me faltaba.

– ¿Acaso tú estás saliendo con mi novia? ¿Ahora te acuestas con ella?

– ¿Y ahora de qué habla este loco? –pregunta en voz baja Diane

–No tengo idea –le responde Ben

–No estoy saliendo con él –dice Emma por fin apareciendo –Así que no lo molestes

–No te creo, me restregaste que tenías a otro en la puta cara y ¿sabes qué? Yo puedo hacer lo mismo.

Entonces Zack se acerca a una chica y simplemente la besa. Creo que todos los invitados observan la escena en silencio. Yo enseguida vuelvo mi vista a Emma y ella parece tan triste que quisiera que no hubiera visto lo que hizo Zack.

No sé muy bien que pretendo hacer, pero la sigo.

Ella sube al segundo piso y escucho que empieza a sollozar.

–Emma...

Ella se queda parada en mitad de un pasillo y sin meditarlo, simplemente la abrazo. Empieza a llorar con más fuerza y su cuerpo tiembla un poco contra el mío.

No creo que pueda decirle algo que levante su ánimo, pero al menos puedo ofrecerle mi compañía.

–Estoy tan cansada... no quiero llorar más por él –dice aun abrazada a mí

–Entonces no le des el gusto –me sorprendo al hablarle con un tono de voz mucho más suave del que suelo usar

–Mi maquillaje se arruino. Yo me había esforzado en lucir bien, en arreglarme y ahora todo...

–Que yo sepa aún hay personas en la casa de tu amiga, así que la fiesta continua –respondo seguro de mis palabras

Emma deja de abrazarme y ahora estamos cara a cara. Y me sorprendo a mí mismo cuando paso mis pulgares por sus mejillas para secar sus lágrimas. No me gusta verla llorar.

–Se arruinó mi maquillaje

–Sigues luciendo hermosa, como siempre princesa

–Vaya, es primera vez que no lo haces sonar como insulto. ¿Debería de pedir un deseo?

–Deberías –respondo divertido

Emma también me sonríe y ambos nos quedamos en silencio por un instante.

No se me ocurre que más decirle, solo sé que quiero seguir ahí con ella. Su piel es más suave de lo que pensaba y a ella no parece molestarle que siga acariciando su mejilla aun cuando ya no quedan lágrimas que secar.

–Lamento que no haya resultado tu cita de estudios, estoy segura de que hubiera sido un éxito si no hubiera aparecido tu mamá –dice luego de un momento

–No te preocupes por eso. Yo lamento que hayas tenido que escuchar la charla de mamá

–Nunca está demás una conversación así, ahora estoy lista para prevenir un embarazo no deseado

No puedo evitar reír, porque ese fue el tema al que mamá le dio más importancia.

–Si quieres puedes invitarla

– ¿A quién voy a invitar? –pregunto

–A tu compañera. Le puedo decir a Ashley, seguro no le molestará si viene alguien más. Estoy segura de que ella tenía interés en ti y podría funcionar.

–Estoy seguro de que no funcionaría. Caro no me gusta de ese modo. Es una compañera y ya. Además yo tampoco necesito ayuda con las chicas, si yo quisiera salir con alguien me las arreglaría solito

–Si eso es lo que dices...

– ¿No me crees? –pregunto algo ofendido

–Jamás te he visto con alguna chica...

–Eso no quiere decir que jamás haya salido con alguna –me defiendo

–Tienes razón, en cualquier caso. Estoy dispuesta a ayudarte si así lo quieres.

Yo asiento con la cabeza sin saber muy bien que decir a eso. Es cierto que no he salido con miles de chicas, pero creo tener iniciativa cuando alguna me interesa.

– ¿Qué quieres hacer ahora? –pregunto dando un paso hacia atrás para darle más espacio.

–No lo sé, aunque seguro primero debo ver mi maquillaje. No dejaré que nadie más me vea en este estado tan poco elegante.

–Eso sonó mucho más a la Emma que conozco –respondo provocando que una pequeña sonrisa aparezca en sus labios

–Esto sólo lo diré una vez, así que espero que escuches bien. Gracias por venir hasta aquí, no se te da tan mal consolar como creía. Gracias Taylor.

Y en respuesta a su agradecimiento yo la atraigo hacia mí y vuelvo a abrazarla.

En mi vida creí que abrazaría a Emma voluntariamente, pero esta chica tan triste no se parece en nada a la Emma que veía en clases. La chica con la que compartí muy poco y casi no conocía.

No sé qué dice de mí que me sienta cómodo abrazándola, pero justo ahora no quiero soltarla.

–Si quieres puedes bajar, ya me has acompañado lo suficiente. Bajaré una vez que me arregle

–Estoy aquí porque me preocupé por ti, no es una molestia. Además las fiestas no son lo mío.

Una vez que vuelvo a observarla, tiene la cara menos enrojecida y de alguna manera absurda me parece adorable.

Creo que ya estoy empezando a perder la cabeza o el poco alcohol que bebí me está haciendo efecto, porque ese pensamiento no es normal.

–Eres un buen amigo Taylor...

Interrumpo lo que sea que iba a decir cuando en un impulso por querer tocarla paso mi pulgar por su labio inferior, atrayendo toda mi atención a ese lugar en específico.

–Tenías algo justo ahí –miento señalando el lugar por el que pasé mi dedo

–Oh, entonces... ¿ya lo quitaste?

Asiento con la cabeza dándome de lleno con sus ojos grises. Parece tan perdida como yo en este momento.

¿Por qué hice eso?

Será mejor que me vaya de aquí antes de hacer cualquier otra cosa de la que pueda arrepentirme.

–Iré al baño, si quieres...

–Te estaré esperando... Digo. Si quieres puedo esperarte aquí fuera, no me molestaría.

–Muy bien. Entonces, será mejor que me apure. Lo bueno es que tengo algo de maquillaje en mi bolso. Una vez más, gracias Taylor

Emma se dirige hasta el que supongo que será el baño y yo me quedo parado ahí en medio del pasillo. Intentando procesar todo lo que acaba de ocurrir hace sólo unos instantes.