► Capítulo 26: Día juntos.
Capítulo dedicado a: agua_de_calzon_hehet y eivril1904 🥺💖
Siente haber tardado con éstas dedicaciones, como he mencionado, suelo tardar porque voy por quienes me pidieron de un inicio, pero muchas gracias por tanto, les tkm. 💗
Sólo diré que ustedes son tan lindes, el como me demuestran que en serio les gusta la historia y todo, cuanto me lo dicen, estoy in love. 😭💖
Disfruten del capítulo y tranquiles, desde ahora las cosas estarán bien, no es ninguna broma. 😂❤
12:00 PM.
— En cualquier momento entraré en pánico, lobito.— Yugyeom mordió una de sus uñas, golpeando el pie velozmente contra el suelo nervioso y Kyum bostezó, él sin tomarle importancia a su humano sudando hasta los huesos de lo ansioso que se encontraba mirando hacia los lados en la parada de autobús.
Ya lo dijiste diez veces, ni siquiera me molestaré en repetirte mi respuesta a tus nervios.
En serio me pregunto porqué no eres tan cool como yo.
Moviendo la cola, ladeó la cabeza engreído y Yugyeom rodó los ojos, recargando su espalda en el respaldo de los asientos.
La anterior noche, después de que Jungkook curara sus heridas, conversaran un rato más, se rieran de cosas que se les venían a la cabeza y se entendieran de una extraña manera, el Jeon llamó a un taxi apenas se dio cuenta que era casi la media noche, por lo que Yugyeom de acuerdo en que ya era demasiado tarde para seguir allí, se fue a su propia casa, despidiéndose ambos un tanto avergonzados y nerviosos, pero asegurando que se verían el próximo día a la hora que acordaron y en el lugar mencionado.
Cuando Yugyeom se levantó esa mañana y recordó todo lo pasado el día anterior, no lo pudo creer, le parecía imposible que por fin Jungkook y el eran amigos sin quejas o molestias de por medio. Aunque se revisó diez veces en el espejo, vio detenidamente cada una de sus heridas y pensó detenidamente en lo sucedido, por fin pudo caer en cuenta que de verdad se golpeó con Jungkook, que en serio hablaron como dos personas centradas y en verdad pasarían un día juntos como dos amigos que nunca pudieron haber tenido un problema antes.
Era básicamente irreal en su cabeza.
— Es muy temprano para que empieces, lobo tonto.— Bufó, sin parar de mover el pie.– ¡Es que no lo sé! Sigo creyendo que todo esto es como un sueño, tal vez Jungkook estuvo en el de anoche y arreglamos las cosas, pero en realidad ahora mismo debería estar yendo al restaurante porque eso nunca pasó.— Comentó rápidamente, pensando si debía enviarle un mensaje a Bambam y Kyum aprovechándose de la distracción de su humano, lo controló un poco, golpeándole la cabeza.– ¡Oye!
Mira, cachorro.
Todo lo que pasó ayer es real.
Tú y ese humano hablaron, se reconciliaron, y quedaron en salir hoy, por algo estás aquí sentado esperando.
— Lo sé, pero en serio sigue pareciendo increíble.— Recargó sus codos en sus piernas, mordiendo su labio.– No creí que tuviera un cambio tan repentino, quizás tomamos mucha agua con cloro.— Se encogió de hombros.
Eso es obvio, por algo andas más idiota.
Si no te terminas de convencer que fue real, toca las heridas en tu cara, todo mundo te está viendo, me das pena.
Y ya para con tus nervios, son innecesarios, es sólo ese humano, no es para tanto.
Negó el canino, lamiéndose un costado y Yugyeom sonrió burlón.
— ¡Mira Kyum, ahí vienen!
¿¡QUÉ!?
En menos de un segundo, Kyum dejó de lamerse, parándose por completo en sus cuatro patas y miró a todos lados, en su mejor posición de "seducción", sin embargo, cuando se percató que sólo fue una broma de su humano, se relajó y le gruñó, volviéndose a sentar enfadado mientras Yugyeom intentando aguantarse la risa, se cubrió la boca sin poder lograrlo, sus carcajadas resonaron en toda la parada de autobús con las personas en su alrededor viéndole raro, pero el pelinegro no paró, riéndose de su lobo dejando de ser "cool".
Humano estúpido.
— "Es sólo ese humano, no es para tanto".— Imitó con voz chillona, aún burlándose de él y el lobo se dio la vuelta indignado.– Nunca te vi ser tan rápido como ahora, y dices que no te gusta ese lobo.
Por supuesto que no me gusta.
Estás loco.
— ¿Por qué lo sigues negando? Yo ya te confesé que me gusta Jungkook, es fácil hacerlo ahora.— Rodó los ojos harto de su lobo intentando encubrir su enamoramiento por el otro canino.
B-bueno...
Murmuró, buscando una excusa.
¡Es alfa! No me puede gustar otro alfa.
— Ay, por favor, no me puedes salir con eso a mí, Kyum.— Rió sin poder creerlo.– A ti nunca te importaron los rangos, ¿dónde quedó el lobo que quiere controlarme y salir a conquistar a quién se le ponga enfrente?
Cambié de opinión.
Demonios, ¡deja de ser tan metido y déjame en paz!
Kyum cubrió avergonzado su cabeza con ambas patas, ignorando la diversión de su humano al verlo nervioso y medio muriéndose.
— Es obvio que te gusta, a mí no me engañas.— Sonrió, cruzándose de brazos, no obstante, prefirió dejar el tema ahí, aún más cuando un autobús paró a dejar más personas y nadie subió puesto era únicamente él sentado.– Agh, ¿sí crees que venga?— Miró la hora en su teléfono, volviéndolo a guardar en su bolsillo ansioso.
Supongo, sería muy triste si te deja plantado.
Como planta.
¿Entiendes? Plantado como planta.
Divertido, el lobo volvió a mover su cola y Yugyeom golpeó su frente por el intento de humor de su amigo.
— Hoy no es tu día, lobito.
Ninguno es el tuyo, humano.
Ambos gruñeron al mismo tiempo, ignorándose por un rato al no coincidir en lo que hablaban, como un día más en sus vidas y Kyum aburrido, observó en varias direcciones, encontrándose a distintos lobos en su propio mundo como el de ellos y de pronto sintió un aroma conocido para él, aún estaba lejos, pero lo podía sentir bien en el aire mezclado junto a los otros pasando, ocasionando que por insistir tanto en oler, Yugyeom se diera cuenta y lo notara poco a poco, inhalando profundamente.
Está cerca.
— ¿Es Jungkook?
Tierra mojada, madera humeda, naturaleza.
Aroma típico, muy típico.
Es él.
Confirmó el canino, sacándole una risilla a Yugyeom sentándose mejor en su lugar.
— Vamos, no todos tienen ese aroma Kyum.— Apretó los labios, acomodándose disimuladamente la camisa y el cabello con una mano, comprobando que todo estuviera bien con él antes de exhalar contento, ya que Jungkook sí cumplió su promesa y se aproximaba cada vez más.
Nah, por supuesto que no.
Sólo como otros dos chicos que acaban de pasar hace cinco minutos y cuando veníamos uno más, no es nadaaa común.
— Ni siquiera los olí.— Murmuró extrañado.– Y ahora me confundiste, ¿cómo distingues a cada persona si tienen el mismo aroma?
Es fácil, son aromas comunes, pero se distinguen por su manera de demostrarlo. Unos lo tienen más fuerte, otros son intensos sus características, no sé cómo explicártelo bien.
Es como si fueran diferentes bosques.
— Haré como que te entendí.— Asintió, asombrándose cuando volteó por un momento a la derecha en busca de Jungkook y sin querer lo encontró, éste se acercaba corriendo a la parada, como si alguien lo viniera persiguiendo, sin embargo, nadie venía detrás del Jeon, era únicamente él y tras, al parecer, notar que llegó a su destino deseado, levantó apurado la mirada, encontrándose con la suya.
— ¡Yugyeom!
— Ese soy yo.— Bromeó el pelinegro, colocando su mejilla sobre la palma de su mano y su lobo se levantó, feliz de ver al de Jungkook.
Aliviado de pronto, Jungkook parecía sin aliento y por fin dejó de correr, caminando despacio a la parada donde recargó su frente en una barra, recuperando la respiración mientras levantaba un dedo, pidiéndole un momento a Yugyeom divertido observándole.
— ¿Te encuentras bien?— Jungkook afirmó, cambiando de dedo a su pulgar y limpió su frente del sudor, yendo hacia Yugyeom para sentarse a un costado aún respirando irregular.
Se está muriendo y le preguntas si se encuentra bien, que tonto.
Kyum regañó a su humano, fijándose en Kookoo mantenerse tranquilo sin prestarle mucha atención a su alrededor y él movió la cola, esperando el momento en que volteara para fingir total desinterés también, su mejor manera de coquetear en modo lobuno.
"A ti no te pregunté".
Uy sí, uy sí.
Que agresivo.
— P-por un segundo creí q-que ya te habías ido.— Tosió el Jeon, como primera respuesta a Yugyeom y él frunció el ceño confundido, dándose cuenta por la hora en su teléfono que estaban por dar las 12:30.– Se me hizo tarde por culpa de mi hermana, me estaba cambiando, llegó a hablar conmigo y cuando vi ya eran las doce, sumando que vine corriendo desde mi casa hasta aquí.— Exhaló, terminando de relajarse y Yugyeom soltó una risilla.– Siento tardar.
— La verdad ni siquiera había visto que era más tarde de lo que acordamos.— Movió su teléfono, cerrando la mochila tras revisar que todas sus cosas estuvieran como debían.– Entonces no te preocupes.
— Sí lo hice, me preocupé. Estaba por mandarte un mensaje si no te veía aquí, podías haber creído que no vendría y bueno, nunca estuve tan feliz de verte como ahora.— Sonrió junto a Yugyeom, de pronto apretando los labios.– En realidad, jamás creí que estaría feliz de verte...
— El sentimiento es mutuo.— Ambos rieron, esperando por un autobús.– Desde un principio me imaginé que se te había hecho tarde, o eso quise creer, me entretuve hablando con mi lobo y sólo reaccioné cuando te vi corriendo como si alguien viniera detrás de ti a punto de matarte.— Señaló por donde vino, sacándole un bufido divertido a Jungkook.
— No corría tan rápido.— Lo codeó, pasando sus manos por su cabello y lo tiró hacia atrás, dejando una perfecta vista a Yugyeom de su cuello y las clavículas marcadas de Jungkook con una cadena colgando, lo demás cubierto por una camisa negra y una chaqueta, todo el resto del cuerpo de Jungkook repleto de negro también; su pantalón, sus botas. Lo único de diferente tono eran los aretes en sus orejas y el cabello en sí del Jeon.– Igualmente gracias por esperar, tengo amigos que son muy desesperados y diez minutos después ya se habrían ido.— Formó un puchero, dejando atrás toda esa aura de bad boy que le estaba demostrando y Yugyeom tragó, decidiendo volver su vista al frente.
— ¿Jimin hyung es así?
SIEMPREEE.
Ese humano es un desesperado, lo tolero porque tú lo quieres mucho y no sé qué.
Comentó luego de unos minutos Kookoo, viendo a donde estaba Kyum sentado en espera de algo, y llamó la atención del otro lobo, para que las miradas de ambos no tardaran en conectarse, sonriéndose con sus colas moviéndose de la felicidad y el primero en levantarse fue el mismo Kookoo, acercándose a la división entre él y Kyum, sorprendiendo notoriamente al alfa que decidió mandar al carajo su plan tonto e ir también cerca del mayor entre los dos.
— Todo el tiempo, una vez íbamos a ver juntos una película y la tuve que ver solo porque llegué diez minutos tarde, él se fue.— Rodó los ojos, y volvió a sonreír.– Hablando de películas, ¿qué quieres hacer hoy? Ayer hablamos de hacer algo pero no acordamos qué.
— Pues... Si soy honesto, todavía no como nada.— Tocó su estómago gruñendo, apenado.– Salí rápido de casa y no me dio hambre hasta que me senté aquí.
Son las casi una de la tarde, humano, ¿cuál vida me estás dando?
— No sólo tú.— De repente, el sonido de su estómago lo hizo detenerse igual y se sonrojó.– D-disculpa, me la pasé limpiando mi casa toda la mañana, por eso también me cambié tarde, estaría bien si primero...
Sí, y por eso estás tan flacucho, ya te lo ha dicho tía omega y omma omega.
— Vamos a comer.— Comentaron al mismo tiempo, riéndose por su coincidencia y ambos caninos gruñeron.
Me voy a morir de hambre y a ti no te importa.
Comen hasta cuando quieren.
Regañándolos, Kookoo y Kyum de quejaron, siendo ignorados olímpicamente por sus humanos observando a la calle.
— Vayamos al centro comercial a veinte minutos de aquí, después podemos decidir qué hacemos.— De acuerdo, asintieron, fijándose en que un autobús se aproximaba y marcaba el destino que ellos buscaban, por lo que sacando de sus propias mochilas sus tarjetas de paga, esperaron unos contados segundos y aunque el transporte se detuvo frente a ellos, esperaron que algunas personas bajaran, acercándose hasta que se fueron todas y pudieron subir libremente.
Los dos apenas entraron del todo al autobús, tomaron nuevamente, como una noche atrás, dos asientos libres. Con algo de gracia, Jungkook se volvió a sentar en la ventana y Yugyeom en el que estaba por el pequeño pasaje entre los otros asientos, pareciendo que desde ahora se sentarían así siempre que fueran juntos.
— ¿Te gusta sentarte en la ventana?— Cuestionó contento Yugyeom, y Jungkook rió.
— Me siento en cualquiera que esté libre, aunque de todas las veces que nos hemos sentado juntos me toca en la ventana, o simplemente ya se me hizo costumbre.— Rascó su nuca, encontrándose el asentimiento en respuesta de Yugyeom, ambos quedándose en un silencio cómodo tras no saber qué hablar del todo en ese instante.
No sé porqué.
Pero desde que nos encontramos he estado esperando un insulto o una cara de "te odio", estamos perdiendo la rutina.
"Me agrada más ésta". Contestó por la mente Yugyeom, gustoso del aroma natural en Jungkook sin hacerle caso al otro y Kyum se recostó mejor.
Yo no, estoy extrañando los cara de mono, por fin había alguien más que te insultaba en serio.
"Sabes que tus insultos nunca me importaron, ¿verdad?"
Así como los tuyos a mí, seh.
— Lobo tonto.— Murmuró, logrando que Jungkook le oyera a pesar del tono en su voz y de pronto sintió curiosidad, mirando a Yugyeom atentamente.
— Tú también sueles hablar mucho con tu lobo, ¿no?— Preguntó interesado, por lo que Yugyeom parpadeó, recordando algo divertido en su mente.
— En ocasiones hablo en voz alta con él, suelo ser molesto.— Bromeó, formando una mueca y Jungkook le pegó en el hombro, haciéndole reír.
— ¿Planeas avergonzarme todo el día?— Alzó una ceja, entonces Yugyeom negó, aún con gracia de la reacción de Jungkook.
— Planeo dejarlo en paz.— Levantó una mano en promesa.– Pero respondiendo a tu pregunta, sí, los siete días de la semana, aunque a veces no desearía.— Suspiró, sintiendo como Kyum le prestaba atención.
¿Disculpa? Sin mí no eres nada.
Indignado, levantó la cabeza, y Yugyeom cerró los ojos estresado.
— ¿Cómo se llama el tuyo? Claro, si ambos decidieron un nombre.— Hizo referencia a la manera en que Kookoo y él abordaron el tema del nombre hace años.
— Se llama Kim Kyum, ¿y el tuyo?— Sonrió, igual que el Jeon.
El mejor nombre del universo para el mejor alfa en ésta tierra.
Se alagó a él mismo, estirándose.
— El mío se llama Jeon Kookoo.— Pausó, encontrándose al mencionado sonreír engreído por su nombre tan original.– Antes solía decirle Koo, pero él lo sentía muy dulce.— Se cruzó de brazos fastidiado.
Iugh.
Sí es dulce.
Asqueado, Kookoo bostezó.
— Yo le digo a veces lobito, o lobo tonto.— Contó Yugyeom.
— Lobo idiota.— Le siguió Jungkook, cruzándose una idea por su cabeza.– ¿El tuyo de casualidad no te lleva la contraria siempre?— Abriendo los ojos, Yugyeom miró a Jungkook, afirmando.
— ¿El tuyo no se la pasa diciendo que todos los humanos somos estúpidos?— Asintiendo repetidas veces, Jungkook se sentó de manera que pudiera verse casi de frente con Yugyeom y el pelinegro hizo lo mismo.
Es que es verdad.
Ambos lobos respondieron, inconscientes de que dijeron lo mismo.
— ¿Se burla de ti cuando te pasa algo vergonzoso?— Yugyeom cubrió su boca, sin poder creerlo.
Es inevitable.
Cómo no hacerlo.
— ¿Quiere controlarte cada vez que puede?
¡Oye, eso cualquiera!
Nunca me dejas salir, quiero mi libertad de expresión.
¡La exijo!
— ¿Se cree la gran cosa, es casi como divo y tiene el ego hasta el cielo?
Eso dolió...
Auch, yo no soy así... ¿O sí?
Impactados, los lobos se vieron al otro, confirmando su terrible verdad.
— ¿Se indigna con todo?
Atte: El que también se indigna con todo.
Jadeando, Kyum abrió la boca.
¿Que yo soy dramático?
— ¿Juzga a tus amistades?
COMO SI TÚ NO LO HICIERAS.
HIPÓCRITAAAA.
— ¿Le gusta criticarte cuando se le da la oportunidad?
No, ahí sí no me puedo defender, sí soy.
Para qué lo niego.
— ¿Es medio centrado?
Gracias.
Yo lo corregiría por el centrado de este cuerpo y humano, pero lo tomo.
— ¡Sí, lo es!— Riéndose en total shock, Jungkook y Yugyeom por un momento creyeron que estaban soñando, puesto nadie en todos sus años de vida concordaba en la forma de ser de sus lobos con ellos.
— ¡Por fin hay alguien!— Bajando el tono de su voz, Jungkook se acercó un poco a Yugyeom, sólo para que le escuchara él.– Todo el tiempo creí que Kookoo era el especial o tal vez yo por juzgarlo. Es que el lobo de Jimin está lleno de azúcar y amor y la de mi hermana es amargada además de solitaria, cuando le preguntaba a todos me decían que los suyos nunca eran así, ¡y el tuyo sí es así!
— Sigo sin procesarlo, demonios, estaba harto de que me juzgaran por decir que mi lobo era bobo y totalmente diferente a mí.
Yo estoy agradecido de no parecerme a ti, que horrendo.
— Por ejemplo, algo que acaba de decirme ahora.— Rodó los ojos, volviéndose a reír animado con Jungkook.– ¿Desde que se despertó es así?
¿Nos están criticando?
Bueno, ni me quejo, todo el tiempo lo hago, es cierto.
Admitió finalmente Kookoo, sentado con la cola entre las patas.
— Sí, lo es, cuando era pequeño creí que tendría un lobo cariñoso, que aceptaría mis apodos tiernos hacia él, podernos conectar apenas se nos diera la oportunidad y coincidir en todo, pero me lo mandaron a él.— Suspiró, notando como Kookoo se indignaba y sonrió divertido.– Aunque eso no quita que es bueno, por ocasiones, me controla, me ayuda a sentirme mejor, y es genial cuando quiere, muchas veces me detuvo antes de que me lanzara encima de ti para darte ese puñetazo, que por cierto, ¿cómo va tu mejilla?— Ligeramente emocionado, los ojos de Jungkook brillaron y Yugyeom pudo verlos fijamente, avergonzado de pensar lo lindo que era Jungkook regalándole esas sonrisas junto a ese brillo particular en él.
— Anoche ayudó el hielo, gracias, y hoy temprano amanecí sin nada de hinchazón, sólo duele un poco cuando lo toco, golpeas fuerte.— Puchereando, Yugyeom movió su mejilla en pequeños círculos y el castaño acomodó su chaqueta, engreído.– No te pongas tan feliz, esto debió doler.— Confiado, tocó la barbilla de Jungkook y éste se quejó, puesto el pelinegro golpeó en esa zona el día anterior.
— Sí, estamos a mano.— Rió, dando pequeños toques por el dolor y Yugyeom se recostó en el respaldo, suspirando.
— Kyum a veces es serio y me ayuda a pensar las cosas.— Continuó el tema, manteniendo a Jungkook aún casi enfrente de él.– También me ayudó a controlarme, es algo divertido, me hace reír mucho y en sí, es un gran lobo, aunque no me gusta decirlo seguido o explicar cuanto cariño le tengo porque se vuelve una bola de pelos molesta, se ríe de mí o se la pasa recordándomelo el día entero.— Inquirió, cruzándose de brazos y Kyum se sentó de la misma manera que Kookoo.
Es divertido reírse de ti.
Eres tan dulce y repleto de azúcar cuando quieres, muy positivo.
No como yo, que parezco hielo y me encanta hacerte ver tus errores, ¿por qué somos tan distintos?
"La verdad no tengo ni la menor idea".
— Me pregunto qué harían si los dejamos salir juntos un día entero.— Comentó como si nada Jungkook, volteando a ver por donde se encontraban y que no dentro de mucho debían bajarse.
¿Quieren verlo? Estoy dispuesto a cumplirle la idea.
¿En serio quieres saberlo?
— Mejor hay que dejarlo como una idea, mi lobo está loco.— Yugyeom bufó y soltando risillas, acordaron en ello, ya que ambos lobos, si los dejaran, habrían hecho millones de cosas que no serían muy buenas en su vida diaria.
— No sólo el tuyo.— Arrugó la nariz Jungkook, notando como varias personas quitaban la vista de los dos cuando volteó hacia el resto del autobús y frunció el ceño.– ¿Te diste cuenta que nos están mirando?
— Sí, y tengo una teoría.— Murmuró, descubriendo a alguien más fingir que miraba a otro lado pero en realidad era a ellos.– Tal vez no sea muy común para todos ver a dos alfas golpeados y con una bandita en la cara riéndose o hablando normal.— Señaló sus rostros.
— No lo pensé de esa manera.— Sacando su teléfono, el Jeon vio su rostro y se encogió de hombros.– Deben acostumbrarse.
Claro, nadie volteará de nuevo a ver a dos humanos tontos con marcas rojas y algo moradas en el rostro porque no parecen delincuentes.
Para nadaaa.
— Agh, esto es tan raro.— De repente y cambiando el tema, Yugyeom sintió un escalofrío pasar por su cuerpo, otra vez esos nervios presentándose y se removió un poco, extrañando a Jungkook de como se comportaba el Kim.
— ¿Qué pasa?
— Es que desde ayer me siento raro.— Comenzó a explicar, de alguna manera confiado en hablar bien con Jungkook.– Anoche cuando hablábamos me sentía triste y nervioso, y no tengo idea de porqué, nunca me siento así.— Apretó los labios, sin entenderse.– Hoy al despertarme estaba ansioso, me sentía muy feliz, o sea, quiero decir, soy alegre y la mayoría del tiempo me siento de esa manera, pero no era mi tipo de felicidad, no sé explicártelo sin parecer loco.— Revolvió su propio cabello, por lo que Jungkook abrió la boca ligeramente.
"No..."
Sí...
"Entonces él, en serio siente lo mismo que yo".
Te lo dije, no mentía.
Kookoo sonrió divertido, lamiendo una de sus patas.
— Y-y...— Aclaró su voz, nervioso, logrando así que Yugyeom se sintiera igual.– ¿Hoy al medio día te sentías igual o te calmaste?
— En realidad estaba un poco fastidiado, me sentía molesto, aunque a veces suelo estar así, mi celo vendrá en unos cuantos días y me pongo de ese humor con muchas más facilidad.— Contó, sin pensar en nada más.– ¿Por qué?
— Es que me imaginaba que podría ser tu celo.— Sonrió, encubriendo la verdad de porqué Yugyeom se sentía así y pasó saliva.– Cuando se acercan mis celos cambio, muuucho, demasiado de humor.— Mintió, riéndose.– Seguramente se pasará apenas llegue tu celo.
— Eso espero.— Suspiró, tal pareciera que no recordaba para nada la marca de su mordida en el hombro de Jungkook y él lo agradeció. Lo menos que quería el Jeon era que Yugyeom lo supiera, pues un alfa no tendría esas consecuencias con la mordida de otro alfa, sólo sería una cualquiera y ya, recuperándose con el tiempo.
Todas las emociones que Yugyeom describió, fueron las mismas que Jungkook sintió entre la noche pasada y esa mañana. Aquel día en específico, sí se levantó del mejor humor, ya que pensó en arreglar las cosas con todos, con Jimin, con Yugyeom, con su hermana esperándolo furiosa, en los próximos días con sus compañeros, y en sí, todos sus problemas sociales. Organizando su casa de como la dejó el día anterior, se animó aún más al ver en su teléfono que un videojuego nuevo, —el cual llevaba esperando meses—, por fin llegó a tiendas físicas en Seúl y podría comprarlo aprovechando la salida con Yugyeom, olvidando por completo que el mismo alfa podía estar sintiendo lo mismo que él.
Más tarde, justamente al medio día, se pudo encontrar con Somin, ella enterada de todo gracias a Jimin y apenas abrió la puerta, los gritos, regaños, golpes y demás, llenaron la casa del castaño, éste logrando calmar a Somin después de contarle que por fin arregló sus problemas con Yugyeom y se volvieron amigos, no obstante, de alguna manera sí se frustró y molestó porque Somin no le daba el tiempo de hablar o explicarlo, siempre lo interrumpía, llegando al punto en que Jungkook tuvo que callarla a la fuerza y de nuevo se olvidó de ese punto con Yugyeom, Kookoo olvidándolo igual puesto no era un tema tan importante para él.
"Quiero probar algo".
¿De qué hablas?
"Dime algo triste, recuerdame algo triste".
¿Por qué? ¿Quieres hacerlo llorar? Que malvado.
Jungkook frunció el ceño luego de sentir la negación de Kookoo mientras se levantaba.
"Yo también me pondré triste, sólo hazlo".
Ugh, bien.
Eh... Cuando Dory recuerda a su familia.
"Eso no es triste".
NO SÉ QUÉ DECIRTEEEE.
"Piensa en algo malditamente triste, lobo tonto".
Enojado, Jungkook frunció el ceño y dio un saltito del asombro apenas se encontró al aroma de Yugyeom más intenso, como si estuviera enojado y se tranquilizó a los segundos, sacudiendo la cabeza, por lo que Jungkook volvió con Kookoo pensativo.
"Hazlo".
Tú me obligaste.
Aquella ocasión que se murió tu hámster y lo encontraste debajo de su cama, cuando saliste después de tu presentación a ver a tu familia, cuando appa alfa y omma omega celebraron más a Somin en su recibimiento que el tuyo.
¡Esa película donde el perro va en busca de su dueño todos los días pero el dueño ya está muerto!
Hachi, pues.
Y con todo aquello, Jungkook miró por la ventana, recordando cada una de las cosas que le dijo el canino y esperando, Kookoo sintió la pronta tristeza en Jungkook, éste haciendo temblar su labio inferior en un puchero al querer llorar y creyendo que Yugyeom no lo sentiría tan rápido, el lobo se mezcló en los ojos de su humano, percatándose de como el pelinegro a su lado se tocaba la garganta, cambiando su expresión a una totalmente triste.
"De verdad es sorprendente como una marca puede hacernos sentir esto".
Cosas de lobos, no lo entenderías.
Y ya me di cuenta que tienes los ojos llorosos.
Si lloras te pego.
"Te dije una cosa, no diez". Limpiando disimuladamente uno de ellos, tocó el botón de la parada, sin siquiera percatarse de que estaban por detenerse en su destino y Yugyeom reaccionó de la misma manera, paranoico de porqué cambiaba tanto en sus emociones y prefirió desconcentrarse, volver a hablar con Jungkook de otras cosas.
— E-en general, ¿qué te gustaría comer?
Aparte de ti, precioso.
Volviendo a estar interesado en la conversación, Kyum alzó ambas cejas expresivas.
"Estabas mejor callado".
Istibis mijir cillidi.
— Ahora mismo no estoy seguro, pero podemos ir a las zonas de comida y revisar, ¿tienes algo por hacer hoy?
— La verdad no, aparté el día para conocerte bien por primera vez, señor Jeon.— Jungkook soltó una risilla, agachándose levemente en su asiento como una reverencia clásica.
— Es un gusto acordar con usted ese punto, señor Kim.— Con gracia, ambos se volvieron a sonreír y Kyum bufó.
Comenzaré a estudiar más a los humanos.
Son tan raros, un día se odian, al otro se llevan bien, una semana después se vuelven a odiar y después de golpearse como animales deciden ir a pasar un día juntos sin dejar de reír.
Podría sacar un libro en físico, "la vida a través de un lobo sabio".
"¿Y si mejor dejas de fantasear y me dejas disfrutar mi día? Un día tranquilo".
Ah, lo siento.
Olvidé que estabas con el alfa que te friendzonea y te hace sonrojar por tocar una de tus mejillas.
"Lo dice el que medio se muere cuando pensó que se acercaba Kookoo y él se limpiaba".
ESO NO TIENE NADA QUE VER.
"Sí, claro".
No me caes bien.
Resignado, Kyum se recostó y miró a Kookoo a su lado, éste viéndole atentamente además de feliz mientras no paraba de mover la cola desde unos instantes antes, entonces el alfa se avergonzó, volviendo a sentarse en un santiamén, y aunque quiso ocultar su alegría, la cola lo delataba, intentando varias ocasiones ocultarla detrás de él.
Kookoo al observarle, sólo sonrió, volviendo hacia el frente mientras sus humanos salían del autobús y Kyum quedó embelesado por la belleza de ese lobo, esperanzado de que su humano pudiera tomar la mano del otro para poder estar aún más cerca de él, pero obviamente, nunca se lo diría.
[...]
Media hora más tarde, luego de bajarse en la parada y caminar hasta la entrada del centro comercial, el par empezando su día juntos, lo primero que hizo fue dirigirse a donde podrían llenar sus estómagos gruñendo del hambre, buscando primero en la zona de la derecha si había buena comida y al no convencerse, terminaron por irse del otro lado, a la izquierda, en la cual se separaron sólo para encargar lo que sea que se comerían esa tarde y esperar por ello un rato, puesto no estaban de acuerdo en conseguir exactamente lo mismo.
— ¡Jungkook! ¿Ya terminaste de...?— Acercándose con su charola de comida en manos, Yugyeom fue hasta la mesa que apartó junto al mencionado en medio de otras, sonriendo sin fijarse del todo en lo que estaba enfrente del castaño, y en un total shock, no pudo dar fin a su pregunta, enfrentándose a la mesa casi llena de tres charolas repletas de comida y Jungkook le sonreía como si nada, esperándolo para comer juntos después de unos minutos de estar lejos.– A l-lo que veo, sí.— Murmuró con los ojos abiertos.
¿Los humanos son capaces de comer tanto?
"Incluso yo me lo estoy preguntando".
— ¿Crees que me pasé?— Con inocencia, Jungkook parpadeó y comió una papa, dejando aún más sorprendido a Yugyeom en lo que tomaba asiento frente a él y el montón de comida.
— Eh, en lo personal, muchas veces digo que sería capaz de comerme una vaca, pero es literal, de milagro creo que me terminaré esto.— Mostró su bandeja con comidas de dos lugares distintos.– T-tú, no sabía que podías comer tanto, sin ofender.
Y estar tan delgado, sí.
Humano, tú comes como pato y se te están desapareciendo los cuadritos, ¿acaso él saca todo apenas lo traga?
— Desde hace años hago demasiado ejercicio, es casi diario, sólo cuando tengo cosas que hacer por la mañana no voy.— Contó el castaño, tomando un puñado de papas y se lo llevó a la boca, luciendo adorable por como se esponjaron sus mejillas cuando las llenó de comida y empezó a masticar.– Mi egstomago she hizho más gangde y puego gomer mushas cantifafes.— Se encogió de hombros, sin dejar de hablar y masticar, acelerando el corazón de Yugyeom al querer mimarlo de repente, era muy tierno en su mente.
— Vaya, ahora entiendo porqué las chicas y chicos de los mukbang comen tanto y lucen tan delgados.— Susurró el Kim, abriendo sus palillos mientras Jungkook pasaba la comida, dándole un pequeño mordisco a la pizza a un costado de la hamburguesa en otra charola.
— ¿¡También los ves!?
— ¡Claro! Bambam me llama raro porque me gusta ver a gente comer, pero en algunos casos ellos comen, uh.— Paró unos segundos el pelinegro, maravillado de como ese "alfa" se alimentaba tan bien y no paraba de ser hermoso en su mente.– Lindo.— Finalizó en doble sentido, agradecido que Jungkook no le tomara atención a su susurro indirecto y prefirió enfocarse en sus platillos.
Deja de ser tan obvio, si no se da cuenta él, se da cuenta su lobo.
— Yo igual, Jiminie al menos no me juzga en ese aspecto, él los ve conmigo cuando nos quedamos a dormir juntos y nos da hambre después.— Apretó los labios acordándose y Yugyeom lo miró.
— ¿Desde cuándo son amigos Jimin hyung y tú?— Jungkook no tardó en sonreír por la pregunta, ambos conociéndose inconscientemente entre tantos temas que salían de repente.
— Oh, somos amigos desde que entré en el restaurante, Jiminie siempre ha sido muy amable, hace amigos fácilmente y apenas entré yo no tardó en lograr que le tomara cariño, es un gran hyung.— Soltó una risita.– ¿Desde cuándo son amigos Bambam y tú?
— Nosotros igual, desde que entramos al restaurante, como te mencioné anoche, aunque por alguna razón, se siente como si fuera más.— Ambos se quedaron callados, dándole una gran mordida a las hamburguesas que se compraron por su cuenta.
— Así me siento con Jimin, nos conocemos tanto, y de todas las maneras, una vez durante su...— Deteniéndose gracias a Kookoo haciéndolo reaccionar de lo que diría sobre el celo de Jimin, bebió de su refresco.– Trabajo, eh, una vez lo ayudé a organizar las servilletas por orden de mesa, sabía que jamás terminaría sin mi ayuda y si no fuera por eso, Chanmi noona lo hubiera regañado todo el día.
— Yo tuve que ayudarle una vez a Bambam en la zona de carnes el día entero, aparte de estar dirigiendo y sirviendo otros platillos, fue agotador.— Sufrió un nuevo escalofrío de la imagen mental.– Acabamos a tiempo, pero desde ese día le comenté a Jaebeom hyung si podía conseguir a alguien que lo ayudara, no me gustaba verlo presionado y ahí fue cuando entró Nam hyung.
El canela pasión.
— Ustedes dos, Nam hyung y tú... ¿Son muy amigos?— Cuestionó interesado, masticando lo último de una rebanada de pizza y Yugyeom dudó un tanto mientras afirmaba.
— Somos amigos, él siempre me trató muy bien allá, me dio demasiados consejos e incluso aquí en el nuevo restaurante, tenemos una buena comunicación y nos llevamos realmente bien, pero son raras las ocasiones que nos hemos juntado para pasar el día, era más a menudo ir a cenar y beber en las noches con los demás.— Relató, llevándose dos pedazos de sushi a la boca.– ¿Pog gue?
— P-por nada, uhm, simple curiosidad.– Jungkook sonrió, mostrando sus dientes, y aunque Yugyeom entrecerró los ojos sin creerle, no tocó el tema, manteniéndolo por la paz.– ¿Has pensado en qué podemos decirle a los demás?
— Tengo varias ideas, hablando de eso.— Limpió sus manos, recargándose en su barbilla.– La primera es llegar, decir lo siento y ya, la segunda es hacer una reverencia de disculpa, eso es todo.— Comentó intentando aguantarse la risa por la expresión en el rostro de Jungkook y como le aventó un pedazo de salchicha.
Yo lo haría así.
— Muy gracioso.— Mordiendo su labio, exhaló.– ¿Deberíamos explicarles todo y pedirles disculpas?
— Es lo adecuado, después de todo se quedaron con el pendiente de lo que nos pasaría y en un rato les explicarán que no iremos por tres días.— Habló tranquilamente.– Estaba pensando que podríamos comprarlos.— Jungkook alzó una ceja.
— ¿Comprarlos?
— Bueno, siendo honestos, fuimos bastante imbéciles peleándonos frente a ellos y Kyum me lo hizo ver algunas veces, pero yo no le hice caso. Se cansaron, se molestaron y también, los chicos nos separaron en la piscina, literalmente les obligamos a mojarse sólo por detenernos y acabar de una manera en la cual no me gusta pensar.— Jungkook asintió, totalmente de acuerdo sin dejar de comer.– Les debemos algo más que una explicación y una disculpa.
— Dime que no estás insinuando lo que creo que estás insinuando.— Jungkook se quejó en respuesta, dejando en paz su comida por unos segundos.– Por favor, dímelo, Yugyeom, dilo...
— Lo siento, sí lo estoy insinuando.— Cerrando los ojos, dejó caer la cabeza.– Debemos invitarles a cenar y beber.
— ¡NOOO!— Dramáticamente, Jungkook golpeó su frente contra la mesa, extendiendo la mano como si estuviera sufriendo y Yugyeom asintió.– Adiós a los domingos de alitas por un mes, Kookoo.
NOOOOOOOOO.
¿POR QUÉ ME HACES ESTO?
— Para nosotros los fines de semana de bistec, Kyum.
Lloriqueando, Kyum se dejó caer.
Odio esta vida.
— Mi cartera duele.— Riéndose por las ocurrencias de los dos, se volvieron a ver.– No nos queda de otra, es lo correcto.
— Sí, lo sé, y estoy seguro que nos perdonarán apenas les digamos eso, son nuestros amigos, pero van a estar tan felices por comida y alcohol gratis.— Sonriente, Jungkook recargó sus brazos en la mesa.– Buena idea, aunque me dolerá cuando paguemos.
Tacaño tenías que ser.
— Al menos podemos agradecer que nos pagan a la semana, no cada dos.— Levantando su vaso, Yugyeom bebió.– Y todavía me alcanza para comprarme Resident Evil...— Susurró para sí mismo, sin embargo, Jungkook lo escuchó, sentándose derecho de repente.
— ¿Te... Te gustan los videojuegos?— Murmuró algo sorprendido, por lo que Yugyeom parpadeó, afirmando.
— Sí, e-eh.— Rascó su nuca avergonzado.– Sé que puede parecer un poco tonto porque dicen que son para adolescentes pero son entretenidos y-y sí, uhm.— Jungkook negó de lado a lado rápidamente, deteniéndolo ya que Yugyeom debía creer que se podía burlar de él.
— ¡No te estoy juzgando!— Movió las manos, emocionado.– A mí también me gustan los videojuegos, la verdad estaba pensando pedirte si me acompañabas a comprar el nuevo de, Resident Evil.— Mirándose directamente, el corazón de Yugyeom se aceleró.
— Village?— El asentimiento de Jungkook lo sonrojó.
"Creo que me enamoré más".
¿Es en serio?
— Hoy en la mañana anunciaron que llegó a las tiendas físicas aquí en Seúl, revisé en la del centro comercial, ¡y lo venderán sin reserva hoy a las tres!— Yugyeom se cubrió la boca, sin poder creerlo.
— ¿¡En serio!? Creí que los venderían hasta el sábado, iba a venir con un amigo y, oh, le avisaré que lo compraré de una vez.— Sin querer, a través de sus aromas se pudo demostrar lo felices que estaban, compartiendo ese gusto a lo videojuegos y de alguna manera, coincidiendo en demasiadas cosas.
— ¿Tienes el PS4 o el PS5?— Tras mandar el mensaje, Yugyeom vio otra vez a Jungkook mantenerse atento.
— El PS5, lo compré junto a mi amigo cuando salió, pero vendimos antes el PS4.— Pausó con gracia.– Yo no suelo jugar mucho en casa porque no tengo tiempo, así que hablamos y él lo tiene en su departamento, casi siempre voy a jugar con él o en las vacaciones me lo llevo al mío.— Ensanchó su sonrisa.– ¿Y tú?
— De hecho me lo compré, el PS5, hace como un mes, igual vendí el PS4 y ahorré un poco, es que ahora tengo algunos... Gastos.— Inquirió haciendo referencia a los pagos del tratamiento y aclaró su voz.– Es tan lindo, aunque tiene una forma extraña.— Susurró pensativo.
— Concuerdo, me recordaba a algo pero no sé bien qué.— El par volvió a callarse por unos segundos, comiendo de lo que compraron antes de que se enfriara y Kookoo bostezó.
Por fin tienes a alguien que te comprenda con los juegos.
Principalmente con los asquerosos.
"De terror".
Esos, que asco me dan.
— ¿Cuál es tu favorito hasta la fecha?— Preguntó el Jeon, colocando bandeja debajo de otra cuando terminó todo en ella y Yugyeom mordió su labio.
— Podría decirte, Uncharted, aunque al inicio jugaba mucho FIFA, Tae siempre me ganaba en ese.— Bufó con un puchero.
— ¿Jugabas con Taehyung al FIFA?— Abrió los ojos.
— Sí, Tae también es buen amigo mío y jugamos en mi casa muchas veces con Mingyu y rara vez, Nam. A él lo solía ayudar cuando era mesero en el restaurante y apenas volví ya graduado, seguimos hablando lo tanto que podíamos, ahí fue que descubrí que le gustan los videojuegos, pero no todos, es más de PUBG y como dije, FIFA, es excelente en ese juego.— Mordió su hamburguesa con molestia y Jungkook soltó una risilla.
— Juguemos FIFA algún día, por fin te podré vencer en algo.— Bromeó, por lo que Yugyeom le aventó una papa mientras masticaba.
— Sueñas.
Lo peor de esta situación es que me doy cuenta que son parecidos en muchas cosas.
Literalmente te gusta lo mismo que a él, me pregunto porqué...
— Y cierto, yo también jugué Uncharted, sólo los últimos dos, pero se los presté a un primo sin terminarlos y desde entonces no me los regresa.— Rodó los ojos, considerando que era un buen juego por su mínima experiencia en ellos.– ¿Te gusta Fornite? Aquí se define nuestra futura amistad.— Seriamente, Jungkook frunció el ceño y Yugyeom lo miró asqueado.
— Lo jugué por moda, me gustó un tiempo y debo admitir que llegué a la sexta temporada, pero después no le encontré el sentido, es sólo intentar ganar, ganar y ganar. Me gustan más los que tienen historias o son consiguientes a otras, tengo en lista los que sí me gustaron siendo de la temática de equipos y victorias.— Contó, notando como los ojos de Jungkook brillaban.
— Alma gemela.— Murmuró, entrelazando sus propias manos y rieron con ganas, Yugyeom fingiendo que no tenía algo más en mente.
— Después de todo este tiempo, jamás me imaginé que tuviéramos tanto en común, Jeon Jungkook.— Se cruzó de brazos, sonriendo ladino.
— Sumando nuestro año, Kim Yugyeom.— Incluyó y Yugyeom confirmó, acordándose.– ¿Sabías que Dokyeom y Jaehyun también son del 97? Sin contar a Bam, de él ya sé desde un inicio.
— Igual Minghao, el de los vinos, somos demasiados.— Negó, sintiendo a Kyum ladear la cabeza.
Las hormonas estaban tremendas en ese año.
Y eso, nuestros mayores andaban con todo años atrás, hasta diez o quince cachorros tenían.
No sé qué nos pasó, ahora de milagro y podemos tener dos.
"Ni loco tendría más de dos".
Tú no sabes lo lindo que sería tener un equipo de fútbol en casa.
"Claro, lleno de gritos, lloriqueos, peleas entre hermanos y desastres".
Aguafiestas.
Molesto, Kyum se dio la vuelta.
— Nuestros appas se pusieron de acuerdo.— Rió el Jeon.– ¿De qué mes eres?
— Noviembre, 17 de noviembre.— Especificó, señalándole luego de toser hacia un lado.– ¿Tú de cuál?
— Septiembre, 1 de septiembre.— Sonrió perverso.– Soy mayor que tú, dime hyung.
— Ni loco, prefiero tragarme la papa que se cayó al suelo.— Horrorizado se apartó, entonces Jungkook la recogió, dándosela.– No seas asqueroso, ¡era una broma!— Divertido, Jungkook se levantó de su asiento, colocándosela en la cara y Yugyeom lo apartó de un manotazo, ambos llenando de sus carcajadas la zona casi vacía de personas.– ¡No la comeré!
— ¡Buuu!— Quejándose, Jungkook bajó el pulgar, sacándole la lengua mientras Yugyeom le devolvía la acción.
Tienen 24 años.
Mayores de edad, les dicen.
— Ya, ya basta, termina tu hamburguesa y vamos, no quiero perderme mi Resident Evil esperando por mí.— Suspiró dramático, como si viera a la lejanía la tienda de videojuegos y Jungkook asintió, alzando las manos sonriente.
— Llegaremos a tiempo, pero habrá fila.— Formando una mueca, se dedicó a comer lo restante en su última charola y Yugyeom alzó la curva en sus labios, observando a Jungkook, aún sin creer que detrás de todas esas peleas, esas miradas molestas e insultos, se encontraba alguien tan agradable.
En secreto, Yugyeom desde que maduró y notó más su alrededor gracias a Kyum, comenzó a, de alguna manera, analizar a las personas. Era un tipo de costumbre o sólo característica de él, solía darse cuenta con facilidad de cuando alguien estaba mintiendo, cuando estaba triste o enojado pero querían ocultarlo, entre más expresiones buscando esconderlas debajo de una risa o sonrisa, no obstante, a pesar de que nunca le decía nada a esa persona, él sabía la verdad.
Sin embargo, tratándose de Jungkook, apenas se conocieron e intercambiaron palabras —peleando principalmente —, no logró de ninguna manera descifrar si el castaño en serio estaba enojado o encubría esa tristeza de lo que sucedió, únicamente pudiendo confirmarlo al hablar la noche pasada sobre su vida, era como si Jungkook fuera excelente en ocultar sus sentimientos detrás de una capa de furia o seriedad, pero cuando estaba relajado y empezaba a considerarte su amigo, se soltaba; hablaba más, reía mucho, bromeaba o entraba en confianza de darte algunos golpes amistosos, reírse de ti, mostrarte la buena persona que era.
Y en definitiva, le encantaba ese Jungkook.
— Oye, Kim.— Sacándolo de su trance, Jungkook tomó hasta el fondo de su bebida, limpiándose la boca con la mano y le sonrió tiernamente, impactando a Yugyeom por eso.– Sonará muy cursi y repentino.— Murmuró, uniendo la propia charola de Yugyeom con las suyas, sintiendo a su lobo dar vueltas contento.– Pero la verdad, me agradas.— Soltó una risita, evitando verle a la cara y Yugyeom se sonrojó, esperanzado.
— Tú también me agradas, Jeon.— Sirviendo de la gaseosa en su vaso al de Jungkook, lo alzó, dándole a entender que él debía hacer lo mismo y no tardó en seguirlo, chocando sus vasos para beber otra vez sin dejar de verse.
Entre Jungkook y Yugyeom no hacían falta más palabras, eran sus solas miradas quienes hablaban y acordaban en que desde ese momento se volverían grandes amigos, tal vez todavía tenían cosas que resolver en el restaurante, pero les quedaba un día entero por delante y aunque debían aclarar su forma de disculparse, de hablar con los demás, planeaban disfrutarlo a su manera.
Ya era hora.
Ustedes por fin me agradan a mí también.
Kookoo y Kyum movieron las colas al mismo tiempo, viéndose a los ojos con ligera emoción, no obstante, se aseguraron de una sola cosa sin necesidad de intentar comunicarse.
Harían que sus humanos se dieran cuenta de alguna u otra forma.
Viernes.
— ¿Entonces no fue un sueño?
No.
— ¿Estás seguro?
Ya te dije que no.
— ¿De verdad anoche me quedé hablando hasta tarde con Yugyeom?
Que no, dem...
Espera, espera, esta es afirmación.
¡Que sí!
— Tuvimos el mismo sueño, definitivamente, no es real.— Perplejo, Jungkook siguió viendo un punto fijo de su habitación, rascando su pecho desnudo.– Lo digo seriamente Kookoo, es re...
AAAAAH, PARA.
Estresado, Kookoo se dejó caer, harto de como su humano no comprendía la realidad de lo que pasó en los días pasados.
Sí sucedió, tú y ese humano se la pasaron riéndose a carcajadas a través de una llamada mientras jugaban el jueguito ese del espacio donde matan personas.
¿Feliz?
— No del todo...
Quiero golpearte, ¿me dejas?
Moviendo la cola, el canino ladeó la cabeza de forma adorable y Jungkook puchereó.
— Lo siento Kookoo, es que desde ese día, cada vez que me despierto, todo esto parece irreal.— Murmuró, tallando uno de sus ojos con sueño tras despertarse unos minutos atrás y sentarse en la cama, admirando en el reloj que era ya medio día.– Me siento orgulloso de mí mismo por aclarar mis problemas con Yugyeom, pero se siente extraño, siempre me aseguro contigo si de verdad lo hice.— Su lobo no tardó en levantarse de nuevo, sacudiéndose.
Y estos son mis buenos días.
Riéndose, Jungkook se levantó de la cama, entendiendo por igual como debía sentirse Kookoo de oírlo quejarse tan seguido sobre ese tema en la pasa entre semana.
No es que hubiera sido mala para él, confusa o molesta, no se trataba de nada sobre eso, la realidad es que luego de pasar el día entero con Yugyeom, hablar de tantas tonterías, conocerse más al salir un tema tras otro, reírse de las tonterías que hacían los dos y escuchar las quejas constantes de sus lobos, Jungkook sintió que fue uno de los mejores días libres en su vida. Él no tenía ni la menor idea de como Yugyeom podía hacerte entrar tan rápido en confianza, era como si el pelinegro tuviera una aura de positivismo y alegría por todos lados, enseñándote cada cosa que se le ponía enfrente o teniendo todo tipo de conversaciones interesantes en la lista, en verdad le agradaba demasiado Yugyeom y ningún día paraba de arrepentirse por sus meses pasados siendo un fiasco con él.
Cuando se despidieron dando la noche y tomaron su propio rumbo a sus casas, celebrando de paso que consiguieron cada uno su videojuego, no pararon de hablar por mensaje su emoción, mandándose fotos de como ya los habían comenzado y evitaban decirse algo hasta cuando creían estar nivelados en el avance o estaban trabados en cierta parte de la historia.
Y así fueron los dos días restantes, aún hablando a través de mensajes, por las noches llamándose con la idea de jugar algo y mientras platicaban seguían conociéndose como nunca antes creyeron hacerlo, algunas ocasiones bromeando con que se golpearon muy fuerte en la cabeza para llegar a ese punto en su amistad y sus lobos aún sin comprender cómo era posible verlos ser tan amigos, no es como que se negaran del todo a oírles estar contentos con el otro, únicamente los criticaban en silencio al ser tan raros y seguían en su propio mundo, puesto ninguno podía verse gracias a la lejanía.
Apenas llegó el viernes, despertándose notoriamente tarde por mantenerse en llamada hasta las casi cuatro de la mañana, Jungkook se volvió a levantar de la manera que a Kookoo le desesperada; confundido, sorprendido y feliz al mismo tiempo, el canino teniendo que explicarle que sí sucedía todo ese tema con Yugyeom siendo su amigo real sin ninguna pelea o enojo de por medio.
— Yo sé que me amas aunque te haga enojar.
Lo hago porque eres mi humano, pero éste mes no, por tu culpa me quedo sin alitas.
— ¿Sigues con eso?— Mirándose en el espejo, estiró las pequeñas ojeras bajo sus ojos, pensando que debía arreglarlas con maquillaje luego de lavarse la cara.– Sólo serán dos semanas, ese día exageramos Yugyeom y yo.
¡Dos semanas son dos semanas! Mis queridas.
Destrozado, Kookoo se hizo bolita, por lo que Jungkook rodó los ojos, riéndose divertido de como su canino era tan dramático.
— Yah, podría intentar pedírselas a Somie, pero no te aseguro nada, ¿contento?— De inmediato, el lobo se levantó, moviendo la cola felizmente.
Sí, ya te quiero otra vez.
— Eres tan chantajista.— Rió feliz, revisando la mordida sanando muy lentamente en su hombro, aún roja y algo hinchada, entonces jadeó cuando la tocó levemente.– No es bueno si le pongo alcohol, ¿verdad?
Te quedará marca permanente, pero sanará mucho más rápido, tú decides.
— No quiero que quede marca, tomo la segunda opción.— Suspiró, pensando en todas las emociones que había estado atravesando gracias a Yugyeom y como el pelinegro seguía sintiendo las suyas también.– Al menos no es enorme, he visto como algunos alfas hacen marcas enormes o demasiado fijas.
No te lo había querido mencionar, pero él te mordió sólo para librarse, si llegara a hacer otra marca se verá más grande, tratándose como en una situación de un celo o algo así...
— ¿Qué me estás queriendo decir?— Alzó una ceja, poniéndose unos toques de base bajo los ojos y tomó una pequeña paletita con una esponja, colocándose sombra por encima de los párpados para sentir al canino removerse nervioso.
¿Yo? Nada.
— Kookoo, ya hablamos de esto la semana pasada, deja de insistir tanto con algo que no es cierto.— Bufó, evitando tocar el tema después de arreglarse el ligero maquillaje en su rostro.– Hoy sólo quiero estar concentrado en lo que le diré a los chicos y básicamente, iniciar un nuevo capítulo en el restaurante.— Exhaló, abriendo el grifo para empezar a lavarse los dientes mientras su amigo ladeaba la cabeza.
¿Un nuevo capítulo?
"Sí." Pausó, observándose mientras movía el cepillo en todas direcciones dentro de su boca. "Desde que llegó Yugyeom inicié con el pie derecho, con todos; los nuevos, el cambio en los gerentes, los meseros, la cocina en sí. Quiero demostrar que después de esta semana cambié mi forma de ser y volver a ser el Jungkook que evitaba los problemas, no los hacía".
Awww, eres adorable.
"Sólo digo la verdad, lobo tonto".
Me hace feliz que empieces a pensar de esa manera, estaba harto de verte pelear cada día con ese humano y sentir tus enojos.
Últimamente has estado muy contento, incluso me contestas cuando te insulto.
"Lo haré más seguido, no te preocupes".
Me haces sentir un lobo orgulloso, humano, pero sigo diciendo que su manera de disculparse no me termina de convencer, sólo se avergonzarán.
— Valdrá la pena si nos perdonan, Kookoo, después de todo lo merecemos.— Se encogió de hombros, limpiándose la boca con una servilleta y peinó su cabello, dejándose un pequeño fleco sobre la frente.– Pero de verdad me sigo preguntando, incluso se me olvidó hablarlo con Yugyeom, ¿quién metió su teléfono a mi mochila?
Cierto, se me había olvidado eso.
Y también como la beta mayor evitó el tema cuando lo hablaron, ¿sabrá algo?
— No tengo ni la menor idea.— Mordió su labio, intentando pensar en quién pudo ser.– Cuando abrí la mochila ese día, noté un aroma, pero entre tantos me confundí y creí que alguien más pudo haberlo utilizado antes, por eso no le tomé importancia.
Sí, y te recuerdo que ese hotel es recién inaugurado, nadie pudo haberlo ocupado.
Que raro...
— En fin, me inculparan a mí o no, ayudó de alguna manera a que los dos explotáramos, Yugyeom fue el primero, le seguí yo y logramos soltar todo lo que nos guardamos estos meses.— Sonrió tras gustarse en el espejo y fue directo a su armario, sacando el pantalón negro habitual junto a su camisa.– Planeo mostrar el nuevo Jungkook, lobito.
A veces me agradabas enojado.
¿No te gustaría hacerlo de vez en cuando?
— ¿Por qué eres tan mala influencia?— Gruñó, cambiándose la pijama por la ropa que tiró en la cama.
No soy mala influencia, sólo intento que mi humano no sea tan alegre y lleno de corazones por todos lados.
Que asco.
— Quién te entiende.— Harto de las propias contradicciones en su lobo, terminó de vestirse, admirando en el espejo su atuendo del día y Kookoo se sentó con la cola entre las patas, admirándolo igual.
Tu forma de ser no concuerdo con tu look ahora.
— ¿Y eso qué? No me gustan los colores pastel.— Murmuró, imaginándose con un tipo de vestimenta colorida y linda, por lo que formó una mueca en disgusto, negando.– Sí, en definitiva, no me quedaría.
Mejor no diré nada, y te ignoraré, tengo sueño por tu culpa.
— Yo no te dije que te quedaras despierto conmigo hasta esa hora, lobo tonto.— Rió, colocándose la chaqueta para encubrir la marca en su hombro y levantar ambos pulgares.– Estoy listo.
Sí, pero tus gritos de maniático cuando te asesinaban o te descubrían no me dejaban dormir.
Me maltratas tan feo.
Lloriqueando, el canino se cubrió con una pata, negando.
— Me rindo, quiero cambiar de lobo.— Golpeó su frente, desconectando el teléfono enchufado todavía al cargador y lo metió en su bolsillo, junto a sus otras cosas en la mochila ya que ese día de nuevo no tendría su motocicleta.
Por órdenes de Chanmi y Jaebeom, ninguno de los dos, Yugyeom y él, podía acercarse al restaurante por ningún motivo, ni siquiera ir a traer sus vehículos. Por lo que desde el lunes, Jungkook debía estar cargando todas las cosas en su mochila y transportarse por autobuses o taxis, siendo una pequeña molestia puesto había perdido la costumbre de saber cuáles eran concretamente y esperaba más tiempo hasta que pasaba el adecuado.
Y yo quiero cambiar de humano, pero no todo se puede en esta vida.
— 24 años tarde lo dices, suerte para la próxima.— Guiñó un ojo, sacándole un ladrido molesto a su amigo y se rió con ganas.– Bien, hagamoslo, nos espera un largo día y lo único que deseo es que en la noche no tomen tanto y se dediquen al karaoke.
Uy no, ya quisieras.
Todos esos alfas, omegas y betas toman alcohol como si fuera agua.
Igualitos que tú.
— Cállate.
Me callas porque sabes que es verdad.
— No es verdad.
Sí lo es.
— Que no lo es.
Que sí.
— ¡Ugh! ¿¡Por qué no tienes un botón de silencio!?
Suerte para la próxima.
— ¡Eres imposible!
Y peleando en voz alta con Kookoo mientras salía de su hogar, Jungkook cerró la puerta, dispuesto a iniciar su primer día de trabajo hablándose al fin bien con Yugyeom y esperándolo, también con sus amigos en unas cuantas horas más.
Cruzado de brazos, Jimin entrecerró los ojos, juzgando a Jungkook en silencio mientras el castaño lo veía como perrito regañado, jugando con sus propias manos sin entender porqué tanto silencio.
— ¿Dirás al...?
— Shhh.— Jimin alzó un dedo, callándole.
— Pero...
— Shhh.
— Es que...
Shhh.
— Shhh.
"Tú para".
Shhh.
— Llevas callándome desde que te recogí, Jiminie.— Con un puchero, Jungkook habló rápido e ignoró a Kookoo riéndose de él, volteándose al rubio, pero éste aún seguía viéndole de la misma manera sin decir nada, golpeando levemente su pie contra el autobús recorriendo las calles de Seúl.
— Quiero ver qué tan arrepentido estás.— Murmuró, apretando los labios sin dejar de analizarlo y cerró más sus ojos, observando a Jungkook suspirar.
— Lo estoy como no tienes idea Jiminie, pero si sigues haciendo eso no verás nada.— Señaló con un dedo los ojos del mayor, abriéndolos con una sonrisita, por lo que Jimin se tragó su risa ya que en realidad ya todo estaba oscuro, asintiendo.
— Bien, habla.
Era obvio que en algún momento Jungkook debía hablar con Jimin, y siendo tonto, los pasados cuatro días no lo había hecho por la absurda y simple razón de que; se le olvidó.
Estuvo tan entretenido jugando su videojuego, hablando sólo con Somin y Yugyeom, que una noche anterior, recopilando como daría su disculpa a todos, se dio cuenta que con Jimin no había hablado nada, ni un "hola" o un sólo "lo siento", se había olvidado por completo de su mejor amigo, y si no hacía algo, estaba muerto.
Entonces tras alejarse de su casa, fue directo a la de Jimin, haciendo una pequeña parada al lugar favorito de Jimin donde vendían unos cupcakes rellenos de muchos tipos de cosas y le compró algunos, entregándoselos apenas se paró enfrente de él y aunque recibió una mirada tierna pero enojada del mayor, los aceptó con gusto, pidiéndole si lo esperaba en lo que terminaba de cambiarse. Alrededor de 30 minutos después, con Jungkook medio dormido en el asiento, Jimin salió de su habitación, con una ropa completamente diferente, su cara algo maquillada e incluso parecía que se había dado una larga ducha, diciéndole que por fin podían irse.
Cuando llegaron a la parada de autobús, los dos seguían en silencio, Jungkook intentando por primera vez pedirle disculpas, sin embargo, Jimin lo cayó, continuando de esa manera hasta que llegó el autobús y los recogió con rumbo al restaurante, Jungkook sin entender porqué hacía eso el Park, pero en esos mismos instantes fue cuando por fin lo comprendió y tomando aire, asintió.
— Primero que nada, quiero disculparme de mil maneras contigo, de verdad.— Murmuró, dándole una de sus mejores caras de arrepentimiento y Jimin sólo lo miró.– No tienes idea de cuánto siento nunca haberte hecho caso con tus consejos, ni tomar en cuenta tus advertencias, lo hacías para que mejoraran las cosas conmigo y los demás, pero no lo comprendí hasta ahora.— Susurró, queriendo que sólo él y sus lobos le escucharan, ambos caninos manteniéndose en silencio tras ser un momento "serio" entre sus humanos.
— ¿Y?— Cuestionó, con referencia a que siguiera.
— Y también prometerte cosas que no cumplía, sólo cruzaba los dedos porque nunca ibas a ser capaz de verme en la cocina.— Pasó saliva, nervioso.
— ¿Y?— Alzando el rostro, se recargó en la ventana.
— Y hacerte ir a separarme de Yugyeom cuando nos estábamos peleando.— Recordó, afirmando.
— ¿Y?
— Y advertirme todas esas veces que mi aroma se pudo haber notado entre el de bosque.
— ¿Y?
— Y ya no sé porqué más disculparme.— Susurró, parpadeando intranquilo mientras Jimin sonreía levemente.– ¿Me perdonas? Ésta vez te prometo que todo está bien, hablo en serio.— Levantó ambas manos en promesa.
— No, no te perdono.— Fingiendo, Jimin miró a otro lado y Jungkook rió, ya que no era bueno en mentir.– Bueno, sólo si me compras más cupcakes mañana.
— Trato hecho.— Riéndose, Jimin atrajo a Jungkook, feliz de verlo reconocer las cosas como debía, pero se separó de inmediato, volviendo a entrecerrar los ojos.
— Espera, ¿cómo estás ahora con Yugyeom? Eso es punto clave.
— Sólo te puedo decir que anoche nos quedamos hasta las cuatro hablando de algunas cosas, ¡y ya somos amigos!— Sonrió, buscando en sus registros la llamada, enseñándosela cuando la encontró y el rubio abrió los ojos.
— ¿Qué?
— ¡Sip! El lunes aclaramos todas las cosas, hablamos como debía ser y el martes nos la pasamos juntos el día entero, incluso descubrí que le gustan los videojuegos como a mí.— Rió animado, mostrándole una foto de Yugyeom jugando en la PS5 y Jimin se talló la cara.
— ¿Estoy soñando?
— Nop.
— ¿Estoy muerto? ¿El autobús se estrelló?
— Eh, no y no.— Lo miró raro, así que Jimin abrió aún más los ojos.
— ¿Estamos en una realidad alterna?
— No, Jiminie.
— E-entonces, tú y Yugyeom...— Murmuró, aún sin poder creerlo y Jungkook asintió.
— Te lo dije, somos amigos.
— No...
— ¡Demonios, que sí!— Frustrado, Jungkook lo miró mal, y Kookoo escuchando la conversación bufó.
¿Qué se siente?
— Kim Yugyeom y tú, siendo amigos, hablando hasta las cuatro de la mañana, pasándose fotos de sus videojuegos, sin ninguna pelea de por medio, ¿es posible?
— Sí es posible, y ya sucedió, te dije que hablamos y resolvimos todo, por eso nos llevamos tan bien ahora.— Pidiéndole un segundo, Jimin fingió llorar del orgullo, atrayéndolo en lo que unía sus cabezas, acariciando el cabello de su menor con cariño.
— Estoy tan orgulloso de ti, ¡por fin creciste!— Llorando, restregó su cabeza con la suya, besándole la mejilla y Jungkook parpadeó sin entenderlo.
— ¿Por qué estás tan sorprendido?— Rió, apartándose para verle.
— ¿Cómo que por qué? El lunes te vi desearle la muerte y hoy me estás diciendo que son casi como mejores amigos.— Inquirió, asombrado.– Toda la semana pensé que no me habías hablado porque no arreglaste nada con él, o si lo hicieron fue que llegaron a un acuerdo de paz, no esto.
¿Verdad? Están bien locos los dos.
"Silencio".
— Ya lo sé, Yugyeom me dijo que Jinyoung hyung y Bambam reaccionaron igual cuando les contó, pero como estamos por llegar al restaurante, por cierto, quedé en verme con él en la parada, antes quería disculparme contigo y explicarte porqué no te había hablado, lo siento mucho Jiminie.— Sonrió, abrazándole de vuelta y Jimin negó, repleto de felicidad con Jungkook otra vez.
— Está bien Jungkookie, de verdad me hace muy feliz que sean amigos desde ahora y arreglaran sus problemas, pero me debes detalles.— Le codeó animado, con Jungkook riéndose.– ¿Por qué quedaron en verse?
— Queremos llegar juntos al restaurante. Yugyeom le pidió de favor a Bambam y hyung si podían juntar a todos en la cocina y yo te quiero pedir a ti si puedes llevar a los demás, igual con Chanmi y Jaebeom.— Jimin levantó ambos pulgares, de acuerdo en esa idea de sus menores.– Vamos a disculparnos con todos en general, ya lo verás.
— Basta, sí me harás llorar.— Se cubrió la cara, levantándose de repente y agarró su rostro, inspeccionando los cortes sanando en ella.– ¡Tus heridas! Las ignoré porque estaba enojado contigo hace diez minutos, pero ugh, sí te lastimaste, ¿¡te duele al...!?— Inconscientemente, al querer tocar el resto de su cuerpo desesperado, tocó su hombro, provocando que chillara por lo bajo y el rubio se asustó, soltándolo de repente.– ¿Q-Qué pasa?
Oh, no.
— B-bueno.— Tragó, descubriendo su hombro de la chaqueta y la camisa con discreción, mostrándole la mordida.– Yugyeom me mordió el día que peleamos.— Contó silencioso y Jimin abrió la boca asustado.– Tranquilo, Kookoo dice que es una marca diferente a la temporal, como no lamió no se cerró, lo único que provoca es que podemos sentir las emociones del otro pero Yugyeom no lo recuerda, nada.
— Ufff, por las mil lunas, que bueno.— Relajándose, Jimin se tocó el pecho.– ¿Cuánto durará?
— Depende la profundidad, la estuvimos analizando el otro día mejor y pueden ser hasta dos o tres semanas, Kookoo creía que dos o una cuando la vimos la primera vez.— Mordió su labio, componiéndose de inmediato la camisa cuando se fijó que estaban parando y debajo del techado con los asientos, Yugyeom le esperaba, por suerte suya enviando mensajes.– Te explicaré y contaré todo lo que quieras después, ahora finge que no sabes nada y sólo me perdonaste y a Yugyeom igual, ¿bien?— Estrechando las manos, bajaron del autobús, ambos saludando a Yugyeom apenas se pararon enfrente de él y éste les sonrió, devolviéndoles el saludo.
— Hola hyung, es un gusto verte otra vez y...— Dispuesto a disculparse, tal como planeó desde que les vio bajar juntos, Jimin le detuvo, sonriéndole en grande.
— Jungkookie ya me explicó todo, Yugyeom, no es necesario que te disculpes, estoy feliz con ver que por fin arreglaron las cosas y son amigos, eso era lo necesario para disculparlos a ambos.— Rió, sacándole una aliviada a Yugyeom.– Antes de irme, porque también me comentó lo de llevar a los chicos a la cocina y debo apurarme.— Comentó, cruzándose de brazos.– Espero que los dos sigan así por mucho tiempo y cualquier problema que tengan, resuelvanlo hablando desde ahora, ¿bien?
— Lo prometemos hyung.— Levantando ambas manos, le sonrieron al mayor y éste ensanchó su sonrisa, asintiendo.
— Esos son mis niños.— Apretó sus mejillas con ternura, avergonzándolos.– ¡Me voy, mucha suerte! Estoy esperando a verlos.— Observando a Jimin irse casi corriendo, ambos suspiraron, y Yugyeom se mordió la uña al estar seguro de que estaban solos, dirigiéndose a Jungkook.
— ¿Listo?
— Siento que voy a vomitar.— Tocó su estómago, inhalando.– Pero lo estoy, vamos a hacer esto, tenemos una disculpa que dar.— Siendo valientes, tomaron rumbo al restaurante, entregándose miradas de pánico y vergüenza de por medio, sin embargo, con un sólo pensamiento en la cabeza.
¿Sus amigos serían capaces de perdonarlos?
Muy buenas tardes. owo
Por segunda semana consecutiva, volvemos con un capítulo muy soft y a mi parecer, lleno de bullying por parte de Kookoo y Kyum. 😂💖
Ayer creía que terminaría actualizando el sábado, pero edité el cap a tiempo y aquí andamos owo.
Ahoraaa.
Iniciando con el resumen de la semana; Yugyeom y Jungkook pasaron un día entero juntos, Yugyeom sufriendo mini ataques de amor por parte de Jungkook, Jungkook siendo un buen niño y compartiendo muchas cosas que le gustan a ambos mientras comían :0. Después Jungkookie aún sin poder creer que Yugyeom y él eran amigos, y luego de esa mini crisis, pudo arreglar las cosas con Jimin "enojado", igual Yugyeom. 😂
¿Creen que los perdonen en el próximo capítulo? :0
Finalmente, y después de una semana entera de tanta espera, vinieron a componer el internet en mi casa y pude escribir como deseaba los capítulos así como responder sus comentarios. ㅠㅠ❤
Pero bueno, pasemos a lo importante, ¿cómo se encuentran esta semana?, ¿algo interesante que contar?, ¿les gustó el capítulo? owo
Yo por mi lado, recibí la increíble noticia de que suspendieron mi curso de la escuela por dos semanas hasta mediados de agosto :D y muy posiblemente tenga una nueva laptop después de cinco años, por fin 😔💖
De otras cosas, no hay mucho que decir :0, me la vivo haciendo mi rutina de vacaciones, aunque ahora incluyo jugar mientras escribo los capítulos, dos en uno. 😂
Sin más, me apuraré en terminar otras cosas para la siguiente semana, me pone muy feliz leer como les están gustando los capítulos y lxs nuevxs personites que están llegando igual. 🥺❤
Coman muy bien, tomen mucha agua y mantenganse saludables, por favor, les tkm siempre. 💖
¡Nos leemos luego, cuídense! 😷
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