- Megan, ya llegamos- escuche decir a Laura;obviamente la ignore por completo.-Megan no me ignores y sal de una vez- dijo un poco irritada por mi indiferencia hacia ella.
Rodé los ojos y me salí del auto de mala gana.
- Eres muy irritante, ¿lo sabes?- dije algo molesta por todo esto.
Puso una mano es su pecho ofendida- y tu eres una gruñona- dijo señalándome y sacando la lengua de una manera muy infantil, yo sólo rodé los ojos y la ignore.
Comenzamos a caminar con dirección al centro comercial sin decir palabra alguna. Y para mi molestia el lugar estaba repleto de gente, personas desesperadas por adquirir productos inútiles o por moda.
Lo primero que hizo Laura fue jalarme a una estúpida tienda de ropa.

-¡Mira!- dijo mientras señalaba un vestido largó y floreado-¿No es precioso?.

Sólo me límite a encogerme de hombros. Mientras ella daba saltitos  y gritaba emocionada.

Jamás he sido fanática de los vestidos o de cualquier prenda llena de color además detesto la gran mayoría de flores, en conclusión ese vestido me parecía un simple trozo de tela lleno de insufribles colores, pero si le daba a conocer mi opinión tendría que soportar sus reproches y quejas todo el maldito día, y mi paciencia ya no da para más; ella se volvería un dolor de trasero el cual quiero evitar a toda costa .

Solté un suspiro- Si tanto lo quieres, cómpratelo y deja de hacer escándalo- dije muy incomoda por su actitud infantil.

-Claro pero primero me lo pruebo, espérame ahí Megan- Dijo señalando el asiento al lado de los probadores.

Me senté sin rechistar pues quería acabar con esto rápido. Ella entro.

Siendo sincera no me molesta estar aquí sentada, pasee mi vista por todo el lugar; encontrándome con chicas muy parecidas a Laura y muchachos mirándolas con ojos maliciosos, también a madres escogiendo ropa para sus hijos o maridos y claro no podían faltar las típicas parejas.
Mi mirada quedo fija a una en específico: una chica de cabellos rojos y tez blanca sosteniendo una blusa frente a ella mientras un muchacho la rodeaba con los brazos y apoyaba su cabeza en el hombro de la pelirroja.

Una escena bastante dulce y tierna, tan tierna que me daba ganas de vomitar; yo no soy la chica más dulce del mundo y menos la más tierna además si un chico me abrazara de esa manera lo mandaría a la mierda.  Aunque dudo que alguien se me acerque de esa manera pues quien querría siquiera hablarme y mucho menos abrazarme.

"¿Como se sentirá esa clase de cariño? Mejor dicho: ¿Cómo se sentirá el cariño?". Pensé inconscientemente.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por una extraña sensación de incomodidad, esa que sientes cuando alguien te observa fijamente, gire mi cabeza en busca de la mirada.
La mirada le pertenecía a un muchacho de ojos verdes y cabello azabache, él me observaba fijamente.

"Pero, ¿porque rayos me está mirando?" Pensé mientras le sostenía la mirada.

Su mirada seguí fija en mí pero su expresión ilegible cambio a una pequeña sonrisa ladeada y su s ojos era mucho más penetrantes e insinuantes como sí de burla se tratase. Fruncí el ceño.

"Pero, ¿quien carajos es ese tipo?. Pensé molesta.

-¡Me queda fabuloso!- escuche la chillona y escandalosa voz de mi hermanastra.
En los dos segundos que demore en girar mi cabeza para dirigirle una mirada de reproche y regresar mi mirada al muchacho;este había desaparecido de mi campo visual, empece a buscarlo con la mirada por toda la tienda pero no lo logre ubicar.

-¿Que buscas, hermanita?- dijo Laura, posicionando  su cabeza a lado de la mía.
-Nada- dije seca.
-Muy bien entonces vamos a pagar para poder ir a otra tienda- dijo alegre mientras me arrastraba hasta la fila formada frente a la caja de pago.

En el camino a la enorme cola, me solté de su agarre pues yo soy lo suficientemente capaz de caminar sola. Seguí caminando detrás de ella a paso calmado, lo siguiente que sucedió fue en segundos.

Mi hombro chocó con el de otra persona que caminaba en dirección opuesta a la mía,  y esta en un ágil movimiento junto sus labios a mi oreja y susurro:

-Jason