Capítulo 11: Un pequeño impulso
TAYLOR
Una vez que llego a mi habitación me doy cuenta de lo que he hecho, ¿en qué estaba pensando cuando le propuse a Emma fingir que salimos?
¿Por qué hice eso?
Yo jamás me habría visto envuelto en una situación así, semanas atrás. Aunque recuerdo lo mal que trató Zack a Emma y la bofetada que ella le dio...
Ese mensaje anónimo en el que la acusaban de engañar a su ex novio y finalmente todo eso sumado a que nos besamos en la fiesta, desató aún más esos rumores y yo...
Me estaría mintiendo a mí mismo si no reconociera que he sido yo quien la besó por primera vez y hoy lo volví a hacer.
Es innegable y no me arrepiento. Creo que eso es lo peor de todo, que no me arrepiento de hacerlo. Sólo durará unos días hasta que Zack la dejé en paz y nadie de mi familia tiene que enterarse, sobretodo mamá y Jesse.
Mamá porque seguro nos querrá dar otra charla incómoda y Jesse, bueno porque a él le gustó por un tiempo Emma. Yo jamás comprendí lo que Jesse vio en ella.
En todo caso, su enamoramiento fue bastante evidente y jamás sucedió nada entre ellos, pero quiero evitar cualquier malentendido que pueda haber entre nosotros.
Adoro a Jesse y no quisiera discutir con él porque tuve la brillante idea de hacerme el héroe con Emma. Así que por mi bien, esto debe durar sólo unos días y luego todo acabará.
(...)
En cuanto les cuento a los chicos lo ocurrido al día siguiente en un descanso, sus reacciones son exactamente las que me esperaba:
–Sabía que había algo entre tú y Emma –dice Dylan –por eso no querías que me acercara a ella. La querías para ti solo, chico listo
–Jamás ha habido algo entre nosotros. Y si te dije eso, es porque dudaba de que fueras a ser su tipo
–Haré de cuenta que te creo Tay tay –dice Dylan divertido
–Entonces... ¿están "fingiendo" salir? –pregunta Ben
–Fingimos salir, sí. Aunque sólo durará unos días. No hay de qué preocuparse
–Pues dudo que haya mucha "actuación" entre ustedes dos, estuve tentado a gritarles que se consigan una habitación cuando empezaron a besarse en la fiesta
Mi imaginación es más rápida de lo que quisiera y mi mente me empieza a bombardear con imágenes de nosotros, solos en una habitación...
¿Cómo sería llegar así de lejos con Emma...?
Detente Taylor. Me ordeno
– ¿Taylor? ¿Taylor?
– ¿Qué?
–Por un momento te perdimos, ¿se puede saber qué te pasó? –pregunta Ben observándome
–Nada, estaba pensando en una prueba para la que tengo que estudiar. Eso es todo –miento
–Cómo digas... Nos vemos más tarde, debo ir a clase –Dylan se despide de nosotros y no es necesario que me digan nada para saber que ni él ni Ben me creen
(...)
Mis clases pasan más rápido de lo que me gustaría y ya va siendo hora de que vaya a buscar a Emma.
Por su seguridad, no porque quiera ir a verla.
Ayer le pedí su horario de salida y me lo envío. Así que debo ir a buscarla como el novio falso que soy.
Ben dijo que me acompañaría porque así puede ver a Diane y por lo que tengo entendido, se llevaron bien, pero no han vuelto a hablar luego de la fiesta del fin de semana.
Ben no le pidió su número de celular, así que dijo que me acompañaría, a diferencia de Dylan que dijo que ya tenía otros planes.
Cuando llegamos al auto de Ben, me subo en el asiento de copiloto y saco mi celular para avisarle a Emma que iré con Ben para luego irla a dejar a su casa.
Emma me responde casi enseguida diciéndome que están por acabar sus clases.
Al menos no hay tanto tráfico en las calles, pero aun así nos demoramos casi veinte minutos en llegar hasta el edificio en donde tiene su última clase.
Me bajo del auto y resulta gracioso lo fácil que doy con ella, está junto a sus amigas.
Lo quiera o no hay algo en ella que la hace resaltar entre las demás, siempre ha sido así. Y por lo que veo no ha cambiado.
–Mira ahí está Diane –le digo a Ben quien sonríe casi de inmediato al verla
Ambos caminamos hacia ellas y cuando estoy a punto de saludarlas, Emma me sonríe de una forma que parece bastante genuina.
Es una sonrisa bastante bonita de observar y enserio parece feliz de verme.
¿Le habrá pasado algo?
–Hola Tay tay –dice acercándose a mí para abrazarme y luego darme un beso en la boca.
Como si fuera lo más natural del mundo saludarnos así.
–Hola Emma. Hola chicas –saludo aun un poco sorprendido
–Hola Diane –saluda a mi lado Ben
Diane le corresponde el saludo y luego le dice algo en voz baja a Ashley. Ambas miran a Emma como si esperaran que ella hiciera algo.
Creo que ahora yo soy el que actúa sorprendido por lo cariñosa que actúa conmigo y luego recuerdo lo de fingir que estamos saliendo y todo eso, así que teniendo en cuenta que estamos fuera de la universidad, pero que aún hay estudiantes cerca, decido actuar como el novio falso que se supone que soy.
– ¿Cómo te fue hoy, princesa? –le pregunto entrelazando nuestras manos.
Qué incómodo es saber que sus amigas y Ben nos observan como si estuviéramos representando algún tipo de espectáculo.
–Me fue genial, pero ya sabes... Te extrañé demasiado Tay tay –sé que lo dijo a modo de broma porque puedo notar que quiere reír – ¿Tú me extrañaste?
Habla en un tono completamente meloso. No tengo ni idea de sí ella se comportaba así con sus ex novios, pero me resulta bastante extraño.
– ¡Oh! No puedo con esto –dice Diane escondiendo su rostro entre sus manos para reír
Ben también se ríe a mi otro lado y yo observo a mi falsa novia rubia
–Sí, te extrañé mucho. Contaba los minutos para volver a verte –respondo con tono monótono, provocando que se ría
Hoy está usando un vestido corto blanco y un cintillo que despeja por completo su rostro. Luce bien, Emma siempre luce bien sin importar que ande trayendo puesto.
Emma conversa un poco con sus amigas e intenta hacer que Ben también participe de la conversación, en tanto que yo aún estoy tomado de la mano con ella.
Y todo iba bien hasta que distingo a Zack salir de una de las puertas del edificio, empieza a mirar hacia los lados como si buscara a alguien y no sé si la siguiente decisión que tomo es por Emma y evitarle un mal momento o porque quiero hacerlo, pero tomo su rostro entre mis manos y la beso.
Poso una de mis manos en su cintura y la acerco un poco más a mí. Sólo espero que si Zack la estaba buscando le quede claro que ella ya no se encuentra sola. Me tiene a mí.
Me obligo a separarme de Emma en cuanto recobro la compostura y recuerdo el detalle de que tenemos público, pero a ella no parece importarle.
Porque esta vez es ella quien me besa a mí.
Un beso mucho más lento que el primero, pero igual de adictivo.
No tenía ni idea de que me pudiera gustar tanto besarla, pero ahora mismo no se me ocurre ninguna otra forma mejor de pasar el tiempo que con su boca pegada a la mía.
–Bien, me alegra que esto de "fingir" les esté yendo de maravilla –escucho que dice alguien
–Serán mi pareja falsa favorita. ¡Qué viva el amor! Falso, por supuesto
Emma se separa de mí un poco y mira en dirección a sus amigas
– ¿Quisieran hablar en voz baja? No quiero que alguien lo descubra
–Tranquila, les están dando un espectáculo digno de admirar. Nadie pensaría que lo están fingiendo –dice Ashley con una sonrisa
Yo lo único que puedo pensar en este momento es que Zack no vino a interrumpirnos y Emma luce relajada.
Eso es todo lo que necesito, que ella esté bien.
(...)
Estamos todos en el auto de Ben.
Primero fuimos a dejar a Ashley al centro y Emma me pidió que me vaya atrás con ella para dejar que Ben y Diane pudieran conversar.
He escuchado sólo partes de su conversación, porque cierta rubia me tiene completamente distraído.
Y no porque esté haciendo algo fuera de lugar, es sólo que la simple presencia de Emma me distrae. Además una parte de mí quiere volver a besarla y me pregunto por qué, si ella no me gusta.
Aunque supongo que no es necesario que me guste para querer volver a besarla.
–Ben, yo me bajaré también en casa de Emma –anuncio de improviso
¿Por qué dije eso?
– ¿Enserio? –pregunta ella sorprendida
– Vaya, esto cada vez mejora. Me pregunto que irán a hacer estando completamente solos –dice Diane observando a Emma, quien luce avergonzada
–No haremos nada que esté pensando por tu pervertida cabeza, así que deja de mirarme así –responde Emma
–A este paso, quiero que me inviten a su boda
– ¡Diane! No habrá ninguna boda
–Y yo pido ser el padrino, soy más responsable que Dylan, así que soy su mejor opción –dice Ben
–No nos casaremos –respondo casi al mismo tiempo que Emma
Luego de eso, sólo Ben rompe el silencio para preguntarle a Diane donde la debe ir a dejar después. Al menos así pasaran más tiempo a solas, porque eso es lo que pretendía.
Ayudar a Ben. No es que quiera estar a solas con Emma en su casa. Para nada.
¿Por qué querría hacer eso cuando tengo miles de cosas por hacer?
Cuando llegamos a la casa de Emma, ambos nos despedimos y Emma me hace pasar a su casa casi a escondidas.
–Tienes suerte de que no nos haya pillado nadie, luego tendrás que salir por la ventana –me dice como si me estuviera retando
–No pienso bajar por la ventana, princesa. Te equivocaste de príncipe si crees que haré algo así
–Los príncipes no tienen la necesidad de entrar a escondidas a ningún lugar y tú no eres ningún príncipe Tay tay. Además, ¿debo recordarte que fue tu idea quedarte aquí? Yo no recuerdo haberte invitado
–De esa manera ayudo a que Ben y Diane pasen más tiempo juntos. El plan, ¿recuerdas?
–Oh... Tienes razón, mañana la interrogaré. Debo saber si ha habido algún avance. Entonces... ¿sólo por eso pediste que te dejaran acá?
–Por supuesto, no hay ningún motivo por el que querría pasar más tiempo del necesario contigo. No te ilusiones princesa, sigues sin ser mi tipo
–Ajá, lo recuerdo muy bien. No te preocupes.
Emma saca un cuaderno de su bolso y va a tomar asiento en su cama, por mi lado saco mi celular y tomo asiento en su silla giratoria frente a su ordenador para no poner toda mi atención en ella y en que estamos encerrados en su gran habitación.
Y la última vez que estuve aquí, ella quiso lanzarme un cojín. Aunque seguro que si hubiera podido me lanzaba algo más pesado, tal vez una piedra. Sí que estaba molesta aquella vez.
Me recuerdo a mí mismo que estoy ayudando a Ben con Diane, pero a costa de toda mi cordura y autocontrol.
No sé cuánto tiempo pasa exactamente, pero ninguno dice nada y me pregunto qué estará haciendo Emma. Me he dado cuenta de que me observa de reojo y luego escribe algo.
¿Estará hablando de mí en algún tipo de diario secreto?
¿Tiene Emma un diario?
Porque de ser así, no es muy disimulada realmente.
–Tay tay ya te he dicho que no frunzas el ceño de esa forma. Te ves feo y te crecerán arrugas mucho más rápido y mi novio falso no puede lucir como un anciano, ¿entendido?
– ¿Qué estás haciendo? –pregunto ignorando lo demás
Emma levanta su vista del cuaderno y me sonríe divertida. No creo que esa sea una buena señal.
–Oh, ya lo verás. Le estoy haciendo unos últimos retoques para que quede perfecto.
– ¿Es un dibujo?
–Compruébalo por ti mismo –dice levantándose de su cama y mostrándome su cuaderno
Lo primero que noto al mirar el dibujo es que evidentemente soy yo. Emma me ha dibujado y debo admitir que no creía que tuviera tanto talento.
Sólo que no es un dibujo cualquiera, ha hecho una caricatura mía que tiene un dialogo que dice: "Soy Tay tay".
– ¿Qué te parece? Yo digo que me ha quedado igualito a ti. Parecen gemelos –dice Emma divertida
–No está mal, pero mi nariz no luce así
–Lamento darte estas noticias, pero sí lo hace. Yo te he estado observando y créeme que...
–Así que ahora disfrutas observarme –la interrumpo a propósito
–Sólo para hacer la caricatura, no te creas –se defiende Emma con las mejillas algo sonrosadas
–Fingiré creerte
–Por supuesto que debes creerme, te estoy diciendo la verdad. En cambio, tú buscaste una excusa para quedarte a solas conmigo. Admítelo
–Eso no sucedió así, sólo quise ayudar a Ben con Diane. Yo no tengo ningún interés en pasar tiempo con...
Emma se sienta en mis piernas y lo próximo que hace es besarme.
Yo enseguida reacciono y le correspondo el beso mientras ella pasa sus brazos alrededor de mi espalda.
¿Por qué quién soy yo para negarle un beso a Emma?
Nos seguimos besando por un rato largo y cuando noto la intención de Emma de quitarme mi camisa ni siquiera me detengo a pensarlo, la ayudo a quitármela. Siento sus suaves labios dejar besos a lo largo de mi cuello y sus manos acariciar mi abdomen desnudo.
Por un breve momento siento celos al pensar en Zack y Emma haciendo esto mismo, pero el pensamiento se va tan rápido como llegó.
Ahora mismo todos mis sentidos están puestos en mi novia falsa.
–Menos mal que no querías pasar tiempo conmigo –dice Emma con una sonrisa de satisfacción
–Esto ha sido un... un pequeño impulso –respondo lo primero que se me viene a la mente
–Entonces aprovechémoslo
No le respondo nada, pero una de mis manos se dirige al cierre de su vestido y empiezo a bajarlo hasta que me detengo al escuchar un ruido proveniente de la puerta, aunque a Emma parece no importarle porque continúa besándome, pero algo me dice que no podremos continuar con esto.
–Ignóralos, sea quien sea ya se irá
Emma suena tan segura que ambos volvemos a besarnos. Ella debe conocer más a su familia que yo, así que si dice que se irán, así debe ser.
Puedo comprobar con mis propias manos que tan suave es su piel y lo bien huele. Así como lo hermosa que luce con las mejillas sonrosadas y el cabello despeinado.
– ¡Emma! ¿Estás ahí? –exclama alguien del otro lado
–Maldita sea, es Connor. No digas ni una palabra –me advierte
–Claro, porque seguro yo quiero que me descubran –digo en tono irónico
–Cuando quieres puedes ser un gran idiota
– ¿Emma? ¿Por qué está la puerta cerrada? ¿Estás bien? –vuelve a preguntar Connor
–Disculpa, es que me quedé dormida –responde la sinvergüenza
–Bueno, te venía a avisar que bajes a comer. Aunque primero había venido Jo, pero dijo que tu puerta estaba cerrada. Así que me preocupé, por lo general no sueles cerrar tu puerta con llave, a menos qué...
–Me quedé dormida, eso es todo Connor. No te pongas a inventar cosas
–Claro... ¿segura que no hay nadie ahí dentro contigo? Porque eso sería... completamente escandaloso –dice divertido el otro rubio
Lo que me faltaba.
–Ya voy a bajar Connor, ahora te puedes retirar, gracias por avisarme.
–Dile a tu invitado que se puede quedar a comer si quiere. Seguro a papá le encantaría saber que su princesa tenía a alguien metido en su habitación
–No hay nadie aquí. No sé de qué estás hablando –dice Emma frustrada
–Eso me hiere completamente. Me estás negando –respondo con tono dramático y ella me observa molesta
–Silencio, si él te escucha...
–Bueno, cuando quieras bajas a comer con tu amiguito. Ya sé que hay alguien ahí. Soy rubio, no idiota hermanita. A veces yo igual escondo a chicas en mi habitación
–Bien, debes irte Tay tay. La ventana te espera –dice Emma saliendo de encima de mí
–Ni creas que bajaré por una ventana. Saldré por la puerta, como la gente normal
–Nadie puede saber que estuviste aquí. Así que es la ventana o...
– ¿O qué...? ¿Qué me harás Emma? ¿Empujarme?
–No me des ideas, que suena bastante tentador tirarte desde ahí
–No creo que te atrevas, si lo haces y me lastimo no creo que puedan volver a repetirse momentos así y veo que lo disfrutaste –digo provocando que se sonroje
–Eso puede cambiar en cuestión de segundos, no te preocupes por mí
–Muy bien, esto es lo que haremos princesa. Tú bajarás y yo me ocultaré debajo de tu cama, ya verás tú cómo me sacas de aquí más tarde, pero yo no saldré por esa ventana. Sería una misión suicida y yo no me apunto para eso
–Está bien, ¿y sobre lo que acaba de ocurrir? Que quede entre nosotros, nadie debe enterarse. Cómo dijiste fue un pequeño impulso, nada más. Sigo sin ser tu tipo y tú estás lejos de ser el mío
–Entendido Emma, un pequeño impulso sin más. Ahora baja rápido antes de que Connor venga para acá.
Emma se termina de arreglar y se marcha, dejándome encerrado en su habitación y yo me pongo mi camisa que estaba tirada en el suelo.
Sin duda las cosas se salieron de control más rápido de lo que creía y aun no me creo que no me haya resistido para nada. Emma sin duda se puede convertir en una gran complicación si continuamos así.
El problema es que no cambiaría absolutamente nada de esta tarde. Fue divertido y lo pasé bien, pero claro eso es algo que ella no tiene por qué saber.
Recojo su cuaderno que había quedado tirado en el piso y observo la caricatura que hizo de mí. Sin duda no cambiaría esta tarde por nada.
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