Ya me imagino a este Anakin regañando a Leia por estar ebria y detenida jajaja.

Y Mando sería otra cosa digna de ver XD.

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El reloj marcó las cinco de la mañana, sus ojos se abrieron con algo de pesadez.

Sintió un peso encima de el, tallo un poco sus ojos para poder ver que era lo que tenía sobre su pecho.

Una sonrisa diminuta se formó, era su pequeña Leia dormida, desde que ambos pudieron entablar conversaciones y conocerce mejor, su hija ya no se despegaba de el en ningún momento.

Era entendible, estar por muchos años sin tu verdadero padre es algo que nadie debería pasar.

Lentamente movió a su pequeña, no quería despertarla.

Tomó su ropa y se alistó para dar inicio a su entrenamiento.

Solamente se aseguró de ir primero a tomar un desayuno ligero.

Entró a la cocina de la casa en la que se hospeda y busco algo de su elección.

Había mucha comida para el y no sabía por donde empezar, parecía un niño eligiendo que dulce comer en primer lugar.

Un pequeño escalofrío le recorrió su brazo izquierdo, giró para ver si tenía algún invitado pero no encontró a nadie.

Tal vez era solo su imaginación.

-¡Buenos días!. -gritó Sabé tomandolo por los hombros.

Ante el susto Anakin terminó saltando por la ventana y caer de cara al suelo del jardín.

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Obi Wan y su compañera entraron a la casa de Anakin, ya se retrasó y el no es de las personas que sean impuntuales.

Una vez dentro lo buscaron por unos segundos, afortunadamente su búsqueda no fue tardía ya que escucharon unos pequeños gemidos de dolor provenir del cuarto de Anakin.

-Tratame bonito. -se quejó Anakin siendo ayudado por Sabé.

-Eso intento, pero no lograré terminar si sigues moviendote. -dijo Sabé limpiando su cara.

El golpe que se dió le dejo un pequeño corte en la mejilla derecha.

Luego de unos minutos más terminó de atender la pequeña herida y limpiarle el rostro.

Ella simplemente se quedó pérdida, admirando la belleza de Anakin.

¿Cómo es que Padme lo cambió por un inútil como Clovis?

Anakin por su parte se sonrojo de la pena, Sabé no dejaba de verlo y se sentía un poco incómodo.

No es que ella fuera mala persona, era hermosa y...

Miró el color rojo en las mejillas de Sabé, también sentía como el ritmo de ella se aceleró.

-Lo dije en voz alta verdad?. -dijo Anakin totalmente apenado mientras entrelazaba sus dedos.

Agachó la mirada, eso fue totalmente vergonzoso para el.

-Gracias, nadie me había dicho eso. -dijo Sabé sonriendole

Claramente el rubor en sus mejillas era visible.

-Lamento interrumpir, pero ya es hora. -dijo la amiga de Obi Wan.

Ella notó algo en ellos dos, claro que principalmente en la mujer llamada Sabé.

Pero no dirá nada, aún es muy pronto para confirmar sus sospechas.

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Los cuatro saldrían de la casa e irían al bosque para dar inicio.

-Lo primero que haremos es fortalecer tu resistencia física, Sabé te ayudará en eso, no por nada fue la mejor de su generación durante su periodo como doncella de la guardia real. -explicó Obi Wan.

-Obi Wan se encargará de adiestrarte nuevamente en el combate con sable de luz y yo te apoyaré con nuestras sesiones y sobre ayudarte con tu conexión en la fuerza. -explicó la amiga de Obi Wan.

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(Puchale Play)

Maestro y aprendiz estarían en medio de un campo verde, con sus armas en mano harían una reverencia entre ellos para poder iniciar con el entrenamiento.

-Han pasado diez años desde aquél día, perdiste amigos, personas que amas, será mi deber ayudarte a superar esa pérdida y guiarte por el camino de la luz. -dijo Obi Wan.

Ambos caminarian en círculo.

-Recuerda, controla tu frustración, tus emociones, deja que la fuerza fluya a través de ti. -dijo Obi Wan atacando.

Con dificultad apenas lograría oponer resistencia.

Sus movimientos eran lentos, pesados e incluso torpes.

La falta de condición era evidente.

-La fuerza te acompaña y eres uno con la fuerza, pues nada importa, ya que todo es voluntad de la fuerza. -dijo Obi Wan haciendolo caer.

Anakin se levantaria para atacar, solo que era muy difícil seguirle el ritmo a Obi Wan.

El sable le pesaba mucho, apenas y podía levantarlo.

-No estás luchando con tu arma, sino contra tu oponente, no debes perder el enfoque oh sucederá lo de ahorita. -dijo Obi Wan tirandolo de nuevo al suelo.

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Ah una distancia no muy lejana Sabé y la amiga de Obi Wan miraban el entrenamiento.

-En que fase está?. -dijo Sabé.

-Ya superó la negación, Leia fue el punto de salto, su hija fue quién le dió la inspiración que el necesitaba, ahora se encuentra en la fase de la ira. -dijo ella sin perder de vista ningún detalle.

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Ambos chocaron sus armas para ejercer fuerza,  mientras tanto Kenobi miraba a su aprendiz.

Seguía sin tener enfoque, sin otra opción decidió provocarlo.

-Lo que sucedió en Coruscant no fue culpa de Sidious. -dijo Obi Wan con seriedad en su voz.

Ahora la mirada de Anakin se afilo por unos segundos.

-Fue culpa tuya. -dijo Obi Wan desarmandolo.

El rostro de su estudiante se llenó de total enojo.

Sin importarle su seguridad tomó la hoja del sable de Kenobi y la hizo adentrarse al mango nuevamente.

-No te atrevas a decirme que fue culpa mía. -dijo Anakin atrayendo su sable con la mirada.

Obi Wan encendió nuevamente su sable de luz para defenderse de Anakin.

Esta vez sus ataques eran más fluidos, rápidos y fuertes.

-¡Yo se los dije, Darth Sidious controla el senado y dime que hicieron para detenerlo!. -gritó Anakin tomando por breves momentos la ventaja.

Don Terreno alto se vió sorprendido por el aumento de poder, todavía no luchaba con todo lo que tenía pero no podía darse el lujo de distraerse.

-¡Pudieron haberlo detenido, matarlo, pero en lugar de eso me mandaron a espiarlo!. -grito Anakin derribando a Obi Wan.

-Así Skywalker, deja que tus sentimientos alimenten tu odio. -dijo Vader en su interior.

-No, otra vez no!. -dijo Anakin soltando su arma para dejarse caer al suelo.

-No puedes escapar de quién eres. -dijo Vader riendo.

Por breves segundos el casco de Vader se materializo solo para volver a desaparecer.

-La culpa fue de ustedes y el que terminó pagando por su terquedad fui yo!. -dijo Anakin suprimiendo su enojo como podía.

Después de todo seguían echándole la culpa, haciendolo menos, jamás entenderá porque nada de lo que el hace es suficiente.

-Recuerdas lo que sucedió poco después de la orden 66?. -dijo Anakin mirando con odio a Obi Wan.

(Puchale Play).

-Me dijiste que ya no eras mi maestro y que ya no era bienvenido, a pesar de todo lo que hice me rechazaron y eligieron a su Jedi favorito, aquel que siempre hace lo correcto a palabras de ustedes. -dijo Anakin haciendo mención a cierto maestro de la orden.

Los ojos del padre de Leia se volvieron amarillos.

-¡Estuve diez años sufriendo por su culpa!. -gritó Anakin.

-Tú decidiste traicionarnos, no olvides eso. -dijo Obi Wan.

-Y se equivicaron en eso, ustedes fueron los que me traicionaron, nadie me dio el beneficio de la duda, solamente me tacharon de ser un mosntruo, sabían que siempre estuve dolido, frío, pero en lugar de ayudarme solo me desecharon como basura cuándo ya no les fui de utilidad. -dijo Anakin dolido por eso.

Cuánta razón tenía...

-¡Nunca quise que nada de eso pasara!. -gritó Anakin.

Sin saberlo otras personas eran oyentes de sus palabras.

-¡Lo único que quería era que me vieran como su igual!. -volvió a gritar.

De entre todos los presentes una persona se fue acercando.

-Siempre estuve a la sombra de ustedes, por más que hacía nada era suficiente, solo regaños y exigencias de su parte recibia. -dijo Anakin harto de todo.

Repentinamente sintió unas delicadas y finas manos rodearlo.

-Siempre hablando de equilibrio y de paz cuándo ustedes mismos atentaron contra a esos ideales, todos esos años confíe en sus enseñanzas creyendo que estabamos haciendo la diferencia para un bien mayor, lamentablemente todo fue un engaño ya que al final todo fuera para nada. -dijo Anakin suspirando.

Su enojo disminuyó considerablemente, solo tenía que soltarlo todo.

-Dime, hiciste algo por Satine?, ella te suplicó su ayuda una infinidad de veces, pero en lugar de ir en su ayuda te importó más tu estúpido concejo, ella en verdad te amaba como no te lo imaginas y tu solamente la dejaste morir. -dijo Anakin seriamente.

Todo lo que dijo fue una cruda verdad.

El Elegido volteó para ver quién era aquella persona que le abrazaba.

Para su conforte era Sabé, la única persona que siempre lo apoyó en todo, a parte de Plo Koon y Shaak Ti.

-Se lo que sientes, yo igual fui la sombra de alguien por mucho tiempo, por eso decidí irme y hacerme de mi propio camino. -dijo ella limpiando las pequeñas lágrimas que el hombre frente a ella derramaba.

Poco tiempo después se le unieron sus hijos para reconfortarlo.

Ellos eran su motivación, no tenía nada más aparte de ellos.

-Ven, vámonos de aquí. -dijo Sabé tomandolo de la mano para sacarlo de ahí.

Leia se subió a la espalda de su padre y Luke caminó a lado de ellos.

-Este trabajo será difícil Obi Wan, puede que los halla traicionado, pero deben saber que ustedes tuvieron que ver en eso de forma indirecta. -dijo su amiga caminando de regreso.

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Al día siguiente la rutina cambió, tiene que trabajar con su amiga para retomar su condición.

Primero iniciaron con algo relajado para no excederse.

Ejercicios sobre los músculos, estiramientos, algunas flexiones y al final un pequeño circuito de cinco kilómetros.

-Ya sabes como funciona esto, una carrera de aquí al final. -explicó Sabé.

-Entiendo. -dijo Anakin algo decaído.

-Vamos, arriba esa actitud. -dijo ella dandole un pequeño golpe en el brazo.

(Puchale Play).

-Cuándo el sol toque la línea de meta empezamos. -dijo Sabé mirando el amanecer.

Ambos adultos esperaban atentamente, la mañana era tranquila y fresca.

Poco a poco el sol comenzó a salir iluminando todo a su alrededor.

-¿Listo?. -preguntó Sabé alistandose.

Anakin solo asintió mientras se estiraba una vez más.

-Tres, dos, uno... ahora. -dijo ella corriendo a todo lo que daba.

El primer kilómetro era camino normal, sorpresivamente ambos hiban a la par.

-No lo haces tan mal. -dijo ella sonriendo.

Cuándo pasaron la primera fase llegaron a unos obstáculos, tenían que subir y bajar por cuerda cada cien metros.

En la tercera fase llegaron a un lago donde debían nadar hasta el otro lado y de igual manera este tramo es de un kilómetro.

Sobre esta parte Anakin tuvo la delantera, pudo adelantarse unos cuántos metros y llegar al otro lado.

Antes de seguir corriendo Anakin tuvo que sacar un pez que se atoro en su ropa.

Segundos después siguió corriendo, debido a que su ropa pesaba un poco por el agua perdió algo de velocidad.

Durante su trayecto apreció la naturaleza del lugar, los enormes árboles, las flores, ah Sabé tomando la delantera...

Sus ojos se abrieron de par en par, Sabé le estaba ganando, el juró que le sacó una ventaja de veinte metros.

En ese momento se despertó algo en su interior, algo que muchos consideraron un defecto en él.

Su terquedad por ser mejor...

Su velocidad fue en aumento, solamente quedaban menos de kilómetro y medio.

Seguían y seguían sin darse cuenta de que otra vez hiban empatados.

Al final terminó en eso, en un empate.

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Después de esa mañana ambos regresaron a la zona donde cada quién vivía.

El Elegido se encontró a sus hijos entrenando con el maestro Yoda, por lo cuál decidió no molestarlos.

Mientras eso pasaba, Sabé estaba en su casa dándose una buena ducha relajante, ese circuito la dejo más cansada de lo que pensó.

Al cabo de una hora salió limpia y más fresca que nada, ya no estaba agotada.

Ahora solo tiene que preparar su desayuno.

Se rasco la cabeza, honestamente no sabía que comer en ese momento.

Sin que se diera cuenta alguien puso algo en la ventana de su cocina.

Estuvo unos diez minutos analizando y al final se decidió por un buen licuado de chocolate con unos Hot-Kakes.

Sacó algo de mermelada de fresa y se sentó comodamente en su sofa.

Comió tranquilamente, aunque en su mente estaba la imagen de cierto hombre que vive frente a ella.

Ignoró esos pensamientos y siguió con su desayuno.

Tardó una media hora en acabar, llevo todo lo que utilizó a su lugar y lavo los trastes que ocupó.

En ese momento se dió cuenta de lo que había en su ventana, con cuidado tomó la pequeña canasta y la metió a su casa.

La abrió y para su sorpresa eran flores, más precisamente rosas color azul.

Una hermosa sonrisa se plasmó en su rostro, solo una persona conoce sus gustos sobre las flores.

Sus mejillas ardían, incluso suspiró como niña enamorada mientras abrazaba las flores con cariño.

Tal vez debía darse esta oportunidad, claro, todo a su paso, no quiere estropearlo ya que conoce la situación actual y debe ir con cuidado.

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Hasta aquí dejo el capítulo panas.

El siguiente estará algo sad XD.

Oh al menos esa será la intención.