capitulo 38
Shinichi no sabía qué hacer. No comprendía semejante actitud. El beso fue breve, pero suficiente como para dejar al chico desconcertado.
-¿A qué ha venido esto? O////O -preguntó como pudo el chico.
Ella simplemente sonrió, y acercando un dedo a sus labios le susurró:
-A secret makes a woman woman...
Mientras tanto, al otro lado de la pared, Gin intentaba convencer a Shiho de algo.
-Te propongo un trato...
-¿Qué quieres decir? -preguntó ella, interesada y desconfiada a la vez.
-Te perdono la vida si regresas junto a mí...
-¡Jamás! -exclamó ella- ¿Quién desea tropezar dos veces con la misma piedra? ¿En serio crees que sería capaz de volver contigo? Que poco me conoces, Gin...
Tal comentario ofendió a Gin, que tomó entre sus manos su pistola y habló en tono amenazador:
-He intentado salvarte la vida, pero como una traidora orgullosa has rechazado mi petición... No me dejas opción, tendré que mandarte al otro mundo, pero antes... Quiero que tomes consciencia de la muerte del tipo por el que me has cambiado, Sherry...
Shiho notó que las palabras de Gin no eran simples amenazas y se asustó como nunca:
-¡No! ¡A él no! ¡Primero a mí!
-¡Vodka! -gritó Gin pasando por alto los ruegos de la chica- ¡Ven ahora mismo!
Vodka entró y enseguida recibió órdenes de su jefe:
-¡Entra al cuartucho ese, obliga a Vermouth que salga de allí y sujeta al detective! Ya va siendo hora de acabar con todo...
Vodka obedeció al instante. Entró. Le explicó a Vermouth la situación y la mujer tuvo que salir, no sin antes mirar a Shinichi a los ojos, como lamentando que se aproximara su final. Gin entró cuando Vermouth hubo salido.
-¡No lo hagas! -seguía implorando Shiho- ¡Por lo que más quieras, detente! ¡Haré lo que me pidas, pero no le hagas nada!
Gin siguió sin detenerse, cerró la puerta, esperó unos segundos y disparó seis veces. El ruido de seis casquillos cayendo al suelo del cuarto se escuchó incluso al otro lado de la pared.
-¡Noooooooooooo! -gritó desesperada ella, como si se le fuera la vida con el grito.
Al mismo tiempo, Gin sonreía satisfecho y dejaba la pistola sobre una mesa que había en ese cuarto. Le estorbaría para tomar con ambas manos el rostro de Shiho, y tampoco podía guardársela entre la ropa porque estaba caliente debido a los disparos, y si se la colocaba entre las ropas corría el riesgo de quemarse.
Él y Vodka salieron de la habitación sonriendo. Shiho les miró horrorizada e indignada.
-No nos mires así, Sherry... Te lo advertí, pero no quisiste volver conmigo... Ese es el precio de tu traición...
-Gin... -entonó Shiho- ¡Eres un malnacido! ¡Te odio con todo mi ser! ¡Eres la peor persona que existe sobre este planeta! ¡Eres detestable!
-Basta de habladurías... Tú también vas a morir... Ya te he otorgado más tiempo del que mereces...
Gin volvió al cuarto donde estaba el cuerpo de Shinichi en el suelo. Tomó la pistola que había dejado sobre la mesa y se acercó a Shiho. Pegó el cañón del arma a la frente de la chica, y tras dedicarle unas palabras, apretó el gatillo.
-Despídete de este mundo, Sherry...
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