EMMA

Han pasado tres días desde que terminé mi relación con Zack y curiosamente es él quien me ha estado buscando. Dice que admite haberse portado fatal conmigo y que quiere otra oportunidad, pero por supuesto que no pienso volver con él.

Antes prefiero usar ropa de la temporada pasada que volver con él, por mí que se quede con su amiguita de mal gusto.

Estoy en la cafetería de la universidad esperando a mis amigas, al menos ellas han sido mi apoyo estos días.

Justo cuando voy a sacar mi botella del bolso, veo que entran mis amigas y tras ellas viene Zack.

Me preparo para enfrentarlo, lista para cualquier estupidez que me pueda decir.

–Emma, que alegría verte al fin –dice él cuando me ve. Tomando asiento frente a mí

–Lo siento, nos encontró camino aquí –dice Diane mirándome apenada –Intentamos despistarlo, pero no funcionó

– ¿Qué es lo que quieres? –Pregunto de malhumor –Se suponía que era yo, quien terminaría rogándote a ti, ¿no?

–No puedo creer que hayas dicho algo así –dice Ashley mirándolo igual de molesta que yo

– ¿Puedo hablar con Emma a solas?

–Cinco minutos, iré a comprar un café. Cualquier cosa que necesites Emma, solo tienes que gritar

Casi maldigo a Ashley por dejarnos solos, pero al menos Diane se queda conmigo. Aunque enseguida saca un libro y finge no escucharnos.

– ¿Qué quieres Zack?

–Lo siento, me comporté como un imbécil. No debí tratarte así, no te lo mereces.

–Imbécil –dice Diane fingiendo una tos –No me miren así, me refiero a un personaje del libro

Casi sonrío al escucharla y a pesar de que Zack no le dice nada, sé que no le agradó su comentario. Nunca le agradaron mis amigas.

– ¿Crees que podrías darme otra oportunidad? Por favor, cariño. Te quiero. 

– ¿Te estás escuchando a ti mismo? Me hiciste sentir bastante mal y estoy segura de que me estabas engañando y ¿ahora quieres otra oportunidad?

–Dios, este es un grandísimo imbécil. No soporto a los infieles –Diane vuelve a interrumpir nuestra conversación, dejando más que claro que se refiere a Zack

– ¿Por qué mejor no te metes en tus asuntos? –le pregunta Zack

–Dije que hablo de un personaje de mi libro, no es mi culpa que te sientas identificado con lo que digo y ahora ni siquiera sales con Emma, ¿por qué mejor no te pierdes de una buena vez? Ella puede salir con alguien mejor que tú

Diane deja el libro en la mesa y lo enfrenta y yo solo quiero desaparecer, porque de a poco vamos llamando la atención de más personas

– ¿Alguien mejor que yo? ¿Te refieres a los chicos con los que estaba en esa pizzería? Dime algo Emma y por favor di la verdad, ¿me engañaste con alguno de ellos?

No puedo creer que me haga esa pregunta, cuando él es el único infiel y me quiere dejar a mí como la mala de la historia.

–Jamás te engañé

– ¿Y qué hacías con ellos? Porque conozco a todos tus amigos y sé que ellos no lo son.

–Fui con ellos al instituto –miento a medias, porque si fui al instituto con Taylor. Los otros dos chicos son un caso aparte.

Al menos Ben me parece amigable.

–No me habías hablado de ellos

– ¿Y ahora debo darte el nombre de cada persona que haya conocido en mi vida? Eres increíble –suelto irónica

–Bien, supongo que por ahora no conseguiré nada –se lamenta Zack cuando ve que llega Ashley con su café –Sólo piénsalo, ¿sí? Cuando quieras hablar de nosotros, búscame. Te estaré esperando. 

Se levanta y me da una última mirada antes de marcharse de nuestra mesa.

–No puedo creer que alguien pueda ser tan molesto –dice Diane

–A mí me da lástima –dice Ashley provocando que tanto Diane y yo la miremos – ¿Qué? Es cierto que se equivocó y encuentro que está bien que ya no estén juntos, pero recapacitó y te pidió disculpas. Al menos lo reconoce

–Me engañó y estoy segura de que ahora fue a buscar consuelo con la misma chica.

–A lo mejor solo quedó shockeado porque te encontró ahí hablando con tres chicos. Y entiendo que le mientas a él, pero a nosotras no. ¿Quiénes eran esos chicos?

–Ya les dije que son ex compañeros de instituto. Simplemente coincidimos ahí y empezamos a conversar, eso es todo. No puedo creer que por culpa de Zack nos hayamos quedado sin receso.

–Debo admitir que siempre me cayó mal Zack –dice Diane y yo la observo un poco sorprendida – ¿Qué? Era tu novio, no quería hacértelo saber en ese entonces, pero ahora no hay problema.

–Gracias por insultarlo por mí, por un segundo enserio creí que estabas leyendo

– ¿Qué dices? Sin lentes no puedo leer nada

Su comentario me hace reír, porque es cierto que con los demás suele ser más reservada y por eso mismo aprecio que se haya quedado aquí conmigo e interviniera de vez en cuando. Diane es una buena amiga.

Es cierto que mi relación con Zack no era perfecta, pero lo quería y me duele que me haya engañado y que ahora finja que no lo hace. O que todo fue un mal malentendido.

Actuó como un completo idiota ese día y apretó mi brazo con la suficiente fuerza para que haya dejado una marca que ahora pasa inadvertida. Jamás me había hecho daño físico y teníamos discusiones tontas, nada como esto.

Ahora me pregunto si enserio lo conocí.

No puedo creer que esté así por un idiota.

Por el idiota de Zack, pero todo es tan reciente que... no sé como procesarlo.

–Tranquila Emma, estarás bien. Solo espero que no te vuelva a molestar –dice Diane –de lo contrario puedo lanzarle la constitución a la cara. Es muy pesada

–Sí, Diane tiene razón. Lo importante es que Zack no vuelva a molestarte. Él jamás te mereció, puedes estar con alguien mejor –comenta Ashley –ahora con permiso, debo ir a mi clase.

Ni Diane ni yo le decimos a Ashley que se le quedó su café. En lugar de eso, Diane toma el vaso y se lo lleva a la boca.

– ¡Puaj! No tiene azúcar ¿Cómo alguien puede tomar el café así?

–No tengo idea Di –respondo sintiéndome de mejor humor

Tal vez ya no tenga novio, pero tengo unas buenas amigas.

(...)

–Ey, Diane. ¿Cuál crees que sería tu tipo de... chico ideal? –Pregunto de manera casual –Por ejemplo en mi caso, sería alguien que no me engañe. Aunque si me pongo más específica debe de ser más alto que yo, tener ojos verdes y saber vestirse.

Diane deja de prestarle atención a su cuaderno donde destacaba algo y me observa como si le hubiera preguntado una estupidez.

–Mi tipo de chicos son los que no existen –responde pareciendo decepcionada

–Oh, vamos Di...

–Hablo enserio. He leído tantas historias de romance que veo muy difícil que me guste alguien de verdad

–Entonces dime cómo son tus personajes favoritos –digo pensando en lo difícil que lo tendrá Ben si quiere conquistar a mi amiga.

–Bien, ellos jamás engañarían a su chica porque solo tienen ojos para ella. Harían lo que fuera para que ella esté a salvo, incluso matar. Claro que si alguien hiciera eso por mí lo tendría que llevar a la cárcel...

–Muy bien, entonces que no maten –digo divertida fingiendo anotarlo en mi cuaderno

–Exacto, no deben matar ni hacer nada ilegal. Estoy estudiando leyes, eso sería raro y lo cierto es que no me atraen los matones. Supongo que a lo mejor que le guste leer o dibujar. Que sea un artista...

Diane se explaya explicándome lo que le gusta de los personajes y en mi cabeza se va armando un plan, pero creo que necesitaré toda la ayuda del mundo para hacer que funcione.

Tendré que buscar refuerzos y por refuerzos me refiero a Taylor y sus amigos.