► Capítulo 18: ¿Destinado?
Las gotas de lluvia caían por todos lados en las calles solitarias de Seúl, el cielo estaba adornado por nubes negras, cargadas para seguir lloviendo durante varias horas más o quizás todo el día. Risas y gritos se escuchaban en una de todas estas calles vacías, dos omega jóvenes corrían a toda velocidad, uno rubio siendo perseguido por un castaño con el miedo y los nervios corriendo su piel, aunque riéndose a carcajadas gracias a su menor.
Jungkook desde que bajaron del autobús, al no poder llevar su motocicleta debido a la lluvia, se dio cuenta de los montones de charcos de agua en el suelo y claramente por hacerle la maldad a su hyung, le insinuó si no quisiera mojarse por completo, Jimin corriendo de inmediato de él con su sombrilla en manos cuando Jungkook se acercó con esas intenciones.
— ¡No, no, espera!— Jimin exclamó, intentando apartarse de Jungkook, este riéndose a carcajadas de los sustos que le sacaba al mayor apenas se paraba cerca de algunos montos de agua y fingía golpear el suelo contra su bota.– ¡Kookie ya para, son de tela y sabes lo difícil que es quitarles lo sucio!— La lluvia no le importó mucho al Jeon, no era muy fuerte y para él era mil veces más divertido molestar al rubio.
¡Bañalo!
— ¡Tienes toda la próxima semana para lavarlos hyung, el color mugre les va a quedar muy bien!— Corrió detrás de Jimin queriendo asustarlo aún más y le sostuvo por la espalda cuando se apresuró a dejarlo atrás, divertido por el forcejeo inútil de su hyung.– Últimas palabras.— Canturreo divertido por las risas nerviosas de Jimin.
— ¡Últimas palabras mi trasero! Kookie no me obligues a utilizar la fuerza bruta.— Amenazó, fingiendo enojo y Jungkook alzó una ceja cubriéndose un poco de la lluvia por la sombrilla de Jimin.– Llamar a Hobi.
Dios mío, corre, huye.
— Uuuy, mira como tiemblo por Hobi hyung.— Movió las manos como si estuviera temblando, siguiendo la broma de su lobo y soltó al mayor, viéndolo tener un puchero en los labios por su mala amenaza.– Que poco divertido eres hyung, el día que está tan lindo y tú llorando.— Suspiró, enredando su brazo con el de Jimin, animado, ambos cubriéndose otra vez cuando la lluvia amenazó con mojarlos un poco más.
— ¿El día tan lindo? Agh, cierto, olvidé que eras raro.— Jimin le miró formando una mueca y él le pegó un codazo, bufando, pero el Park sólo volvió a reír.– Hoy tengo ganas de llegar seco a mi casa, gracias, sabes que me enfermo fácil y tú me pagarás las medicinas si me da gripe.— Se encogió de hombros, ambos viendo desde lejos la entrada del restaurante, pero aún les quedaba un poco para llegar, sin mencionar con la tranquilidad de sus pasos en la calle.
— Tú te enfermas hasta porque te da el aire hyung, ni te quejes.— Jungkook rodó los ojos y abrazó mejor al rubio, recargando la cabeza en su hombro aunque se tuvo que agachar un poco debido a la altura y Jimin recargó la suya sobre la de Jungkook, compartiendo un pequeño momento amistoso entre los dos amigos y rieron.– Eres muy pequeño hyung, siento que un niño me está abrazando.
¿Es normal que me haga sentir mejor que sea tan pequeño?
— A los mocosos como tú no sé que les dieron de comer, parecen árboles andando y nos hacen parecer a sus hyungs enanos, me caen tan mal.— Gruñó, aunque sonó más como un chillido, provocando que Jungkook soltara una carcajada.
— Sólo acepta que eres pequeño Jiminie, es fácil decirlo.— Bromeó, recibiendo un golpe en la cabeza por el mencionado.– ¡Los golpes son innecesarios!
— No son innecesarios, son muy necesarios.— Luego acarició su cabeza, como si de un perrito se tratara y pasándole la sombrilla a Jungkook, sacó su teléfono sonando, asustando a su menor cuando un fuerte chillido de felicidad salió de sus labios.– ¡Ya llegó el paquete!
— ¿Cuál paquete?
¿Había un paquete?
— El que te mencioné en el autobús, así se nota como me pones atención.— Jimin le mostró la pantalla de su teléfono, en ella una conversación con el señor que vivía al lado de la casa de Jimin, el señor Yang, él le mandó una foto de un paquete con los dulces preferidos del omega.– Le pedí si podía recogerlos por mí cuando no estuviera, casi siempre viene el mismo repartir entonces se los entrega y ya en las noches voy por ellos.
— El señor Yang debe estar harto de tanta comida, dulces y flores llegando a su casa.— Rió, recibiendo otro golpe de Jimin.– Me acuerdo del día en que le tiró agua a Litty porque se comió su atún y pensó que era callejera.
— Pobre Litty, ella sólo tenía hambre.— Puchereó y Jungkook se quedó en un shock por un momento.
— Tu omma la llevó a Busan ¿Verdad? No la vi otra vez desde ese día que me fui a despedir.
— Sí, a veces la lleva porque mi appa está trabajando y se siente sola.— Rió tiernamente por su omma.– Vendrá en un mes y la traerá otra vez, me manda fotos de ella todos los días, también mi appa.— Sonrió, enseñándole una foto de su gatita recostada y el lobo de Jungkook se removió, haciendo reír al castaño.
Está más fea que antes, está muy blanca.
"Así es su pelaje".
No me importa, que se los pinte.
Era obvio que Jimin seguía recibiendo cosas en su casa, a veces podían ser dos veces al día o una al día, pero exactamente a las mismas horas el típico repartidor se presentaba en el hogar del Park para dejar algo nuevo, con notas llenas de mensajes lindos o adorables por la forma en que el alfa, así como lo identificó Jimin cuando este se lo dijo en una nota, hablaba, era tan tierno que si lo veía algún día le llenaría de mimos por toda la cara, simplemente le encantaba.
— El señor Yang es muy amable, a veces le doy de los dulces porque sé que le gustan mucho.— Sonrió.– Pero ah, ¿soy muy fácil si digo que me estoy enamorando con regalos y notas? Es que es tan lindo.
Eso es ser puta, básicamente...
Ah, ¿qué decía?
— Tú estás urgido Jiminie, tú sabes de quién te enamoras mientras no sea un mal alfa.— Lentamente se separó de él, una vez llegaron a la entrada del estacionamiento y pudieron ir directo al vestidor.– ¿Recuerdas lo que te dije de...?
— No voy a dejar ni que me pegue, ni me embarace, ni me abandone.— Bufó, empujándolo lejos cuando Jungkook se soltó a las risas y entraron sin importarles que les oyeran, no sin antes Jimin sacudir el agua de la sombrilla y guardarla en su mochila.– Bueno, puedo considerar el embarazarme.— Alzó ambas cejas sugerente y Jungkook dispuesto a contestar, fue interrumpido por alguien a sus espaldas.
— Serían bebés Mochi, ¿no creen?— Jungkook sonrió apenas escuchó la voz de Namjoon.– Unos cachorros muy cachetones y con ojitos chiquitos.
Awww.
— También enanos.— Incluyó Taehyung, apareciéndose junto a Yoongi y Jimin formó un puchero molesto.– Van a medir un centímetro cuando nazcan.— Jungkook y Taehyung chocaron sus manos, riéndose de acuerdo.
— ¡Son tan malos! Me aseguraré de conseguir un alfa alto para que salgan como él y no sufran todo lo que yo sufro.— Exageró, tirando su cabeza hacia atrás.
— Sí, claro.— Taehyung se rió sarcástico, viendo disimuladamente a Yoongi y este gruñó silencioso.– Van a salir taaan altos.
— ¿Se supone que estás en mi contra o a favor Kim Taehyung?— Se quejó el rubio, frunciendo el ceño sin entender las intenciones con las que su amigo lo dijo y el Kim le mandó un beso como respuesta.
— Acepta tu destino hyung, es aceptar y superar.— Jungkook palmeó su hombro, cambiándose sin vergüenza la camisa frente a todos, como ya era costumbre al igual con el resto.
— Es como si yo no aceptara que soy moreno.— Señaló Namjoon, imitando la acción de Jungkook y el rostro de este se sonrojó cuando vio por un segundo el pecho descubierto del alfa de hoyuelos.
— Y yo pálido como rábano.— Una nueva voz se unió, todos volteando a ver al dueño de ella. Yugyeom se apareció sonriente, ahora sin un cubrebocas en su rostro como en el día pasado y su aspecto ya era normal, tal pareciera que nunca tuvo la alergia. La mayoría se alegró de verlo bien, algunos sin haberse enterado de lo sucedido y Jungkook volvió a su casillero, mirándolo de reojo mientras Yugyeom se acercaba a su lado para abrir el suyo.
— Dejaré pasar que también me llevas la contraria y preguntaré, ¿te encuentras mejor de tu alergia Yugyeom-ah? Ayer te veías fatal.— Tanto Jimin como otros meseros pudieron notar el mal estado de Yugyeom, sin embargo, sólo algunos se pararon a preguntar, entre ellos Jimin.
— La verdad sí, me encuentro mucho mejor, la alergia ya se fue por completo.— Afirmó, sin apartar la sonrisa de sus labios y también miró de reojo a Jungkook, el castaño ahora colocándose como se debía el mandil sin prestarle atención.– Ayer y hoy me tomé unas pastillas.
— Nos alegra que te encuentres bien Yugyeom, ayer lloraste hasta porque te dijimos que te mejoraras.— Bromeó SeokJin, él apareciéndose unos cuantos minutos después de Taehyung y Yoongi, pero manteniéndose en silencio pues los menores le ganaban las frases.
Jungkook en el interior quería dirigirse a Yugyeom y preguntarle si con una fue efectivo, sin embargo, no tenía ni idea si el alfa sabía que él fue quien dejó las pastillas en su auto, entonces como mejor opción se conformó con verlo recuperado y se vio en el pequeño espejo que tenía en la puerta del casillero, seguro de su aspecto la cerró y fue a la puerta que daba a la cocina, observando de reojo la felicidad de Yugyeom demostrándolo en ese aroma tan rico a pay de limón. Una pequeña sonrisa ahora se apoderó de sus labios, aprovechando que nadie pudo verlo al cruzar la puerta, dispuesto a esperar ahora que el resto entrara a la cocina.
Yugyeom volteó a ver la puerta por donde salió Jungkook, riéndose por los claros nervios del castaño y como nadie pudo olerlo aparte de él, el aroma de galletas de avena y nuez inundando su nariz, demostrando un poco de felicidad. Esa misma noche la pastilla por supuesto que hizo efecto, le dejó dormir la noche entera sin problemas en la nariz y a la mañana siguiente apenas se levantó la tomó, pasándose un poco de las doce horas, pero no hubo ningún problema, que hasta cuando Bambam fue a verlo ya estaba como nuevo y una mirada cómplice en los ojos del tailandés se mostraba, pero lo conocía tanto que quizás él vio como Jungkook las colocó encima de su auto.
— ¿Y cómo conseguiste las pastillas Yug? ¿Las encontraste en internet?— Las preguntas de Namjoon le hicieron voltear y negó.
— Un amigo me las dio.— Volvió a sonreír y su lobo movió la cola, ambos pensando en Jungkook de alguna manera.
Tal vez Jungkook había huido en ese momento y se mostraría indiferente toda la tarde, pero no se salvaría de que al menos pudiera darle las gracias, no era nada del otro mundo y si quería, podía seguir con su poco intercambio de palabras, él sólo deseaba agradecerle por su buen gesto.
[...]
— Creelo hyung, él se las dio.— SeokJin parpadeó confundido, viendo atentamente a Bambam en lo que él colocaba unos filetes partidos en pedazos dentro de una olla.
— Lo dices y siento que me estás mintiendo Bam, ¿estás completamente seguro de que fue Jungkook? Sólo viste su espalda y pudo ser cualquiera.— El omega de cabellos grises se paró derecho, con una expresión obvia en su rostro y SeokJin se rió por lo bajo.
— ¿Quién más se viste como Bad boy de aquí?— Los dos de inmediato se fijaron en Jungkook, este platicando con Soyeon animado y tuvieron en mente los outfits típicos del castaño.
— Tienes razón, era Jungkook.— Asintió, sacándole carcajadas a Bambam y rió con él.– ¿Qué fue lo que hizo?
— Jinyoungie y yo íbamos a casa, como era normal, la mayoría ya se había ido y sólo quedaban los meseros. La motocicleta de Jungkook ya no estaba, pero supongo volvió porque se le olvidó darle las pastillas y nosotros ya estábamos dentro del auto, así que supuso nadie lo estaba viendo y colocó la nota encima del carro con el frasco sobre ella, hoy fui temprano a ver a Yugyeom y ya no tenía la alergia.— Contó sin muchos detalles, SeokJin escuchándolo.– Traía el cubrebocas y el gorro de la sudadera puesta.
— Creo que estamos avanzando un poco, ¿cierto? Eso es lindo de su parte.— Murmuró el Kim, creyendo que alguien podría escucharlos y Bambam asintió repetidas veces.– Si se comienzan a tratar bien, la cocina entera estaría en paz y podríamos hablar entre todos sin problemas, estaríamos aún más relajados y ustedes tres son de la misma edad, apuesto que si dejaran sus diferencias de lado serían casi como hermanos.
— Creo lo mismo, Jungkook me agrada y Yugyeom es mi mejor amigo, siento que a los dos los conozco bien por su lado y si se volvieran también amigos tendrían una muy buena amistad.— Una idea fugaz cruzó por la mente del tailandés, pero contuvo a soltarla ya que era absurda.– No lo sé, yo esper...
— ¿Por qué tantos susurros? Quiero saber.— Unas manos tocaron la cintura de Bambam y SeokJin, ambos omegas soltaron un grito junto a un escalofrío corriendo su cuerpo y se abrazaron el uno al otro, viendo al causante de su susto: Namjoon.
— ¡Maldita sea Namjoon!— Gritaron otra vez al mismo tiempo y el alfa rió apenado, recibiendo golpes en distintas zonas del cuerpo por parte de sus amigos, estos volteando a ver cómo todos pusieron su atención en ellos, incluidos los protagonistas de su plática.
— Por eso odio a los alfas.— Jadeó el Kim, separándose de Bambam y sonrió al resto, como si nada hubiera pasado, ellos no tardaron en volver a lo que estaban haciendo.– ¿Qué escuchaste?— Murmuró, fingiendo que iniciaba su tarea de medir cantidades para los postres.
— En realidad nada, yo...— Iba a continuar, pero cuando vio los brazos cruzados de los dos tragó.– Bien, escuché que Yugyeom y Jungkook podrían ser buenos amigos si se llevaran bien.— Rascó su nuca como cachorro regañado y SeokJin sonrió tiernamente por la acción, sin embargo, un codazo de Bambam lo sacó de su mini burbuja después de ver al moreno.– ¿Acaso pasó algo más después de sus peleas?
— ¿Deberíamos contarle?— Bambam dijo a SeokJin en voz baja, buscando su aprobación luego de darse la vuelta y cuchichear entre ellos.
— Taehyung dijo que sabe guardar secretos, sí lo creo.— Levantó un pulgar y se voltearon nuevamente, uniendo sus manos.
— Bienvenido al mundo de los chismes señor Kim, déjeme guiarlo y hacerle prometer que nada saldrá de aquí.— Sin darle tiempo a responder, SeokJin jaló por la muñeca a Namjoon directo al almacén.
— ¿Tanto así?
— Sí, es información confidencial y si rompe el contrato debe abstenerse a las consecuencias.— Bambam extendió una mano para que Namjoon se adentrara en el almacén, sonriéndole a Jinyoung que les observó desde su lugar con Yugyeom actuando raro, y guiñó un ojo, cerrando la puerta para que los tres quedaran dentro.
— ¿Qué le pasa a esos tres?— Cuestionó Yugyeom sin comprender y Jinyoung se encogió de hombros.
— Tu mejor amigo, mi omega, es raro.— Aclaró hablando de Bambam y siguió.– SeokJin es un caso único en su especie y estoy seguro que Namjoon escuchó algo que no debía como para encerrarlo.
— Mientras no lo castren, hyung está bien.— Comentó concentrado, riéndose cuando Jinyoung también lo hizo, siguiendo su tarea de decorar el platillo principal para esa noche.
— ¡Gracias por su trabajo de hoy! A todos, ya pueden retirarse.— El despido además de agradecimiento típico de Yugyeom se escuchó claro y firme, al mismo tiempo que quitaba los guantes de las manos.– No se les olvide que mañana entramos una hora más tarde, si alguien llega temprano tendrá que esperar una hora porque el restaurante estará cerrado.
— Vendrán a barrer, las hojas del árbol ya están por todos lados.— Respondió con gracia Jaehyun y todos rieron, yendo hacia el vestidor donde los meseros ya se encontraban arreglándose para salir.
Jungkook saludó con su puño a Jimin, el mayor sonriéndole para seguir cambiándose y peinándose debidamente.
La noche, como las anteriores, estuvo repleta de pedidos, apenas comenzabas uno ya te pedían otro, exigiéndote que tuvieras la suficiente fuerza y velocidad para entregar los platillos de cualquier tipo, incluyendo los postres cuando Jaehyun y SeokJin se cargaron de trabajo, sus compañeros no tardaron en ayudarlos para que terminaran más pronto. Jungkook al ser algo así como la mano derecha de Yugyeom allí, se encargó de arreglar pequeños detalles en platillos y hacer algunos a velocidad de la luz, ocasionando que quedara exhausto en todos los sentidos, podía ser que no tanto como los meseros, pero claro que era uno de los más cansados de esa noche en la cocina.
Con un bostezo abrió su casillero, ignorando las charlas de sus amigos a sus lados cambiándose a la misma ropa de hace unas horas y se dispuso a hacer lo mismo, sintiendo cientos de aromas mezclándose y alejarse, algunos ya listos saliendo del restaurante para esperar afuera a otros, aunque manteniéndose en un pequeño pasillo que había allí por la lluvia torrencial golpeando contra el techo del restaurante, empapando todo lo que podía a su paso.
Odio cuando llueve así, en general, odio la lluvia.
"A mí me gusta mucho".
Porque eres un humano loco.
Jungkook rió divertido, cambiándose la camisa de trabajo por únicamente la sudadera dentro de su mochila, no hacía mucho frío aquel día a pesar de todo. Una presencia a su lado muy reconocida logró hacerlo dejar de reír, el aroma a pay de limón presentándose sobre todos los demás, pero se apartó cuando lo sintió muy cerca. Sin querer volvió a bostezar cuando se colgó la mochila, oyendo como Yugyeom lo hacía al mismo tiempo que él, ambos quedándose un poco quietos apenas se dieron cuenta de su acción e hicieron como que nada sucedió, ocultando la gracia saliendo de sus bocas y Jungkook se fue, cerrando su casillero sin cuidado una vez terminó.
— ¡Kookie! ¿Estás listo?— Jungkook fue hacia Jimin, Taehyung y SeokJin juntos, viéndolos algo más arreglados de lo normal y sonrió extrañado, entendiendo que no era para irse la pregunta de Jimin.
— ¿Listo para qué?
Uuuh, no te invitaron.
— Oh, ¿no te comentaron?— El castaño negó de lado a lado hacia Taehyung.– Vamos a ir a comer y tomar algo, ¿vienes? Creí que Jin hyung le había dicho a todos.— Alzó una ceja acusador y este de inmediato señaló a Hoseok.
— Yo le dije a Hobi, a mí no me mires.— El mencionado volteó, no comprendiendo de qué hablaban y los cuatro presentes rieron por su cara.
— Ah, olvidenlo, ven con nosotros Kookie, hace tiempo no salimos a tomar.— El menor sonrió por las miradas emocionadas de sus amigos pero volvió a negar, escuchando sonidos de queja y desacuerdo.
— Me encantaría, pero estoy cansado y sabes que no me gusta tomar en fines de semana si debemos trabajar al otro día Jiminie, prefiero esperar hasta los miércoles.— Jungkook siempre estaba dispuesto a tomar si es que tenían descanso al otro día, pero cuando no era así, no solía tener muchos ánimos.– Vayan ustedes, si gustan podemos ir a la próxima.
Te voy a tener que soportar borracho, que fiasco.
— Claro que iremos, siempre pagas mi comida cuando estamos allá.— SeokJin recargó su brazo en el hombro de Jungkook y rieron.– Pero en serio Kookie, no creo que nos vayamos tan tarde, hasta Chanmi y Jaebeom irán.
— Hyung, los conozco tanto y es seguro que no se irán temprano.— Acusó entrecerrando los ojos.– Estoy bien, diviertanse, aunque, ¿quién te llevará a casa Jiminie?— Miró a su amigo, sin embargo, una mano en su hombro contrario al de SeokJin llamó su atención.
— Yo los llevaré junto a Hobi, también Yoongi, no solemos tomar mucho porque sabemos que debemos manejar entonces puedes estar tranquilo.— Namjoon le sonrió con sus bonitos hoyuelos y tanto SeokJin como él se volvieron a sonrosar.– ¿No vas Kook?— Revolvió su cabello, viéndole.
— No hyung, paso por hoy, estoy cansado.— Sonrió de vuelta, apenado.– Pero si ese es el caso de que llevarás a todos, estoy bien con ello, nos vemos mañana hyung, disfruten su noche.— Namjoon asintió, despidiéndose de la misma manera de Jungkook y fue corriendo hacia su auto, tardando unos minutos en prenderlo y acercarlo a ellos para que no corrieran hasta el otro lado del estacionamiento, lo mismo con Yoongi luego de intercambiar unas palabras con el moreno.
— ¿Llegarás bien a casa?— Jimin se quedó unos segundos, SeokJin y Taehyung adelantándose a meterse en los autos, aunque despidiéndose sonrientes de él.
— Estás hablando con Jeon Jungkook, Jiminie.— Guiñó un ojo y Jimin se rió, diciéndole que llegara bien a casa de todas formas. En menos de un segundo se metió al auto de Namjoon, casi tirándose sobre SeokJin.
— ¿No vas Kookie?— Hoseok le miró, preparándose para ir debajo del agua y Jungkook negó por décima vez, riéndose por los sonidos chistosos de Hoseok una vez fue corriendo al auto de Namjoon tras comentarle que para la otra.
— ¡Nos vemos mañana Kookie, ve con cuidado!
— ¡Ustedes igual! Tomen por mí.— Levantó un pulgar cuando cerraron la puerta, pero SeokJin abrió el vidrio.
— Claro que tomaré por ti Kookie, conoces a tu hyung.— Sonrió maligno y ahora Hoseok abrió el de Namjoon.
— Si ensucian el auto de Nam pagarás los daños causados.— Continuó, carcajeándose por la ceja alzada de Jungkook.
— ¿De verdad cree que haré eso hyung?— Soltó una risilla apenas Namjoon fingió enterrarse algo en el corazón.– Mentira Nam hyung, por si acaso dale una bolsa a Jiminie, son numerosas las veces que lavé mi motocicleta por su culpa.
— ¡Yah! Eso no es...
— ¡Adiós Kookie!— SeokJin cerró la ventana, sin permitir que Jimin contradijera y rodó los ojos a las risas, viéndoles irse de una vez por todas del estacionamiento como otros autos y taxis detrás de ellos, literalmente todo el restaurante yendo a comer y beber en un bar conocido entre ellos.
Tienes unos amigos muy raros.
— Lo sé, desde mi primer día aquí.— Sonrió.
[Usualmente yo escribo todos los capítulos mientras escucho música, me ayuda a concentrarme más owo y esta parte que sigue la escribí con "The season like you" de Jang Hyejin, por si les interesa tener el mismo ambiente con el que yo me lo imaginé <3]
En un suspiro, vio el estacionamiento vacío, quedando una bicicleta en el fondo del mismo y Jaehyun subiéndose a su motocicleta a pesar del tiempo, este sin lograr verlo se marchó en la misma dirección que los demás con un impermeable sobre su cuerpo, al menos iba precavido. Miró la lluvia corriendo, escuchándose más fuerte y tanteó su mochila, buscando la sombrilla que nunca guardó allí y se pegó en la frente, recordando el momento en que Jimin la guardó en su propia mochila, llevándosela con él hacia el bar a minutos del restaurante.
Si no nos da gripe mañana será un milagro.
— No puede ser cierto.
Lo es, no chilles, sabes que no tienes otras opciones.
Jungkook analizó su alrededor, teniendo que darle la razón a su lobo.
— Ugh, ¡odio mi vida!— Soltó un gritito frustrado, golpeando el pie contra el piso y descolgó su mochila, guardando el teléfono dentro de su bolsillo.
Lo has dicho desde que naciste, ahora camina.
— A veces también te odio a ti.— Refunfuñó, sintiendo a su lobo sentarse tranquilamente.
Yo te amo.
Bufó, ocultando su risa por la ternura que le dio su lobo moviendo la cola y observó por última vez la lluvia, colocándose la mochila sobre la cabeza para correr y tomó aire, agradeciendo llevar las botas a las que les costaba mojarse por el agua. Su idea principal fue ir hacia varios techos de algunos negocios y resguardarse por unos segundos, para no estar tan mojado una vez llegara a la parada de autobuses, pensando por unos instantes que podía tomar un taxi, pero ser tacaño era mejor, más con los gastos que tenía todos los días y el autobús le cobraba menos de la mitad que cobraba un taxi para una sola persona.
Esto de ser pobre es tan feo.
"Ni que lo digas".
Rió después de correr unos cuantos metros, respirando irregular apenas paró en el techo de una cafetería a dos cuadras del restaurante y miró al frente, encontrando varios techos más en los que podía detenerse.
Como se te pudo olvidar la sombrilla.
— No tienes porqué decirme nada, tú pudiste recordarme antes de que se fuera.— Chilló, apartándose del techo en donde estaba a otro cercano, se sentía avergonzado de que las personas pudieran verlo escondiéndose del agua y tiró de su cabello hacia atrás, buscando por si en alguna tienda no vendían alguna sombrilla pero sólo habían negocios de comida abiertos.
Sí, bueno, me acuerdo cuando me conviene.
Ah, y porque no traes dinero como para pagar por un taxi, la vida es triste.
Apretó la mano, haciéndola puño e ignoró a el canino. La mirada de Jungkook fue al interior de la cafetería, varias personas refugiándose en ella mientras platicaban y se reían, pero él no tenía tiempo para eso, todas las noches prefería tomar un baño e irse a dormir, era mil veces mejor para su cuerpo que gritaba por descansar. Así que sufriendo en silencio sujetó con firmeza su mochila, colocando un pie de nuevo en la calle repleta de agua y sin notarlo, un cuerpo fue detrás suyo, cubriéndolo con una sombrilla justo cuando se iba apresurando para correr, deteniéndolo por la sorpresa.
Levantó la mirada, encontrando el aroma a pay de limón nuevamente a su alrededor, este ocultándose por la lluvia cayendo y sus ojos se conectaron a los de Yugyeom, el alfa unos tantos centímetros más alto que él mirándole sin expresión alguna.
— ¿Te gusta la lluvia?— Jungkook se paró derecho, bufando luego de oír la pregunta, para salir de la sombrilla y seguir caminando, pero Yugyeom rodó los ojos, expresando su molestia en su aroma y fue otra vez detrás de él, volviéndolo a cubrir para pararse a su costado y Jungkook jadeó enfadado.
— No necesito de tu ayuda, ¿está bien?— Yugyeom apretó los labios cuando volvió a querer irse, sin embargo, se mantuvo firme y fue otra vez detrás de él, ambos formando una escena chistosa donde Jungkook corría lejos de Yugyeom con la mochila en su cabeza y el pelinegro volvía a cubrirlo sin hacerle caso.– ¿Por qué haces esto?— Jungkook se detuvo de una vez por todas y bajó la mochila, suspirando sin apartar la mirada de Yugyeom, este tragó, Jungkook conservando los ojos ligeramente brillosos y su cabello húmedo, no se logró salvar de la lluvia.
— No hago esto porque quiera.— Mintió, pero sonó tan convincente que Jungkook le creyó la frase.– Ahora mismo sabes como estamos de ocupados en el restaurante y no nos conviene que alguien se enferme, el equipo debe estar completo.— Contó, el castaño pareciendo que pensó en esa verdad.– Vamos a la misma dirección, entonces acepta ir conmigo hasta la parada y ya, no te molestaré.
Parece que no miente.
— ¿Tu auto?— Cuestionó entrecerrando los ojos.
— Se lo presté a un amigo.
— ¿Y cómo por qué harías eso?
— ¿Debo decirte?— Jungkook asintió, dándole la razón.
— Son varios minutos.
— ¿Y?
— Será incómodo.
— No hablaré.— Levantó la mano, prometiéndolo y Jungkook pareció dudoso todavía.– ¡Yah! Sólo deja de ser tan terco y vamos a la parada.— Gruñó, harto de la actitud del Jeon y terminó accediendo a regañadientes, colgándose la mochila mojada de un hombro para empezar a caminar junto a Yugyeom.
Sin querer, sus hombros chocaban juntos de vez en cuando al empezar a caminar, ambos callados mirando en distintas direcciones sin hablar, tal como había prometido Yugyeom y las calles seguían solitarias, sólo ellos dos en un mismo espacio.
Desde un par de minutos atrás, en el restaurante, Yugyeom se quedó dentro, ordenando su casillero por tantas cosas regadas en él y notó como Jungkook no sabía de su existencia, puesto le vio hacer la graciosa acción de maldecir y pegar en el suelo, corriendo debajo de la lluvia, dándole a entender que no llevaba una sombrilla como él y apurándose fue tras el castaño, alcanzándolo cuando se paró debajo del techo de la cafetería. El Kim lo quiso ayudar desde un inicio, parecía un pobre cachorro bajo el agua y para alguien como él, podía afectarle mojarse hasta llegar a su casa, por lo que no estaba de más ofrecerle estar a su lado debajo de una sombrilla.
Yugyeom tocó su cuello, queriendo decirle sobre las pastillas pero tampoco lo quería molestar, sin embargo, ya había notado que podía mantener algunas palabras con Jungkook, así que respiró hondo y a unas calles cercanas de la parada de autobuses, miró al Jeon, este observando a los lugares llenos de personas comiendo y bebiendo, para entretenerse, posiblemente evitar su incomodidad con él.
— Ahm...— Murmuró, Jungkook mirando hacia el frente después de oírlo y su rostro siguió inexpresivo.
— Dijiste que no hablarías.— Recordó y Yugyeom sonrió de lado.
— Cambié de opinión.
Jungkook se mordió el labio, evitando que una sonrisa saliera por el comentario tonto de Yugyeom.
— Gracias por lo de las... Pastillas.— Comenzó, metiendo su mano a su bolsillo y agarró mejor la sombrilla.– De verdad me ayudaron mucho, como te habrás dado cuenta.
— ¿Y quién te dijo que fui yo?— Cuestionó alzando una ceja, Yugyeom se sonrojó, intentando encontrar una excusa.
— Las vi en tu casillero.
— ¿Me espiaste mientras me cambiaba?— Se cruzó de brazos parándose para verle y el rostro de Yugyeom no bajó de rojo, también deteniéndose.
[Comentarios de la izquierda del lobo de Jungkook, derecha lobo de Yugyeom]
Esto es tan divertido.
De verdad creo que ustedes dos son tan raros.
— ¡C-claro que no!— Tartamudeó, fijándose en un espacio grande de construcción para encubrir su rostro.
— No suenas convencido.— Sonrió burlón, encontrando la pena en Yugyeom.– ¿Eres un acosador?
— ¿¡Qué!? ¡No!— Respondió de inmediato en un grito, Jungkook manteniéndose en la misma postura divertida y Yugyeom suspiró, viéndole mal.– Las vi el día que peleamos por primera vez, estaba un frasco de etiqueta amarilla y éstas también lo tienen, creí desde el principio que habías sido tú.— Pasó saliva por sus labios, descubriendo a Jungkook ahora avergonzado, pero en cuestión de segundos volvió a lo mismo de siempre, su rostro inexpresivo, exhalando.
— Te lo debía.— Contó, como si estuviera desinteresado y volvieron a caminar.– Tal vez no sea lo mismo que salvarte el cuello, pero te ayudé con tu alergia, tú me ayudas, yo te ayudo, tomalo como un agradecimiento extra.— Murmuró, observando sus pies caminar a la par y metió ambas manos en sus bolsillos.– También tardé en dártelas, pero no sabía como, entonces, siento eso.— Se encogió de hombros, cubriéndose con el gorro de su sudadera fingiendo que secaba su cabello con él, pero en realidad escondía su sonrojo. Yugyeom sonrió, mirando a otro lado.
— Eso no importa, igualmente te agradezco, por el gesto.— Respondió sin terminar, dudoso de porqué las tenía, pero Jungkook pareció leer su mente.
— También sufro de alergias, un primo encontró esas pastillas sin necesidad de receta y las venden en todos lados, te puedes quedar el frasco.— Ambos empezaron a desprender sus aromas más dulces, perdiendo esa incomodidad de estar junto al otro y Yugyeom asintió.
— Gracias.— Jungkook sintió un escalofrío correr su cuerpo y sobó su brazo, dándose cuenta que hacía más frío del que creía y Yugyeom lo notó, pero no podía hacer nada, contiendo sus ganas de decirle si quería su abrigo.
Me dieron ganas de apapacharlo, lo siento, debía decírtelo.
Yugyeom suspiró, de acuerdo con su lobo.
Volvieron a caer en un pequeño silencio, Jungkook sintiendo a su lobo mover la cola frenéticamente y sin saberlo el lobo de Yugyeom estaba igual, ambos disfrutando las interacciones de sus humanos. El castaño lo miró de reojo, intentando seguir "desinteresado".
— ¿No ibas a ir con todos a beber?— Cuestionó, como si no le importara.
Claro, no te importa y le preguntas.
— No me gusta beber entre semana de trabajo, prefiero hacerlo los miércoles.— Jungkook parpadeó, teniendo en mente que él dijo lo mismo.
Son tan iguales, awww.
Oooh, this is love, ooooh.
— ¿Tú?
— No tenía muchas ganas.— Se excusó, observando a unos metros su destino y Yugyeom fue el primero en notar el número del autobús, ambos volteándose a ver cuando se dieron cuenta que era el suyo.– ¿Es el 23?
Corran, perras, corran.
— Sí.— Ya sin importarles mojarse en ese corto lapso corrieron, deteniendo al autobús que estaba a punto de cerrar sus puertas y Jungkook fue el primero en subir, Yugyeom deteniéndose a cerrar la sombrilla y el mismo castaño tragó, bajándose el gorro de la cabeza.
— Gracias, de nuevo.— Yugyeom lo miró de pronto, sintiendo su garganta seca por la mini sonrisa en los labios de Jungkook después de decir aquello.
— No es nada.— Sonrió, entrando después de Jungkook y notaron cómo el autobús estaba lleno, quedando unos tres asientos libres, entre ellos uno era libre para que dos personas se sentaran juntas, el tercera era junto a un señor dormitando y el Jeon se sentó en la ventana, dándole una mirada inexplicable a Yugyeom y el pelinegro a él.
Sintiendo que en un futuro se arrepentiría de sus acciones, Jungkook suspiró, avergonzado y deseando reírse de la poca suerte que podría tener Yugyeom al sentarse junto al señor, pero justamente en ese día, Yugyeom lo agarró un poco, blando del corazón.
Que lindo te estás volviendo, me agradas.
— ¿Te quieres... Sentar aquí?— Una sonrisa tonta se instaló en los labios de Yugyeom, oyendo la pregunta y aunque Jungkook no la vio, se sentó a una respectiva distancia del mismo, tanto alfa como omega disfrutando de la compañía del otro y sus lobos se recostaron, sintiéndose cálidos por primera vez de estar tan cerca.
Creo que no es tan desagradable, ¿verdad?
Ah, entonces esto es andar en las nubes...
Jungkook y Yugyeom sonrieron por los comentarios de sus lobos, mirando hacia los lados contrarios, pero sus corazones latiendo desenfrenados en el mismo ritmo.
— Siento que me voy a volver loco.
Loco ya estabas, es muy tu problema si apenas te diste cuenta.
— Estoy hablando en serio.— Yugyeom gruñó, prendiendo las luces de su departamento y tragó, queriendo imaginar que sus pensamientos eran momentáneos y estaba alucinando cosas raras.– No... No es normal, ¿verdad?— Tiró su mochila sobre la barra, respirando agitado y algo paranoico.
Me estás asustando, ¿de qué hablas?
Yugyeom fue a la cocina tras ignorar a su lobo, sirviéndose un vaso de agua helada sin importarle el clima afuera y luego de terminarlo fue al lavabo, echándose agua de la llave en todo el rostro, como si quisiera borrar la imagen de su mente, la imagen de Jungkook las dos veces que le sonrió y cuando le miró la primera vez que le cubrió con la sombrilla, esos lindos ojos brillosos, esos labios rosados, ese cabello castaño, su lunar debajo de su labio inferior y las largas pestañas adornando esos enormes ojos de Bambi.
— ¡Agh, no puede ser!— Tiró de su cabello, una sola palabra rondando su cabeza.– No es normal que... Que me guste un alfa, ¿cierto? Digo, no quiero decir que esté mal, pero estoy tan confundido.— Una nueva imagen apareció en su mente, el día en que salvó a Jungkook de esos tipos y se quedaron abrazados unos segundos, los ojos llorosos del castaño viéndole.– Mierda.
¿TE GUSTA?
¿¡De verdad te gusta!?
Su lobo dio vueltas, emocionado.
— ¡Cállate, sólo cállate! No sé qué hacer y tus gritos no me ayudan.— Tomó aire, sacando su teléfono de su mochila tirada en el suelo y fue directo a la televisión, prendiéndola para adentrarse en google.
¿Qué haces?
— Algo que debí haber buscado desde hace mucho tiempo.
El pelinegro después de que Jungkook bajara del autobús, sólo dedicándole un corto movimiento de mano, se quedó en un pequeño transe, todas las cosas sucedidas llegando como si de un shock se tratara y todo comenzó a atormentar su mente. Jungkook jamás le había hecho sentir tan raro como en los últimos días, su corazón se aceleraba, se sonrojaba por comentarios del castaño, se sentía nervioso de hablar con él aunque lo disimulaba y habían millones de aspectos más que lo hacían creer plenamente en su gustar a Jungkook.
Aún no comprendía como a pesar de la actitud tan tosca, malhumorada, enojona, molesta e infantil de Jungkook podía sentir una atracción por él, sin embargo, después de tragar todo, algo cruzó por su mente, tecleando en su teléfono la pregunta mientras su lobo preocupado le miraba transmitirla a la televisión y aparecerle distintas respuestas.
"¿Por qué puedo sentir el aroma de alguien, si nadie más lo siente?"
Yugyeom oprimió la primera respuesta verificada que le apareció, nervioso de lo que leería en una página dedicada a preguntas sobre parejas y rangos.
"Se ha demostrado en varios estudios que en algunas ocasiones se puede deber porque eres un familiar muy cercano a la persona, como su primo u hermano, pero esto es en algunos lazos muy unidos. En otros, como se ha dado a conocer en los últimos años debido al avance de la tecnología, puede ser esta cuestión ya que es tu pareja destinada."
— Imposible...
"El tema de las parejas destinadas se ha vuelto un cliché en los últimos años, algunas funcionan, otras no, pero se ha confirmado que varias parejas, tanto alfa como omega o cuando se trata también de beta con alfa, beta con omega, estos pueden distinguir el aroma de alfa y omega aunque hayan tomado un supresor de olor, ya que el lazo de una pareja destinada es mil veces más fuerte que otro, aquí un vídeo para demostrarlo."
Yugyeom colocó el vídeo, donde varias personas, mostrando en la esquina sus rangos, tomaban un supresor y se sentaron en lugares desornados, cubriendo todo su cuerpo con paredes de madera y sus parejas ya identificadas se sentaron también desordenados a los pocos minutos, estos sentados en otra habitación mientras el supresor hizo efecto. Luego un encargado les pidió identificar el aroma de su pareja y todos acertaron, sin posibilidad de adivinar por las tablas cubriéndoles. El pelinegro sintió un escalofrío, su mente atormentada por tantas cosas y preguntas.
"Como se vio en el vídeo, estas son las parejas destinadas, ellas pueden identificar el aroma del otro aún hayan utilizado diez mil supresores, sus celos son más difíciles de soportar y sus aromas se intensifican, también puedes encontrar muchas cualidades de las parejas destinadas en el siguiente link".
Yugyeom pasó del link, colocando otra pregunta en el buscador y se sintió mareado, sentándose sobre la mesita del centro en la sala.
"¿Mi pareja destinada puede ser otro alfa?"
Otras respuestas aparecieron.
"Varios casos se han mostrado alrededor del mundo, es extraño, pero no imposible, estas parejas suelen tener algunas complicaciones cuando se trata de relaciones sexuales y el tema de dominación, pero si el amor es más fuerte, no hay porqué temer, aunque alguno terminará convirtiéndose en delta si se mantienen teniendo varias veces al mes relaciones sexuales, algo que claramente, sucederá se quiera o no, en el siguiente link puedes leer qué complicaciones tiene un delta".
Yugyeom volvió a pasar, aunque le llamaran la atención, su última pregunta tormentosa siendo respondida por otra página en cuestión de segundos.
"¿Cómo sé cuando alguien es mi pareja destinada?"
"En las investigaciones previas y entrevistas a parejas que afirman ser parejas destinadas, hay muchos métodos para saber si esa persona que te pone nervioso o nerviosa es tu, en palabras típicas, hilo rojo, el lobo que te esperó desde su otra vida. Uno de los más conocidos es compartir un beso, un beso en los labios desata todas esas emociones y logra conectar un poco más a sus lobos, sin embargo, hay otro método más fácil, este se puede identificar a través de la mano, si ustedes dos unen sus manos por un rato, podrán sentir una fuerte corriente atravesándoles y sus lobos estarán emocionados, demostrándolo en sus aromas y diciéndolo puesto ellos lo identifican con verse a los..."
El Kim dejó de leer a partir de allí, observando su mano temblorosa y ansiosa, como si quisiera ir corriendo en ese mismo rato a la casa de Jungkook y tomar su mano, para sacar sus conclusiones de una vez.
No tienes porqué estar así, no sabes si es un alfa.
— ¿Pero y si, sí lo es Kyum? Tiene tantos aspectos y... Mierda, me duele la cabeza.— Sobó sus sienes, acobardado.
¿Por qué te da tanto miedo si es un alfa?
— No es miedo, es estrés.— El comentario demostrando que era verdad.– ¿Sabes lo complicadas que serían las cosas? Y sumando que él, en sí, me odia, no le veo futuro a algo así, creo que ni siquiera me importa si es alfa, me estresa saber su desprecio y yo estoy sintiendo todo esto.— Cubrió su rostro y llevó al frente su mano derecha.
El lobo de Yugyeom se quedó quieto, guardando su sonrisa burlona para después y analizó a su humano, como se atormentaba con tantas ideas, imaginaciones y preguntas, aún sin dejar de verse la mano, con un sólo plan como hecho.
Debía tocar la mano de Jungkook si quería confirmarlo.
¡Hola! Muy buenas owo.
Diossss, este también es uno de los capítulos que más me tienen dyakeyaksja 🥺❤ de la historia, amo hacer que interactúen JAKAAJAKSJAKSJA.
Hubieron muchas cosas interesantes: Jungkookie sigue evitando a Yugyeom y sigue siendo algo tonto, pero aceptó ir bajo la sombrilla junto a él y hasta se sentaron juntos en el bus 🥺💖, ahora Nam está dentro del team chisme 😂 y Yugyeom cree que su pareja destinada es Kook, tantas cosas y aún no vamos ni el la mitad del fic. 🤧
¿Qué creen que pase en el siguiente capítulo? owo
Ah, me hace tan feliz traerles un nuevo capítulo esta semana, pero no trago muy buenas noticias. ㅠㅠ
A partir del próximo capítulo las actualizaciones serán cada dos semanas, puede ser que tres semanas, dependiendo qué tan cargada esté de tareas 🤧, algunas ocasiones podría actualizar seguido, no estoy segura, pero espero hacerlo :(.
Ojalá me comprendan, esta semana también estuve cargada de tareas pero no quería dejarles sin actualización, me pone contenta leerles u,w,u❤.
Pero dejando de lado ese pequeño detalle, ¿qué tal han estado? Para les que siguen en clases ¿Cómo van? ¿Todo bien? Cuentenme, soy feliz de leer 🥺💖.
Por mi lado me encuentro bien, sin tiempo libre porque termino de hacer tareas, hago ejercicio, unas cuantas cosas más y me pongo a escribir, tengo una vida muy ajetreada ㅠㅠ, pero todo bien hasta el momento uwu.
La verdad no tengo mucho más que comentar, sólo que casi es el cumpleaños de mi appa y debo arreglar algunas cosas. owo
Sin más, me voy, debo apurarme con la otra actualización, espero les haya gustado el capítulo 🤧.
Muchas gracias por comentar y votar. 💖
¡Nos leemos luego, cuídense! 😷
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