► Capítulo 25: "Lo siento" y amigos.

Capítulo dedicado a: Cucarachita_BrumBrum y karito-13 🥺💖

Como mi habitual mensaje de agradecimiento, aunque diciéndolo de corazón, gracias nuevamente por tomarse el tiempo de leer y comentar los capítulos, me han dejado tan soft y con tanto amor. 😭💗

Creo que termina siendo oficial las actualizaciones consecutivas, mis amistades. 🥺

Puede haber alguna ocasión, rara vez, que mencione si no puedo y tal, pero espero no sea así, me gusta actualizarles seguido. 😭💖

Sin más, disfruten la lectura, gracias por leer mis capítulos largos y amarlos, les tkm. 💗

En un completo silencio, todos oyendo la música de fondo en la fiesta que se celebraba por la inauguración, era obvio que tenían diferentes pensamientos, sobre todo Jungkook y Yugyeom, exprimiendo la ropa del trabajo y agradeciendo mentalmente tener todavía la ropa con la que llegaron al lugar y sus zapatos secos, tenían la cabeza gacha, imaginándose lo furiosos, decepcionados que debían estar Chanmi y Jaebeom en la cocina.

Tanto como sus amigos cambiándose en sus casilleros todavía y al ser únicamente chicos, sin incomodidad alguna, se quitaron todas sus pertenencias, hablando entre ellos si tenían unos pantalones extra secos o colocándose los mismos que utilizaron en la cocina, intercambiando miradas de pesar y angustia por sus menores completamente callados, sintiendo el aroma de Yugyeom algo podrido e intenso, ninguno sin saberlo describir bien, era como enojo, preocupación, tristeza y varias emociones mezcladas más en el mismo.

Por otro lado, Kookoo ayudó a Jungkook en no demostrar su aroma, puesto al mojarse por completo, el aroma de bosque dejó de hacer efecto, y Jimin lo notó al acercarse a su amigo, diciéndole que se quedara hasta el final para ponerse nuevamente el aroma de alfa y él afirmó, agradeciéndole solamente por el recordatorio, ya que de todas maneras, Jungkook tenía una charla pendiente con él y el mayor lo sabía, ambos dejándolo para luego.

— Chicos.— El repentino llamado de Jinyoung hacia sus menores metiendo la ropa húmeda en bolsas de plástico, les hizo voltear y el par vio como todos tenían sus mochilas colgadas en un hombro o por completo.– Yo, lo siento, en lo que sea que les puedan decir Chanmi y Jaebeom.— Murmuró, igual de serio como ellos.– Nosotros ya nos vamos, suerte y hablamos luego.— Observándoles asentir, fue el primero en salir, seguido de Hoseok entregándoles una pequeña sonrisa reconfortante y sólo quedaron Jimin junto a Namjoon en la entrada.

— Espero, después de todo esto, puedan arreglar algo, chicos, deseo que no los... Despidan.— Tragando, Namjoon se rascó la nuca.– Quiero verlos otra vez en el restaurante trabajando con nosotros, entonces por favor, piensen en serio ahora las cosas.— Antes de que pudieran decirle algo, Namjoon movió la mano, despidiéndose sin voltear hacia atrás y Jimin suspiró, sacudiéndose el cabello húmedo.

— Saben, entiendo que todos se sientan algo molestos y preocupados, ustedes dos son mis amigos, nuestros amigos y los queremos, a ti al menos te acabo de conocer Yugyeom, hace como dos meses.— Contó, notando las miradas arrepentidas de los dos.– No quiero que los despidan, pero si es así, deben afrontar las consecuencias, lo único que nos gustaría saber en un futuro es si ya estarán bien entre ustedes, pueden hablar y se niegan a hacerlo, como adultos.— Susurró, formando una mueca insegura y algo decepcionado de que Jungkook no le hiciera caso de todas las veces que platicaron, diciéndoselo.

— Jiminie, yo...— Jungkook quiso responder, sin embargo, el rubio negó.

— Debo irme, lo siento Kook, suerte a ambos y vayan con cuidado a casa, no creo se puedan subir al autobús por como están las cosas, nos vemos.— Mirándoles por última vez con pesar, Jimin también se fue de allí, dejándole un mal sabor de boca al Jeon tras ver de esa manera al Park con él, haciéndole sentir peor.

"¿Kookoo?"

Temiendo que su lobo también estuviera enojado, le habló, sintiéndolo removerse y levantarse tranquilamente en respuesta, en la realidad, Kookoo no estaba nada enojado, más bien preocupado por su humano, él no se dejó y a pesar de que golpearon más al pelinegro —éste defendiéndose igual con su lobo—, quería que no lo despidieran.

Después de tanto tiempo en el restaurante, el castaño tal vez no era el chef principal y su puesto tampoco era marcado como principal entre los demás de sus compañeros, no obstante, al Jeon le costó años y esfuerzo llegar a donde estaba. Kookoo lo vio cansarse, sufrir, sudar, exigirse y estar adolorido al trabajar día y noche, por lo que gracias a esa pelea, la cual debía suceder en algún momento, esperaba no pasara de más, aceptaba recibir regaños, insultos, quejas, etc., pero sería bastante malo si los sacaban del restaurante.

Yo no estoy enojado, humano tonto.

Sólo estoy preocupado, quiero que te vaya bien, espero te vaya bien.

"Soy un idiota".

Lo eres, pero insultándote no lograrás nada.

Mejor te lo digo yo, eres un bobo.

Intentando animarlo con esa broma, Kookoo se paró derecho, notando como Jungkook sonreía levemente, pero la quitó de inmediato, regañándose a él mismo pues no podía estar animado en esos momentos tan tensos. El Jeon sacó su mochila del casillero, metiendo las bolsas con la ropa mojada, estaba seguro que no mojarían el interior de ésta y vio a Yugyeom, el pelinegro revisaba su teléfono rápidamente, dándose cuenta de como todo se encontraba bien en él y por un rato consideró las cosas verdaderamente lógicas que Jungkook le dijo antes de empezar la pelea, mordiéndose el labio indeciso y aún más arrepentido.

Rapidamente Yugyeom guardó sus pertenencias, encontrándose a Jungkook ya listo, y tomó aire, guardando el aparato en su bolsillo. Ambos se vieron unos segundos, apartando la mirada en direcciones contrarias.

— Tenemos que ir.— Murmuró Yugyeom incómodo, observando el asentimiento de Jungkook y tras pensarlo unos segundos, fue el primero en salir, sin notar de que el castaño se quedó un rato de más en los vestidores, colocándose con rapidez el aroma de bosque y haciendo como que no sucedió nada, fue detrás del Kim, ambos caminando al lado del otro en cuestión de segundos, completamente callados hablando a través de sus mentes con los caninos.

¿Ya viste bien la mordida?

"Sí, no es muy grave".

Jungkook tocó levemente la mordida en su hombro, esperando Yugyeom no la recordara y se tragó un quejido, sintiendo como otras zonas de su cuerpo dolían en una corriente; su estomago, las piernas, el rostro, debajo de la barbilla tenía un rasguño rojizo, hecho claramente por Yugyeom, su labio estaba reventado, a un costado de su mejilla había otro rasguño y la parte trasera de su cabeza dolía, debido al agarre propinado por el pelinegro en el agua, se sentía como si una avalancha le hubiera pasado encima, imaginándose que Yugyeom no se encontraba mejor.

Y teniendo la razón, sin quedarse atrás, Yugyeom estaba igual o peor de golpeado, su mejilla se veía hinchada y rojiza, su labio inferior también estaba reventado, tenía una muy notoria marca de rasguño en un costado de su cuello —la cual nunca notó hasta estar en los vestidores y se revisó en su teléfono las heridas—, y otra marca se veía cerca de su ceja, una fina línea roja, hecha con la uña de Jungkook, que por igual, todo su cuerpo dolía; las costillas, la cabeza, la parte cercana a su entrepierna y las rodillas, él en cambio sentía su cuerpo atropellado diez veces consecutivas.

Ambos soltaron toda su furia contra el otro, se podía ver muy obviamente en sus cuerpos, y comenzando a sentir el producto de su pelea, caminaban despacio, agradecidos de que la sangre fuera borrada en el agua, y aprovecharon esos minutos en pensar lo que le dirían a Chanmi y Jaebeom, sin embargo, no tenían excusas, ninguno planeaba echarle la culpa al otro o gritarse otra vez, sólo lo dejarían ir, escucharían, entenderían y argumentarían algunas cosas, no darían más para empeorar ese desastre.

Así que viendo al interior de la cocina, apenas se pararon frente a ella, nerviosos, se asomaron a través de la puerta.

Chanmi y Jaebeom les dieron la bienvenida con miradas entre molestas y todavía decepcionadas, recargados sobre las mesas de metal mientras frente suyo habían dos sillas del lugar que pasaron, hechas para platicar y relajarse, como si los fueran a juzgar sentados en ellas, entonces Yugyeom pasó saliva, abriendo entera la misma puerta.

— ¿Podemos pasar?— Cuestionó Jungkook, interrumpiendo la conversación de los gerentes y ellos asintieron, permitiéndoles adentrarse más al fondo de la cocina, no sin antes los dos dejar sus mochilas en la entrada, parándose juntos como perritos regañados frente a Chanmi y Jaebeom.

— Tomen asiento, por favor.— Habló primero Jaebeom, cruzado de brazos sin verles directamente e hicieron caso, sentándose al mismo tiempo y sus lobos lo hicieron igual, dándole gracia a sus humanos pues no iba el comentario para ellos, sin embargo, conservaron la seriedad.

— Antes de empezar, ustedes dos tienen la suerte de que Jun-nim no se enojara y los reportara.— Inició la conversación Chanmi, tomando aire.– Hace un rato vino porque una chica de limpieza los vio y le notificó lo que estaba pasando, entonces nos preguntó cual fue el motivo de todo y le inventamos algo simple.— Contó, relajando un poco a ambos en el tema.– Lo dejó pasar porque no había huéspedes en la zona, nadie más que ella les vio y no hubo ningún daño material, estaban por cambiar el agua de la piscina pronto, se salvaron por mucho chicos, demasiado, él prometió no tocar el tema con Jooheon-nim.

— Pero a pesar de eso.— Interrumpió Jaebeom, enojado.– Están despedidos.

Santa madre de dios.

Ya fue, aquí se acabaron mis fines de semana de bistec.

Exagerando, ambos lobos se tiraron en el suelo, creyendo también las palabras de Jaebeom hablando tan seriamente que dio miedo.

Las miradas de impacto no tardaron en aparecer en los rostros de Yugyeom y Jungkook, no lo esperaban así de repente y temblaron de la preocupación, ideando si podían cambiar la opinión de Jaebeom, pero tras ver el golpe que le propinó Chanmi, él bufó.

— Es mentira.— Aseguró después de unos segundos.– ¿Pero cómo se sintieron cuando escucharon eso? ¿No los aterró, los preocupó? Preguntándose, ¿en dónde los van a contratar si en el último restaurante que trabajaron sufrieron una pelea con sus compañeros? ¿Pensaron en todo eso?— Jaebeom gruñó, observándoles.– Respondan.

Oye, él sí da miedo, respondele.

Que alfa, en serio, que alfa.

— Sí, hyung.— Contestaron de inmediato, Jungkook jugando con sus dedos sufriendo un ataque de nervios y alivio, al menos les habían confirmado indirectamente que no los despedirían.

— ¿Cómo empezó todo? Y digan la verdad, el resto de sus compañeros vieron, si mienten en serio los despediremos, creo queda claro que no pasará.— Aseguró Chanmi, esperando la respuesta de alguno y Jungkook levantó la mano.

Necesito esta explicación.

Por favor, no contestes a tu favor, te lo ruego.

"No lo haré lobito, esta vez es en serio."

— Después de que se fueran, todos entramos en los vestidores.— Inició la explicación, ansioso.– Cada uno se dedicó a hacer sus cosas, cambiarse, revisar sus mochilas, ver sus celulares y en lo último estuvimos Yugyeom y yo.— Murmuró, teniendo los tres pares de ojos encima suyo.– Yugyeom estaba buscando su teléfono tiempo atrás mientras yo veía el mío, y quiero hacer una pausa, volver a aclarar esto, yo no lo tomé.— Confirmó, sin parar en sus palabras.– Cuando revisó su casillero, le pidió a alguien si le podía marcar para ver donde estaba, ya que claramente él no lo tenía en ningún lado y después de que marcara Jinyoung hyung, el celular sonó en mi mochila, ni siquiera tenía idea de que estaba ahí, lo juro.— Levantó ambas manos, recordándoles que él no fue y Chanmi asintió, moviendo la mano.

— Sabemos que no fuiste tú Jungkook, ya lo aclaramos, continúa.— Aclaró su voz sin querer contar de más y aunque confundió a los dos chicos sentados, Jungkook prosiguió.

— Bueno, el punto es, Yugyeom se enojó con sus obvias razones y al haber tenido los dos,y contadas, muchas peleas anteriores en el restaurante, él explotó contra mí y yo contra él.— Rascó su mejilla, quejándose al no recordar el rasguño allí.– Él me gritó cosas, yo le grité cosas y al final, él me dijo algo no muy bueno.— Susurró, sin notar la mirada arrepentida de Yugyeom en él.– Prefiero no aclarar nada y mencionarlo porque son temas personales, pero sí, yo di el primer golpe, intenté empujarlo sólo a él en la piscina y Yugyeom alcanzó a agarrarme, llevándonos dentro de ella donde ya saben la historia, nos seguimos golpeando, Jinyoung y Hoseok hyung agarraron a Yugyeom, Jimin y Namjoon hyung me agarraron a mí, separándonos hasta que llegaron ustedes.— Culminó, relatando lo importante en la historia y los gerentes suspiraron, asintiendo.

— ¿No intentarán defenderse o enojarse con el otro por la explicación?— Cuestionó en prueba Jaebeom, alzando una ceja.

— No hyung, yo al menos, no planeo continuar con esto.— Respondió Yugyeom, prometiéndolo y Jungkook asintió en acuerdo.

— Yo tampoco, ambos sabemos que esto... Estuvo mal, queremos disculparnos por todo y además...— Chanmi de pronto paró su discurso, negando.

— Antes de disculparse con nosotros y sus compañeros, deben hacerlo con ustedes mismos, con sus lobos y entre ustedes.— Parándose derecha, empezó a caminar frente ellos.– Algo que me sorprende de todo esto, es como nunca me esperé ver una pelea entre los dos, jamás me imaginé tenerlos ahora mismo así.— Exhaló, negando.– Cuando entraste al restaurante, Jungkook, eras el más lindo, amable, buena gente, nunca provocaste ningún problema, eras como una fruta, demasiado dulce, ¿te acuerdas de cómo me quejaba porque nunca te metías en problemas? Habían ocasiones que Jinyoung y SeokJin se peleaban por tonterías, tú los separabas y calmabas las cosas, siempre, siempre eras así.— Recordó Chanmi, deteniéndose frente a él y Jungkook se sintió peor.– ¿Qué te pasó Kook?

— Yo...— Jungkook pausó nuevamente, cerrando los ojos.– No lo sé noona.

— Y ni hablar de ti Yugyeom.— Continuó Jaebeom, ambos conociendo a sus menores por los años trabajando en los restaurantes.– Eras el de mejor humor entre todos, siempre positivo, alegre, amable, caritativo, ayudabas con sus problemas a Namjoon, a Yoongi, te tomabas el tiempo de bromear mientras servían platillos, jamás tuve ninguna queja de ti, incluso en una ocasión me ayudaste cuando sufrí mi depresión porque mi primera gatita se enfermó.— Yugyeom sonrió un poco, pero no tardó en quitarla al sentirse decepcionado de sí mismo.– ¿Qué les pasa a los dos en realidad? Les puedo jurar que me lo esperé antes de los demás, no de ustedes, tú Jungkook, siendo o...— Cuando estuvo por terminar su frase, Chanmi y Jungkook vieron aterrados a Jaebeom, a él llegándole a la mente que Yugyeom no sabía el verdadero rango del castaño.– S-siendo obediente en todo, Yugyeom, tú siendo el mejor chef principal del restaurante, dejen sus malditas ideas de lado y piensen en la realidad, no tengo control sobre lo que les lastima y los hace sentir mal, pero tampoco se lo provoquen al otro, es doloroso cuando alguien te dice tus verdades.

— Jae tiene razón, esto no son ustedes, ustedes son buenos chicos, no les llevo mucha edad, pero los veo como si fueran los bebés del restaurante, hasta hoy claro.— Bufó la beta, notando el pesar en cada uno y como les hicieron sentir.– Mi intención no fue ponerlos de esa manera, lo que quiero es que vean las consecuencias de sus decisiones tontas, desde el inicio pudieron hablar, aclararlo y nosotros también nos arrepentimos de permitir esa estúpida competencia, sólo empeoró las cosas entre los dos.

— Nos sentimos algo decepcionados, no lo vamos a negar, incluso sus compañeros se sienten igual.— Confirmó el alfa mayor, recargándose otra vez en la mesa.– Estos no son los chicos que conocemos.

— Por lo que tomamos una decisión.— Siguió Chanmi, viendo sus tacones.– Aunque no van a ser despedidos, Jaebeom y yo conversamos y esto es lo que sucederá.— Unió sus manos, agradeciéndole a Jaebeom por permitirle darles la información.– Ustedes dos serán suspendidos temporalmente, les daremos una semana para que piensen, reflexionen y abran los ojos sobre lo que hicieron, no les pagaremos la semana y mucho menos tienen permitido ir por cualquier cosa al restaurante, pero tenemos algunas condiciones, par de imbéciles.— De pronto el humor de Chanmi cambió, asustando y haciendo hacia atrás los cuerpos de Yugyeom y Jungkook.– En esa semana, deberán arreglar las diferencias que tienen, hablarán incluso si es a la fuerza, se golpearán otra vez si es necesario, maldiganse todo lo que quieran, pero si después de esa semana, llegan al restaurante hablándose a medias u odiándose todavía, yo misma me pararé en la cocina, los agarraré y los sacaré de ahí a patadas, ¿¡me entendieron o se los digo a MÍ manera!?— Amenazó, a centímetros del rostro de ambos y les vio temblar, Jaebeom golpeándose la frente antes de jalarla y sonreírle a sus menores, dándose la vuelta.

— Esperen un segundo.— Halándole del cabello, ella chilló, viéndolo mal.– ¿Qué estás haciendo, Kim Chanmi? Aclaramos todo, ¡tampoco podemos suspenderlos una semana! Será un desastre la cocina sin ellos.— Susurró en su oído, volviéndole a jalar el cabello.

— ¡Para, estúpido!— Chilló otra vez, sobándose la cabeza.– Está bien, exageré, pero quería intimidarlos.

— Sí, también dijiste que no ibas a gritar, beta tonta, ¿por qué no te controlas?— Gruñó, por lo que Chanmi hizo lo mismo.

— ¡Ya entendí, ya entendí!— Susurró con molestia, dando una nueva vuelta en dirección de sus menores aún asustados y suspiró.– Quizás exageré, no serán suspendidos una semana.— Bufó, tranquilizándolos.– ¡SERÁN SUSPENDIDOS UN MES!— Exclamó, recibiendo un nuevo jalón de cabello y Jaebeom la apartó, evitando reírse de las ocurrencias en su amiga beta.

— No le hagan caso, tomó muchos cócteles hoy.— Rodó los ojos, oyendo el gruñido molesto de la misma.– Los suspenderemos únicamente tres días, en esos tres días deberán, o al menos en alguno, tienen que hablar, aclarar sus problemas y comportarse como los dos profesionales con carreras culinarias que son.— Rectificó lo último, viéndoles asentir levemente y sus caras se mostraban aún culpables.– Chicos, nosotros quisimos evitar esta charla, Chanmi y yo esperamos el tiempo suficiente, cuando notáramos el mal ambiente en el restaurante, y ese también fue nuestro error, nunca deseamos regañarlos o hablar con ustedes porque creímos arreglarían todo por su cuenta, y creo lo arreglaron de la peor manera posible.

— De verdad quiero tenerlos, queremos.— Aclaró la mayor su pequeño error.– Queremos seguir teniéndolos en el restaurante, son los mejores chefs y amigos que pudimos tener en el lugar, y lo digo, no hago atrás todo el talento de sus compañeros en la cocina, todos tienen sus especialidades, pero ustedes son como el todo en uno de la cocina, es lo que hace trabajar en equipo a cada integrante de éste grupo, ¿creen que será lo mismo sin ustedes? O son todos o ninguno, no quiero para nada buscar nuevas personas en sus puestos.— Chanmi colocó ambas manos en el cabello húmedo de sus menores, despeinándolos.– Con el corazón les pido que arreglen esto, encuentren una solución y espero verlos el viernes en el restaurante.

— Opino exactamente lo mismo, sin los dos la cocina no se sentirá igual, ahora que nos volvimos una sola, tal vez Chanmi y yo no cocinamos, pero nos damos cuenta en como se la pasan riendo con los demás, disfrutando las horas de trabajo aunque terminen exhaustos, las peleas tontas de SeokJin contigo Jungkook, las burlas que le haces a Bambam y Jinyoung, Yugyeom, no lo dejen ir por esto.— Algo emocionales, Jungkook y Yugyeom sonrieron ante esos recuerdos de sus primeros meses trabajando juntos y asintieron.

— Lo haremos, noona, hyung, lo prometemos.

— Está bien, lo esperamos, y nosotros nos vamos ahora, los demás ya se fueron y tomáremos un taxi, sería conveniente si se van en uno mismo o en el autobús que pasará dentro de un rato, claro, si quieren.— Finalizó la Kim, mintiendo en ese comentario ya que el autobús de los demás seguía esperando en el estacionamiento con todos ahí.

— Vayan con cuidado a casa y en serio espero verlos el viernes, tengan una buena semana.— Acercándose a la puerta, Chanmi y Jaebeom agarraron sus cosas, dándoles como el resto un último vistazo para salir, aunque en el exterior, sin dejar de caminar, chocaron sus manos, sabiendo que podría funcionar ese plan, haciéndoles ver las cosas buenas de los dos en el trabajo y en lo personal.

Y de nuevo, quedándose en silencio y la incomodidad, Jungkook se paró con Yugyeom de sus lugares, agarrando sus propias mochilas para salir de allí, conociendo el corto camino hacia la salida de personas en el hotel y en cuestión de unos minutos, por fin se encontraron afuera, observando y respirando el aire fresco de los árboles a su alrededor en el lugar, ninguno sin saber qué decir cuando pensaron en aceptar la recomendación de Chanmi o no, sólo se mantenían de pie al lado del otro, por lo que Yugyeom tragó, rascándose la oreja tras ver las pocas intenciones de Jungkook de hablar en ese momento y lo entendió, esperando ver qué tenía en mente.

Sin tardar demasiado, el primero en avanzar fue Jungkook, viendo de reojo disimuladamente a Yugyeom por si le seguía y agradeció que así fuera, el pelinegro lo siguió hasta la parada de autobuses al entender su mini señal con su caminar lento, ésta mostrándose a las afueras del estacionamiento en el hotel y tampoco tardaron mucho en llegar allí, parándose mientras veían los autos pasar con sus mentes algo en blanco por ratos.

¿Crees que quiera hablar ahora?

"No lo sé".

"¿Debería dejarlo para mañana u otra día?"

Sería lo adecuado, dejalo organizar su mente, al menos yo me di cuenta que no está rehusado a hablar.

Siendo considerado, Kyum se sentó con la cola entre las patas, atento a lo que sucedía con los humanos y Kookoo estaba igual.

— Yo, debería irme.— Murmuró Yugyeom, llamando la atención de Jungkook.– No lo tomes a mal, si quieres, podemos hablar luego, mañana, con calma y...— De repente, deteniéndolo de su excusa para no forzarlo, la mano de Jungkook se estiró a tomar su brazo, halándolo cerca de él y se sentó en la banca a sus espaldas, obligando al pelinegro a sentarse también a su lado y abrió los ojos, notando como Jungkook algo apenado, seguía viendo al frente.

— No te vayas.— Susurró, soltándolo con cuidado y metió sus manos entre sus piernas, sin creer que de verdad diría algo así.– Quédate.

Si alguien pudiera observar fijamente el rostro de Yugyeom en ese momento, lo podría definir en un shock total, el Kim casi imaginándose que todavía tenía agua en los oídos y escuchó mal, o que seguro murió ahogado y todo eso era una realidad alterna, sin embargo, vio detenidamente el rostro de Jungkook, encontrándolo aún arrepentido, triste, como si estuviera deprimido y al olfatear su segundo aroma de galletas de avena con nuez, éste se percibía soso, como una galleta sin sabor y de pronto se sintió culpable, ya que entre los dos él dijo cosas peores cuando pelearon, entre ellas lo de los puestos, el sentirse en un segundo lugar.

La realidad es que no conocía nada a Jungkook, y al recordar como se puso de histérico en decírselo, en detenerlo, sufrió un malestar, quedándose sentado a su lado mientras esperaban el próximo autobús directo a sus casas como a una hora de allí y sus lobos sintieron una pequeña calidad, sus humanos comenzaban a comportarse como verdaderos adultos, y con suerte, esa noche terminaría bien aunque hubiera iniciado de la peor manera.

Kookoo dándolo como un hecho cuando Jungkook agradeció internamente que Yugyeom siguiera a su lado, mordiéndose el labio nervioso y esperando pasara esa hora rápido.

Observando las calles pasar, Jungkook tenía sus ojos puestos en la ventana, relajado con el sonido no muy fuerte del autobús recorriendo su camino, los otros autos pasando alrededor de éste, las charlas en voz baja de las demás personas dentro del transporte, o simplemente hablando por teléfono, también sintiendo la presencia del pelinegro sentado a su lado en el autobús, el aroma de éste presentándose con fuerza en su nariz y de vez en cuando lo inhalaba, gustándole discretamente como lograba tranquilizarlo de los nervios que sentía desde su salida en el hotel.

Yugyeom por otro lado, veía de vez en cuando a Jungkook, pasando saliva en lo que jugaba con sus propias manos y revisaba la hora en su telefono, deseando ver qué pasaría en ese largo viaje, complemente silencioso entre los dos.

Luego de esperar al menos diez o quince minutos sentados en la parada, el autobús que los llevaría a su destino —sin tener en claro Yugyeom, cuál exactamente—, se apareció, Jungkook siendo por segunda ocasión el primero en caminar, se subió a él tras meter su propia tarjeta de paga en el vehículo, esperándolo en la entrada para que subiera y Yugyeom lo imitó, viéndose incómodo cuando Jungkook se sentó en uno de los lugares libres para dos personas, halándolo con la idea de que se sentara a su costado y aunque Yugyeom se sentía tan extraño cada vez que Jungkook lo agarraba por el brazo, sorprendido y nervioso, no se negó en estar con el castaño, notando como Kyum se alegraba y el aroma de Jungkook mejoró un tanto, aún conservando esa fragancia de tristeza.

Ninguno habló en esos cuarenta minutos de viaje, obviamente contados por Yugyeom metido en su propio mundo, pero Jungkook ni siquiera tenía idea, solamente miraba el exterior, recargando una de sus manos en su mejilla y esa pequeña acción se le hizo tierna al Kim, su labio inferior —todavía luciendo de un rojo intenso su herida— sobresalió, dejándose admirar como un pequeño puchero y sus facciones se relajaron bastante, permitiéndole ver esa cara tierna y de "no rompo un plato" en el Jeon, ocasionando que Kyum se burlara un rato de su humano, ya que, tras golpearse unas horas antes, Yugyeom seguía igual, teniendo ese enamoramiento por el humano bobo en su mente.

"Próxima parada; calle Hongdae".

Reconociendo el nombre de la calle luego de oír la voz robotizada de la mujer, Jungkook se acomodó en su lugar, aclarándose la voz para llamar la atención de Yugyeom y él lo miró, avergonzándose cuando sus ojos se encontraron unos segundos, cambiándose a mirar de inmediato hacia otro lado y tomando aire, seguro de que estaba, por primera vez en meses, haciendo lo correcto, Jungkook abrazó con fuerza su mochila, tocando el botón de que pararían allí y Yugyeom curioso volteó a verle de nuevo.

— ¿Te molesta caminar?— Cuestionó el castaño, dándole a entender que caminarían un rato y Yugyeom negó, apretando los labios indeciso si debía preguntar, pero esa idea en la cabeza lo carcomía en el interior y suspiró, sentándose derecho.

— Jungkook.— Murmuró, obteniendo la mirada del castaño.– Tú, parecerá muy repentino, pero... ¿Estás haciendo todo esto sólo porque no quieres ser despedido? Me refiero a lo de la parada, cuando nos subimos, lo que haremos después, ¿es por eso?— Jungkook no tardó en negar de lado a lado a la pregunta, asombrando a Yugyeom un poco otra vez.

Desde que se habían subido al autobús y veía a Jungkook tener esas pequeñas acciones cálidas con él, algo en su mente le gritaba que el Jeon se obligaba a sí mismo en ser bueno y olvidar todo por no querer ser despedido, como si quisiera fingirlo de alguna manera, sin embargo, de todas formas notaba cosas que no le hacían seguir del todo sus ideas, como el aroma de tristeza en el Jeon, la tranquilidad con la que se mostraba y esa expresión, una expresión nada molesta o incómoda, era una expresión relajada y arrepentida, por lo que se sintió tonto tras preguntarlo.

— Lo que estoy haciendo no es por Chanmi, Jaebeom, los chicos, o el restaurante.— Respondió, pasando saliva por sus labios.– Lo hago por mi cuenta, porque yo quiero hacerlo.— Murmuró, levantándose cuando el autobús paró y Yugyeom lo hizo igual, ambos bajando del transporte para verlo irse un rato más tarde y Jungkook rascó su nuca, parándose frente suyo.– Te lo digo tarde, pero si no te sientes cómodo, puedes esperar el próximo autobús hacia tu casa, sé que no sueno sincero y parece obligado.— Se encogió de hombros apenado, mirando la hora.– Igual, son casi las diez, no creo que quieras...

— ¿Hacia dónde queda tu casa?— Cortándole las palabras, Yugyeom comenzó a caminar, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón tras colgarse la mochila y Jungkook parpadeó, tomando aquello como una señal de que le creía y conversarían, entonces exhaló, para relajarse más y ser sincero.

Una vez se lo contaste al omega rubio y su omma omega.

Parecerá infantil otra vez, pero tienes una razón, hazlo.

Siendo pacífico, Kookoo lo apoyó, teniendo en cuenta que su humano se la pasó pensando en el camino como le contaría la historia a Yugyeom del porqué se tomaba tan a pecho esas cosas sin sonar como un niño y con poca resistencia, el canino sabiéndolo pues a pesar que en esos tiempos él seguía dormido, sintió cada una de las emociones más fuertes en el Jeon, conociéndolo por completo y aunque él no lo veía absurdo, Jimin se rió cuando se lo contó, apoyándolo en que podía superar ese problema y después de darle un golpe por reírse, la omma del rubio lo apoyó, dándole buenos consejos, los cuales en su tiempo sí prestó atención.

— Está a unas cuadras, bajé antes para que podamos hablar bien, las calles por aquí siempre son tranquilas.— Contó, colocándose a su lado luego de verlo asentir y también los fue guiando con sus pasos, sonrojándose por la vergüenza de iniciar la platica final, y se contuvo mientras caminaban, dejando pasar unos minutos tras cruzar dos calles, sin embargo, él sabía que debía comenzar ya o no tendría tiempo de contarlo con tranquilidad, pero fuera suerte o coincidencia, un mensaje llegó a su teléfono, leyendo que Somin le decía estar enterada de la pelea por Jimin y si se encontraba bien, así que tragó, conociendo a la perfección como Somin mañana lo golpearía, regañaría e insultaría.

Prefiriendo no contestarle para evitar quejas, incluso a través de su teléfono, lo apagó, viendo hacia el frente con la mirada perdida y apretando los ojos, se dio ánimos a sí mismo, seguro de no apenarse más y arreglar todo de una buena vez.

— ¿Te puedo contar una historia?— Susurró, captando el como Yugyeom lo esperaba interesado y mordió su labio, soltando un suspiro.– Cuando era pequeño, en Busan, donde antes vivía con mi hermana y toda mi familia.— Comenzó a contar, siendo escuchado por el pelinegro y ambos lobos presentes se recostaron, oyendo igual lo que Jungkook tenía por decir.– Desde el preescolar nunca tuve muchos amigos, era amigable con todos, claro, solía ser muy preguntón, sonreía siempre, a veces era molesto, como un niño común disfrutando su infancia.— Se encogió de hombros, mirando el cielo.– Sin embargo, nunca logré encajar con todos, tal vez me veían muy explosivo o exagerado cuando hacía las cosas, me animaba demasiado tener cosas que hacer y, te preguntarás, ¿eso qué tiene que ver con esto? Lo explicaré.— Murmuró, riéndose de sí mismo y Yugyeom no rió, notando como el aroma de Jungkook sólo empeoró al contar lo primero.– Conforme fui creciendo con los años, siempre tuve un sólo grupo de amigos, éramos cinco en total y los conocí en mi último año de preescolar, pasamos toda la primaria y secundaria juntos, estaba tan acostumbrado a ellos que cuando me volví un puberto hormonal, comencé a percatarme de algunas cosas, cosas que solían lastimarme pero no me daba cuenta.

» — Todos, en el grupo, solían ser muy inteligentes, cuando eran exámenes, ellos se mataban estudiando y aprendiendo todo en clase, por lo que para no sentirme aparte, me volví igual a ellos, me quedaba en las madrugadas estudiando, casi no comía por hacer mis tareas y así cuando hablaran de ellas, podría entenderles, ya que no quería perder a mis únicos amigos en mi vida sólo por no ser muy inteligente.— Sonrió, con pesar.– Pero, después de todo ese esfuerzo, el grupo sí se desintegró, al pasar de año, dos de ellos se fueron a otra clase y sólo quedé con uno de ellos, el otro se fue de Busan hacia otro lado, por lo que al quedarme con él, me sentí aliviado pero molesto, ya que en mí no se iba esa necesidad de seguir mejorando, volver a mejorar y mejorar más aunque no lo necesitara. Mi cabeza me gritaba hacerlo, terminándolo de tomar como una estúpida guerra o algo así contra mi único amigo, siempre quise ganarle, demostrar que podía ser el primer lugar en la clase frente a todos después de ese enorme avance que tuve y en mis calificaciones. Pero él siempre fue el mejor, sintiéndome hipócrita porque lo felicitaba y en el interior quería ser yo quien tuviera ese lugar en el que tanto me esforcé.— Abriendo ligeramente la boca, Yugyeom por fin comprendió todo, era como un trauma de infancia en Jungkook.

— ¿Y alguna vez, lograste ganarle?— Murmuró Yugyeom, y Jungkook negó.

— Nunca pude hacerlo, en preparatoria fue igual, lo admiraba por ser tan inteligente, era su naturaleza, su fuerte, el mío no.— Suspiró, sintiendo a Kookoo transmitirle cariño y continuó.– Después de salir de ella, pasé a la universidad, donde lo dejé de ver porque tomamos carreras diferentes, él se dedicó a ingeniería y yo, por supuesto, la gastronomía, ser chef.— Sonrió, recordando sus buenos días estudiando lo que amaba.– Apenas me quedé solo, creí que por fin podría tomar las riendas de mi mente y al ser bueno en la cocina gracias a mi abuelo, teniendo su toque en mí, empecé a estudiar, siendo el mejor en mi clase hasta que mi hermana, Somin, también entró en la misma universidad. Ella es un año menor que yo y sé lo malditamente absurdo que puede sonar todo esto, como ahora, tenerle celos a mi hermana menor.— Tiró de su cabello hacia atrás, Yugyeom conteniéndose en colocar una mano en su hombro para reconfortarmo.– Somin era simplemente... Genial, la amo, la adoro, es mi hermana y se merece lo mejor del mundo, pero en esos tiempos, estaba tan molesto con ella, porque yo lograba ciertas cosas y esa alfa lo hacía al doble, llamando principalmente la atención de mis appas por ser la menor y todos los reconocimientos que le daban.

» Abrazándose a sí mismo, respiró, liberado de contar toda la verdad. — Al final, para no alargar la historia y sin querer, mis appas le tomaban más importancia a Somin, dejándome en un segundo lugar, otra vez.— Tragando el nudo en su garganta, se aclaró la voz.– Eso no significa que odie a mis appas o algo así, ellos siempre pagaron todos mis estudios, se preocupaban por mí, me alimentaban y eran, son así hasta la fecha, siempre me llaman cada dos días para ver como estoy, mi appa lloró cuando renté mi hogar con mi propio dinero y me contraron en el restaurante.— Rió, sacándole una pequeña sonrisa apenada a Yugyeom y realmente se sintió mal, ¿por qué tuvo que mencionarlo tanto?– Quizás... Tengo un pequeño resentimiento por no verlos interesarse en ese aspecto en mí, pero me gustaba ver a Somin feliz y a ellos feliz por ella, en fin, así es como llegamos aquí, donde ahora tú fuiste mi tercera y vencida, nuevamente sintiéndome inferior a ti, dejándome en un segundo lugar del cual tú no tuviste la culpa, pero desquité mi enojo en ti.— Culminó la historia, viendo a Yugyeom en espera de una reacción y él aspiró con fuerza.

— Antes de continuar con lo demás, y sintiendo que es el momento ideal, ¿también te puedo contar algo?— Aquello despertó aún más el interés de Kyum, ladeando la cabeza y Jungkook afirmó, oyéndole.

¿Le contarás?

"Me gustaría hacerlo".

Deberías.

— Ya en confianza, puede ser que yo no pasé por todo lo que tú Jungkook y no es ninguna tontería, lo comprendo.— Inició, cruzando sus brazos en lo que observaba la calle algo empinada frente a ellos, caminando despacio y su canino se sintió en paz, dejándolo continuar.– Pero en mi caso, a mí me pasó algo con mis appas en dirección de la universidad.— Mordió su lengua, siendo más fácil de contar después de algunos años.– Cuando terminé mi preparatoria e iniciaron las conversaciones de "¿y qué estudiarás?" "¿ya pensaste en algo?" "¿no te gusta tal carrera?" con mis appas, tuve miedo de contarles que deseaba ser chef, excusándome con que no sabía porque me aterraba decirles la verdad.— Confundido, Jungkook le miró.

— ¿Por qué?

— Desde el nacimiento de mi omma y antes a eso, mis abuelos tenían un negocio en Namyangju, donde nací también.— Aclaró el principio, bostezando ligeramente.– Es una tienda de flores, es como una tradición de que las siguientes generaciones hereden el negocio familiar, quienes lo iniciaron fueron mis tatarabuelos, luego mis bisabuelos, de ahí mis abuelos, y después de ellos mi omma, ella los solía ayudar desde pequeña allí, luego cuando creció conoció a mi appa, pasó una largaaa historia de amor que ya me contaron cien veces.— Bufó, sacándole una risilla a Jungkook.– Y los dos también siguieron la tradición de heredar el negocio, teniéndome a mí, y al crecer, no se cansaron de repetirme que cuando fuera mayor y consiguiera una pareja, a mi omega, o lo que sea, yo también heredaría el negocio, pero a mí nunca me interesó mucho esa tradición, me gustaba más ver programas de cocina, competencias de cocina y todo lo que tuviera que ver con la cocina, desde niño me gustaba ir y ver como mi omma preparaba la cena para todos, dejándome ayudarla en algunas cosas.

— Te sentías presionado.— Susurró Jungkook, dándose cuenta en qué dirección iba la historia y Yugyeom confirmó.

— Todo el tiempo les demostraba cuanto me gustaba la cocina, se los decía, se los mostraba, les cocinaba y ellos nunca tomaron la señal.— Pausó, siendo su turno de cambiar su aroma a uno podrido.– Una noche, ellos terminaban de cerrar la tienda y faltaban dos o tres meses para que pudiera aplicar en la carrera de gastronomía aquí en Seúl, pues en Namyangju no la hay, entonces me armé de valor después de tanto y les pregunté si podíamos hablar, harto de escuchar que si ya había revisado cuando se hacían los exámenes para las carreras dedicadas a plantas o biología, ni siquiera recuerdo sus nombres, decidí olvidarlos apenas hablaron conmigo en varias ocasiones y me dijeron que podía seguir el negocio familiar si yo quería estudiar algo sin problemas, cuando me consiguiera una pareja, otra vez, él o ella podía encargarse de la tienda mientras yo trabajaba en mi carrera, era un ganar, ganar.— Apretó los dientes, prosiguiendo.

» — Sentándolos en la mesa y teniendo el apoyo de mi lobo siempre, me atreví a contarles, empezando con que sí deseaba estudiar algo y ya lo tenía decidido, pero ellos se emocionaron tanto creyendo que sí estudiaría alguna carrera relacionada con plantas, que un poco cobarde, se los dije en voz baja y parando su pequeño festejo esa noche, me volvieron a preguntar si escucharon bien y ahí fue cuando solté todo en voz alta, que no quería seguir el negocio de las flores, no quería quedarme en Namyangju toda mi vida y quería estudiar gastronomía, no una carrera de plantas.— Tragó, ahora mirando el suelo.– Ellos... Se molestaron tanto, me dijeron si estaba seguro, me ponían excusas en todo lo que yo deseaba hacer con mi futuro y en sí, no me apoyaron, ni cuando por mi cuenta vine a Seúl y apliqué en la carrera, tampoco cuando recibí el correo de que fui aceptado y sólo me miraban molestos, no querían aceptar mi decisión en ningún momento.— La mirada de Jungkook cambió drásticamente, sintiéndose mal por el pelinegro.

— ¿Y qué hiciste?

¿Sabes? Retiro todo lo dicho hacia ese alfa, que feo es no tener apoyo de tus appas humanos.

Triste, Kookoo se recostó, oyendo el próximo final de la historia.

— De alguna manera, me seguían dirigiendo la palabra, y yo a ellos, entonces al tener dieciocho, nuevamente me decidí en venir a vivir a Seúl yo solo, sabía que no tendría el apoyo económico de ninguno porque me lo dijeron y planeé regresar aquí, conseguir un lugar barato donde vivir y trabajar.— Una línea firme se apareció en sus labios, recordándolo.– Y la historia no cambia, fue así, aún algo enojados, los dos se despidieron de mí, me dijeron que me cuidara y por mi cuenta comencé a vivir en Seúl, conseguí un pequeño cuarto en una casa con otros estudiantes y pensando que podría servirme para un futuro, busqué restaurantes, consiguiendo, no sé, trabajar en ellos como lavaplatos, mesero o un puesto común.— Suspiró, cerrando los ojos por unos segundos.– Te preguntarás, ¿qué pasó con la carrera? Bueno, después de preguntar en varios restaurantes y ser rechazado, encontré mi restaurante anterior, conociendo al encargado alfa de éste, un chico pelinegro, un poco más bajo que yo y de hecho, hace un rato me hizo sentir terrible.— Sonrió, y Jungkook lo hizo igual.

— Jaebeom hyung.— Yugyeom asintió.

— Él escuchó la razón por la que estaba buscando trabajo, y le conté sólo un poco lo sucedido con mis appas, ya que debía tener el suficiente dinero para mis estudios y me contrató como el lavaplatos, a veces limpiaba la cocina o ayudaba a los meseros en mis ratos libres, era un todo en uno trabajando, entonces con mis primeros sueldos inicié clases en la carrera y comencé a mantenerme por mi cuenta, no te lo voy a negar, fue difícil.— Se encogió levemente, oliendo a Jungkook seguir triste.– Habían ocasiones en las que debía pensar si comía o compraba las cosas necesarias de la universidad, algunas veces no dormía porque tenía que trabajar en el restaurante y llegar a mi cuarto a hacer los trabajos o estudiar para el próximo día, no podía descansar bien, hasta que descubrí el programa de becas.— Relató, provocando una presión en el pecho de Jungkook tras imaginarse esa vida en Yugyeom y como lo juzgó mal.– Si tenías buenos puntajes, y eras constante, podías recibir una beca de estudios o incluso habían personas que pagaban tu carrera si contabas tu historia, eran padrinos o algo así, entonces apliqué y tres meses después alguien se interesó en mí, pagó los gastos de la carrera completa.—  Sonrió feliz, contagiando un poco a Jungkook.

— ¿Y tus appas...?— Cuestionó, curioso en ese aspecto de la historia.

— Yo, aunque nos despedimos y todo, me sentía decepcionado, triste de que fueran así con su único hijo, ¿sabes? Así que no solía hablarles, les dejé de hablar por un tiempo, varias ocasiones mi omma me mandó mensajes pero no los contestaba porque seguía molesto o a veces estaba ocupado.— Contestó, acomodando la mochila en sus hombros.– Después de medio año, una noche que llegué de trabajar y sólo pensaba dormir, ellos me esperaban junto al señor que me rentaba el cuarto, estaban conversando y en su momento me enojé cuando los vi, p-pero...— Aclaró su voz, pasando como Jungkook un nudo en su garganta y siguió.– Mi omma lloraba, se veía culpable, mi appa también, ambos me abrazaron apenas me vieron y se disculparon por todo, por dejarme solo, por obligarme a irme así, por no aceptar el futuro que yo quería, por dejarme ver la vida de una manera tan fea y soy de corazón blando, los perdoné de inmediato.— Rió, sintiendo a Kyum feliz.

Dile que lloraste como un cachorro toda la noche, no te lo guardes.

Ah, no, espera.

Quieres verte como un alfa fuerte e intimidante, ya lo recordé.

Rodando los ojos divertido, Yugyeom terminó la historia.

— El fin de todo eso fue que mis appas me terminaron apoyando en mi carrera, me dijeron que no era necesario siguiera la tradición y me sacaron de allí, sorprendiéndome con que habían conseguido un departamento más al centro de Seúl y cuando terminara mi carrera, empezara a trabajar profesionalmente, yo comenzaría a pagarlo por mi cuenta, entonces pasaron los años, me recibí y dejé de trabajar ese tiempo en el restaurante, pero luego volví, mostrándole a hyung mis documentos certificados de que terminé mis estudios y me aceptó como chef en la cocina, al igual que Bambam, los dos iniciamos al mismo tiempo, y nos integramos rápido, en lo que él decidió quedarse como encargado de las carnes, yo quise avanzar más, admirando la fuerza de mando de mi hyung en esos tiempos y luego de trabajar años, conseguí ser el chef principal, llegando a éste punto también, donde nos sacaron de ese restaurante para pasarnos al tuyo y terminamos ahora golpeados, molestos como el otro, sin embargo, aclarando todo.— Le sonrió, ambos admirando las heridas en sus rostros y rió.– Un pequeño dato curioso, si te interesa, durante los años de carrera nunca supe quien me pagó los estudios, hasta que el día de mi recibimiento, mi appa me confesó que fue él detrás de todo, a escondidas de mi omma, creyendo se enojaría o algo así.

Sufriendo en el interior, Jungkook agachó la cabeza, sintiéndose como un verdadero tonto tras descubrir la historia nada fácil del pelinegro, sus problemas eran meramente absurdos al lado de los de Yugyeom, él nunca sufrió lo que el Kim y pasó una mano sobre sus ojos.

— Eso fue dulce, y lindo por parte de tu appa.— Murmuró Jungkook, exhalando en voz alta y negó, sintiéndose peor que antes.– Yo... No tienes idea de cuánto lo siento, Yugyeom, lo digo en serio y espero me creas, nunca me imaginé que habías pasado por tanto para llegar a donde estás, antes pensaba plenamente que eras un idiota privilegiado, sintiéndome furioso de como tú obtuviste el lugar tan fácil, pero nunca fue así, el idiota en cambio, soy yo.— Pausó, nervioso.– Me merezco todos los insultos del mundo, soy un imbécil, un idiota, un estúpido, todo lo que se te ocurra.

Sí lo eres.

Ah, no, se supone que debo apoyarte y hacerte sentir bien.

¡No lo eres!

— Jungkook, para, no es...— Deteniéndolo, Jungkook dejó de caminar.

— No Yugyeom, está bien, siempre pensé en que yo fui quien empeoró las cosas, tú intentabas arreglar esto entre nosotros, te defendías cuando lo creías necesario, porque es una naturaleza y nunca lo dije, pero no tienes idea de cuán agradecido estoy también contigo por todo lo que has hecho, cuando me salvaste de que me robaran la motocicleta, cuando me ayudaste a no mojarme esa noche, cuando evitaste que me cayeran esos botes encima en el almacén, incluso cuando viniste detrás de mí y viste a esos imbéciles desde el autobús, fui grosero e inmaduro, tú sólo querías ayudar, eras dulce, amable, buscabas lo imposible en mí.— Le vio a los ojos, notando como Yugyeom lo veía fijamente desde hace rato y se pararon frente a frente.– Me ayudaste tanto y nunca hice nada por ti, sólo criticarte, hablar mal de ti, como dijo Chanmi noona, yo no soy así, con nadie, ¡además! Trabajando juntos la primera vez quisiste acercarte y yo te amenacé con un cuchillo, en serio lo siento, por todo, lo que estoy olvidando ahora también.— Cubrió su rostro, descubriéndose de inmediato al quejarse, las heridas seguían doliendo y estaban punzantes.

— Jungkook.— Se apresuró en hablar, bufando.– No fuiste el único que cometió errores entre los dos, te agradezco por haber tomado en cuenta lo pasado y que lo hayas considerado, acepto tu disculpa.— Sonrió.– Yo fui un imbécil contigo también, no te tienes que culpar de todo, antes me desquitaba cargándote de trabajo a ti solo, te gruñía todo el tiempo, te apuraba más que a los demás aprovechando mi puesto en la cocina, era exagerado contigo, me la pasé diciéndote hoy algo que te lastimaba, el tema de los puestos y no sé cuantas cosas más hablé de ti, lo mencionaste hace un rato, cuando me oíste hablar con Bambam esa noche frente a los demás, de como creía que eras un hipócrita por comportarte así.

— De hecho, esa noche no te quise escuchar a propósito.— Apenado, se arregló la chamarra, rozando la mordida en su hombro.– Quería disculparme contigo, entonces esperé afuera a que salieras y bueno.— Yugyeom cerró los ojos, golpeándose en la frente pero se quejó, tocándose la herida cerca de su ceja.

— ¿Te das cuenta? Pudimos estar bien desde hace tiempo y yo lo arruiné.— Frustrado consigo mismo, Yugyeom se paró mejor.– Además, una vez sí me ayudaste, ¿recuerdas las pastillas de la alergia? No tienes idea de como me ayudaron y creo que tu nota sigue en el fondo de mi mochila.— Soltó una risilla, animado de su rumbo en la charla.– Por lo que yo te debo igual una disculpa Jungkook, me comporté como nunca lo hice antes y tú te defendías de la misma manera, ambos fuimos tontos, nuestros lobos fueron tontos y bueno.— Empezando a caminar, el par de lobos jadeó de la indignación.

¿YO FUI TONTO?

¿NOSOTROS FUIMOS TONTOS?

¡ESO NO ES CIERTO!

Gritando al mismo tiempo, ninguno de sus humanos le prestó atención y gruñeron, enfurruñados de que Yugyeom dijera aquello cuando los intentaron hacer entender millones de veces.

— Sí, es cierto, los dos tuvimos nuestros pros y contras, principalmente yo en mis contras, pero se siente bien hablar todo, aclarar los problemas de una vez por todas y pedirnos disculpas el uno al otro, es como liberarse, estaba harto de enojarme por cualquier mínima acción que hicieras tú o yo mismo para arruinar las cosas.— Jungkook y Yugyeom miraron al cielo despejado, agradecidos de que fuera así, era una noche tranquila, fría, sin más que se los pudiera arruinar.– Y aceptando tu disculpa, supongo que... ¿Ahora estamos bien?— Murmuró, dándose cuenta de como llegaron casi a su hogar y tras Yugyeom asentir sonriente, estiró el puño, sonriendo también.– ¿Amigos?

O lo hace a propósito, o tienes tan mala suerte para agarrar su mano.

Conformate con eso.

— Amigos.— Golpeando su puño, conservaron la felicidad en sus labios, volviéndose a sus posiciones anteriores y Yugyeom ignoró a Kyum, a pesar de su razón al hablar.– Vaya, nunca me imaginé que terminaríamos así de rápido esto, fue más fácil de lo que creí.— Confesó, concordando con Jungkook y rieron por lo bajo.

Que estúpidos.

Demasiado idiotas.

Son tal para cual.

No los comprendo.

De acuerdo indirectamente, Kookoo y Kyum se vieron, sonriéndose al otro desde sus lugares algo más abiertos en espacio y Kyum siendo un poco descarado sonrió ladino, avergonzando a Kookoo sentado en su lugar y se dio la vuelta, moviendo la cola de la alegría.

— Se me olvidó mencionarlo, por cierto, me di cuenta un par de veces que tal vez, me pasé con mis comentarios y te hicieron daño, tú no eres molesto, mucho menos al quererte hacer amigo de alguien, en realidad eres bastante amigable y tu risa, yo no tengo mucho que defenderme, la tuya es graciosa y la mía parece de señora, todo lo que te decía era por enojo.— Se apenó, mirando a otro lado.

— Lo suponía, aunque algunos comentarios sí me los tragué, como el agua de la piscina.— Tocó su garganta, sintiéndose ronco y Jungkook rió, sintiendo a Kookoo feliz.

"Oye, lobito".

Qué quieres.

"Disculpate".

Excuse me?

¿Por qué yo tengo que disculparme?

Jungkook bufó.

"Porque tú en repetidas ocasiones me hiciste querer golpearlo también, y te ponías furioso con su lobo y con él".

Eso no tiene nada que ver.

Jungkook frunció el ceño, forzándolo puesto el canino no lo quería admitir y Kookoo lamió su pata, gruñendo.

Ugh, está bien, dile que lo siento, a él y su lobo, muchas veces me pasé de la raya y consideré mandarlo al hospital, EH, por motivos de seguridad.

— Mi lobo dice que lo siente, por pasarse de la raya y también provocar las peleas.— Comentó el Jeon, parándose cuando llegaron a su hogar y Yugyeom tragó.

"¿Es necesario que te lo diga o que te obligue?"

No me puedes obligar, me niego.

¡Me niego rotundamente!

¿CÓMO CAÍSTE TAN BAJO?

Gritando, Kyum vio a Kookoo, pero el otro canino no lo notó.

"No es caer bajo, es reconocer los errores, tú no siempre fuiste perfecto y mucho menos yo".

Pero, pero...

Dando vueltas, Kyum gruñó.

¡Bien, tú ganas!

Lo siento, ¿de acuerdo? Quería arrancarle la cabeza y matarlo, pero sabía que no lo cumpliría por ti, dile eso.

— Mi lobo también lo siente, sabe que se comporto como un idiota varias veces.

¡Oye!

NO CAMBIES MIS PALABRAS.

¿¡Por qué los lobos no podemos tener libertad de expresión!?

Lloriqueando, golpeó con sus patas debajo suyo.

Djakdjalsjaks.

Te odio, humano idiota.

— Y bueno, esta es mi casa, aunque pensándolo mejor, debería acompañarte a la parada, no creo que recuerdes el camino.— Sintiéndose tonto, formó una mueca y Yugyeom le restó importancia.

— En realidad, es sólo seguir las calles abajo, no sabía que vivías aquí.— Señaló hacia atrás, rascándose la mejilla y gruñó del dolor, logrando que Jungkook se percatara de eso y se acercara a él.

— Oh, demonios, no me di cuenta, ¿te golpeé muy fuerte?— Apretó los labios adolorido y Yugyeom se encogió de hombros.

— No es por subirte el ego, pero pensé que estaría noqueado después de ese puñetazo.— Soltó una risilla, deteniéndose cuando Jungkook, todavía sintiéndose mal, levantó su mano, tocando delicadamente su mejilla golpeada y la acarició con un dedo, encontrándola hinchada, caliente y algo roja, tornándose aún más de ese color apenas Yugyeom parpadeó, sonrojándose por el toque de Jungkook y su corazón se aceleró.

Que perdedor.

Me estoy imaginando el día en que te hable por uno de tus apodos.

Debería considerar qué tipo de ataúd nos combina, ¿te gusta el blanco?

Burlón, Kyum se recostó, estirando las patas.

Vamos, te lo mencioné antes, habla y tartamudea.

Mi pequeño cachorro debe conquistar a su amor.

"Cállate, animal bobo".

— Ah, ven.— Imitando su acción del autobús, jaló por la muñeca a Yugyeom, acercándolos hasta la entrada de su casa y el Kim abrió los ojos, temblando.

— ¿P-por qué?

JAJAJAJAJA, LO DIJEEEEE.

"Cierra la boca".

— No puedo dejar que te vayas así a tu departamento.— Contestó, soltándolo para buscar la llave en su pantalón y abrir la puerta.– Te ayudaré con tus heridas, yo fui quien te dejó así, y ya es tarde, pediré un taxi para que te vayas.— Sonrió, odiando su actitud de hace horas y abrió la puerta, permitiéndole pasar.– Bienvenido a mi cueva, pasa y sientate.— Extendió una mano, invitándolo a pasar.

— Gracias Jungkook, y-yo, de verdad que no es necesario, no son muy graves y...— Regalándole una mirada al pelinegro, Jungkook lo calló, era una clásica de "hazme caso y no me contradigas", por lo que suspiró, asintiendo al mismo tiempo que se adentraba y se sentaba timidamente en uno de los sillones, admirando la sala bien acomodada, todo estaba simétrico, habían varias fotos familiares y tenía un no muy enorme televisor en el frente, además de decoraciones muy al estilo del Jeon.

En el fondo había un comedor y una cocina, el comedor no era grande o muy moderno, era simple, negro y con un vidrio cubriéndolo de encima, detrás de él, la cocina era clásica y limpia, además de notarse con fuerza el aroma a galletas de avena y nuez en todos lados, disfrutándolo con disimulo.

— Linda casa.— Tras cerrar la puerta, Jungkook fue hasta la mesa, dejando su mochila allí y vio al pelinegro luego de su oírle.

¿No tienes un mejor comentario?

Te encanta dejarme en vergüenza.

Kyum se cubrió la cabeza con las patas.

— Gracias, no es un comentario muy prudente ahora, pero si te sirve de consuelo sobre lo que dijiste hace rato, yo también te insulté mucho, sentado en ese mueble.— Bromeó ligeramente y Yugyeom alzó una ceja.

— ¿Cuántas veces?

— Como... ¿Veinte?— Cerró un ojo inseguro y Yugyeom se rió, viéndole hacer lo mismo a Jungkook, aún pensando que eso parecía irreal.– Espera un momento, iré por el botiquín y traeré hielo.— Yugyeom afirmó, esperándolo mientras Jungkook entraba en su habitación y prendía la luz, fingiendo tranquilidad hasta que por fin estuvo solo.

Siendo rápido, Jungkook se quitó la chaqueta sobre su cuerpo, soltando un quejido por la herida en su hombro y miró el interior de esta, admirando pequeñas manchas de sangre por la profundidad con la se hizo y descubrió su camisa de un lado, ésta por igual tenía sangre en un círculo. Desde que se encontró la marca, había querido verla bien y descubrir qué tan mala era con Kookoo, sin embargo, nunca tuvo la oportunidad, sólo en esos segundos, al verse solo y apurado de no estar allí media hora con Yugyeom en su sala.

Tocando suavemente la tela de la camisa, respiró en paz de no ver más sangre salir, y no es que fueran montones de manchas de sangre o algo así, pero al estar tanto tiempo con la ropa presionando la marca, las prendas se mancharon sin remedio, entonces Jungkook se vio en su espejo de cuerpo completo, observando muy bien de cerca la perfecta mordida en su hombro y Kookoo la analizó detenidamente unos minutos, antes de que Jungkook se apartara y fuera por papel al baño, mojándolo en agua para pasárselo encima de ella, mordiéndose un labio por el dolor y ahogó un chillido.

— ¿E-es muy profunda como creo?

Sí, lo es, te enterró los centrales y su lobo le ayudó, como no lamió estará abierta.

— ¿Y qué pasa con esta? ¿No es grave, o sí?— Murmuró algo asustado, quitando toda la sangre seca y Kookoo negó.

Nah, parada nada.

Pero al ser en el hombro, es un poco similar a una marca temporal, sólo que no llevarás su aroma ni otros alfas se alejarán de ti al creer que tienes un alfa.

Suspirando aliviado, Jungkook se recargó en el lavamanos.

— ¿Qué me pasará con ésta?

Sentirás sus emociones y él sentirá las tuyas.

Cuando estés triste, él estará triste, cuando tú llores, él llorará, cuando tú te enojes, él se enojará.

Normalmente la marca de lazo controla todo eso.

— ah, bien, no es la gran cosa, sólo debo controlar mis emociones y no mostrarla.— Tragó, tirando el papel en el bote, y diciéndolo para él mismo, le gustó de alguna manera como se veía esa mordida ahí, sonrojándose de sus propios pensamientos.– ¿Cuánto dura?

Ésta suele durar una o dos semanas, dependiendo la profundidad.

— No es mucho tiempo, gracias por decirme, lobito, hablaremos más tarde de esto.— Murmuró, relajándose notoriamente y se quitó la camisa, poniéndose una nueva sin sangre, claramente, y se roció el perfume de alfa en todos lados, agarrando el botiquín en su mesa de noche para tomar aire y salir de allí, sería raro si tardaba más, así que fue a la cocina, agarrando la bolsa de hielo que tenía ahí, pasando unos pocos a una servilleta de tela y los envolvió, formando así un pequeño saco frío.– Toma, es para bajar la hinchazón de tu mejilla.— Comentó, volviendo con él y Yugyeom le agradeció, viendo a Jungkook tomar asiento a su lado mientras abría el botiquín y él se ponía la servilleta en la mejilla, el Jeon sin notar los ojos del pelinegro en él.

Yugyeom apreció a Jungkook detenidamente, por primera vez, esa actitud amable y tranquila relució con él, concentrándose en llenar un algodón con alcohol, mordiendo su labio en espera que no le doliera tanto a Yugyeom y quiso reír cuando con su lengua tocó la herida en su labio, chillando bajito del dolor y Yugyeom dejó caer su espalda en el mueble, sin dejar de mirarlo.

Disimulala tantito, pareces acosador.

Por cierto, ahora viendo todo bien, este lugar es muy aesthetic, me agrada.

Bufando, Yugyeom se volteó al castaño, armándose de valor para preguntar.

— Jungkook, de casualidad, ¿tienes algo que hacer mañana?— Aquello hizo parpadear al Jeon, percatándose por primera vez que en serio no iría a trabajar tres días junto con Yugyeom y lo pensó unos segundos, tomándole de sorpresa la voz del pelinegro a su costado.

Uuuh.

¿Cómo iba la canción? Esa del amor, aaaah, se me olvidó.

"¿Qué te pasa? Eres tan raro".

Mira quien lo dice, estoy intentando recordar la canción, ¡no me acuerdo!

— La verdad no, me ahorré los tres días de pensar, reflexionar y darme cuenta que soy un imbécil.— Confirmó, sonriendo tiernamente.– ¿Por qué?— Yugyeom casi se atraganta con su propia saliva, pareciéndole tan adorable esa reacción de Jungkook y golpeó su pecho, arreglándose.

— B-bueno, estaba pensando que, uhm.— Se aclaró la voz, ansioso.– Podíamos, no sé, salir, conocernos un poco mejor, literalmente tenemos dos meses siendo unos completos desconocidos y lo único que sé es que somos del mismo año.— Rechinó los dientes, esperando con sus manos sudando.

No es por nada, pero odio cuando rechinan los dientes, no lo hagas.

— Entonces sí me investigaste.— Alzó ambas cejas, haciendo referencia a su primera charla y Yugyeom se rió nervioso.– Me parece bien, tampoco te conozco mucho y podríamos hablar un poco de como nos disculparemos con los demás el viernes, hoy Jiminie estaba tan decepcionado de mí y quiero hablar con urgencia con él.— Exhaló, asintiendo alegre a los segundos y tocó la herida en el cuello de Yugyeom con el algodón, oyéndolos jadear del dolor.– Lo siento, ¿te parece a las doce? O tal vez querías, salir en la noche, no lo sé.

— Me parece bien, a las doce.— Estuvo de acuerdo en la hora.– ¿En dónde nos veremos?

— Como tu autobús toma mi misma ruta, supongo que no vives muy lejos.— Yugyeom confirmó la teoría.– Podríamos encontrarnos en las afueras de Yeoju e ir a otro lado.— Dio la idea, presionando con cuidado en la misma zona y Yugyeom cerró los ojos, apretando los labios.– Lo siento de nuevo.

— Está bien, entre más rápido mejor.— Inhaló.– Me agrada la idea, nos vemos ahí mañana, entonces.— Ambos levantaron la curva en sus labios, haciendo reír a sus lobos.

Son un caso total.

Hace tres horas se deseaban la muerte y ahora hasta está curando tus heridas.

No son nada sanos, necesitan ayudaaa.

Estoy feliz por esto, pero son tan tontos.

Los humanos y sus complicaciones, si tan sólo fueran como nosotros.

— Y pensándolo bien ahora.— Murmuró Yugyeom, esperando que el ambiente no se volviera incómodo y gracias a Kyum lo recordó.– ¿Nos golpeamos después de todo, innecesariamente?— Preguntó con inocencia, y se vieron directamente a los ojos, teniendo la atención de sus caninos en espera de la respuesta.

— No, sí fue necesaria.— Contestaron a la vez y negaron, ya que ambos tenían ganas de golpearse al otro desde hace tiempo y desquitaron todo lo guardado de dos meses.

No lo puedo creer.

Sí, y nosotros somos los bobos, NOSOTROS.

Tal para cual.

Aún no sé como no se dan cuenta.

Y oyendo las quejas continuas de sus lobos, Jungkook y Yugyeom se observaron con alegría, por primera vez podían estar en un ambiente sin peleas, sin odio, sin incomodidades y definitivamente, ese era un nuevo inicio entre ambos, darle el segundo play a lo que pasaba entre los dos gracias a la inmadurez, sus mentes y los problemas con los lobos, dando por hecho que la pelea fue un fin a sus problemas durante un largo tiempo, o quizás toda la vida, viéndolo como un ganar desde las dos perspectivas, la de Jungkook y la de Yugyeom.

VOLVÍIIIIIIII. :D

Djlajwakwjakw que bonito es actualizar u,w,u💖

Primero que nada, siento si la semana pasada esperaron capítulo, como mencioné, no sabía si podría y terminé actualizando hasta ahora por unas cuestiones familiares. unu

Pero en fin, la próxima semana comienza mi promesa, capítulo todos los viernes o sábados, dependiendo. 🥺❤

Pero bueno.

YA SON AMIGOOOOOOOOOOOOOOOOS, HOY HAY FIESTA EN EL OBELISCO. 🥳🥳🥳💖💖💖

Después de un regaño, momentos de reflexión, un Jungkookie pensativo y un Yugyeomie que no podía creer las cosas, ambos hablaron, se dieron cuenta que fueron pendejos en sus aspectos y quedaron como amigos, VIVAAAAAAA 🥳

¿Qué opinan de las infancias/juventudes de nuestros wawas? Yo estoy troste :(

Y además, ¿cómo han estado? ¿Qué han hecho? ¿Les trata bien la vida? ¿Están de vacaciones? 🥺❤

Debo mencionar, que seguramente pueda leer y responder los comentarios hasta la próxima semana (ESPERO 😭), y con los del capítulo anterior igual, disculpenme. :(

Desde hace una semana se fue el internet en mi casa y no vienen a arreglarlo, supuestamente vienen entre hoy y el domingo por fin, pero perdí la fe, conservé muchos datos para actualizarles hoy. 😭💖

Pero bueno, algo muy feliz que me sucedió hoy es que recibí un reconocimiento en mi escuela por primer lugar en mi clase 🥺 y han estado siendo muy buenos días a pesar de mi internet. uwu

Sin más, me voy retirando, debo celebrar con tacos 🥳 y recen para que mi internet de arregle pronto, les amo mucho y extraño leer comentarios. :(❤

¡Nos leemos luego, cuídense! 😷

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