Capítulo 16: Sospechas


EMMA


Tengo muchas cosas en la cabeza sobre las que debería pensar, siendo la más importante estudiar para mis exámenes, pero lo único que soy capaz de hacer es nada. No puedo concentrarme.

Han pasado cuatro días desde que fui al concierto de The Heartbreakers y desde que volví a hablar con Zack. Se acercó a nosotras cuando estábamos haciendo la fila y me pidió perdón por cómo acabaron las cosas entre nosotros.

No supe que decir en ese momento, no esperé verlo ahí.

Se veía arrepentido y no estaba acompañado por la chica de mal gusto o la chica salmón como empecé a llamarle y tuvo el descaro de pedirme que seamos amigos.

Cómo si pudiera verlo de esa manera luego de cómo me trató. Le dije que lo pensaría, porque enserio estaba sorprendida, aunque está más que claro que no quiero nada que tenga que ver con él.

Aunque por un momento recordé como era antes de que nosotros termináramos, fue extraño.

Diane me apoyó y me dijo que era extraño que él estuviera ahí, era casi como si hubiera estado esperando a que yo apareciera. Ashley se mantuvo callada un momento y luego me dijo que tal vez él se haya dado cuenta de que se había equivocado y que quería hacer bien las cosas.

Que todos merecemos una segunda oportunidad. Aunque después ya no se veía tan animada como antes. Lo cual me pareció extraño viniendo de ella.

No sé qué pensar de esta extraña situación.

– ¿Qué opinas tu Taylor? –le pregunto al dibujo que acabo de terminar

Es un boceto, pero es Taylor quien me devuelve la mirada en el dibujo. Es mucho más realista que la caricatura que tengo en mi libreta.

Admito que es raro esto que estoy haciendo, pero quería distraerme y terminé haciendo un dibujo de él. Y ese es otro tema que no sé cómo manejar.

Taylor.

Era mucho más sencillo cuando no lo conocía y no hablábamos. Ahora me tengo que hacer cargo de lo que sea que me pase con él y esta relación fingida.

Aunque me encantaría seguir haciéndome la tonta y actuar como si no sucediera nada.

–Eres tan frustrante que incluso si no estás acá, me provocas dolor de cabeza –digo observando el dibujo de Taylor

¿Será muy extraño hablar con un dibujo?

–Y yo me alegro de que aún no hayas enloquecido –escucho que dice alguien a mis espaldas

Cierro enseguida mi cuaderno y volteo hacia la puerta. A veces creo que la única misión de Connor es molestarme.

– ¿Qué haces aquí?

–Vine a ver mi hermana mayor favorita, ¿qué hacías hablando con tu cuaderno y quién es tan frustrante? –pregunta tomando asiento en mi cama

–Nadie que sea de tu incumbencia. ¿Acaso no tienes tareas que hacer o alguna chica que meter a escondidas en tu habitación? Estaba en medio de algo

–Bueno... siempre hay chicas dispuestas a meterse en mi habitación, pero justo ahora quiero hacer las cosas bien con una en específico. Así que no habrán más chicas escondidas en mi habitación por una temporada

–Me encanta compartir estos momentos de sinceridad contigo, pero estoy en medio de una crisis y...

– ¿Estás bien? –como noto algo de preocupación en su voz, decido sincerarme un poco con él

– ¿Qué harías si sospecharas que tus amigos no lo son realmente?

Connor se queda un momento en silencio y luego responde:

–Pues sé que no le agrado a varios chicos del instituto y que me encuentran insoportable, aun así fingen que yo les agrado cuando estoy cerca. Eso no me importa mucho porque no son mis amigos. Sé que hay chicas que se acercan a mí porque me ven como un tipo de reto. Ya sabes... ven que soy "atractivo" y quieren demostrar que pueden salir conmigo, como si eso las hiciera mejores de algún modo. A veces siento que la mayoría no me ve como una persona, sino como un premio. Un objeto que pueden lucir un momento y al siguiente desecharlo. Quiero creer que mis amigos lo son en verdad y no sabría cómo lidiar si me entero que han estado fingiendo o algo así. Jamás esperaría una traición por su parte. Ellos de algún modo saben complementar mi parte más impulsiva

Proceso unos segundos sus palabras y debo admitir que es cierto que Connor es demasiado molesto la mayor parte del tiempo, a pesar de que yo también suelo molestarlo a menudo.

Tal vez es sólo su extraña manera de demostrarles a los demás que aparentemente no le interesa la opinión de nadie, aunque puedo notar que no es así.

–Seré sincera Connor, hay momentos en los que enserio he querido estrangularte –digo provocando que ría –pero no cambiaría absolutamente nada de ti, incluso si fastidiarme es uno de tus pasatiempos favoritos.

–Gracias, supongo. Tú igual me agradas, a pesar de que te encontré hablando con un cuaderno. ¿Hay algo que quieras decidirme? Como no sé, ¿algún nuevo novio?

–Yo no tengo ningún novio –respondo enseguida. Y mejor ni le pregunto el motivo por el que sonríe

–Bien, ya entendí. No tienes novio. ¿Algún problema con alguna de tus amigas?

–Algo así, aunque no del todo. Es difícil, sospecho que Ashley quiere que vuelva con Zack, no le digas a nadie esto. Como te dije es sólo una leve sospecha, es sólo que actuó de una manera rara cuando él se acercó

– ¿Y porque ella haría algo así?

–Aún no lo sé, debo averiguarlo. Quiero creer que estoy equivocada, porque no tiene sentido que ella me haga algo así. Somos amigas y además ella sabe todo lo que él me hizo pasar

–Entonces si sospechas eso, debes de tener más cuidado con lo que le dices o tal vez usar eso a tu favor

– ¿Cómo podría usarlo a mi favor?

–Le tiendes una trampa. Te juntas con ella y Diane en algún lugar, algo que sólo sepan ustedes y si por casualidad aparece Zack es porque ella le dijo algo

–Podría funcionar, pero detesto la idea de ver a Zack otra vez.

–Podrías avisarle a tu guardaespaldas –comenta divertido

– ¿Qué guardaespaldas?

– ¿Acaso fingiremos que no sé qué sales a escondidas con Tay tay?

–No sé de qué hablas, no conozco a nadie llamado así –respondo de manera automática

–Te daré unas pistas. Fueron juntos al instituto y ya sabes... lo escondiste en tu habitación, ¿o ya lo olvidaste? –me recuerda divertido

–Eres más molesto y metiche de lo que pensé. No puedo creer que... Espera, ¿estabas escuchando tras la puerta? –me horrorizo enseguida

–Sólo un poco, la curiosidad pudo conmigo. Y también necesitaba saber si habías vuelto con Zack. Me relajé sólo un poco cuando supe que no era él quien estaba contigo y por otro lado me desconcerté. ¿Enserio Taylor?

– ¡Por Dios! No lo puedo creer. Eres de lo peor –digo sorprendida y avergonzada

–Me preocupo por ti, deberías de estar alegre por eso. Escuché que lo llamabas Tay tay y créeme la sorpresa fue gigante cuando até cabos y me di cuenta de que era el hermano de Jesse. Creí que no se hablaban, pero veo que me equivoqué. Hacen mucho más que hablar, ¿no?

Puedo sentir que mis mejillas enrojecen por la vergüenza y escuchar la estruendosa risa de Connor no mejora las cosas

–Vete de mi habitación –ordeno

–Ni siquiera lo niegas

–En este punto no hay nada que negar, está claro que incluso yo te subestimé o eres muy listo o muy chismoso

–No soy chismoso, sólo tengo un buen oído

– ¿Tan buen oído que escuchas tras la puerta?

–Eso es porque soy casi perfecto. Hagamos una lista, soy guapo, amable, divertido, tengo buen físico...

–No olvides tu humildad –comento yo con sarcasmo

–También tengo un buen oído y soy un buen hermano

–Sí, puede que eso último sea cierto. Eres un excelente hermano molesto y ahora dame un abrazo –digo extendiendo mis brazos hacia él.

Connor se hace de rogar unos segundos, pero finalmente me abraza y por unos momentos siento que es el mismo niño que para una navidad empujó nuestro árbol hacia papá porque estaba disfrazado de Santa Claus y creíamos que venía a raptarnos.

Suena estúpido ahora que lo pienso, pero en ese entonces creíamos que Santa Claus secuestraba a los niños y los metía en el saco gracias a una página de internet que contaba la "Verdadera historia de Santa Claus". Por ese entonces Connor aún era muy pequeño y yo era demasiado ingenua para creer cualquier cosa que leyera.

Demás está decir que nos castigaron y que papá quedó con algunos moretones gracias al árbol de navidad que cayó sobre él.

–Cada año que pasa te vuelves más sentimental, ¿es porque te estás volviendo más anciana? –dice aun abrazándome

– ¿Anciana? De que hablas, si estoy en mis mejores años. Mucho más fabulosa que antes

–Cómo digas –dice alejándose y quedando frente a mí

–Antes de que te vayas quería decirte que no eres ningún objeto, Connor. Entiendo que eres bastante peculiar y raro, pero aun así hay personas que te quieren

–Lo sé, tal vez mi comportamiento no ayuda a que las personas me perciban como alguien superficial y estúpido. ¡Dios! Es casi como si pensaran que porque voy seguido al gimnasio no pienso. Es molesto. O porque más de una vez haya dicho que podría ser modelo. Hay que ser sinceros, soy atractivo, pero no por eso soy idiota.

–Bueno, un poco idiota sí eres

– ¡Emma! –se queja sonando como un niño pequeño

–Bien, no eres tan tonto. Te quiero, hermanito

–Yo también te quiero. Si necesitas ayuda con Ashley, me puedes decir. Todo es más divertido que hacer la tarea.

–Gracias, lo pensaré. Ya te dije que aún no estoy segura de sus intenciones...

–Si tienes un mal presentimiento, algo significa Emma, pero bueno. Debo irme

Le hago un gesto a Connor para que cierre la puerta luego de irse y una vez más sólo somos yo y el dibujo de Taylor.

– ¿Qué voy a hacer ahora Tay tay?

Y justo como si lo hubiera invocado, me llega un mensaje de Taylor. Me pregunta si nos podemos ver un rato más. 

No debo pensarlo mucho para responderle con un mensaje afirmativo, me pregunto qué es lo que quiere hacer si nos acabamos de ver hace sólo unas horas.

Mi tarde va a ser mucho más entretenida de lo que me imaginaba. 


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