PRÓLOGO: "Cosas inexplicables"

2 años antes

Era complicado.

No podía dejar de pensar en él.

En la forma y el fondo.

Era etéreo, recargado sobre la mesa de recepción junto a un montón de papeleo y con un puchero en los labios.

No había vista más sublime que la de aquel pequeño chico, del que no conocía poco más que su nombre y al que no podía dejar de mirar cada una de las veces en las que iba a aquel hotel con alguna nueva conquista.

Byun Baekhyun así se llamaba, un nombre tan bonito como lo era su portador.

Era jodidamente lindo y sexy a la vez, desde la primera vez, nada había sido mejor que el verlo, ni siquiera el sexo era tan bueno. Sabía que posiblemente aquello era muy pervertido de su parte considerando que sentía eso hacia alguien que no conocía mucho pero aún así no podía dejar de pensar en lo que podría hacerle a aquel pequeño y dulce chico.

Y si bien, tenía novio, aquel personaje había dejado de importarle desde hace mucho tiempo pues nada de lo que conllevaba su relación era verdadero.

Chanyeol nunca se había dado cuenta de que le engañaba y tampoco tenía porque enterarse.

Todo había empezado a los cinco meses de novios pues ya no podía ni soportar el hecho de que el otro no pudiera complacerlo sexualmente, todo había llegado a ser monótono y más con lo mojigato que había resultado ser el otro.

Casi nunca podían salir de la rutina y dejar el misionero de lado, podría ser absurdo a ojos de alguien externo pero para el aquella monotonía había hecho que lo poco bueno que había su relación terminara por ser igual de aburrido.

Por lo que, sin más había recurrido al libertinaje, nadie podía decirle nada y él no tenía porque dar explicaciones pues como ya había dicho aquello era de alguna manera era una gran farsa con un propósito en específico.

● ● ●

— ¡A-Ah, más, por favor!

No podía ni recordar como había terminado allí pero aún así no podía dejar de mover las caderas, estocada tras estocada persiguiendo el orgasmo. Solo había querido volver a ver al pequeño recepcionista que trabajaba en aquel hotel porque, joder, no había cosa que lo excitara más que el ver la linda y tersa cara de aquel ser.

Por ello mismo estaba allí imaginándose al pequeño recepcionista al mismo tiempo en que no dejaba de penetrar a la persona que tenía debajo de él.

— J-Jodida mierda, ah — terminó por correrse sin siquiera preocuparse por el otro.

— ¿Eso es todo?¿Enserio? — terminó por recriminarle quién sea que había llevado a aquella habitación de hotel.

— Ajá

— Imbécil — dijo el otro al mismo tiempo en que se levantaba y tomaba sus cosas para vestirse y luego caminar hacia la puerta de aquella habitación mostrandolé su dedo medio antes de irse.

Joder, sabía que era un imbécil pero todo aquello solo le pasaba por no poder quitarse de la mente la cara del pequeño y lindo recepcionista.

Por lo que se tiró sobre la cama sin importarle los fluidos en esta, se daba cuenta de que debía de hacer algo rápido y decisivo, no podía seguir pensando en el otro, no era sano y menos para alguien como él que no necesitaba ni quería una relación seria, ni presentarse con rosas frente a alguien, aquel no era su estilo.

Sin más que pensar y comenzando a asquearse por los fluidos en la cama que ya empezaba a sentir en la espalda agarró su ropa se limpio, se vistió y se fue, empezando a crear en su trayecto el plan perfecto según él para sacarse las ganas que le tenía al recepcionista de aquel hotel.

● ● ●

— ¡Hey, florecita!

Mierda, había intentado caminar lo más rápido posible para así poder pasar desapercibido entre la multitud y que así el estúpido de su mejor amigo, Sehun, no lo notara. Era sumamente verguonsozo el siquiera verlo pues el otro no tenía pare en cuanto a los muy selectivos apodos que le lanzaba cada día.

No había razón de ser para los estúpidos comentarios y apodos que tendía a soltar cada que se encontraban en el mismo espacio habitable.

— ¿Que mierda quieres ahora, pendejo?

— Hey, hey, bajale dos rayitas a tu tono.

— Me encantaría tener un maldito control remoto que pudiera apagar el horrible sonido de tu voz — terminó por refutar con hastio.

— Así me quieres, yo lo sé.

— Vete a la verga.

— Yo ya me fui, me senté y volví pero a ti te falta aún — terminó por fastidiarlo al mismo tiempo en que se tapaba la boca y sus hombros se movían de arriba a abajo haciendole saber que estaba a punto de reírse — Jajajajaja esa estuvo buena ¿no?. 

— Ya que aún no has dado tu florecita, jajajaja.

— Cállate — refutó, sacándole el dedo medio al otro.

Aquella es una mierda total ya sabía que era virgen, no tenían porque seguir restregándoselo en la cara día y noche, joder.

Por lo que, dentro de la histeria y a falto de una adecuada venganza terminó por clavarle un rrodillazo en las bolas al otro, se la tenía bien ganada por pendejo.

— ¡MIERDA, BYUN!

— ¡ESO TE PASA POR PENDEJO! — dijo al mismo tiempo en que se largaba a correr solo por si acaso y no le hubiera dado en el punto exacto al que ahora podía ver a lo lejos trataba de pararse con una mano en las bolas tratándo de sobarse.

Aquello era sumamente gracioso y lo compensaba el acto en la mirada de aprobación del ex de su mejor amigo hacia su gran hazaña, hasta él sabía que Sehun era un idiota.

Pero ya no tenía mucho tiempo como para seguir disfrutando de la escena, faltaban menos de 15 minutos para que pudiera llegar a su trabajo de medio tiempo como recepcionista en un hotel de lujo y aquello también hacía que quisiera que lo llevara la chingada.

No había nada más paradójico que ser virgen y tener que trabajar en un lugar al que las personas iban a tener sexo.

Y una mierda, su vida no podía ir peor.

1076 palabras

Historia creada para el desafío de escritura de IDEAhouse

Espero les guste esta historia sino pues alv, en si yo me iré alv pero al menos lo intente

Y ¿que piensa que sucederá?, espero sus comentarios

:v




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